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Categoría: Maduras

Orgía con maduras

En el capítulo anterior apareció en escena otra amiga de mi amante, Lola. Sin esperarlo en absoluto acabé siendo partícipe de un fabuloso trío con ella y con Charo que nos dejó a los tres realmente satisfechos. Esta maciza mujer de casi sesenta años demostró no sólo ser una cachonda y una calentorra sino que dejó entrever, tras ser testigo de las familiaridades amatorias entre Charo y yo, que a ella las relaciones sexuales multiples no le desagradaban en absoluto.



A los comentarios de Lola sobre el morbo que le causaba pensar en llegar a tener relaciones con su joven novio y conmigo le dije que contara con nuestra colaboración para tratar de ligar con los dos en el caso de que hubiera posibilidades reales de incluirle a él también en nuestro creciente círculo de amantes del folleteo. Ella sin embargo, se mostraba muy poco confiada en que esos deseos pudieran llegar a hacerse realidad. Pensaba que su novio estaba muy encoñado con ella, además era muy celoso, y que por nada del mundo aceptaria que follara con otro que no fuera él. Decía la jamona que hasta le molestaba que follara con su propio marido, como si fuera a él al que le pusiera los cuernos. Lola, cuando lo tenía que hacer de higos a brevas con su marido, preferia no decirle nada a su joven amante para no cabrearlo. También nos contó que cuando hacian el amor, la agarraba con todas sus fuerzas y siempre le decia que queria que su coño fuera solo suyo. De todas formas pensabamos que cuando viera lo buenisima que estaba Charo, no se podría resistir, y acabaria entrando en nuestro juego. No obstante, antes de exponerle a Lola plan alguno y de llevarlo a la práctica ocurrieron otras cosas en las que participaron otras personas de las que ya he hablado en estos relatos.



Como decía, antes de lograr la integración de Enrique, el novio de Lola, en nuestro selecto Club del Sexo, tuvo lugar otro episodio que nos reunió de nuevo a mi novia y a mí con su amiga Queti y con su joven amante pero contando además esta vez con la participación de Toñi, la prima de Charo, que aunque estaba casada desde hacia muchos años y tenia tres hijos, engañaba a su marido con Oscar, su novio. Fue una verdadera orgia con nada menos que tres maduras muy rellenitas y muy culonas, absolutamente viciosas y cachondas y tres lujuriosos novios dispuestos a joderse a sus propias parejas y a compartirlas con los otros dos machos de la reunión.



La cuestión empezó cuando una tarde Charo y yo íbamos a casa de Toñi con intención de darnos unos buenos magreos con ella y acabar follando con ella y con Oscar. Cuando nos estábamos acercando a su portal nos encontramos con Queti y con su amante, que salían, ya que como señalé en su momento las dos macizas son vecinas y residen en el mismo piso. Al preguntarnos a dónde íbamos y decirles que a casa de Toñi, nos informaron de que no había nadie puesto que hacía unos minutos habían visto que la rubia había salido sin su marido y se había ido con Oscar que la esperaba en portal. Estaban seguros que habrian ido a encerrarse en la habitación de algún hotel y a ponerse morados, pues se habian dando cuenta como, nada más verse en la calle, Oscar había abrazado a Toñi intentando morrearse con ella, y aunque ella no se dejaba para no llamar la atención de todo el mundo, Oscar deberia estar muy caliente, porque le habia estado sobando por todas partes sin hacer demasiado caso de las protestas de su chica.



Entonces, y una vez iniciada la conversación con Queti y con su amigo, nuestros más recientes fichajes para el club del sexo con maduras, les propusimos pasar una buena tarde reunidos los cuatro haciendo todas las guarradas que se nos oscurrieran con las dos mujeres, y como ellos sonrieron con lujuria comprobamos que todos estabamos terriblemente calientes y a todos nos apetecía una sesión un tanto especial de sexo con más gente. Tanto Queti como Jose no sólo no tenían ningún problema en follar con nosotros sino que de hecho, tal como nos confesaron, habían salido con intención de acercarse precisamente hasta nuestra casa por si fuera posible organizar una fiestecita como la del día en el que José, el novio de Queti, se había unido a nuestro círculo y se habia follado por primera vez a Charo delante de su novia mientras yo me cepillaba a la suya delante de sus narices.



Estando todos de acuerdo en la forma en que queríamos que transcurriera la tarde, y puesto que en su casa estaba el marido de Queti, les invitamos a que vinieran con nosotros a casa de Charo, no habia nadie pues su marido estaba trabajando y no volveria hasta bien tarde, y sus dos hijos ya no vivian con ellos, asi que tendriamos mucho tiempo para disfrutar de nuestros sexos.



Tanto Jose como yo dejamos bien claro que, aunque nos gustaban hasta más no poder nuestras respectivas novias, también nos volvian loco de gusto follar con las novias de los demas, sobre todo si eran cincuentonas y estaban tan rellenitas, guapas y tan buenisimas como Charo y Queti. Yo le dije a Queti que si no fuese porque ya estaba enrollado con Charo, no me importaria liarme con ella, pues me parecia una tia cojonuda y que además tenia el culo gordo mas bonito que yo habia visto en mi vida. Jose le dijo a Charo lo mismo, y las marujonas, locas de contentas, tambien nos dijeron que aunque les encantaban sus novios, tambien les apetecia muchisimo follar con más tios jovenes para probar más pollas.



Mientras nos dirigíamos a la casa, Charo y yo les íbamos explicando que nos habíamos dirigido a casa de Toñi con intención de charlar un rato con ésta. Dejamos caer entonces, aunque en tono de broma, puesto que José aún no sabía que Toñi también formaba parte del grupo de casadas viciosas, que no descartábamos que la visita hubiera acabado con las dos señoronas abiertas de patas, en pelotas picada y yo con mi cipote al aire bien empalmado y follandome a sus dos chochos peludos.



Queti ya conocía sobradamente que Toñi formaba parte de nuestro círculo de folladores puesto que en una ocasión la propia Queti ya había estado gozando de mi polla en compañía de Charo y de Toñi y de hecho Toñi había sido una parte importante, al menos en términos logísticos, para lograr que José, el novio de Queti acabara follándose, precisamente en casa de Puri a mi novia y a la suya en una orgía digna de recuerdo.



