Hola, mi nombre es Karin, actualmente tengo 18 años y vivo en Lima. Animada por la gran cantidad de relatos sobre este tema que he leído me animé a contarles el mío ya que aunque es algo muy excitante y normal para mi por lo que he podido observar, no es común para la mayoria.
Empezare diciendo que la familia de mi madre estaba compuesta por mi abuela y tres hermanas. Les gustaban mucho las reuniones sociales, sin embargo tenían poca tolerancia hacia las obligaciones del hogar, por lo que nunca se casaron y simplemente como mi abuela se hicieron amantes de hombres acaudalados y tuvieron con ellos dos o tres hijos cada una y a cambio de sus favores a todas les establecieron un modo de vida desahogado por lo que nunca tuvimos problemas económicos en la familia.
Desde muy chica me causo gran admiración la forma de vestir de mi mama y de mis tías, pues se ponían minifaldas muy cortas y blusas muy escotadas, lo que las convertía a donde llegaban en el centro de atracción de todos los hombres.
Yo soy hija de la menor de las hermanas y tengo un hermano un año mas chico que yo que es mi adoración. Como comprenderán en casa no vive ningún señor y en muchas ocasiones salimos de vacaciones o a pasear con diferentes parejas de mama pues siempre que podía nos llevaba y para nosotros este tipo de situaciones resultaba normal inclusive el verla besándose o bailar con su pareja de turno era algo habitual .
Tanto mis primos como nosotros asistíamos a buenas escuelas y en nuestros estudios éramos relativamente buenos.
Todo lo anterior para darles un panorama de la gran libertad que reinaba en nuestra familia.
Yo siempre fui una niña llenita , con bonitas piernas y nalgas, además me vestían siempre con faldas muy cortas lo que hacia que se me vieran las piernas mas bonitas. Desde muy temprana edad me di cuenta de que era muy desarrollada para mi edad y que una manera de atraer a los niños era ser descuidada al moverme o sentarse y permitir que ocasionalmente se me subiera la falda y se pudieran ver mis pantaletas. Eso me hacia tener gran aceptación entre los muchachos y siempre estaba rodeada de jóvenes mas grandes que yo.
Muy pronto aprendí las cosas del sexo y me excitaba mucho cuando en algún rinconcito discreto algún "novio" al besarme jugueteaba con mi lengua, regresaba a casa muy caliente y solo me calmaba haciéndome una paja, me metía hasta tres dedos en mi conchita o bien el mango de un cepillo para el pelo que tenia .
La conducta de mis tías no era mas que el fiel reflejo de la de mi abuela pues cuando joven se hizo amante del alcalde de Lima, que por supuesto tenia mucho dinero y siempre la tuvo económicamente muy bien. Cuando se hizo vieja le dejo la enorme casa en la que vivían y le asigno muy buena pensión para que no tuviera problemas.
Por todo lo que les he platicado comprenderán que era frecuente que los fines de semana nos amontonaran en casa de mi abuela a todos los primos mientras nuestra madres se iban de juerga a cualquier parte.
La casa de mi abuela era muy grande y tenia varias muchachas que le ayudaban. Tenia una grande y linda piscina y muchas habitaciones, por lo que no era ningún problema tenernos a todos ahí, todo lo contrario decía que le hacíamos compañía.
A todos nos gustaba ir pues ella nos dejaba hacer lo que quisiéramos, no había horario para comer ni tampoco ninguna clase de regla para vestir, o sea que cada quien podía hacer lo que le viniera en gana y eso era excitante, pues ya se podrán ir imaginando que esos fines de semana eran de locura para todos.
Como convivíamos con la clase alta en la que había muchas libertades era común que varios jóvenes varones o chicas, inclusive mas grandes que nosotros decidieran ir a pasar el fin de semana a la casa, pues la privacidad y libertad que existía era un gran atractivo para todos.
