Yo soy un ferviente comprador de faldas tanto de estilos lápiz, cuerina, polipiel, uniforme de oficina, vestir normales, y tubos siendo la última para mis chcias colombianas, hasta mi mujer que estoy enamorado, que la amo, la quiero, la deseo, etcétera siendo la luz de mis ojos la belleza de Brooke.

He desarrollado entre nosotros una fobia rara que no es contagiosa ni siquiera grave ni tampoco crónica que me ponga en extremo enfermo físicamente. Bueno no tiene ninguna definición concreta ni absoluta que no aparece en ningún diccionario general ni medico ni siquiatrico hoy día.

La dichosa fobía la llamo olemasfobia que en mi sincera confesiones es que cuando me entra las erecciones inclusive se me para la pinga al ponerseme dura, firme, hinchada e inflada de la cabeza en que me carcome los hartos deseos de follarme y cogerme principalmente con Brooke que en persona como en vivo y a todo color me aprecia solamente como amigo en que cuando no tengo plata y estoy curandome hasta regenerandome de la adicción de irme con las chicas colombianas a los prostibulos que frecuentaba antes yo desenfrenado y desahogandome al tener mis fantasías de ejecutivas universitarias en nombre de mi querida belleza de Brooke.

Saco las faldas que he comprado en que me desnudo de la cintura hacia abajo sea en el baño o en mi habitación con solo mencionarla y pensarla en ella me masturbaba candentemente a todo vapor y velocidad encima de estas faldas de los estilos que les he referido yo mismo aquí en que sudado la gota grande y mayor me vengo al dejarlas embarradas, chorreadas, pringadas, mojadas, húmedas, sucias, manchadas de una huella blanca superficial parecido a polvo y moho o que bien se haya ensuciado con algo propiamente en que siempre le miento a ella pero la verdad es que fue yo el autor intelectual de este que esta fuera de todo orden como lugar hoy día por mi.