El deseo me invade y la inspiración es poca para describir lo que mi calenturienta imaginación decide hacer salir.
Hace calor y la ropa se adhiere a la piel molestando y estorbando, el sudor aperlado recorre mi cuerpo de arriba a abajo mientras camino por la calle enfadada y cansada. Con el deseo de darme un baño frio puesto que la humedad en mi ropa interior me ha puesto caliente.
Me dispongo a cruzar la calle y entonces lo veo, bello como un dios griego, y tan fresco que le envidio. Parece notar el efecto que causo en mi, puesto que voltea y sonrie y entonces me imagino esa boca recorriendo mi cuello y cierro los ojos y lo veo, me acerco lentamente a el y tambien sonrio, me toma de la mano y sin mediar palabra me hace caminar hasta llegar a un portal, y entonces despacio introduce una llave en la cerradura y la gira, se lo que va a ocurrir y los sonidos desaparecen a mi alrededor, entramos sin soltarnos de las manos que ya estan humedas por la excitación y el calor del ambiente.
Entramos a una pequeña salita en la que en esta un gato que ni siquiera voltea a vernos mientras se estira perezosamente. seguimos caminando y mi excitación alcanza tintes insospechados, no se ni su nombre y estoy a punto de tener sexo con el.
Por fin llegamos a una recamara y entonces voltea hacia mi y nuestras lenguas empiezan una lucha violenta en la cual no hay perdedor, su lengua comienza a recorrer mi cuello y cierro los ojos para disfrutar el momento, mis uñas en su espalda dejan pequeños surcos rojos. mi sexo esta hambriento, pide a gritos silenciosos un consuelo, sus labios continuan bajando hasta llegar a mis pechos que lo esperan impacientes, mientras con sus manos habiles desaparece mi blusa y mi sostén, estoy semidesnuda ante un perfecto desconocido. Sus habiles manos acarician el contorno de mi cintura hasta llegar a mis nalgas que aprieta furtemente haciendo salir un gemido de brutal deseo, me sorprendo al escuchar el gemido en el silencio, pero continuo en mi tarea de desabotonar su camisa y dejar al descubierto su pecho cubierto de vello y sudor, por fin lo pruebo, sabe a humo y sal, mis manos bajan hasta su cintura y me doy cuenta que no solo yo estoy excitada, su pene esta luchando por salir de su ajustada prision, mientras nuestras manos no dejan de tocar y sentir los contornos de nuestros cuerpos.
Entonces sucede, mi falda y mis pantys desaparecen y sus dedos tocan suavemente mi clitoris y yo siento que estoy a punto de tener un orgasmo y entonces escucho por primera vez su voz diciendome " espera cariño", le obedezco mientras trato de desabrochar su pantalon, pero es tal el temblor de mis manos que no puedo y me rindo ante tan dificil tarea, el amablemente se ofrece a ayudarme y desabrocha lo necesario para que yo continue mi tarea. entonces sale ante mi, grande, poderoso y oscuro, el pene mas hermoso que he visto, no resisto la tentación y lo introduzco en mi boca, el gime suavemente, creo que le gusta, y continuo saboreandole, mi lengua lo recorre de abajo hasta la punta y ahi me entretengo en chupar la punta mientras el cierra los ojos. De pronto, con un movimiento brusco que me sorprende. caigo de espaldas en la cama, la cual se siente fria por el calor de mi cuerpo, mis pechos estan a punto de estallar, desean que los bese, parece escucharlos porque de inmediato se da a la tarea de chuparlos primero uno y luego el otro, mientras yo me retuerzo bajo el, "No puedo más " grité y mi dios griego no me hizo esperar más puso su miembro hinchado en mi entrada y de un sólo movimiento se perdió en mis oscuridades, sin poder detenerme comienzo a moverme freneticamente, mientras el hace lo mismo, veo que lucha por contenerse y entonces lo siento llegar, como las luces explosivas en una noche de fiesta mi orgasmo llega cimbrandome por completo y escucho un grito, creo que es mi voz, pero sigo sintiendo esa maravilla dentro de mi y entonces percibo sus movimientos descontrolados y sé que está cerca, y sucede, aún cuando las sensaciones dentro de mi no han cesado siento su leche inundando mi interior y eso me provoca un nuevo orgasmo, continuamos moviendonos suavemente, mientras sudorosos y cansados sonreimos, deposita un suave beso en mis labios y escucho su voz diciendome "Señorita, se siente bien". Abro los ojos y estoy en la calle mientras un policia me pregunta si me siento bien, volteo hacia donde estaba mi dios griego y veo que ha desaparecido, aun temblando por las sensaciones orgasmicas busco donde apoyarme y sonrio y le digo al policia, "Gracias señor me siento mejor que nunca"