Durante el día nos concentrábamos en la piscina donde los más grandes aprovechaban para tomarse algunas cervezas y aunque casi nunca se emborrachaban no faltaba alguno o alguna que al calor de la cerveza se alegraba mas de la cuenta y entre risa y risa se bajara el brasiere para mostrar sus tetas o algún muchacho presumiera orgullosamente su gran erección, pero de ahí no pasaba y eso obviamente hacia mas excitante la diversión.
En la piscina casi siempre jugábamos luchas, en las cuales las muchachas se subían a los hombros de los muchachos y trataban de derribar a otra pareja que estaba en las mismas condiciones y ganaba la que lograra tirar a la otra. Ahí empezó mi gran excitación, me encantaba que los muchachos me subieran a sus hombros pues en el movimiento de la lucha mi conchita de restregaba y me excitaba y el roce de las manos del muchacho sobre mis piernas me gustaba, claro que cuando había un ganador mientras se montaba la siguiente lucha yo veía como las muchachas aprovechaban para restregar sus nalgas en la verga de los muchachos que en ese momento estaban con ellas y estos a su ves tocarles todo lo que podían.
Una de las cosas más bonitas del grupo era que no había compromisos de nadie con nadie, cada quien podía estar con quien quisiera sin importar que fuera amigo o primo y hacer lo que le viniera en gana, así de repente veías que unos primos se estaban besando o que un amigo estaba agarrándole las nalgas a una prima delante de su hermano.¡Había completa libertad!
Pero yo como era de las chicas, tenia 10 años, me tenia que conformar con ver. ¡Pero eso no duro mucho!
Por la noche a los mas chicos nos mandaban a ver la tele y los mas grandes generalmente se juntaban en una pieza para jugar a la botella, yo siempre fui muy caliente y me excitaba mucho ese juego y aunque no se me permitía participar me sentaba siempre junto a ellos para no perder detalle, pues además sabia que a nadie le importara que estuviera yo sentada ahí .
En el juego hacían girar una botella y la pareja a la que apuntaba se tenia que dar un beso de telenovela enfrente de todos, cuando el juego subía de tono la pareja que seleccionaba la botella se iba durante un rato a otra pieza y luego cuando les gritaban regresaban y seguía el juego.
Esto duraba un buen rato con lo que todos y todas se supercalentaban y al final se formaban parejas y se iba durante mas o menos una hora a alguna pieza, designando quien era el encargado de decir cuando debían regresar para hacer una bulla y que se les viera a todos juntos, yo permanecía siempre atenta y muy intrigada, pues cuando regresaban se sentaban otra ves en una rueda, se tomaban alguna cerveza , escogían otra pareja y otra ves lo mismo. Aunque me imaginaba lo que hacían me intrigaba mucho como los muchachos y muchachas además de muy contentos, regresaban muy colorados .
Como les he dicho a esa edad era yo ya muy caliente y muy aventada, y una ves que estaban jugando les faltaba una muchacha de manera que el juego no salía bien pues tenían que girar la botella mas de una ves, de manera que viendo la oportunidad les dije :
- Oigan ¿puedo jugar?
-¡Pero si estas bien chica! , contesto un muchacho de los mas grandes .
- ¡Si quiere que juegue!, Dijo una prima de las mas grandes.
- Pero ya sabes de esto nada, y se toco la boca con el dedo para indicarme que era un secreto.
- Si ya se, le conteste.
- Me hicieron un hueco entre dos muchachos y me senté entre ellos .
Se reanudo el juego y las parejas que se seleccionaban iban un rato a la pieza y luego regresaban. Yo me sentía muy nerviosa, pero a la ves muy excitada, mis panties ya se habían humedecido, cuando de repente la botella me apunto a mi.
- Te toca, dijo mi prima.
