Y un poco antes de la media mañana de aquel caluroso día en Melgar , después de una agitada actividad de juegos  eróticos con su amante novio , Zamy está tomando una ducha, siente la placentera tibieza del agua en sus senos y como resbala sobre sus pezones haciendo que estos respondan al suave estímulo, recuesta su espalda a la pared y deja que el chorro apunte a su vagina, la fuerza del torrente le provoca escalofríos en su vulva y un gemido se escapa de sus labios resonando en la estancia.  Sonríe y sabe  que Alex debe estar ansioso en la cama. Estira su mano y toma la toalla del mueble.  Antes de envolver su cuerpo, lo recorre con la mirada y  nota que algunas gotas caen de su cabello y acarician su blanca piel. Sale del baño con la toalla apenas cubriendo sus hombros y parte de la espalda.  El deseo y morbo la invaden, cuando al llegar a la habitación  encuentra a Alex, desnudo recostado de medio lado  sobre la sabanas. Silenciosamente se acerca y deja que las gotas de su rubio cabello caigan sobre la espalda del hombre, quién se estremece al húmedo contacto. Gira su cuerpo y la boca de Zamy se seca al notar la considerable erección de Alex quien la observa con lujuria y seguidamente extiende sus brazos, y hace a un lado la sabana para abrir sus piernas, insinuándole a Zamy que desea someterla a sus más bajos deseos.

Presa de la  tentación,  la mujer sin reparo alguno se abalanza sobre él y en un hambriento beso entrelaza sus piernas en cintura de él,  introduce su lengua en la boca para excitarle aún más. Y como si no fuera suficiente, deja que sus voluptuosos y grandes senos se bamboleen muy cerca de su cara y con maldad  los aleja en cada movimiento  que hace con su cintura. Alex desesperado estira su boca luchando infructuosamente por atrapar aquellos pezones rosados y desafiantes para lamerlos, chuparlos y morderlos.

 Pese al  morbo y deseo que los invade, Zamy se sube lenta y provocativamente sobre los muslos de Alex  y acomoda su clítoris sobre la pelvis de su hombre y comienza a frotarlo en forma ritmica mientras él le pregunta con una voz ronca y ahogada “con que te estas masturbando”?  la joven responde con picardía, “me masturbo contigo”, la frase acelera su deseo que le hacen gemir y que se reflejan en la dureza de su miembro.

“Ohhh  síííí”, gime mientras percibe el palpitar de la verga erecta, caliente, húmeda con su glande liso y rosado.  Levanta su pelvis y se inclina para mamar el miembro de Alex. Recorre el pene con su lengua,  en círculos envolventes que terminan en el glande lubricado, introduciéndolo en   el orificio que asoma aquel liquido cristalino que se mezcla con la saliva que ella escupe sobre su en la verga poco antes de devorarlo, juega con ella cómo aplicándose un labial fálico y sin aviso aprieta su labios alrededor y le da una mamada sin igual. La introduce hasta el fondo de su garganta hasta atragantarse con ella.  El hombre se retuerce de placer, busca la mirada  de su ocupada compañera y se deleita mirando  su cara de placer y descaro.

Luego de la mamada, se levanta y vuelve a montarse sobre la verga, como una amazona cabalga   y Alex disfruta sentirse sometido “ hazme lo que quieras…. Soy tuyo” , y luego agrega,  “soy tu esclavo sexual “,esto enloquece a Zamy quien sigue frotando su coño contra la pelvis de su amante en vaivén y lentamente va deslizándose  hasta que la acopla a la verga de Alex y allí la restriega una y otra vez hasta inundarla con sus flujos. El pene resbala buscando la ruta del éxtasis y así ubica su glande en el los labios menores y a continuación presiona con deseo, provocando en Zamy  un placer indescriptible, “ ahhhhhhhhhh que delicia más más, dame… dame verga”  Zamy siente que su coño es de fuego y que sus fluidos se riegan por toda la cama.

Alex por su parte, mete sus dedos en la boca,  los humedece  y con destreza morbosa los hunde en  el culo y comienza a moverlos velozmente mientras la rubia contonea sus caderas y relaja su  ano para que el  penetre aún más, mientras ella repite “ Sigue, sigue, Si oooohhh si , así amor, dale duro, no pares… bombéame el culo…. ohhh que rico” ,una serie de orgasmos agitan su cuerpo y estalla  un grito de placer.

Sudorosa y agotada, Zamy desciende de su trono y puede notar que el fruto de sus orgasmos  ha quedado plasmado en la verga de Alex, húmeda y brillante  por sus jugos y se sorprende de cuan deseosa y humedecida la ha dejad. Con la autoridad de un comandante  inculpa a su amante “ eres muy travieso y mira como me dejaste la cuca…, te castigaré”   se posa sobre su pecho y con sus enormes tetas le propina golpes en su rostro. Alex cierra los ojos como muestra sumisión y placer, mientras sus manos se deslizan por la cadera de la joven y a continuación le da palmadas que le dejan el culo rojo a la mujer.

Pero ella quiere dejarle claro que ella tiene el control y por eso lo obliga a acostarse boca arriba y ella se sienta sobre la cara del hombre, acomoda su panocha a la boca de él boca, se abre sus labios vaginales y le obliga a que le meta la lengua lo más profundo.  el recibe con sumo agradecimiento y acata al pie de la letra aquella orden ,mientras tanto ella sigue cabalgando sobre su rostro dándose placer  con el mentón primero, luego con la punta de nariz, produciendo un par de orgasmos más, que dejan más flujos vaginales en su boca. Pero él no es egoísta y quiere compartir con ella aquel manjar que acaba de recibir, entonces acerca su rostro a Zamy y la besa para que ella pueda sentir el sabor de sus propios jugos. Lame alrededor de su boca, él juega con su sexo ayudándose con las manos, acerca sus dedos mojados para que los dos los alimente su morbo, y así reanudar beso tras beso, caricia tras caricia, para comenzar con otra nueva maratónica actividad de juegos eróticos.