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Categoría: Infidelidad

Otro desvirga el ano de mi esposa

Buenas a todos, quisiera compartir mi historia.

Soy un tipo de 36 años, 1.75 de estatura, un poco de barriga por la edad; casado desde hace 4 con mi esposa Alexia de 32, 1.64 de estatura, tiene un cuerpo hermoso, tetas medianas y un culo grande respingón.

El sexo es algo importante, por decirlo de alguna forma. Lo practicamos cada semana por lo menos una vez. También acostumbramos salir muy a menudo ya sea a restaurantes, la playa o alguna disco.

El otro día estábamos con mi esposa teniendo sexo, terminamos y se queda callada durante un tiempo, raro en ella, me dice entonces que ya no le doy satisfacción. Eso me dejó dando rondos la cabeza por muchos días, pero al final lo olvidé.

Un día de viernes, como muchos otros, decidimos salir a una disco a tomar algo y a bailar un rato. Ella ese día vestía un leggins negro bien apretado que lograba remarcar su hilo dental, tacones altos, un escote atrevido del mismo color.

Empezamos a tomar mientras hablábamos de las historias de nuestros trabajos y cosas por el estilo, con cada trago nos poníamos más eufóricos, ella bailaba cada vez sensual, cada vez más borracha y cachonda. Me dieron ganas de ir a mear como es normal, al volver no encuentro a mi esposa, doy una ronda buscándola y la encuentro hablando con un tipo, él alto y acuerpado, como de unos 30 años, mi esposa me mira y me dice:

-Mira cari, te presento a Gabriel.

Gabriel, era argentino y como mencioné anteriormente, bastante guapo. Junto a él seguimos nuestra noche de tragos y nos contaba sobre su visita a la ciudad; él nos contó que era empresario y que hacía un viaje de negocios, además de ser fotógrafo aficionado. Al paso de las horas estábamos más borrachos y cansados del lugar, Gabriel nos invitó al apartamento de su hotel y antes de poder analizar la propuesta, mi esposa ya daba el sí.

Nos mostró su lindo cuarto y sacó una botella de vino para acompañar la charla y el recorrido, después, nos mostró parte de su trabajo, el material estaba en la laptop. La verdad más que aficionado, parecía un profesional en el tema, se sienta con mi esposa en la cama y empiezan a charlar sobre trabajo y eso, yo en la laptop exploro y me topo con una carpeta que de nombre tenía una combinación de números, en ella había una cantidad de fotos de una mujer muy bella desnuda. Gabriel se para y se dirige hacia mí riendo y exclama:

-Con que te encantaron las fotos de mi esposa.

Yo reí nerviosamente y mi esposa soltó una carcajada.

Después de la incómoda situación, seguimos tomándonos la botella de vino, después fueron 2 y 3. Yo me empecé a sentir mareado, me senté en el sofá que estaba en frente de la cama y quedé dormido, desperté como a las dos horas y con los ojos entreabiertos y la luz apagada, el cuarto era iluminado por lo que entraba por las ventanas, entre lo tenue del ambiente pude ver a mi esposa y a Gabriel besándose. Fue una gran sorpresa para mí, quería parar la escena pero no podía, ellos se percataron de que los podía ver y mi esposa se acerca hacia mí y me dice:

-Gabriel me ofreció pasarla bien y no quiero desaprovechar la oportunidad, di que sí cari.

Gabriel desde la cama me decía:

-Vamos Nacho, tú disfrutaste de mi esposa y yo quiero hacer lo mismo con la tuya.

Yo estaba como una estatua, no podía pronunciar palabra, era una mezcla de sentimientos, sin fijarme puse la mano sobre el pantalón encima de mi ya erecta polla.

Mi esposa aprovechando la situación me dice:

-Si no dices nada, asumiré que estás de acuerdo con lo que pasará, después no te podrás arrepentir.

Quise decir que no pero de forma increíble terminé asintiendo con la cabeza de forma positiva, me da un beso en la mejilla e inmediatamente va con su amamante.

Gabriel abre el broche de su pantalón y saca una polla increíble, claramente tenía más de los 20 cm y además gruesa y venosa, Alexia empieza a mamar esa gran torre con un notorio gran gusto; no le cabía toda en la boca pero definitivamente hacía lo posible con gran arte. Después de unos minutos así, la empieza a desvestir, primero su blusa y sostén; luego el leggins y por último el hilo dental; dejando ver su cuerpo desnudo. Gabriel escupió su polla e intento sentar a Alexia en ella, quería penetrarle el culo pero ella se negó, su culo es virgen y ni yo lo había penetrado. Él se recostó sobre la cama y mi esposa sin dudarlo, se montó para follarlo, ella manejaba un ritmo armónico, se quedaron así unos muchos minutos y antes de algo nuevo el cansancio logró vencerme nuevamente.

Ya habían pasado un par de horas, ya eran alrededor de las 4 am y desperté escuchando gemidos, ¡ellos seguían follando!. Yo preguntaba que cómo era eso posible, ella me dijo que se habían corrido un par de veces y que Gabriel tenía viagra, venía preparado el muchacho. Yo seguía viendo entre la tenue luz y de pronto él comienza a lamer el culo de mi mujer, se me hizo normal hasta cuando con su espada de carne rompe lentamente el ano de mi mujer, seguramente lo habían acordado mientras yo dormía. Era brutal ver a mi mujer gemir de tanto placer, después de los minutos de prueba, empezó a bombear ese culo sin cuidado alguno, era la versión más puta y guarra de mi mujer. Después de varios minutos de intensidad, Gabriel grita fuerte, se había corrido en ese culo, sacó la polla y apenas se podía ver como brillaba la lefa resbalando por los muslos de mi esposa.

Cuando acaban, él se recuesta en la cama y mi esposa sobre su pecho, se besan y del cansancio de la faena quedan profundos. Yo por mi parte también estaba cansado, además todos mis intentos de paja fueron fallidos. Sólo me quedó descansar unas horas más.

Desperté a eso de las 7 am y veo a Gabriel ya relajado sobre la cama, le pregunto sobre mi esposa y me dice que se está duchando. Aprovecha para darme las gracias y me pide que le deje quedarse con la ropa interior de mi Alexia. Yo con sonrisa amable le dije:

-¡Claro, hombre!

Mi esposa sale de la ducha y se pone su blusa y leggins, compartimos nuestros datos para mantenernos en contacto, se despiden con un gran beso.

Al llegar a casa, Alexia se va directamente a la cama y se queda allí todo el día durmiendo, yo aproveché para hacerme todas las pajas que habían quedado pendientes. En la tarde Gabriel llama para saludar, bromeamos un rato y al final queda en enviarme fotos de su esposa.

Datos del Relato
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