Reunidas en persona tanto Brooke Meyers junto a Deborah Watson Gun en la oficina en la mañana de hoy. Ambas sobriamente vestida con bléiseres conjunto de faldas lápiz de cuero con mini medias finalmente botas altas de plataforma de tacones de 2 pulgadas; tomando unos refrigerios de media mañana que hace hambre y fatigadas.

Deborah Watson Gun le platica sabes el colaborador peruano jovencito el caíste de mil amores te acuerdas que disfrutaste y pasaste dos noches con él cuándo asistieron y fueron invitados de aquél congreso en el exterior que fueron como los representantes oficiales de la firma, Brooke Meyers lo recuerda como fuera ayer que derrama un par de lagrimas de sus ojos donde Deborah Watson Gun le seca con una servilletas los ojos le habla que paso lo disfrutaste y estuviste con él te dejo decepcionada o qué es malo en la cama. Brooke Meyers le responde franca y claramente a Deborah Watson Gun no para nada es un animal intenso con muchas ganas fuerza y arrecho no me dejaba respirar para nada al entrarle y meterle hasta la saciedad al venirse coño me disparaba a gorgotones por masturbaciones más de una vez hartos tiros de polvo que me dejaba bañada, cochina, sucia, asquerosa, satisfecha, entre mucho más.

Deborah Watson Gun le entrega un obsequio que Brooke Meyers no tenías que molestarte y no quiero abusar ni tampoco que gastes tu dinero en mí, Deborah Watson Gun le contesta este obsequio te lo manda aquel jovencito que te tomo como su madre y con el que tuviste esa velada de dos noches juntos y  asolas al entregártele asimismo fascinártele sobre todo entre nosotros dominártele efectivamente gozártelo obvió goloseártelo por supuesto levantártelo finalmente tirártelo de ahí cautivártelo hasta provocártelo oportunamente calentártelo y dominártelo además atraértelo pero emocionártelo en fin todas esas cosas intimas entre ambos aquella ocasión y el quiere volver a tenerlo contigo.

Brooke Meyers queda derramando lagrimas por doquier al desenvolverle el obsequio mismo que se entera que es un negligé abierto a los senos con un diminuto hilo dental cachetero tipo liga con ligeros junto con las mini medias y unas botas largas de plataforma de tacones de dos pulgadas. Lagrimosa Brooke Meyers volveré a ser su madre a este jovencito extranjero que trabaja para la firma con el cuál compartimos algo lindo y divino entre ambos e inolvidable para mí y espero idénticamente para él al ser la que lo inauguro porque me confesó que era virgen que yo era la primera mujer con quién se acostaba por primera vez que le di un buen tratamiento sexual y que lo inspire al no pararse para nada en esas noches intensas y deliciosas entre ambos y juntos como a solos entre nosotras que siguen conversando ahora de trabajo en fin Deborah Watson Gun con Brooke Meyers y viceversa hoy por hoy en la misma oficina y mucho más.