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Categoría: Parejas

Pamela 3

Cierre de Negocios

Avancé por el pasillo con paso firme y decidida, mostrándome sensual y provocadora, y causando estragos en las miradas masculinas que se cruzaban a mi paso y miradas envidiosas en las féminas que me observaban en silencio.

Golpeé en la puerta 20 y oí a Pamela invitándome a pasar. Así lo hice. Pamela era una exuberante mujer de 42 años, de piel morena y ojos marron, herencia de sus raíces arabescas, medía casi un metro ochenta, sus piernas eran largas y delgadas, tenía unas tetas grandes y bien colocaditas puesto que era una gran deportista que miraba por su cuerpo. Su culo era respingón y sus manos sensuales y excitantes. Poseía una boca y una dentadura perfecta. Tenía el pelo largo y moreno, y vestía una mini negra con una camisa negra de satén y tacones altisimos. Era toda una ejecutiva; muy buena en su terreno, ¡y muy buena en otros!
-¡Estás preciosa Nancy! Tan atractiva e inocente como siempre...- la miré y le sonreí encantadoramente-
-¡Me cuido mucho Pamela ! Estoy aprendiendo...-ella sonrió y me ofreció una copa de vino- ¡Grácias!-
-¡Siéntate! Ponte cómoda cariño...-obedecí acomodándome en el sofá de descanso de su oficina- ¡Aún es temprano!- añadió sentándose a mi lado-
-¡Dime Pamela! Desvélame el misterio... ¿Por qué necesitas de mi ayuda?- Ivonne sonrió y me miró pícaramente-

-¡Mejor no!-exclamó agitada- ¡Es una sorpresa! Te encantará...-
-¡Me das miedo!-exclamé yo divertida y notándome ya algo excitada- ¡La última ayuda que me pediste... ya sabes como acabamos!-sonrió-

-¡Follándonos a unos chinos en mi taller!-repuso tomando un sorbo de su copa-

-¡Ummmh siii!-gemí irónica al recordarlo-
-¡Pero esta vez no son chinos!-exclamó-
-¡O sea que vamos a follar! ¿no?-ella asintió y prosiguió tomando- Pero Pamela, ¡creo que no estoy bien depiladita para eso!!- Pamela sonrió y se mordió el labio excitada-

-¡Déjame ver! susurró-

Soltó su copa en el suelo y se arrodilló delante de mí, abriéndome bien las piernas y levantándome la falda negra de vuelo que llevaba. Acarició mis piernas, recreándose en mis ligueros negros. Luego apartó a un lado mi diminuta tanga y comenzó a pasarme sus dedos por mi mojada rajita. Yo bebía un sorbo de vino cuando noté como su lengua se metía en mi coñito.
Gemí de placer al notar como su lengua jugaba con mi rajita palida, era pura locura. Le encantaba mamar mi rajita y era toda una experta en dar placer oral a las mujeres, puesto que había descubierto que las mujeres le gustaban más que los hombres. A ambas nos había gustado jugar desde que Eduardo nos presento.

-¡Ummmmh, lo tienes bien lindo cariño! Bien peladito mami... ummm que rico- yo me abrí más deseando que jugase más duro con mi coñito-

-¡Me encanta como te comes mi coño Pamela!-susurré agitada y tocando mis tetas sobre la camisa-
-¿Quieres más?-preguntó Pamela cogiendo su copa y sin dejar de tocarme con sus dedos-

-¡Siiii... dame más...!-gemí-

Pamela derramó un poco de vino sobre mi coño y comenzó a lamerlo mas intensamente, muy sensualmente, haciéndome reventar de placer, haciéndome gemir.
Mezclaba el vino con mi jugo, con su lengua... abriéndome bien la rajita con sus dedos. Era excitante.

Conseguí alcanzar el orgasmo de forma increíble.

-¡Oh Diossss! Pamela... eres increíble... Me haría lesbiana solo para estar follando todo el día contigo...-Pamela se relamió y me besó en la boca melosamente-
-¡Sabes creo que ya lo eres y no lo aceptas! Termina de aceptarlo y te haré gritar de placer...
-sonreí y negué irónica-

-¡Por ahora, prefiero seguir follando con hombres! Pero si cambio de idea... ¡estate segura que te buscaré!.
tras abrir mi camisa deje ver miss te ha pálidas y mis rosados pezones Ella Los apreto con sus manos y metío su lengua entre medio, mamándomelas y saboreándomelas.
Pamela me hizo volver a gemir loca de placer, ¡Me gustan tus tetas mami! Son tan calientes.