José celebró mucho la idea apuntada de que yo acabara follando con Toñi aunque supongo que se la tomó más como broma o como un deseo que como otra cosa y no se lo creyó del todo. En cualquier caso dijo:



- No estaría mal, no, disfrutar del cuerpo de la zorrita de nuestra vecina, que a sus años la verdad es que es una rubia que me pone mucho. Tan elegante y hasta esbelta aunque pase ya de los 50. Tiene que dar gusto verla en pelotas…



- Pues no es precisamente como tu novia ¿eh? Que Queti ya se que gusta mucho tanto a ti como a mi novio pero de esbelta tiene poco… – intervino Charo con ironía haciendo referencia a las redondeces de Queti en contraposición con el cuerpo también relleno pero más esbelto de Puri.



- Pues igual es por el contrapunto. Me gusta mi novia que es rechoncha y tetona y también me atrae Purificación que es justamente todo lo contrario.



- Y es que en cuestión de maduritas hacemos ascos a poco... – intervine yo provocando la risa de todos.



Seguimos conversando y Queti y Jose comentaron que también les acuciaba el deseo de sexo y por ello les pareció fenomenal el plan de pasar un rato en nuestra casa disfrutando de nuestra pasión.



Nos confesaron entonces que aquella misma mañana, cuando el marido de Queti se fue a trabajar, Jose, que estaba esperando abajo en la calle, había subido a visitarla, y que nada más abrirle la puerta Queti, que estaba en zapatillas, con las medias medio caidas, con una bata de estar por casa, toda despeinada, sin maquillar y con una felpa recogiendose el pelo, Jose la había cogido en su brazos, y sin importarle lo mucho que pesaba la grandota y rechoncha Queti, se la había llevado a su dormitorio de matrimonio y la habia tirado sobre la cama. Despues se desnudo en un santiamén, y se metio con ella debajo de las sabanas calientes, la abrazo con fuerzas y le dijo que estaba coladisimo por ella, y que se la queria follar alli mismo. Queti se resistio todo lo que pudo diciendole que no estaba guapa, que no se había maquillado y que ni siquiera se habia lavado el chichi. Su chico le dijo que mejor que mejor, que el queria estar con ella asi, recien levantada, luciendo todos sus encantos al natural, como si hubieran pasado una noche de amor los dos juntos y que si todavia no se había lavado el chocho pues que mucho mejor, que de esa manera, con la orina y el sudor de toda la noche le oleria más a bacalao, que eso era lo que a él más le gustaba, asi que estaba deseando quitale las enormes bragas blancas que llevaba puesta la culona y que era las que Queti usaba para dormir con su marido, para comerselo enterito, que de esa manera le demostraria lo que él le haria cada mañana al despertarse si fuera su mujer.



Ella en el fondo, estaba alagadisima de que su joven amante estuviera alli con ella tan temprano diciendole esas cosas tan bonitas, estaba encantada de que un chicho veinteañero, el lugar de salir disparado de alli al verla tan poco arreglada, estuviera tan excitado por su culpa, asi que no se lo penso más, en un momento, se quito la bata, y las horrorosas bragas que tan poco la favorecian y se quedo tan solo con un cortisimo camisón que llevaba debajo de la bata y con el culo y el conejete al aire para que su novio disfrutara de ellos. Jose, despues de sobarla todo lo que quiso, se metio entre sus piernas y se harto de comerle el coño y el culo. Queti notaba las enormes lamidas que le daba en los labios vaginales y en el ojete del culo y como de vez en cuando le chupeteaba el clítoris. La rubia,para no ser menos, le mamo la polla y los testículos durante un buen rato, asi que hicieron un magnífico sesenta y nueve. Después Queti se abrio de piernas y dejo que su novio se la metiera bien metida.



Estuvieron un par de horitas juntos y echaron un buen polvete en aquella cama de matrimonio de Queti que aún estaba caliente de haber pasado la noche con su marido. También nos contaron que por la tarde, hacia solo un rato, Jose habia vuelto a venir a verla, y que antes de salir de su casa, José había empezado otra vez a meterle mano de nuevo en su enorme culazo y en las tetas, y que incluso el tio se habia atrevido a bajarle las bragas y llevandosela a la cocina la dejo con el culo al aire, pero que dado que los hijos de Queti estaban en casa, lo único que habian podido hacer era restregarse el uno contra el otro y besuquearse . Ella le habia dado la espalda todavia con el pompi al aire y le habia restregado primero el ojete y luego, poniendo muchisimo el culo en pompa, el coño por la mismisima entrepierna de su hombre durante un buen rato para ver si se corria y se calmaba, pero no habia habido forma, Jose cada vez estaba más y más excitado. Contra más le manoseaba el culo y los muslos a Queti más verraco se ponia. La agarraba con fuerzas por la cintura y la levantaba apoyada en su entrepierna para restregarle bien la polla. A punto estaba de provocar un escandalo sacandose el rabo por la portañuela y follandose a la rubia alli mismo con el riesgo de ser sorprendido por los hijos de ellai.



Por fin la jamona habia tenido que encerrarse con él en el cuarto de baño y hacerle una buena paja, pero nada mas, no habían podido hacer nada más y eso que estaban los dos salidisimos, sobre todo Queti, que no se habia podido correr y estaba con el coño al rojo vivo.



Habían comentado entonces lo excitante que resultaría compartir de nuevo una tarde de sexo con Charo y conmigo y que así, se habían excitado enormemente con la idea de celebrar una orgía con nosotros y que por eso habían salido para acercarse hasta la casa de Charo y llamarnos directamente.



Yo entonces le dije sin ambages a José:



- Chico, pues me excita un montón que nos follemos los dos una vez más a nuestras guarrísimas novias. Ardo en deseos de chuparle otra vez esas tetazas a tu Queti mientras tú te comes el chochazo de Charo...



