En un relato anterior, les comentaba que fuí a visitar a Joaquín, y como fué que terminé cogiendo a su esposa Sonia. Pues bién, dos meses de lo ocurrido, estando en mi oficina llegó a visitarme Sonia, como siempre guapísima, y la ropa que llevaba ese día la hacían verse mas sensual, zapatos de taco alto, y un vestido color crema, ajustado a su hermoso cuerpo, destacando sus caderas anchas y sus bien formadsa piernas, sus chiches erguidad, y su sonrisa dulce y a la vez provocativa. Directemnte se acercó para sludarme, buscando mi labios y nos besamos como dos chiqulos enamorados. tomandome por la cintura me dijo: He hecho este viaje largo, porque desde el día que estuvimos en el río no he dejado de pensar en tí, recordar el placer que me diste, sentir tu enorme pene, dentro de mi abriendo mi vagina, y topandome en las entrañas, hace que me moje como loca, y poe eso he venido, quiero que esta noche la pasemos juntos, y que me hagas vibrar. esa noche nos pegamos soberbias mamadas, la penetré hasta el fondo, gozé de su cuerpo hermoso, la hice vibrar, sus orgasmos eran uno trás otro, intensos, gloriosos, ella me hice venirme varias veces, la llené de leche por la vagina y el culo, esa fué la última vez, pero nos quitamos la gana.