-¡Cómetelas toda! Chúpamelas... ¡me gusta como mamas!!... OH sii... como me gusta...- mis gemidos cada vez eran más alarmantes y más excitados, así que acerco su boca para silenciarme. Nos besamos extenuadas, jugando con nuestras lenguas- ¡Ummm!-

-¡Siii... me gustaaaa! -gemí-

Estaba buscando su coño bajo su falda cuando alguien golpeó la puerta. La reunión iba a empezar.
Ambas soltamos una breve risotada y nos dispusimos a arreglarnos las ropas. Pamela me apretó la rajita y sonrió.

Caminamos hacia la sala de reuniones, Pamela me invitó a pasar de primera. Allí estaban tres hombres. Uno más mayor y otros dos más jóvenes.

Tras las presentaciones, tomamos asiento, Pamela se dedicó a explicar el negocio de su empresa. Yo me fijé en el más atractivo de los tres, el más fuerte y recio. Con grandes manos, semblante serio y una boca deliciosa. Cuándo Pamela concluyó, pidió vino y esperó en silencio a que sirviesen las copas y se retirasen.

-¡He oído que su empresa gratifica los cierres de contrato! ¿Es así?- preguntó el más mayor-
-¡Veo que ha hecho los deberes!-exclamé yo divertida y soltando una risotada alegre-

-¡Nos gusta saber a lo que nos enfrentamos!- respondió el atractivo sin quitar ojos de mi escote-

-¡Estos ejecutivos desconfiados!-repuso Pamela poniéndose de pie y cerrando el pestillo. Luego caminó hacia el ventanal y corrió las cortinas oscuras dejando la sala casi en tinieblas.
Creando un ambiente más íntimo-

¡Yo tengo que irme!, repuso el más callado.


¿En serio?-preguntó Pamela sorprendida- ¿Está seguro de que se quiere perder la gratificación?
Se relamió salvajemente sin dejar de mirarle. El tipo dudó unos segundos pero acto seguido se levantó, abrió y se marchó sin mayor explicación-


Pamela me miró y me sonrió-
y dirigiéndose al más viejo le dijo Déjame a mí, te vaciaré... y te haré nacer de nuevo...- le susurró mirando al viejo-

Pamela, se fué por el viejo y yo
por el atractivo. Él aún permanecía sentado a la mesa de reuniones. Yo me subí encima de la mesa y me deslicé hasta estar frente a él. Abrí mis piernas y me eché hacia atrás apoyándome en mis manos. Él no se inmutaba; me miraba fijamente, sin pestañear... asi que decidí seguir jugando.
Me deslicé hasta el filo de la mesa y abrí un poco más mis piernas, levanté mi falda deslizándola lentamente hasta mis muslos y me desabroché un botón más de mi camisa, dejando ver parte de mi pecho. Como él seguía sin moverse, me bajé de la mesa y me subí encima suya, rozándole con mis tetas su cara y levantando mi falda hasta la cadera. El tipo no aguantaría así mucho tiempo más.
Mientras tanto, Pamela se había quedado en sujetador y había sentado al mayor en el sofá de descanso de la sala. Bailaba exóticamente mientras se deshacía de la falda.
Comencé a besar su cuello, subiendo hasta sus labios y mojándolos con mi lengua. Besé su frente y comencé a desabrocharle la camisa y a acariciarle el pecho.
Sonreí mirándole al notar como su polla había crecido bajo mi culo. Le miré y comencé a lamerle el cuello, el lóbulo, la mejilla, todo sin dejar de acariciarle el pecho y agitándome sobre él para notar como su verga se endurecía cada vez más bajo mí. Me estaba poniendo muy cachonda tan sólo de notarle. Abrí los botones que aún quedaban por desabrochar y me quité la camisa y el sostén, lanzándolo al suelo y dejando ver mis medianas y pálidas pero sedientas tetas. Luego proseguí moviéndome sobre él, simulando el movimiento, gimiendo, besándole su cuello. Pamela gemía como una loca desde el otro lado de la habitación y eso me excitaba aún más. Aceleré mis movimientos y le tomé sus manos para colocarlas en mis tetas.
-¡Vamos papito, no seas tímido!-susurré- ¡Soy toda para tí!... ¡Quiero que me tomes!-gemí-

