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Nunca crei que me pasara

~~Soy Adriana, Ingeniera de Minas y mi esposo Juan Carlos es medico, tenemos 35 y 37 años y 10 de casados. Ambos somos bien parecidos, para mi el es guapisimo, 1,83 y 85 Kg con cuerpo bien cultivado en el gimnasio. Yo siempre fui considerada muy bonita por los familiares y amigos y de verdad tengo un cuerpo muy bien cuidado en el gimnasio, donde asistimos con regularidad ambos. Vivimos en una ciudad de Los Andes venezolanos, donde yo trabajo para una Universidad como profesora y Juan Carlos, ejerce la medicina en una clinica privada de la cual es accionista. Tenemos dos hijos, los cuales pasan mucho tiempo con sus abuelos paternos, lo cual nos ayuda en nuestra muy activa vida profesional y social.
 Con motivo de un Congreso de Medicina, Aura, compañera de estudios de mi esposo, vino en compañia de su esposo, quien es geologo, a nuestra ciudad, desde un pequeño pueblo del oriente. Como era de esperarse fuimos sus anfitriones en una semana que duro el congreso. La primera vez que vi a Luis, el esposo de Aura, fue inolvidable. El me miro tan profundamente y tan detalladamente que me sonroje, cosa que no es frecuente en mi, acostumbrada a ser mirada por los hombres. Por supuesto que el me parecio muy atractivo, como otros me han parecido, pero nada de pensamientos distintos a ver un bonito ejemplar masculino. Dedo decir que yo el sexo solo lo he practicado con mi esposo, por lo demas muy bien, pero nunca he tenido deseos de estar con otro hombre, de hecho no practico la masturbacion desde que fui una adolescente, cuando lo hice pocas veces. Lo cierto es que pasamos una semana tan estupenda, con mucha camaraderia, no divertimos mucho enseñandoles la ciudad y los alrededores que son espectacularmente bellos. Por haber sido compañeros de estudios por mas de 7 años, Aura y Juan Carlos compartian mucho, por lo que Luis y yo conversamos mucho, cuando aquellos hablaban de medicina y de su pasado juvenil, donde fueron grandes amigos. Juan y yo hablabamos de la geologia y de muchos temas, ademas el es muy divertido, con una conversacion muy agradable.
 Terminando la semana, Juan Carlos les propuso que porque no se venian a vivir a nuestra ciudad, que el podria conseguir que Aura trabajara en la clinica y que Luis podria conseguir trabajo en una compañia de un amigo nuestro o en la misma universidad donde yo trabajo. A los pocos dias, recibimos la noticia de que habian decidido venir a nuestra ciudad. Hicimos las gestiones y a ambos les conseguimos trabajo. Vinieron un fin de semana y consiguieron una casa para alquiler de lo mas linda y al mes ya estaban mudandose. Por supuesto que contando con nosotros como sus conocidos en el nuevo lugar de sus vidas, nos veiamos con mucha frecuencia, casi a diario, y los fines de semana nos alternabamos en el almuerzo del sabado y domingo en nuestras casas y por supuesto en las noches del viernes, o estabamos en alguna de nuestras casas o saliamos a cenar y a divertirnos en la vida nocturna de la ciudad.
 La verdad es que todos nos sentiamos muy bien. Se sentia un ambiente de armonia, amistad y confianza muy agradable. Cuando bailabamos, la mayoria de las veces cada cual con su pareja, pero a veces o yo bailaba con Luis, que era un gran bailarin o Juan Carlos bailaba con Aura, quienes tambien bailaban muy acoplados. Pero asi como compartiamos los cuatro juntos, tambien es verdad que las afinidades profesionales, la amistad pasada de nuestros conyuges, hacan que a menudo nos separaramos un poco en parejas cruzadas, no mucho, pero si con cierta frecuencia. Ademas muchas veces Luis y yo teniamos que esperar que nuestras parejas se desocuparan de sus actividades en la clinica. Esto nos hizo ser muy amigos y tenernos mucha simpatia. Es mas, yo disfrutaba mucho de su agradable compañia y estaba segura de que el tambien. Era una buena amistad y por mi parte nunca tuve otro pensamiento alejado de solo eso, una linda amistad.
 Un dia sabado, mientras yo terminaba de arreglar la cocina despues del almuerzo, Juan Carlos y Aura estaban en el amplio jardin donde habiamos almorzado y Luis me ayudaba a lavar los platos, se presento el siguiente dialogo:
 ?Como te gustan a ti los hombres, Adriana?
 A mi solo me gusta Juan Carlos conteste.
 Lo se me dijo pero nunca tuviste un ideal de hombre?
 Como Juan Carlos insisti.