Para mi sorpresa nadie dijo nada , todos lo tomaron como una cosa normal. Se levanto el muchacho que estaba del lado opuesto, un joven como de dieciséis años, el mas guapo de todos, me tomo de la mano y nos dirigimos a la pieza. Iba yo excitadísima, me sentía toda una mujer e imagino que el creía que yo ya sabia todo, porque en cuanto cerro la puerta me abrazo y me beso ardientemente. Yo aunque muy chica ya sabia besar, así que nuestras lenguas se entrelazaron furiosamente e inmediatamente empezó a tocar mis piernas por debajo de mi falda subió su mano hasta mi conchita y me la toco por encima de las pantaletas. Yo ya estaba en el cielo, hizo a un lado la tela y me introdujo un poco uno de sus dedos, todo esto sin dejar de besarnos, localizo mi clítoris y me lo masajeo. ¡Que cosa mas exquisita!, era un verdadero experto, me proporcionaba un enorme placer. Yo estaba muy sorprendida pero muy caliente, de manera que lo dejaba hacer.
¡Me gustaba mucho todo eso!
Se separo un poco, me jalo hacia una cama que estaba ahí, me acostó en la orilla con las piernas hacia abajo, me quito las pantaletas se hinco, me subió las piernas y empezó a darme una mamada.
¡Que mamada!
Pasaba su lengua por toda mi rajita y luego me daba golpecitos en el clítoris con su lengua .
¡Sentía que me moría de placer!
Además que nadie me lo había hecho, era tan exquisito que unos instantes después explote en un orgasmo indescriptible retorciéndome de placer en cada lengüetazo que me daba. El se dio cuenta porque me sujetaba firmemente con sus manos mis piernas para que no fuera a quitarme y cuando terminé se levanto. Yo me senté, él se puso enfrente de mi y saco su verga. Me pareció hermosa y me la acerco a la boca, estaba durísima y muy caliente. Abrí la boca y se la empecé a chupar como pude. En eso estábamos cuando de afuera nos gritaron que ya. Me puse mis panties y salimos .
Volvimos a la rueda y vi algo que ya había notado antes que era que al llegar se cambiaban todos de lugar para evitar que te volviera tocar con la misma persona.
El juego siguió, otros muchachos fueron a la pieza mientras nosotros esperábamos contando chistes groseros. Yo estaba calientisima, sentía que mi conchita además de estar mojadísima me palpitaba de la excitación nada mas de imaginar lo que estaban haciendo los muchachos en la pieza.
Un rato después me volvió a tocar a mi, obviamente con un chico diferente este era el mayor de todos, tendría unos diecinueve años amigo de mis primos, no tan guapo como el anterior. Nos levantamos, me tomo de la mano y nos dirigimos a la pieza. Entramos, cerro la puerta e inmediatamente nos besamos. Esta ves ya lo hice con furia de lo caliente que estaba. Bajo sus manos por mi espalda, subió mi falda y empezó a agarrarme las nalgas. Yo lo besaba con verdadero ardor. Bajó mis panties para tocarme las nalgas libremente y yo dirigí mi mano hacia su verga que estaba durísima, se desabrocho el pantalón y se la saco. Era mucho mas grande que la del otro chico y mas gruesa. Tan caliente estaba que me agache para chupársela. Sabía deliciosa, esas gotitas que le salían eran lo máximo, aunque no era una experta mamadora, parece que al chico le gustaba porque se retorcía de placer. Un tiempo después, me sujeto muy fuerte la cabeza y empezó a soltar tremendos chorros de leche. Al principio me sorprendió, pero rápido me recupere de la sorpresa y comencé a tragar chorro tras chorro.
¡Que cosa tan deliciosa!
Nunca lo había probado pero su sabor me gustó, al fin termino y cuando me empezaba a bajar mis panties para quitármelas, nos gritaron que ya , me abrazo me dio un gran beso, subí mis pantaletas y salimos.
Cuando llegamos a donde estaban todos el juego había terminado y era hora de tomar pareja, aunque estaba muy excitada , me dio algo de miedo.
Los muchachos ya habían hecho dos juegos de papelitos muy bien doblados que tenían un número cada uno, unos para las muchachas y otros para los muchachos.
- Recuerden que Juanelo marcara el tiempo de la primera, dijo mi primo el mayor
- Bueno, dijo Juanelo, pero no se tarden en salir.
- Al que se tarde en salir que le toque castigo, dijo una de las muchachas.
-¿Todos de acuerdo?, pregunto mi primo.
- ¡Si!, dijimos a coro.