El tipo pareció enmudecer, pero al fin reaccionó. Sus manos comenzaron a apretar mis tetas salvajemente, y tras el manoseo vulgar del preludio, comenzó a mamármelas de forma lujuriosa. Yo me echaba hacia atrás deseosa de ver como venía equipado el cuerpazo moreno que pensaba follarme. Seguramente tenía que ser grande y gorda. A juzgar por su paquete. Se mantuvo mamando mis tetas durante un buen rato, babeándome los pezones, mordiéndome suavemente, dándome con la puntita de su lengua, jugando con sus manos y moviendo su cuerpo para clavármela.
Acto seguido, metió sus manos bajo mi culo y me apretó los cachetes como queriendo estrujarlos. Estaba totalmente mojada... excitada... gemía como una vulgar puta... ese hombre poseía un misterioso aire de indiferencia y violencia que me estaba poniendo realmente caliente. Cuándo noté como sus dedos se colaban en mi coñito mojado desde mi culo, me sentí enloquecer. Abrí mis piernas deseosa de que me metiera su polla. Quería follar, necesitaba que me follara cuanto antes. Asi que comencé a moverme desesperada.
-¡Vamos papi, eso es... sigueeee!!! Quiero que me folles... todo mi cuerpito es para tí... mmmm... que rico papi...- él me cogió fuertemente y se puso de pie conmigo en brazos hasta sentarme en la mesa de reuniones. Una vez allí me subió la falda hasta la cintura y me abrió las piernas violentamente. Comenzó a tocarme la rajita por encima del tanga, aunque yo lo tenía bastante estrujadito ya, bien apretadito- ¡Ummmmm, oh diossss!!!! Métemela...- gemí apretándome las tetas desesperada por follar. Él cogió mi tanga en sus manos y haciendo fuerza de su increible fortaleza partió la tira y me liberó el coño, tirando el tanga de forma violenta y hundiendo toda su boca en mi raja- ¡oh Diosssssss!!! siiiii... sigueeeeee.... oh diossss.... como me gustaaaaa.... ummmmm!- no podía dejar de gemir, me notaba completamente mojada pero quería más, quería gritar de placer-

El tipo se sacó la camisa y se bajó los pantalones y sus calzones, dejando ver su gran y gordísima polla, que estaba a punto de reventarle. Cuándo ví aquello quise llevármela a la boca para hacerle una buena mamada, pero él quería follarme. Me metió toda su polla de una sola vez, hasta el fondo, haciéndome gritar y agitarme de dolor... pero dándome un gustazo no esperado. Había sido follada de forma muy salvaje. Yo me abría con ayuda de sus fuertes manos, las cuáles me empujaban hacia su cuerpo, notando como sus huevos se estampaban en mi culo, golpeándome, oyendo como sus folladas inundaban mi culo. Oír gemir a Pamela me ponía más cachonda aún. El viejo resultó no ser tan viejo y le estaba follando todo el culo a Pamela de una forma realmente sorprendente. Se había corrido ya una vez en su coñito húmedo y abierto, y ahora quería hacerlo en su culo.
El mío por el contrario, aún estaba aguantando sus ganas de correrse, quería seguir follándome un rato más, bien rico.
-¡Oh si papi!! Eso es... como me gusta... fóllame rico papito... eso es, siii, siiii... mmm... Diosss... que polla tienes papiiiii.... ohhhh....-
-¿Te gusta esto?- preguntó machacándome el coño con su polla y sus huevos- ¡Dime! ¿Te gusta?-
-¡Oh si!!! mmmmm.... quiero todo para mí... quiero que me folles todaa papitoooo.... mmmm... siiiii.... sigue asiiii....- el tipo aceleró aún más sus folladas. Era rico notar esa tremenda polla rompiendo mi coño-

Cuando estuvo a punto de venirse, sacó su polla y me arrastró hacia el suelo. Me giró bruscamente y me puso de espaldas a él.

-¡Dame tu culo! Quiero follártelo...-gimió excitadísimo y a punto de estallar-
-¡Ohh siiii... tómalo!! Fóllameee... rómpeme el culo papi.... dame más me gusta... tanteó el terreno dándome ligeros cachetazos con su mano en mis nalgas y luego me ensartó esa polla en mi culo, haciéndome gritar de dolor y placer, haciéndome estallar de locura. Era realmente rico follar con él.