Los cuatro reímos y José contestó:



- Estupendo, no perdamos el tiempo, que cada día que me junto con vosotros parece que mis más fabulosos sueños sexuales se hacen realidad. Es cojonudo. Disponer de estas dos zorras es que es lo máximo y follárnoslas entre los dos es lo más excitante que se me puede ocurrir, mira que estan buenas las dos jamonas estas...



Con esto habíamos llegado ya a la casa y aunque parezca mentira, en el mismo ascensor, Queti se remango El vestido y su novio la cogio por detrás y se puso a sobarle los muslos y la entrepierna por encima de las bragas. Nada más entrar los dos nos dimos un soberano morreo con la novia del otro mientras les sobábamos a conciencia el culo. Ellas no hacian más que poner el trasero en pompa y moverlo con picardia para excitarnos al máximo. Yo por cierto, al meterle mano a Queti bajo su estrecha y cortisima falda de tubo para sobarle los muslos, pude constatar que la muy golfa ya se habia quitado las bragas, asi que aproveche la ocasión y me harte de sobarle el chocho, las mollas del culo y hasta el ojete. Queti, sin importarle demasiado que su novio estuviera a nuestro lado, no paraba de meterme la lengua en la boca y de restregarme su sexo por la entrepierna. Entonces yo aprovechaba y le metia un dedo dentro del culo.



Tras este prólogo yo le dije a José:



- Para empezar, José, propongo que Charo te chupe la polla para preparártela y que a continuación, como primer acto, se la metas hasta las pelotas en el chocho a la golfa de Queti ¿eh?, que veo que viene preparada con el chocho al aire la muy puta.



- Pues no está mal para empezar, no. – Dijo Queti muerta de risa.



- Una fiestecita de este tipo hay que empezarla como dios manda, follándose a la novia de uno ¿no te parece, Queti? Que a mí también me apetece un montón trajinarme a Charo.



José miró a su novia cómo interrogándola acerca de mi proposición. La gorda entonces sonrió y sacando la lengua con vicio le dijo a Jose:



- Cariño, estoy deseando sentir otra vez tu pollaza en mi chocho de guarra y más si es delante de Charo y de su novio, pero antes de metérmela estrújame bien las tetas mientras yo se la chupo al novio de Charo ¿eh?.



La cosa no podía empezar mejor; era evidente que a todos nos apetecía una orgía con intercambios y las dos hembras parecían tener los conejos particularmente caldoso aquella tarde.



Nuestras pollas estaban de nuevo más erectas que nunca. Yo creía que íbamos ya a disponernos a meterselas en la boca y luego a follar cada uno a nuestra respectiva pareja y de hecho a mi me apetecía tremendamente joderme a Charo mientras veía cómo Queti y su Jose hacían lo propio. Pero entonces el chico de Queti demostró ser un muy buen fichaje para nuestro círculo pues sin duda se trata de un enorme vicioso como quedó patente al decir:



- Muy bien, vamos a follarnos a este par de preciosidades, pero ¿qué te parece si primero ellas nos chupan el culo? Es que Charo no ha dejado de tocarme el culo ahora mientras hablábamos y la verdad es que me estaba sabiendo a gloria...



- ¿Te gusta que la cachonda madurita de tu amigo te de gusto en el ojete, eh, cabroncete? - Le dijo mi novia mientras le acariciaba el culo ya por dentro del desbrochado pantalón a José.



- Bueno, chicas pensaréis que soy un depravado y un vicioso pero es que dadas las circunstancias...



Las dos maduras rieron divertidas y tras desnudarnos por completo empezaron a tocarnos los culos acariciándonos el orificio anal con sus dedos. Mi novia le tocaba el ano a José y a mi los huevos mientras Queti se ocupaba de mi culo y también le acariciaba los huevos a su novio. Yo entonces dije:



- Sí, la verdad es que me parece estupendo que nos chupen los culos, me apetece mucho y de hecho no sé quién me apetece y me excita más que se ocupe de mi ano, si la zorra de mi novia o la viciosa de la tuya. Pero primero, ¿qué tal si les comemos a ellas el chumino? Hay que darles un gustito y las almejorras de este par de golfas están de lo más sabroso y además les huelen a bacalao que alimenta ¿no?



- Venga. – Dijo el chico con entusiasmo. – Sí, que estos chochos de maduras estan mucho más buenos que los de jovencitas, y es verdad lo que tu dices, les huele mucho más y mejor. Además a mi me apetece comerles el chocho a estas putonas. Empezaré por el de la puta de Queti si te parece, que antes se lo he tocado un poco y lo tiene baboso a tope la muy guarra.



- Pero niño, ¿cómo puedes decir esas cosas del maravilloso chochito de tu novia delante de nuestros amigos? ¿Qué van a pensar de mi? Yo tengo el chichi muy limpito y muy sequito y por supuesto que, como soy una señora muy decente, no tengo ganas de hacer nada con él sin permiso del cornudo de mi marido – dijo Queti en broma, meneando el pandero con humor y mientras hacía un simpático mohín con la boca.



Y así, tras dejarlas completamente en pelotas, solo con los tacones, nos pusimos a comernos los coños de las dos maduritas, yo el de Charo y Jose el de Queti. Que buenisimas estaban con todas sus carnazas al descubierto enseñandonos sus peludos chochos sin ningun pudor. A mi me falto tiempo para abrazar por la cintura a mi chochona y llenarme toda la boca con los pelos y los caldos que salian de su enorme cueva mientras Charo berreaba loca de gusto abriendose mucho de piernas.



Jose por su parte, había atacado a Queti por detrás, por su orondo pandero. Cuando lo mire vi como tenia a la culona agarrada por los muslos y como esta se separaba las nalgas con las manos para que él pudiera chuparle a gusto el ojete del culo y el coño.



