Con todas las beligerancias respectivas suscitadas en forma de toda una diva nada menos que hoy día en vivo y a todo color en mí chica colombiana Casandra; que es la prostituta con la que me zaceo, entretengo, deleito, protagonizo, fascino, cautivo, seduzco, provoco, deseo, sobre todo excito, y por supuesto tenemos entre nosotros realizo mis favoritas como cotidianas además acostumbradas fantasías de ejecutiva universitaria.

Señorial con un cuerpazo aplomado de escultórica y monumental así contornos corporales completamente perfilados finalmente delineados desde la misma cabeza hacia los pies siempre de una guitarra tan buenísima, riquísima, sabrosísima, apetitosisima, jugosísima, apetitosisima, calientísima, incitadisima, insinuad sima, apasionadísima, excitadísima, emocionadísima, entre muchas otras cosas que se le atribuyen incluso caracteriza físicamente a mí chica colombiana Casandra.

Divinidad luciente, exhibiente, fabulosa, coquetean te, conquistan te, deleitante, deseante, simpatizante, fascinante, encantan te, espectacular, sensacional, atrayente, entre muchas otras cosas eróticas que con uniforme de oficina y conjuntos se ve genial y perfecta marcando y mostrando de ahí gustosa por sus cartucheras mi querida prostituta colombiana Casandra a pedir de boca a toda la madre siempre cariñosa, apetitosa, suculenta, devorada por mí todo el tiempo, y finalmente tenemos en persona complaciente en todo lo que se me ocurre hacerle a ella y solamente a ella siempre cuando llego, piso, entro y visito el prostíbulo que frecuento, acostumbro ir, llego y obviamente es el ambiente donde suelto todo lo que siento de enamoramiento hoy por hoy por parte de mis amigas que me ven con cariño y amistad solamente al tener a sus esposos como novios y parejas de unión libre.

Siendo un merecido y soberano bocadillo de entremeses dando rienda suelta a mis locuras y apetitos como ánimos en donde le pongo la mano encima disfrutándola, goloseándola, gozándola, recorriéndola, manoseándola, acariciándola, sintiéndola, palpándola, zaceándola, dominándola, desahogándomela, tirándomela, levantándomela, buscándomela, entre muchas otras cosas por mis andanzas con las chicas colombianas prostitutas que son el único remedio y medicina que me controla y contiene mis hartas tergiversaciones que no puedo soltar públicamente con mis amigas y ex compañeras administrativas que solo me ven reiterándolo como amigo y cariño nada más nunca se enamoraran ni me querrán como yo quiero por todas ellas hoy día y mucho más.