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Categoría: Maduras

Ojalá pueda ser realidad

Voy a contarles una historia que me pasó hace un tiempo, en uno de mis tantos viajes al interior del país



Siempre me tocaba viajar solo ya que lo hacía de mañana y a ese lugar, generalmente, no va mucha gente.



De vez en cuando me tocaba viajar con alguna mujer al lado, con la cual intentaba tener algún diálogo pero hasta ahora no había resultado.



Pero ese día, cuando fui a subir al micro me llevé la sorpresa de que estaba lleno (no se qué fiesta se celebraba en ese lugar y concurría mucha gente) y era un micro viejo, de esos que tienen una fila de asientos en la parte de atrás.



Subí y lo único que conseguí fue justo en esa fila, que considero que no es buena por se va incómodo y con mucho contacto con las personas que viajan al lado de uno.



Me tocó ubicarme un lugar antes de la ventanilla, donde estaba ubicado un señor de unos 40 años más o menos. Del otro lado no había nadie.



Pensé que no tenía tanta mala suerte porque iba a viajar cómodo al no tener a nadie a mi lado.



Pero... en la primera parada subió más gente y a mi lado se sentó una mujer que a pesar de no ser una jovencita tenía un cuerpo excitante y su ropa la hacía más todavía.



Llevaba puesta una pollera de seda blanca, la cual dejaba transparentar una tanga blanca también, pero muy metida en su cola.



Arriba tenía una camisa negra y cuando se sentó lo primero que le miré fueron sus tetas ya que eran muy lindas, muy proporcionadas y para mi asombro no llevaba corpiño y se notaba por el suave bamboleo.



A través de los botones de su blusa que se abrían por la presión que ejercía el interior pude observarle unos pezones carnosos y me puse súper caliente. De inmediato tuve una erección y no podía sacarle los ojos de encima a esas tetas maravillosas.



Ella supongo que se dio cuenta que la estaba observando porque de reojo me miró echándome una sonrisa cómplice.



Al cabo de un rato le hice una pregunta para empezar a hablar y tuve la suerte de que me diera pie para una conversación.



Empezamos a hablar un poco de todo, para qué viajaba, cuál era el motivo, y me contó que iba a visitar a una amiga que hacía tiempo no veía.



Traté de cambiar el tema y le pregunté si era casada, respondiéndome que si.



Me asombré de que viajara sola y por qué el marido la dejaba viajar así, sin acompañarla.



Me comentó que era muy liberal y que tenían acuerdos comunes de moverse cada uno por su cuenta.



Ello me dio pie a que siguiera preguntándole cosas más íntimas de su vida y me animé a preguntarle si se llevaba bien con su marido y si le había sido infiel alguna vez.



Ella respondió entonces que se querían mucho y que llevaban un matrimonio de años felices pero que ... de acuerdo con su condición de liberales, sin dejar de quererse, podían hacer cosas cada uno por su cuenta como tener historias con un tercero o tercera que se presentara, estar en tríos con hombres y mujeres y también participar de intercambio de parejas, ya que la filosofía de vida que habían adoptado de un tiempo a esta parte los hacía llevar esa vida y eran más felices que antes, cuando su matrimonio estaba por naufragar por la rutina diaria.



Así que me dijo mirándome a los ojos que era muy feliz con su marido pero que le gustaba hacerlo con otros hombres y que él no solo se lo permitía sino que la incentivaba a ello.



Ahí mi pene entró en una erección que no la podía aguantar más. Parecía que iba a salirse de su calzoncillo, atravesar el pantalón y salir bruscamente afuera.



Ella se dio cuenta de la situación porque de vez en cuando miraba y se sonreía por la situación.



Dejé la conversación ahí porque sino tendría que ir al baño a masturbarme y no quería.



Al rato apagaron las luces para que los pasajeros descansaran.



Como no podía dormir, por lo incómodo de la situación (el asiento y la excitación que tenía) volví a hablarle, pero ella se había dormido.



Aproveché para acomodarme y ver si podía tocarle el brazo por lo menos. Se lo toqué y no se despertó, así que decidí, en un acto de audacia, empezar a tocarle las piernas.



Para ello me corrí un poco más encima de ella y comencé por acariciarle una pierna.