Yo observaba la cara de todos y mostraban una excitación que hasta este momento nunca había notado, la mía debió estar igual pues con los juegos anteriores estaba mas que caliente y con muchas ganas de repetir, imaginaba que iba a ser algo semejante, pero con mas tiempo, así que estaba ansiosa por ver quien me tocaba.
Uno de los muchachos puso un juego de papelitos entre sus manos, los agitó y extendió la mano para que cada una de nosotras tomara uno, lo mismo hizo una muchacha para los muchachos, cada quien tomo y lo abrió para ver que número nos había tocado, el mío fue el tres.
Una de mis primas dijo ¡cuatro! y el muchacho que tenía el cuatro la tomo de la mano. Así cada quien. Yo dije ¡tres! y mi primo el mayor mostró el número y me tomo de la mano. Cuando ya estábamos todos de pareja, cada una se dirigió a una habitación.
Mi primo y yo entramos a una, cerro la puerta con seguro, inmediatamente nos abrazamos y empezamos a besarnos furiosamente, sus manos recorrían mi cuerpo, tocaba mis nalgas y las apretaba con fuerza. Nunca nadie lo había hecho y descubrí que me fascinaba que me lo hiciera. Desabrocho mi falda y esta cayo al piso, yo lo abrazaba con muchas ganas y quería arrancarle la lengua. Estaba excitadísima, tomo mi playera y me la quito. Quede solamente en pantaletas, se apartó un poco, se saco de un golpe la playera y se quito los pantalones, baje la vista y pude ver el bulto que se le marcaba. No pude resistir tocarlo, estaba durísimo, le baje sus calzones y brinco esa no muy grande pero si bellísima verga. La seguí tocando, el solo me veía, me abrazo nuevamente y me volvió a besar. Nos dirigimos a la cama, nos acostamos y nos seguimos besando. Mi conchita se derretía de la excitación, aún no tenía nada de tetas pero de todas formas chupo mis pezoncitos.
¡Que delirio¡ Me producía un estremecimiento en todo el cuerpo.
Siguió besándome toda me quito mis panties y empezó a mamarme.
¡Que delicia!
Mi segunda mamada de la noche. Me retorcía de placer y en seguida explote en otro gran orgasmo.
¡Que placer!
Veía hasta como lucecitas de colores, no puedo describir con palabras el enorme gozo que experimentaba en este segundo orgasmo. Se acostó junto a mi esperando que me repusiera un poco pues con mi gritos y quejidos se dio cuenta de la intensidad del orgasmo que acababa de tener.
Unos instantes después , dirigí mi cara hacia su verga.
¡Que delicia!, estaba llena de gotitas de liquido exquisito, el sabor era un poco diferente al anterior, pero estaba delicioso.
Después de un momento me detuvo y me dijo:
- Espera, no quiero terminar, esta leche no la desperdicio a ti te puedo coger todavía sin condón y hechartela adentro.
Sin decir mas se puso encima de mi me abrió las piernas apuntó su verga a la entrada de mi conchita.
¡Que momento!
Me iban a cojer por primera vez, y además era mi primo que mas me gustaba
- Por favor ,mételo despacio.
- No me digas que es tu primera ves.
- Si, le dije pero no importa, por favor ¡metemelo!
Se acostó sobre mi y me beso con furia, el también estaba excitadísimo. Imagino que el saber que iba a ser el primero lo excito mas. Sentía su verga en mi entrada. Se levanto un poco entre mis piernas, me las abrió a todo lo que se podía se acomodo bien y de un golpe me metió la cabeza de su verga. Pegue un pequeño y grito, pero estaba tan excitado que no le importo. De un golpe metió casi la mitad. Contrario a lo que me habían dicho, casi no sentía dolor. Arremetió nuevamente y me de un nuevo empujón entro toda, el pequeño dolor había desaparecido. Estuvo quieto un momento y empezó a bombear, Primero lentamente, pero luego con furia. Empecé a sentir un placer que solamente se disfruta cuando se tiene una verga dentro. Arremetía con fuerza y llego a su orgasmo. Grito y sentí como su leche golpeaba en mi interior. Las palpitaciones de su verga al estarse corriendo era lo máximo.