Los dos machos disfrutamos un montón con aquel delicioso banquete y ellas no tardaron ni cinco minutos en agradecernos nuestras lamidas empezando a orgasmar. Cuando hubieron coronado ambas el primer orgasmo nos dijeron que si queriamos cambiar de plato y entonces fui yo el que le comió el coño y el culo a Queti. Le meti la punta de la lengua entre las estrias rosadas de su ojete mientras mi amiga se separaba las nalgas y jadeaba de gusto. Mientras Jose le daba gusto en la raja a mi novia. De nuevo en un breve plazo ambas zorras estaban gritando de placer y nosotros enseguidas teniamos las bocas llenas de las muchisimas babas que soltaban los chochos de aquel par de rechonchas maduritas. Nuestros trabajos sobre sus sensibles clítoris estuvieron a la altura de lo que necesitan dos perfectas guarras cachondas como eran aquel par de magníficas señoronas que teniamos la suerte de tener por novias y que tanto placer nos daban.



- Ahora vais a ver vosotros lo que saben hacer vuestras amigas con la lengua, viciosos. – Dijo mi novia mientras me indicaba que me pusiera de rodillas sobre el sofá para dejar mi culo en pompa y mi ano al alcance de su viciosa lengua. Charo empezó a lamerme el culo con gran maestría. Me daba besitos en la zona cercana a al ano, luego pasaba su lengua por el agujero y finalmente metía la puntita de la lengua en mi ojete provocándome un enorme placer. Ese rito lo repetía una y otra vez llevándome al paroxismo del placer. Queti, por su parte, no debía hacerlo nada mal a juzgar por los gemidos que daba su novio.



- Chupa, mi amor – le decía. Mira que tienes que ser guarra y puta ¿eh? Y cómo manejas la lengua, cacho perra. Cómeme el culo, así, bien adentro, bien adentro, puerca. ¡Quién lo hubiera dicho, Queti, quién hubiera dicho que mi novia, una autenteica señora, es la tía más puta, más guarra y más viciosa del mundo y que mete la lengua en el culo con ese arte! Yo que me hubiera contentado con verte alguna vez las tetas para cascarme una paja con esa visión en la imaginación y resulta que te tengo aquí con todas esas tetonas colgando y habiéndote comido el potorro y ahora tú chupándome el culo. Es lo máximo, y espera que te joda, puta, que te vas a enterar de cuánto te quiere el vicioso de tu vecino, marrana.



- Te pone cachondo que yo sea así de cerda ¿eh, cariño? – Le decía Queti a su chico.



- Por supuesto. Y ya para que todo sea redondo la jamona de Charo aquí en pelotas y demostrando ser una guarraza de marca mayor y comiéndole también el culo a su novio. Es fabuloso. Si es que es para correrse de solo pensarlo.



Disfrutamos de lo lindo de la comida de culo y no solo nosotros sino las dos putas también, tal es su vicio. Cuando nuestros culos estaban realmente bien lamidos y nosotros excitados a tope les dijimos que nos apetecía joderlas pero ellas, con un vicio enorme, nos dijeron que antes querían probar el culo del otro y sin más se pusieron a lamernos el ojete esta vez Elena a mí y mi novia a José. En efecto Queti también sabía lo que se hacía al chupar un ano. Me dio un gusto y un morbo tremendo y sin duda a José también pues le decía a su novia mientras la mía le metía la lengua en el culo y le acariciaba las pelotas:



- Ahí, Elena, ahí, chúpale bien el culo, guarra, lámele el ojete a tope a mi amigo, que no diga que mi guarra no sabe meter la lengua en el culo de un tío para darle gusto; y que no se te olvide acariciarle los huevos, zorra. Quiero que diga que mi Queti es la tía más guarra que conoce, así que aplícate y dale gustazo del bueno en el ojete ¿eh?



- Bueno, José – le contesté yo – en efecto tu novia es una de las mujeres más guarras que conozco pero va a ser imposible que diga que es la más guarra porque ahí tienes tú otra lamiéndote el culo que no le va a la zaga ¿eh?



- Ja, ja, ja. Es verdad – reía José. – Me parece que en un campeonato de putas viciosas estas dos no iban a andar lejos de empatar siempre, ja, ja, ja.



Después de otro buen rato de chupeteo de anos ya les indicamos que lo que nos apetecía sobre todo era follarlas de una vez pues no habían puesto a cien. Ellas estuvieron de acuerdo y nos dispusimos a joderlas no sin que ellas antes, por cierto con mucho vicio y lujuria, se dieran un beso con lengua y se tocaran las tetas mientras reían divertidas. Esto a mí me calentó aún más pues me excitaba ver a Charo besándose y toqueteándose con otra mujer.



A continuación ambas jamonas se pusieron a cuatro patas y nos indicaron con un gesto que las penetráramos.



De nuevo el novio de Queti demostró ser un vicioso con mucha imaginación ya que les indicó a las dos culonas que en efecto estuvieran a cuatro patas para recibir nuestras pollas pero que se pusieran una frente a la otra.



- Quiero ver como mi amigo se folla a esa preciosidad de novia que tiene y ver a la vez la cara de viciosa de ella y sus tetas colgando, y supongo que a él tampoco le molestará verle las tetas a mi Queti moviéndose como campanas mientras la jodo como la puta que es. Así, además, si os parece bien a vosotras, viciosillas, también podéis daros la lengua entre vosotras mientras vuestros novios os machacan el higo, que seguro que también os gusta ¿eh, putas? ¿Qué os parece? ¿Seguro que vuestros maridos no os proponen hacer estas cosa?



Fue Charo la que contestó diciendo:



- Hombre, no se a Queti pero a mi, aunque me gustan los rabos ya habéis visto que no le hago ascos a darle un morreo a una mujer o a chuparle las tetas y a que me hagan lo mismo. Eso, sí, tiene que haber siempre un buen pollón de por medio y estar en este plan de vicio porque lío entre tías sin más ni más no me gusta. Un buen rabo es imprescindible, ja, ja, ja.



- Es evidente que yo pienso lo mismo – respondió Queti – y si estoy calentorra como ahora ya habéis visto que me gusta darme la lengua con quien sea, con vosotros y también con esta puta. Ahora, eso sí, el chocho tengo que tenerlo bien repleto de carne ¿eh? ja, ja, ja...



- Menuda puerca estás tú hecha, Queti. – Le dijo Charo con humor.



- Claro que sí, no lo voy a negar, y ya os digo que ahora mismo me siento tan zorra que me encantaría darte la lengua para que vean tu novio y el mío lo guarras y viciosas que somos.



