Uno de estos dias se nos dará la oportunidad; Un lugar vacio, con solo nosotros dos. Nos encontraremos en un pasillo, nos miraremos, nos evitaremos, nos sonrojaremos y reiremos; Los corazones galoparan y nos pegaran a la pared igual que gatos. Estiraras tu brazo jalandome hacia ti, morderás mi labio y aniquilaras el primer paso. Juntaras mi cuerpo apretado con el tuyo, sentiré tu sexo, tus pechos y la caricia de tu cabello, te levantare un muslo y solo una pierna te sostendra, la otra la tendre yo bajo mi brazo rodeando mi cintura. Tu cuerpo se dejara flotar sin gravedad, aprisionado entre mis brazos y la pared. estaremos besándonos como solo tu y yo sabemos, con tiernos, jugosos y ansiosos labios que se beben, se encuentran y se muerden infinitamente suave para dar paso a las fantasias...

Delicadamente tomas mi mano y la colocas en tu seno, luego en tu vientre y después entre tus muslos; La presión de los sexos al rozarse y empujarse sin separarse nos duele y te hunde mas en la pared al tiempo que tu gimes; me empujas bruscamente para atrás, me rompes la playera, te quitas la blusa, la falda, la tanga y el sostén. Los dos de frente, tu desnuda con calcetas, yo casi vestido hasta los pies. Enredas tus dedos en mis cabellos, empujando mi cabeza lento hacia abajo mostrándome tu tibio y virgen cuerpo, hasta llegar a tu vagina. Asi quedo de rodillas contigo de pie con la piernas abiertas, contemplando tu imponente e impaciente desnudez.

Percibo el olor picante y salado de tu sexo; Respiro la basta jungla de tu pubis y separo tus otros labios enfrentados y viscosos con mis 2 dedos. Comenzare la travesia en los puntos que suen~o con probarte, deslizando con mis labios sin besar y respirando, primero la entrepierna, luego la pelvis, monte Venus, terminando abajo y arriba en tus otros 4 labios. Tus muslos tocan mis hombros y mis manos aprietan tus gluteos, tus ojos cerrados miran hacia el techo, mientras mas te fundes a la pared. Impaciente me empujas a la oscuridad de tus caderas, mientras me sofocas entre muslos; Respondo y te sujeto fuerte las muñecas con las manos y las pego a la pared contigo; Envisto de nuevo ahora con besos lentos, pausados y suaves como tu primera vez.

Tu impaciencia desvanece entre mugidos de dolor y risas ahogadas. Mis besos se transforman en fuertes chupetones , duros y dolorosos mas que mordidas.

Por fin despiertas, comienzas a fluir y derramarte; Pero estas sujetada de manos por las muñecas. Aparece del interior mi persona hecha lengua, es un gusano salvaje, con apetito voraz que sale para penetrarte rompiendo tus fronteras; Entrando por la boca de dios hasta tu vientre, provocando el infierno efervescente en tu interior. Lento y duro, despierto tu clitoris, adentrandome hasta lo mas profundo de tu humanidad, casi lastimándote en mi hambre voraz.

Heme aqui con tus piernas en los hombros, y tus muñecas en las manos, lamiendo tus muslos hasta el cielo, buscando tu verdad con mi mojada lengua que se mueve como un pez en tu laguna, de arriba abajo, de un lado al otro y dando vueltas de locura. Como tu virginal fruta en prolongadas lamidas, y dejo que en mi boca se vuelva mas dura.

Son ataques repetidos sin piedad, te proyectan hacia el techo y parecen no tener fin. Parte de mi cuerpo es uno entre tus piernas. Gritas, tiemblas y me insultas al tiempo que te entregas. Las fuerzas te abandonan y te desplomas en el suelo. Aunque te duela y me lo pidas no habre de parar, mi lengua te hace mia y tienes que dejarme terminar.

De muchas formas me alimento en tu inexplorado vientre, cubriendolo con mis labios mientras tu me acoges entre fluidos vaginales; muriendo mientras sudas y respiras. Tus pétalos vaginales que devoro, comenzaron rosas preciosos, pero a medida que succiono se van convirtiendo en rojos vivos furiosos, provocando que tu inocencia guardada se torne perdida y viseversa.

Ni a rastras hubiéramos llegado a una recamara. Un brusco freno y me aprisionas muy fuerte entre tus piernas, te estiras formando un arco con la espalda, entre la nuca y la cadera, de una manera tan terrible que pienso que te rompes. Y pruebo la dulce miel, la gloria que lubrica tu sagrado lugar y que se derrama escurriendo hasta tus pies.

Bañada en agua de sal, con los muslos mojados, yaces en la alfombra, cansada y casi vencida, Aun exaltada pero feliz, con esa expresión de diosa y esclava complacida. Estas roja, empapada y aun pendiente.

Luego muerdo los dedos de tus pies, recorro y aprieto con mis manos tus piernas hasta las rodillas, donde las levanto hasta mis costillas(***). De nuevo entre tus muslos de dama fugitiva, llego a tu exótica flor que yace abierta, la pruebo una ultima vez, luego llevo mi lengua a lamidas hasta tu ombligo, donde bebo las gotas de sudor, sigo la linea hasta el medio de tus pechos donde te beso y te beso al tiempo que te miro, sigo lamiendo hasta tu garganta y todo el cuello hasta tu barbilla; Te miro a la cara y tu sonrisa, para finalizar en un ultimo... abrazo semidesnudos.