Grandiosa Yessenia que también se relaciona como se lleva de mil maravillas también asidua además consagrada y por qué no decirlo con toda la franqueza del mundo entero, su degustación como placentero encuentros sexuales con los animales que le entregan igualmente le dan la pasión zoofilia que tanto quiere vivir entre la monotonía de tener amoríos con hermafroditas, gay, lesbianas, maricones y machos por todo su alrededor hoy día. Echándole los meros ojos y sus pensamientos e imaginaciones especialmente los instintos eróticos a un orangután muy lindo con un pelaje que parece a un verdadero peluche que tanto la emocionan, la consienten, le divierten, los desea, los atrae y le aventuran abrazarlos y realizar algo más con este; vigilando y cerciorarse que no hay nadie cercano a la jaula y que así puede meterse dentro de esta; sentándose en una de las patas del orangután al acariciarle como sobarlo el pelaje al olfatearlo con la esencia animal que necesita para inspirarse, motivarse, insinuarse, deleitarse, fascinarse finalmente excitarse al dejarse meter una de las manos de este en toda la blusa al merodear palpitantemente con una ricura eufórica y efervescente igual enardecida en nombre del mismo orangután al agarrarle uno de los senos voluminosos como puntiagudos muy parecidos a unos fructíferos y jugosos melones que con tal gallardía la tiene sometida en el ritual de sexo animal. Con toda la falda subida a la cintura libre de las medias y del hilo dental colocándose en una posición flexible en que puede ser cogida y follada sabrosamente por el orangután que está hambriento y en celo con toda la energía en que le entra con todas las fuerzas a profundidad a la penetración anal por el mero culo de Yessenia que con las dos manos se aferra al sujetarse con todas las fuerzas corporales que le permite su anatomía soportar el embate que le esta aplicándole y propinándole enloquecido el propio orangután en que le coqueteo y lo provoco además lo busco por sus propios meritos y sedienta de puro sexo.
Tomada erguida de rodilla pegada cuerpo a cuerpo al entrarle salvajemente al mamarle como chuparle hasta suavemente morderle con sus labios las mismas tetas de Yessenia en que lo mima al sobarle el pelaje de su cabeza encontrándolo tierno como un bebe orangután que es amamantado por su madre vistiéndose como arreglándose Yessenia lo besa en su boca al sonreírle diciéndole en otra ocasión vendré a visitarte para que nos entretengamos y consolidemos más el sexo zoofilia contigo mi galán y maravilloso ser que me ha dado un polvo especial e inolvidable que tendré guardado en mi corazón y en mis sueños como en mi alma por siempre al salir de la jaula y continuar caminando para alcanzar al tour por el zoológico al no despertar ninguna sospechas por nadie ese día.