Seguidamente, la Queti sacó la lengua a escasos centímetros de la boca de la Charo y entonces esta hizo lo mismo empezando a darse la lengua una vez más entre ambas con pleno vicio. Era muy excitante verlas a las dos culonas allí, a cuatro patas, chupeteandose las lenguas con las tetas colgando y con sus preciosos y gordísimos culos en pompa esperando recibir nuestros empalmadisimos pollones que estaban ansiosos por poder penetralas hasta los mismisimos huevos.



- ¡Sí, señor, dos perfectas marranazas! – lo celebró el novio de Queti.



Enseguida nos acomodamos cada uno detrás de su respectiva jaca y, tras montarnos en sus culos, se las metimos suavemente, disfrutando de la calidez de sus conejazos y entre bromas y comentarios obscenos, empezamos a follarlas con ganas mientras ellas disfrutaban de nuestras embestidas.



Entre tanto ellas, siguiendo con aquel juego bisexual que habían empezado, se daban de vez en cuando la lengua o se tocaban las colgonas tetas entre risas y gemidos.



Nosotros, para dar más morbo a la situación, nos tumbabamos sobre sus espaldas, les acariciabamos las barrigas, los chochos, le amasabamos las tetas, les lamiamos los hombros, los cuellos , los lóbulos de las orejas y gracias a la posición en que estabamos, hasta nos morreabamos con la parienta del otro chupeteandonos ruidosamente las lenguas para que con el sonido le dieramos más morbo a la situación.



- Estais buenisimas las dos so jamonas, me encanta follar con vosotras...AAAHHHHH.....AAHHHHH... que gustazo más buenooooo....



Las dos parejas estabamos en la gloria disfrutando de nuestros sexos. Yo no hacía más que pensar en la suerte que tenia de poder disponer de una jamona como Charo que estaba tan buenisima y que me dejaba darme con ella todo el gustazo que queria.



Así estábamos, gozando como enanos de los fabulosos cuerpazos de nuestra mujeronas, revolcandonos con ellas por la moqueta del suelo sin soltarlas ni un instante y por supuesto sin sacarles para nada las pollas de sus calentisimos chochos.



De cuando en cuando, como consecuencias de nuestros revolcones por el suelo abrazados a nuestras jamonas, chocabamos las dos parejas . Como teniamos cogidas a las mujeres por detrás, las poniamos una frente a otra y entonces juntabamos cochinamente los cuatro nuestros sexos para que los otros notaran perfetamente como follabamos. En ese momento los pollazos que le dabamos a nuestras chochonas eran tremendo. Las barrigas y los sexos de las dos chocaban fuertemente mientras ellas se desternillaban de risa diciendose una a otra lo bien que lo estaban pasando. A continuación nos separabamos y cada pareja continuaba la jodienda por sus cuenta.



De repente oímos que llamaban a la puerta de la calle. Menudo corte, se joddio el invento, con lo bien que lo estabamos pasando. No sabiamos quien podia ser. Mira que si era uno de los hijos de Charo o su marido, si nos pillaban alli, follandome a su madre o a su mujer se montaria un lio enrorme, a ver que explicacion ibamos a darles de cómo le tenia todo el cipote metido por detrás en su peludo conejazo.



Muy a mi pesar, Charo se desenganchó de mi, y eso que yo no la dejaba hacerlo. La agarraba con fuerza por la cintura mientras le pegaba fuertemente mi polla totalmente empalmada a su chocho como una lapa.



No te la saques mi vida, no te la saques por favor, vamos a seguir follando amor mio.



Tranquilo, tranquilo, por favor dejame, dejame, sera solo un momento.



Por fin mi rubia logro sacarsela dejandome en el suelo con el rabo apuntando al techo y chorreando sus muchos jugos. Charo por fin se levanto quedando de espaldas a nosotros mientras Jose y yo la mirabamos totalmente embobados viendo como al volver a agacharse para coger sus zapatillas de tacón, se habia puesto durante un momento en cuclillas sobre nuestras cabezas y habia tenido que separar los muslos justo encima de nuestros ojos. Al hacerlo, se le habia visto con claridad toda la vulva perfectaemnte abierta por los pollazos que yo le había estaba dando hasta hacía un instante.



El espectáculo era el más excitante que ninguno de los dos habiamos visto hasta ese momento. Yo por lo menos, en mi vida habia visto una escena más guarrona que aquella.



Tenia los pelos del chocho empapadisimos, y por los hinchados labios vaginales le chorreaba un liquido blanquecino formado por los muchos flujos que le habian salido del interior de su vagina y por el liquido preseminal que yo le habia hechado alli. ¡ Que maravilla de visión !



Sin poder contenerme, la agarre desde abajo por las caderas y le pegue unos buenos chupetones en el chocho hasta que ella pudo ponerse en pie.



Tambien le vimos, al levantarse, las rollizas carnes de sus blancas nalgas llenas de hoyitos celuliticos. Para la edad que tenia, mi jamona todavia tenia el culo bastante levantado. Tenia también todas las mollas de carne de las nalgas enrojecidas por las muchas marcas de los agarrones que yo le habia dado con los dedos de mis manos y por los apretones de mi entrepierna sobre ellas mientras follabamos a cuatro patas para darnos más gusto.



¡ Dios mio, que buenisima estaba aquella gachi !



Charo, en un detalle de decencia, se puso una bata cortita con la que enseñaba los cachetes del culo por detrás, y por delante la abundante pelambre del coño. Desvestida de esa manera, mi rubia se fue a ver por la mirilla quién era, ya que el visitante llamaba de manera insistente.



Queti, su novio y yo nos quedamos expectantes aguardando el regreso de mi jamona.



El novio de Queti no pudo contenerse y me dijo:



Que suerte tienes tio, perdona que te lo diga, pero que culo mas bonito tiene Charo novia. Me vuelve loco verselo asi como se lo hemos visto ahora, totalmente desnudo, con todas las mollas de carne al aire, y encima con el chochete abierto y chorreandole las babas. Es lo más guarro que he visto en mi vida. Charo es una autentica preciosidad de mujer.