Al ver que no se despertaba empecé a subir la mano hasta tenerla dentro de su pollera.



El micro estaba a oscuras, no se veía nada, pero entraba apenas un poquito de luz que me dejaba ver sus tetas y cuando subí un poco más mi mano por su pierna pude observar cómo se endurecían sus pezones, así que metí más la mano camino hacia su tanga.



Cuando alcancé a tocarle su cuevita, por encima de la tanga, siento una mano arriba de mi pantalón y me asusté y retiré mi mano del precioso lugar en que se encontraba.



Fue entonces que siento que ella me dice al oído que siga tocándola porque le encanta y no dudé un instante y volví mi mano a su concha y empecé a tocársela ahora ya por dentro.



Ella me empezó a masturbar por encima del pantalón hasta que lo desabrochó y sacó mi pene, que a ese momento pedía socorro. Me comenzó a masturbar y yo a ella. Nos pajeábamos mutuamente!



Con una mano le saqué una teta fuera de la blusa y se la empecé a chupar, de tal forma que ella se estremeció en un orgasmo.



Era espectacular y también algo nuevo para mi ya que nunca había hecho algo así en público.



Ella se llevó mi verga a su boca y la empezó a chupar con muchas ganas. Yo me quedé tan atontado que lo único que atiné fue a mirarla. Ella me miraba a los ojos mientras la chupaba y eso me hacía calentar más todavía y tenía ganas de eyacualar.



Siento que voy a acabar y me acerco para decírselo pero ella siguió con más ganas todavía hasta que no pude aguantar y le acabé en su boca. No dejaban de salir chorros de semen caliente de mi pija los cuales ella se encargaba en que no se derramara ni una gota.



Cuando terminó se levantó y fue al baño a lavarse. Yo me repuse un poco y cuando volvió, sin decir una sola palabra, me dio un beso tal que no pude hacer nada. Me metió la lengua hasta donde pudo, fue hermoso.



Luego nos quedamos hablando de bueyes perdidos pero ella quería hacer algo de nuevo.



Le dije que ya prenderían las luces y que no quería porque nos podrían ver.



Entonces se paró y fue hasta la cabina del conductor a preguntarle cuánto tiempo faltaba para que las prendieran y volvió.



Me dijo que teníamos 40 minutos, así que se sacó la tanga y se sentó arriba mío, con la cautela de no hacer ruido.



Después de unos minutos siento que ella empieza a moverse de una manera rara y fue cuando me di cuenta que la persona que estaba sentada al lado mío y que hasta ese momento yo pensé que estaba totalmente dormido porque no se había movido para nada, estaba tocándole la espalda.



Entonces quise que dejara de hacer lo que estaba haciendo hasta ese momento pero ella me dijo que siguiera que ella quería.



No dije más nada y seguí cogiéndola.



El señor sacó su pene a relucir y ella empezó a masturbarlo, de una manera que a mi me calentaba mucho mientras los miraba.



Yo estaba por acabar y entonces le aviso, pero ella me dijo que quería que le acabara dentro, así que me dejé ir de una manera impresionante.



Ella gritó un poquito cuando recibió mi chorro y pensé que alguien podía despertarse y vernos, pero por suerte eso no ocurrió.



Ella se agachó como una acróbata y se la empezó a chupar al otro hombre. Yo me relaje y cerré los ojos.



De repente siento que me tocan y empiezan a masturbar. Me dejo hasta que quiero acabar y cuando abro los ojos era el hombre el que me estaba masturbando.



Me dio impresión y le saqué la mano de inmediato.



Me levanté los pantalones y no quería hacer nada más, pero ella me convenció para que siguiera con ella.



Acepté y acabé en sus tetas que a ese momento ya estaban acabadas por el otro hombre.



Nos sentamos en nuestros lugares y a los 10 minutos prendieron las luces. Ella tenía tu blusa negra toda manchada por nuestros semen.



El hombre, antes de bajarse, nos invitó a su casa, donde dijo la pasaríamos mejor y haríamos una fiesta de aquéllas.



Los dos aceptamos y lo seguimos



(cont)



 



PD: Tengo que confesarles que mientras escriba esto me pajeba viendo las fotos de mi amada Piru.



 



 



NICO


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