Verte desnuda, tus tetas paradas, tu trasero duro, tu millon de pelos sin cortar en la hendidura de tu vagina, tu color de piel hermoso, tu sonrisa con dos dientes careados, tu pestañas inmensas y largas
Tu olor a sexo, tu voz pidiéndome en palabras vulgares que te mame, me ofreces tu orto, te das la vuelta, y puedo sentir tus nalgas en mi ingle,tu cabello en tu espalda, tu vagina mojada, tus manos separando tu trasero para que yo pueda entrar con facilidad, preguntandome si siento, si te siento, fácilmente podria ponerte en cuatro meterte el dedo en el ano, como una vez quisiste que lo haga, pero mi imagen de persona culta, cuyos impulsos animales han sido suprimidos, impide que lo haga. Mientras en mi mente te muerdo una nalga, lamo tu ano y lo penetro siento tus entrañas no tan caliente como tu vientre, coronar tu orto con mis testículos rosando con mi vellos el contorno arrugado de tu ano, mientras tu sientes dolor, y placer, yo se que placer, en tus verdades profundas esta una coprofilia sublimada al amor por el sexo anal.
En el extremo del placer en el paso a tu oscuro inconciente, una necesidad de sumisión al padre,te hace llamarme “PAPI” mientras empujo mas duro, tu esfínter aprieta mi pene tus nalgas lo acarician, fue difícil entrar, supongo que estabas tensa, tu acostada esperando que yo termine de darte, que mi semen riegue tus intestinos, te he humillado, ahora sabes quien manda, si los genitales de por si son ocultos, a mi me has dejado entrar por delante y por tu culo, aquel que no muestras a nadie, y que al mencionarlo se siente el pudor que te invade, me lo has dado, he llegado a donde nadie lo había logrado, una tierra oculta un paraíso secreto en tus entrañas, que con tanto recelo cuidabas.
Entonces despierto, solo en mis sueños te tengo como quiero, dios me ha prohibido el placer de penetrarte de sentir tu cuerpo, mi pene no alcanza el paraíso, es pequeño tan pequeño, como lo que es, un clitoris.