Pues ten paciencia que luego podras follartela todo lo que quieras. Por cierto, quiro que sepas que yo pienso lo mismo de Queti, también me gusta una barbaridad.



La Queti, al ver el piropo que le había hechado,me tiro un beso desde donde estaba y como se dio cuenta del estado en que me habia quedado yo, me dijo que me acercara a ella y tuvo la delicadeza de agarrarme la polla con su mano. Yo, enseguida. me acoste en el suelo boca arriba, me abri de piernas y ella se puso a pajearme mientras Jose la seguia enculando por detrás. Que gustazo me dio la tia, que bien hacia las pajas.



Los tres esperábamos que, una vez hubiera comprobado quién llamaba, simularía que no había nadie en casa y mi jamona volvería a la sala para continuar follando conmigo.



Pero nos llevamos una sorpresa, tardo un poco más de la cuenta. Durante unos instante escuchamos risitas, susurros y voces en voz baja en el recibidor. Cuando por fin Charo volvio, traia la cortisima bata casi desabrochada, con casi toda las tetonas al aire, y enseñandonos a todos la barriga, los rollizos mulos blancos y los rizados pelos de la pelambrera que tenia entre las piernas, pero acompañada nada menos que de la Toñi y de su novio Oscar. Estaba claro que en el recibidor, a la entrada de la casa habian hecho algo más que saludarse . A mi no me quedaban dudas de que Oscar y Charo se habian estado metiendo mano ante la atenta mirada de Toñi.



Queti se sorprendió un tanto al ver a Oscar y por su parte el novio de la rubia, José, pareció asustarse un poco al ver a sus vecinos y darse cuenta de que éstos lo estaban viendo completamente en pelotas, en compañía de Queti, la cual tan solo tenia puesto los tacones, y por si fuera poco con la polla bien ensartada en el conejo de su hembra mientras que ella me acariciaba a mi la mia. Los instantes de estupor que pudiera haber por parte de Queti y sobre todo de su novio enseguida desaparecieron al anunciar Charo con gesto efectista y teatral:



- Queridos amigos, permitidme anunciaros que aquí tenemos a otra pareja de joven con madura; otra cincuentona bien puta y un chicho al que le gusta darse placer con los chochetes de las maduras rellenitas, ja, ja, ja.



José entonces enseguida se percató de lo implicados que estaban los recién llegados en la situación y más cuando Toñi, dirigiéndose a él y agachandose descaradamente por detrás para verle el tamaño de su aparato y de sus huevos y ya, de paso, comprobar tambien como se la tenia metida a Queti en el coño por detrás, dijo:



Así me gusta a mi; los jovenes bien dotados follándose a sus novias maduras para demostrarles lo mucho que las quieren. Eso es lo que tiene que hacer todo buen novio; ocuparse de que su amigita tenga el chichi siempre bien atendido.



Todos reimos su ocurrencia, además Oscar enseguida se empezó a quitar los pantalones y le dijo a la Toñi:



- Pues venga, venga. Donde fueres haz lo que vieres así que ya te estás quedando en pelotas y poniendo el culo en pompa, que voy a joderte como están haciendo estos dos con sus novias.



Toñi entonces se empezó a desnudar. Cuando iba a quitarse las bragas tipo tanga que llevaba puesta, se fue acercando a Jose para que le viera bien cerca sus muchos encantos. Por los dos lados de delante de las bragas se le escapaba obscenamente la enorme pelambrera que tenia alrededor del coño. Cuando llego a la altura del muchacho, que seguia enculando a la Queti, le dio la espalda y poniendo el culo en pompa, se bajo las bragas lentamente, meneando muchisimo las caderas de derecha a izquierda y enseñandole totalmente a su nuevo amigo el culo y el chocho. Cuando llevaba las bragas por las rodillas, se las solto y se las dejo alli encajadas coquetamente. Después, agarrandose las nalga, se las separo de la forma más ordinaria que os podais imaginar dejando que el muchacho pudiera verle perfectamente el ojete del culo y su peludisimo conejazo totalmente abiertos. Enseguida se puso a mover el culo de atrás hacia delante mientras soltaba profundos gemidos como si alguien se la estuviera follando por detrás y a ella le estuviera gustando.



Estaba clarisimo que a Toñi le habia gustado aquel chico e intentaba ligarselo de la forma más rápida posible.



El otro al ver lo que le hacia la Toñi se puso como una monto y empezo a darle unos pollazos enormes a su novia. Mientras lo hacía Charo y yo le aclaramos a José la especial relación que también unía a sus vecinos. Queti también celebró la situación llamando desde el suelo a Oscar y dandose con él un señor morreo. A su vez José fue convenientemente presentado a su vecina Toñi en clave sexual por mi novia y por mí mismo haciendo una divertida parodia de lo que habitualmente es la presentación de dos desconocidos, pero en esta ocasión en vez de los habituales besos en las mejillas ellos se dieron un espectacular morreo con lengua. Toñi se agacho para llegar a él y metiendole la mano por detra del culo se puso a acariciarle los huevos mientras la polla de él seguida dentro del chocho de Queti. Jose la abrazaba, la besaba y le sobaba las tetas. Estab claro que se estaban preparando para despues pasar a hacer cosas mayores.



Tras las oportunas y hasta cierto punto innecesarias explicaciones, quedaron perfectamente aclaradas las relaciones que sexualmente nos unían a los allí presentes quedando claro que todo estaba no sólo a gusto sino a la entera satisfacción de todos. También nosotros tres charlamos un poco, sobre todo entre Oscar y Jose que se habia quedado encoñado con Toñi. Los tres expresamos nuestras ideas a favor de compartir nuestras jamonas y nuestra admiración y atracción sexual por las novias de los otros dos. Tras este rato de charla Charo le dijo a José:



- Bueno, ya ves que también vas a tener a tu disposición a la zorrita de tu vecinita ¿eh, José? Antes nos has dicho lo que te gustaba Toñi y que también te apetecería tirártela así que...



- ¿De verdad te gusto, José? – le preguntó Toñi coqueta, poniendose las manos en la cintura y moviendo provocativamente las caderas delante del joven.