Se desplomo sobre mi, lo abrace muy fuerte y busque su boca y la disfrute. Me saco su verga y se acostó a un lado mío.
- Creo que soy el destinado para el desvirgamiento de la familia.
- ¿Por qué dices, eso?, le pregunte.
- Mira, me toco estrenar a mis otras dos primas y también a mi hermana, la única que faltaba eras tu y ya ves me volvió a tocar a mi.
No sentí el paso del tiempo porque así estábamos cuando oímos un toquido en la puerta, era Juanelo.
- Ya es hora, nos dijo en voz baja.
- Vamos a vestirnos pronto, porque ya ves que dijeron que iba a haber castigos si tardábamos.
Nos vestimos rápidamente y salimos. Casi todos lo hicimos al mismo tiempo, nos sentamos en una rueda y uno de los muchachos dijo:
- Se apetece una cerveza antes del siguiente round, ¿no creen?
Todos estuvimos de acuerdo. Varios muchachos se levantaron y trajeron una cerveza para cada uno incluyéndome a mi. Hasta ese momento no me percate de la enorme sed que tenia, de manera que dijimos salud y la tomamos. En otras ocasiones había tomado un poco de cerveza, pero nunca una para mi sola. Me supo deliciosa y tenia tanta sed que casi me la termino de un sorbo. Eso le paso a todos pues también se la terminaron al instante.
- ¿Les parece que nos tomemos una mas?, dijo mi primo el mayor.
- Bueno pero solo otra, menciono mi prima.
Nuevamente se levantaron los muchos se llevaron las vacías y trajeron otra para cada quien. Esta ves ya la tomamos mas despacio. Como no acostumbraba beber me sentí poco mareada con la primera y al estar tomando la segunda además del mareo tenia una gran euforia. Pero me pude dar cuenta que eso le pasaba a todos, pues las risas eran mas fuertes y todos se veían muy contentos y desinhibidos, inclusive algunas parejas se besaban cachondamente y algunos muchachos les tocaban las piernas o las tetas a la muchachas y estas lo aceptaban con mucho gusto tocándoles abiertamente la verga por encima del pantalón.
- ¿Como vamos escoger ahora?, pregunto una de las muchachas.
- Que sea otra ves con papelitos, pero si toca igual que se repita.
Sacamos de la misma forma un papelito cada quien y esta vez me toco con un amigo de mis primos un muchacho ya grande no muy alto de unos diecisiete años guapo. Cada quien tomo la mano de su nueva pareja.
- Que esta vez Magda de la hora, dijo mi primo nuevamente. Y recuerden que hay castigo para los que se tarden en salir, asevero.
Nos dirigimos cada pareja a una pieza , yo iba además de muy contenta con una euforia que hasta esa fecha no había sentido pienso debido a las dos cervezas que me había tomado. Entramos, puso seguro y sin importar que yo fuera un mocosa al lado de el se acerco me abrazo y nuestras lenguas empezaron a entrelazarse rápidamente. Mi excitación llego a su grado máximo, baje mi mano y toque su verga, la sentí mas grande que la de mi primo y estaba durísima. Debido a mi estado de euforia se la seguí tocando por encima del short. No pude resistir y se lo baje, salto inmediatamente su verga, me agache y se la empece a mamar.
¡Que sensación!. Tenia un olor a sexo muy excitante y un sabor riquísimo debido de los jugos de su anterior cogida. Aunque era grande me entraba bien en mi boca de manera que le hice una muy buena mamada.
Estuve un rato deleitándome con ella, hasta que me tomo de la cara y me dijo:
- Veámonos a la cama.
Se quito su ropa y yo la mía, ambos desnudos nos acostamos, empezamos a besarnos el juego de nuestras lenguas casi me producía un orgasmo me fue besando todo el cuerpo, al llegar a mis piernas me pidió que me pusiera boca bajo y empezó a besarme las piernas y las nalgas. ¡Que exquisito!. Nunca me habían besado las nalgas y en ese momento descubrí que me fascinaba que lo hicieran, supongo que le gustaron porque estuvo un rato acariciándolas, oliéndolas y besándolas, proporcionándome un placer enorme.