-¡Tóma esto, puta! Cómetela todaaaaa... ábreme bien ese culito tuyo... cómetela...- mis tetas danzaban libremente en cada estacada que me propinaba, mientras mis manos jugueteaban con mi coño y con mis tetas. Luego él se puso a apretarme las tetas mientras me seguía follando el culo con ahinco y fuerza. Era todo un gustazo notar esa polla en mi insaciable culo. Yo lo apretaba y empujaba en su contra para recibirle abiertamente y para acentuar aún más el placer y eso a él parecía excitarle- ¡Gime! ¡Grita!! Pídeme que te folle...- susurraba extenuado-

-¡Mmmmmm, siiiiiii!- gemí salvajemente- ¡Eso es papi... cogemeeee!! Métemela toditaaaa... dame más... cogeme el culo papi.... ohhh que rica la tienes papiiii... que grande la tienes... oh siii... mmmmm.... mmmmm.... mmmmm.... sigueee-
-¡Eso es... ábreme bien el culo mamita!!! Que te voy a follar bien rico....-gimió él- ¡Sigueee!!-
-¡Mmmmmm... mmmmmmmm..... mmmmmm.... sigueee... fóllame biennn.... sigueeeee!!!! ¡Que rico follas papito!! Quiero más contigo... quiero follar contigooooo.... mmmmmm.... mmmmmm.... mmmmm... ya llegoooo....-
-¡mmmm... oh diosss... que culito tienes mamiii! ya me corrooo.... mmmmm... ahhhh....mmmmmm....-el tipo se corrió en mi culo pero yo me giré rápidamente y me metí la polla en la boca, mamándola con sensualidad y vaciándola. Eso le provocó a él que se corriera con más excitación aún. Verme con su gran polla en la boca tragándome toda su leche le estaba poniéndo a mil. Cuando le dejé bien limpito me relamí y me acaricié las tetas comiéndole la boca-
-¡Ha sido realmente rico mami!-exclamó el viejo a Pamela, la cuál estaba tirada en el sofá bocarriba mientras el viejo le había estado comiendo el coño- ¡Pero quiero repetir! Y quiero que sea... ¡diferente!-

-¡Ohhh Diosss.... tremendo mi viejito!- exclamó Pamela aún extasiada por el orgasmo que acababa de venirle- ¡es un toro!- gritó-
-¡Mmmm... yo he tenido poco!- exclamé- ¡Quiero follar más con este cuerpo!- sonreí.

-¡Si...!- ¡Dame una cama y te haré gritar de placer!- le sonreí y asentí separándome de él y acercándome hasta el sofá donde estaba Pamela. Me senté sobre su cintura y le besé la boca salvajemente. El viejo se agarró la polla casi de inmediato y el joven notó como su polla crecía como la pólvora-
-¿Que dices Pamela?-pregunté tocándole las tetas y moviéndome sobre su coñito mojado- ¿Le damos un poquito más de acción?
-¡Si! Pero vayámonos a mi yáte d8jo el anciano... en alta mar... y allí haremos locuras....-sonrió.
-¡Vámonos!- insistio el anciano-
-¡Relájate amor!-exclamó Pamela-
¡Sentaos y disfrutad de la visión!- le sonreí y comencé a comerle la boca mientras me deslizaba. Luego me giré y le planté mi coño en su cara y comencé a comérselo a ella, mientras ella me lo comía a mí. Los tipos obedecieron y se sentaron recreándose con lo que veían. Se cogieron las pollas y comenzaron a masturbarse mientras gemían excitados de ver a dos bellezas comiéndose los coños a la vez. Era un bello 69- ¡Eso es mamiii!! cómetelo todo....-
-¡mmmmm... no pares mamitaaa!!!!!!!!- gemí lamiendo con pasión su rajita y hundiendo mi lengua hasta el fondo de su ser-
-¡Oh Diossssss..... como mamas!!!! Siiiiiii....-Pamela estaba fuera de sí, descontrolada. Excitada y muy caliente. Ambas llegamos al orgasmo y nos corrimos como dos perras calientes, con medias y tacones- ¡Ahora quiero follar! Asi que será mejor que nos vayamos a mi yáte... ¡Quiero follar hasta morirme!-
-¡Mmmmm... siiiii!!! Follar... yo también quiero que me folles papi... pero esta vez, te voy a hacer una mamada que jamás olvidarás...-

Abandonamos el edificio con el contrato cerrado y firmado. Y con un video. Un video que serviría para tenerlos bien cogidos en caso de querer romper el negocio

Datos del Relato
  • Autor: nancy
  • Código: 51200
  • Fecha: 24-07-2018
  • Categoría: Parejas
  • Media: 9
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1844
  • Valoración:
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