Sí... la verdad es que estás muy bien Toñi, y así desnuda y con todos tus encantos al aire... pues mucho mejor. – Respondió el chico aún un poco cortado con respecto a quella vecina que conocia de toda la vida y que jamas hubiera pensado que la veria asi, en pelotas.



Pues si de verdad te gusto tanto, luego vas a tener que demostrarmelo dandome mucho gustito con tu cosita aquí abajo.



- Tranquila, putorra – le dijo Charo a Toñi – que ya tendrás tiempo de que te demuestre tu vecinito lo muchisimo que le gustas, zorrona. Ahora si os parece vamos a seguir con lo que estábamos y que no es otra cosa que hacer que nuestros novios nos follen a cuatro patas como a unas verdaderas perras, que es lo que somos. Así que como dice tu chico donde fueres haz lo que vieres...



- Sí, sí, y encantada. – Dijo Toñi riendo



Enseguida la Toñi se puso también a cuatro patas y perpendicular a la Charo y a la Queti de modo que formaban una especie de estrella de tres puntas cuyas extremos eran precisamente los enorme culos de las tres macizotas y en cuyo centro estaban las cabezas de nuestras viciosísimas novias.



Nosotros entonces nos acoplamos detrás de nuestra respectiva culona y Oscar empezó a joder a Toñi con ganas mientras nos felicitaba, especialmente a José como recién llegado al círculo, por la fiestecita que teníamos montada. Le dijo que ya se habia dado cuenta lo muchisimo que le gustaba Toñi, asi que luego queria que disfrutara de ella, que él se encargaria de pasarselo bomba con Queti. A su vez José y yo retomamos la tarea que habíamos interrumpido y de nuevo se la metimos a nuestras cachondisimas chicas en sus jugosos chochos. Por su parte Toñi, como vio el juego que se traían Charo y Queti de besos y toqueteos, también decidió participar y enseguida estuvo sacando y dándose la lengua con una y con otra y tocando y dejándose tocar las tetas.



Las tres hembras sin duda estaban cachondas de verdad porque enseguida Queti alcanzó un orgasmo bestial que fue seguido por el de mi novia, también muy intenso. Toñi tampoco tardó en correrse entre gritos de placer.



- Esto es tratar bien a una señora, chicos – decía Toñi feliz. – Venga, venga, ahora seguid vosotros y disfrutad con los conejitos de vuestras preciosas damas hasta echarnos toda la lechecita dentro. ¡Ummm! Gozad chicos, gozad con nuestros chochitos .



Entonces Oscar dijo:



- Bueno, ya que tenemos a estas tres extraordinarias mujeronas a nuestra disposición habrá que montar una buena ¿no? Porque a mi me gusta joder a la mia como al que más pero no vamos a desperdiciar toda esta cantidad de deliciosas carnes que tenemos aquí...



- Desde luego, hay que gozar a tope con estas macizotas, no vamos a conformarnos cada uno con la almejota de la nuestra, que esa la tenemos a mano casi a diario.



Claro, - continuó Oscar. – Eso quería decir, así que ¿por qué no gozamos todos con todas? Hay que compartir a nuestras mujercitas como buenos amigos que somos. Propongo que a cada orgasmo que se produzca, sea de quien sea, se cambie de posición avanzando los machos una posición en el sentido de las agujas del reloj. Así iremos probando y disfrutando todos de los chochos de estas tres preciosidades.



Totalmente de acuerdo –dijo Queti- nosotras tambien queremos disfutar con todas las pollas.



Todos estuvimos de acuerdo en compartir nuestras hembras y recibimos la idea con alborozo. Como las chicas acababan de orgasmar, casi todas a la vez, tocaba cambiar así que procedimos como había establecido Oscar y yo me coloqué a la grupa de la Queti, su novio se ocupó de Toñi y Oscar montó a la Charo. Nuestras pollas se deslizaron suavemente en sus respectivos conejos y empezamos de nuevo la follada. Oscar le daba fuertes palmadas en el culo a Charo mientras la jodía y le decía:



- Menudo culazo, Charo, menudo culazo tan gordo que tienes tia buena, me vuelves loco, que buenisima estas......



- Para que tú, y alguno más, lo disfrutéis, cabronazos. – Reía ella mientras se lo restregaba por la entrepierna.



José, por su parte, mientras follaba a Toñi le decía que estaba en la gloria porque Toñi también era una de sus obsesiones sexuales:



Vecinita, no sabes la de pajas que me he hecho a tu salud – le decía – y ahora aquí te tengo, con el culo en pompa y dándote unos pollazos en el coño que me voy a correr en un santiamén, golfona. Si supieras la de veces que he soñado en estar asi contigo.



Hay niño, a mi tambien me gustas mucho, y me encanta como me la metes, que bien me lo haces.



En ese momento Elena, a la que yo estaba follando a todo trapo a la vez que magreaba una de sus imponentes tetazas, coronó un tremendo orgasmo. Pude notar perfectamente como me mojaba la polla con su corrida y como al momente estaba teniendo unas contracciones tremendas. Al momento, entre las risas y la complacencia de todos, los chicos tuvimos que volver a movernos en el sentido de las agujas del reloj. Yo entonces pasé a follar con Toñi, José, se puso detrás de mi novia y se la metió hasta los mismisimos huevos y a Oscar le correspondió, lógicamente, culear con Queti.



Empezamos a joder a nuestras nuevas parejas entre comentarios cachondos y risas por parte de todos.



- Queti, como me alegro de que estés metida en esto – le decía Oscar a su enorme vecina. – Ya tenía yo ganas de gozar de tus carnazas, cacho guarra, que siempre he pensado que eras una golfa calentorra. No veas la de veces que me he tirado al suelo en las escaleras de nuetro piso cuando tu pasabas y yo estaba jugando. Todos los niños nos agachabamos para verte los muslos y las bragas cada vez que tu pasabas meneando el culo y taconeando por las escaleras. Despues subiamos hasta la puerta de tu casa y nos poniamos a pajearnos pensando en ti. Llevo desde pequeño atento a tu escote y mirándote el canalillo con verdaderas ganas y ahora aquí te tengo, más madura, más maciza, más guapa y con el culo más gordo y más bueno que cuando yo era pequeño, y encima con todas las tetazas colgando y con mi polla bien metida en tu chocho. Esto es para volverse loco de gusto.