Por fin se subió, me volteo y se coloco encima de mi, apunto su verga a mi entrada y cuando estuvo seguro de que era el camino correcto de un solo golpe la metió. Sentí un ligerísimo dolor, pero en cuando empezó a bombear desapareció, cada metida era sensacional,
- Sube las piernas y ponlas en la cintura, me dijo.
Inmediatamente las subí y abrace con ellas su cintura, sentí en esa posición que la verga me entraba riquísimo y después de una cuantas bombeadas, explote en un orgasmo mejor que los dos anteriores, me movía fuertemente sin control y el alcanzo su orgasmo también sentí delicioso como palpitaba su verga dentro de mi y los gemidos que producía con su garganta delataban el enorme goce que sentía.
El tiempo se nos paso sin sentir, porque en cuanto terminamos. Tocaron ligeramente la puerta.
- Ya es hora, dijo Magda.
Prontamente nos vestimos y salimos, casi al mismo tiempo salieron todos.
- Bueno vamos a dormirnos, dijo mi prima.
Nos despedimos de beso todos y cada quien se dirigió a la habitación que tenia signada, perdí la noción del tiempo, no sabia que hora era , me acosté así como iba y me quede profundamente dormida.
No se cuantas horas dormiría, pero ya como a medio ida entro la abuela, para despertarnos y nos dijo:
- Ya arriba, el día es para disfrutar y no para dormir flojas.
En la habitación estábamos una prima y yo.
- Si quieres dúchate tu primero, me dijo. Yo estoy muy cansada.
Como era mayor que yo le hice caso. Entre al baño me quite las pantaletas, y vi que tenían unas pequeñas manchas de sangre. Pero me toque y no me dolía nada, supongo que cuando me pajeaba al meterme los dedos o meter el mango del cepillo de peinar, casi me había desvirgado, pues no sangre casi nada, ni tampoco sentí un gran dolor, lo que si me dolía un poco era la cabeza. Me bañe lave mis panties , me puse mi bikini junto con una batita y le dije a mi prima:
- Te veo afuera con los muchachos.
- Diles que no tardo por favor, respondió.
Salí y me sentía otra, me dirigí a la pileta, que era en donde se oían voces salude a todos y me senté en la orilla .
Que diferencia de trato el de todos, me incluían en sus platicas, ya era una mas de la pandilla eso me hizo sentir extraordinariamente bien. Se metió mi primo el mayor a la pileta y me dijo:
- Ven, esta rica el agua.
No me hice del rogar y también me metí dirigiéndome hacia donde estaba él. Me hice la graciosa y me le colgué del cuello. El inmediatamente me abrazo y por abajo del agua de empezó a tocarme las nalgas.
- Oye que rico lo de anoche, me dijo. Y que suerte el haberte estrenado a ti también.
- A mi también me gusto mucho, le dije, y mas que tu hayas sido el primero, sabes que me gustas mucho.
- ¿Hace cuanto que estrenaste a mis primas?, le pregunte.
- Ya tiene bastante tiempo, respondió. Fue aquí mismo y mas o menos a la misma edad que a ti.
- Oye ¿ y a tu hermana?
- Esa fue un poco mas chica , pero a ella la estrene en nuestra casa, un día en que nos quedamos solos
Como la platica era excitante nos calentamos por lo que sus caricias fueron cada ves fuertes, yo me sentía en la gloria.
- Oye, me dijo. Anoche cuando nos fuimos a dormir, como todos los muchachos nos quedamos en una misma recámara, alguien metió de contrabando una cerveza mas para cada quien y mientras nos las tomábamos platicábamos de cómo habíamos gozado. Yo no me pude aguantar y les dije que te había estrenado, a todos les causo gran sorpresa pero al mismo tiempo se excitaron mucho y me dijeron que ellos también querían cojerte, pero como hoy por la noche nos vamos, pues no vamos a poder jugar.
- Oye ¿de verdad quieren metérmela?, le dije un tanto incrédula .
- De verdad me dijo. Es mas les prometí que en la primera oportunidad que hubiera te lo iba a decir porque ellos quieren que sea hoy mismo.
- Pero como le podríamos hacer, le dije, no tardan mucho nuestras mamas en llegar para que nos vayamos a nuestras casas.
- Mira, me dijo, ya casi vamos a empezar a jugar en la pileta y como somos muchos nadie va a notar si tu y alguno de ellos se desaparecen por un tiempo, pueden irse discretamente a nuestra recamara, ahí ya sabes que nadie puede entrar.
Me excito tanto la idea que le dije bueno diles que si .
- ¡Muchachos ya desaflogerence vamos a jugar!
Todos se metieron a la pileta y se arremolinaron junto a mi primo. Faltaban de cojerme tres, los dos mayores con los que ya había estado en la habitación y mi primo de unos catorce años el mas chico de todos que ya también jugaba .
Nos juntamos dentro del agua todos y los muchachos hicieron una rueda como poniéndose de acuerdo en la estrategia para el juego, en tanto que las muchachas permanecíamos platicando en una esquina.
Observe que después de hablar con mi primo se juntaron los tres en el punto mas alejado y por las señas que hacían con las manos estaban viendo con el juego de papel, piedra o tijeras quien iba a ser primero. Me excitaba mucho ser su foco de atención , es mas me sentía un poco nerviosa.
Empezamos a jugar dos muchachas se subieron en dos muchachos y empezaron a luchar. En eso se me acerca mi primo el mas chico y me dijo discretamente:
- Ya nos dijo Rey que estas de acuerdo con lo que te dijo y yo gane ser el primero me voy a salir y te espero en la recamara de los hombres.
Sin mas ni mas se salió de la pileta y se fue, no pude dejar de ver su verga al salir y pude notar que ya la tenia dura. Un momento después me salí yo y discretamente me dirigí a la recamara de los muchachos. Ahí estaba esperándome mi primito, cerré la puerta con llave y me acerque a el. Contrariamente a lo que esperaba, inmediatamente me abraso y empezó a besarme, nuestras lenguas se entrelazaron y mi excitación subió a tope. Como solamente teníamos los trajes de baño, baje mi mano y por encima le toque su verga que estaba durísima, le baje el calzoncillo y me agache para mamársela. ¡Que rica verga! muy dura y muy blanca, me pareció una delicia. El me desabrocho el brasiere y me quito las pantaletas, me jalo hacia la cama, se quito su traje y ya desnudos nos acostamos. Me abrió las piernas y puso su cara directamente en mi conchita y me empezó a pasar la lengua por toda mi conchita.
¡Que delicia! ¡Como disfrutaba esos lengüetazos!
Poco después se subió, se puso encima de mi coloco su instrumento donde debía estar y me lo metió, lejos de lo que pensaba no sentí mucho dolor y cuando empezó a bombear me transporto a las nubes. Minutos después tuvo su orgasmo y se corrió dentro de mi, permaneció un momento en esa posición, luego me la saco y me dijo:
- Si quieres vete para que no nos vean, yo voy en seguida.
Salí un tanto desilusionada porque había quedado muy caliente. Llegue a la pileta me metí y se me acerco uno de los amigos de mi primo y mientras me subía a sus hombros para intervenir en una lucha me dijo:
- Yo sigo, me voy a salir y te espero allá.
Jugamos un rato luego se salió y un instante después lo seguí. Como les había comentado este aunque no era el mas grande, era el mas guapo y tenia una verga deliciosa. Llegue, me estaba esperando en la puerta y en cuanto entre cerro con seguro.
Nos sentamos un momento en la cama me abrazo y empezamos a besarnos, que diferencia con mi primito, este si besaba verdaderamente y su lengua hacia que me estremeciera de pasión. Me levanto y el siguiendo sentado me puso entre sus piernas me quito el brasiere y las pantaletas y me sigo besando me atrajo hacia el y me empezó a acariciar las nalgas. No se porque pero me producía una enorme calentura que me las acariciara. Tan caliente me puse que apreté su verga por encima del traje y le dije:
- Estoy muy caliente por favor métemela ya.