- Pues sí, hijo, aquí me tienes; para que goces de mis carnazas, de mis tetazas, de mi culazo y de lo que quieras, cabroncete. Disfruta de mi todo lo que quieras, que a mi tambien me vuelve loca tu polla.



En ese momento José, el novio de Elena, seguro que influido por lo que Oscar le habia dicho a Elena y también por las palabras que acababa de oír pronunciar a su maciza novia, no aguantó más y se corrió inundándole el chocho de leche a la mía.



Nuevo cambio de pareja entre risas de todos. A mi volvía a tocarme joder a Charo, a Oscar a la suya y a José a la gorda Elena. Todos estábamos de nuevo con nuestra respectiva mujeres. Ahora fui yo quien a los pocos minutos volvía a regar el coñazo de mi novia con semen y a la vez ella coronaba un tremendo orgasmo también. Nuevo movimiento. Oscar con mi Charo, yo con el super culo de Elena y el novio de ésta con Puri. A los pocos minutos Oscar se pone a jadear fuertemente, se separa de Charo, se agarra la polla con la mano y apuntando al chocho de mi novia se corre largamente entre los pelos del conejo de ella. Toda su pelambrera y sus labios vaginales quedaron llenos de leche.



- Llevo ya tres corridas de macho consecutivas en el chocho – decía mi novia con alegría. – Tendrías que darme un premio por ser la puta que más pollas está exprimiendo. Además fijaros como me ha dejado este de empapada por detrás, me ha manchado todo el chocho y todo el culo.



Todos reímos y yo le dije:



- Tranquila, Charo, que aquí sin premio no se va a quedar ninguna que haga méritos. Ya verás como te llevas un buen trofeo, cacho cerda.



De nuevo yo con Puri, Oscar con Elena y José con mi Charo. Corridón de José, de nuevo con el coño de mi novia como receptor y orgasmo de Elena y de Puri casi simultáneo.



- Cinco, cinco corridones me van metiendo estos cabrones en el chocho – decía ella – Lo tengo lleno de lefa a rebosar, y de tres tíos diferentes. No me digáis que no es de campeonato.



De nuevo cada chico con su chica. Decidimos que ya habiamos disfrutado de lo lindo con todas las mujeres y que ya habia llegado la hora de que cada macho cojiera a su hembra y le hiciera realmente el amor. Esta sin duda fue la traca final.



Follamos como verracos con nuestras tres maravillosas mujeres. Los tres estabamos follandolas en la posicion del misionero, con las bocas muy cerca de sus oidos les chupeteabamos las orejas mientras le susurrabamos al oido lo que cada una de nuestras maduras chicas estaba deseando oir.



Le deciamos lo mucho que nos gustaban sus chochos, lo enamorados que estabamos de ellas, lo muchisimo que las queriamos y lo a gusto que estabamos recibiendo todo su placer.



Aquellas cincuentonas maduritas estaban en la gloria. Nos contaron que sus maridos hacia años que no les decian palabras de amor, ni que las querian, ni las piropeaban diciendoles lo buenas que estaban. Además, cuando se las follaban, se corrian enseguida y ellas ni siquiera se enteraban, asi que con nosotros estaban encantadas.



Pensamos que sus maridos deberian estar ciegos, todos sabiamos que estas mujeronas en la vida norma, suelen ir mas tapadas y no se aprecian sus encantos, pero lo raro es que sus maridos si las veian en pelotas y por cojones tendrian que darse cuenta lo buenisimas que estaban. Las tres tenian unas tetas, unos culos y unos chochos enormes, y eso hasta un ciego tendria que verlo.



Ninguna de ellas sentia el más minimo remordimiento por pornerle los cuernos a sus maridos y no hacian más que decirnos lo que nos querian y lo que les gustaba estar con nosotros.



Nosotros tambien les dijimos lo que nos gustaba poder follar con ellas a pelo, sin tener que ponernos condones, puesto que al ser las tres menopausicas, no se podian ya quedar preñadas. Eso era una autentica gozada, porque gracias a eso podiamos meterselas restregandoles miembros por las paredes de sus vaginas y correnos dentro de ellas sin ningun temor, hechandoles toda la leche que quisieramos en sus chochos.



Yo tenia a Charo debajo de mi con sus piernas alrrededor de mi espalda apredandome con fuerza. Con las manos le agarraba las mollas del culo mientras me la follaba. Ella jadeaba loca de gusto con su boca pegada a mi oido. Yo de vez en cuando le metia un dedo en el culo para que estuviera más a gusto, entonces mi rubia dejab de culear y se ponia a hacer movimientos circulares con el pandero que a mi me encantaban. Tambien le acariciaba los muslos con mis manos y ella se movia como una loca muerta de gusto. Los otros tios les estaban haciendo lo mismo a sus rechonchas novias en sus higos.



Las tres parejas estabamos en la gloria haciendo el amor. Ellas se miraban unas a otras y se sonreian satisfechas al máximo con nuestros potentisimos pollazos. Estuvimos asi un rato enorme hasta que finalmente y casi en el espacio de un minuto nos corrimos los seis. Primero fueron Oscar y Puri, seguidamente mi novia y yo y finalmente José le agarro el chocho a la gorda Elena con fuerza y se corrió en el peludo conejazo de su chica provocándole a ésta un orgasmo bestial que le hizo estar gritando de gusto durante al menos medio minuto.



¡Esto es el no va más! – decía Elena gritando con las piernas muy abiertas y tocandose el chocho con las dos manos. Todavia estaba con el culo en pompa dando movimientos convulsivos y satisfecha como nunca.



Al momento los tres estabamos en el suelo abrazados a nuestras rechonchas maduras con las cabezas metidas entre sus tetonas descansando de las corridas. La moqueta del suelo estaba empapada de semen por todas partes, pero no nos importaba.



Charo me acariciaba el pelo mientra me decia dulcemene al oido:



- Te quiero amor mio, te quiero. Por favor, vuelve a metermela.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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