Se levanto se quito el traje y nos acostamos se puso encima de mi puso su verga en mi entrada y como tenia la leche de mi otro primito entro hasta el fondo. Luego, empezó a bombear, subí mis piernas para abrazar su cintura y para que me entrara hasta el fondo.
¡Que penetración! ¡era de locura!
Lo sentía hasta adentro y yo lo apretaba con mis piernas lo mas que podía el se dio cuenta y acelero el ritmo haciendo que tuviera un orgasmo fenomenal, corriéndose el junto con migo. Que delicioso es correrse juntos. Nos seguimos besándonos hasta que su verga predio dureza entonces me la saco se acostó junto a mi y me dijo:
- A pesar de que estas muy chica eres bien caliente y cojes muy rico.
- Gracias, le dije simplemente.
Me puse mi traje y me dirigí nuevamente hacia la pileta, nadie había notado mi ausencia, todos se divertían alegremente, solo mi primo cuando llegue me hizo discretamente una seña con su mano indicándome que ya llevaba dos. Estuve un rato en la pileta y vi que el otro amigo se salía y con una mirada me dijo todo.
Nuevamente salí del agua y me dirigí discretamente a la recamara de los hombres, me estaba esperando Luis en la puerta, en cuanto entré cerró, me abrazo y me beso ardientemente. Como estábamos pegaditos, sentí como su verga inmediatamente se ponía muy dura. Me hizo a un lado el brasiere y me mamo mis pezoncitos. Aunque mis tetas no eran muy grandes, sentía riquísimo que me los mamara. Me bajo las pantaletas y empezó a acariciarme las nalgas. A pesar de haber tenido un orgasmo fenomenal hacia poco, las caricias que me hacia Luis me volvieron a calentar al máximo, el también ya estaba super caliente, se quito el traje y su verga la mas grande que había visto hasta ese momento salto paradísima. Nos acostamos y luego luego empece a mamársela.
Por el tamaño casi no me cabía en la boca pero de todos modos la disfrutaba enormemente. Me acostó, me abrió las piernas se puso en medio y con mucho cuidado me la empezó a meter. Que diferencia de las anteriores, sentía que esta me partía en dos al ir entrando, pero en cambio el placer era muy superior. Me empezó a bombear lentamente primero y después con fuerza. Subí mis piernas y sujete su cintura. Las embestidas eran riquísimas, estaba yo como ida cuando el explotó en un gran orgasmo.
¡Que palpitaciones de su verga al estarse corriendo y que cantidad de leche me hecho en mi conchita!
Esperó un momento y empezó nuevamente a bombear esta ves con mas fuerza yo sentía que me partía pero a la ves un enorme placer, así que sincronizando nuestros movimientos frenéticamente alcance el segundo orgasmo de ese día que fue grandioso, igual que el anterior.
¡Que sensaciones!. Instantes después el se volvió a correr y esta ves quedamos exhaustos. Así permanecimos un buen tiempo.
- Bueno es hora de reunirnos con los demás, me dijo.
Nos pusimos los trajes y salimos discretamente de la recamara. Al llegar a la pileta todos estaban fuera descansando, nuestras madres ya había llegado y platicaban alegremente mientras tomaban una copa con sus respectivos galanes.
Al llegar la noche como grandes camaradas, todos nos despedimos y mientras íbamos en el coche rumbo a casa recordé todo lo acontecido y concluí que yo había, como todas las mujeres de mi familia, nacido para el sexo.
Karin.
karinisil arroba hotmail punto com
Karin, la armoniosidad de tus relatos me hizo vivir un momento de fantacia de esta juventud que aun vive su fresco aroma en este laberinto de humo y cemento,y eso cumple tu pluma, el fresco respirar dela libertad, la travesura picara de una dulce fantacia,un amanecer de tus dieciocho primaveras. Sigue regalandonos tus relatos y seguiras ganando multitud de admiradores, el cual permiteme ser el numero uno.