 Esta bien me dijo Pero si tuvieses que decirlo como seria el prototipo de hombre que te gusta.
 Bueno, romantico, apuesto, sincero, responsable y hogareño.
 Me has descrito dijo rapidamente Soy romantico, creo que bien parecido, responsable, y hogareño y tan sincero que te voy a confesar que tu me gustas mucho como mujer, que me impactaste desde que te vi la primera vez.
 Senti que el rubor cubrio toda mi cara y le dije que eso no estaba bien, que me gustaba ser su amiga, pero hasta alli. El me dijo que asi deberia ser, pero que no podia dejar de pensar en mi y que su mayor deseo era de algun dia estar conmigo en la intimidad.
 No lo podia creer, nunca imagine que eso pudiera ocurrir, pero no pude evitar que mis hormonas actuaran y tuve, por primera vez una excitacion muy intima con sus palabras, por lo que opte por decirle que salieramos al jardin para escapar de esa conversacion nada conveniente. Nunca mas volvimos a hablar del tema y yo evitaba estar sola con el. Aunque a veces pensaba en lo que me habia dicho y un gusanito de morbo me invadia. Debo decir que para nada se enfrio la amistad y seguiamos siendo solo amigos. Yo segui disfrutando de una vida sexual muy buena con Juan Carlos, con quien lo disfrutaba al maximo.
 Un viernes por la noche, despues de llevar a los niños donde los suegros, ya que saldrian con ellos temprano a la finca, quedamos los cuatro para ir a la presentacion de un artista famoso. Llegamos como a las diez de la noche y disfrutamos de los artistas que precedian al artista invitado, de quien Luis y yo eramos fans. Como a las dos de la madrugada Juan Carlos manifesto que tenia algo de hambre y propuso que fuesemos a casa, que el prepararia su plato especia. Yo dije que preferia que esperaramos a la presentacion del artista, a lo que mi marido respondio que el podria irse primero, de manera que yo pudiera ver el espectaculo y al terminar el tendria la comida lista. Aura se ofrecio a acompañarlo y sin mucho rollo, nos quedamos Luis y yo en el local. Se sento a mi lado y comenzamos a ver el show. Me tomo la mano entre la suya y yo, sin saber que hacer, lo deje tomarla. Asi estuvimos un rato y al bajar la intensidad de la luz para enfocar al artista con un haz de luz, todo quedo un poco a oscuras, lo que aprovecho Luis para pasar su brazo por mi hombro. Fue tan calido y tan normal que se lo permiti. Me sentia algo rara, pero bien. Su calor humano se me trasmitia y recoste mi cabeza sobre su hombro con naturalidad. Me sentia extasiada, y un cosquilleo de suave excitacion invadio mi interior. Cerre los ojos para disfrutarlo, mientras Luis acariciaba suavemente mi desnudo hombro. Solo eso paso y al terminar el show, no levantamos para irnos. De camino al automovil, Luis tomo mi mano y asi llegamos al coche.
 El fue a abrirme, caballerosamente, la puerta de mi lado y nos encontramos por primera vez de frente y muy cerca. Acerco sus labios a los mios y un dulce beso me llego al alma. Suave, tierno, cerre los ojos y me deje besar. Lo empuje suavemente y entre al auto. No hablamos nada en el camino, solo me tomo la mano y la acaricio suavemente. Mi cabeza era un torbellino. Me sentia muy atraida por el. Pero me parecia que la infidelidad no era correcta. Pense en Juan Carlos, de quien estaba segura de su fidelidad, de lo mucho que me amaba y de lo que yo lo amaba. De nuestra extraordinaria sexualidad que disfrutabamos al maximo y con frecuencia. Una gran contradiccion martillaba mi cabeza. Pense en nuestros hijos, en mis padres y en mis suegros. Y me dije, esto no debe continuar. Es solo una desviacion pasajera que disfrute y no dejare que siga. Lo podre controlar, poniendo un freno a Luis y evitando estar solos.
 Llegamos a casa y nos esperaban con un exquisito plato, del que Juan Carlos es experto. Senti algo de remordimiento, por lo que habiamos hecho a nuestra venida. Pero trate de olvidarlo y seguimos con toda normalidad como antes. Aura se quejo de que hacia calor y sugirio salir al jardin. Yo les dije que salieran mientras yo servia unas copas de digestivo. Luis se ofrecio a ayudarme y volvimos a quedar las parejas separadas. Mientras servia la bebida, Luis se acerco por detras y me beso suavemente el cabello. Yo lo detuve y le dije que no era correcto, que no dañaramos nuestra amistad, complicando las cosas. El accedio y yo sali con la bandeja y al acercarme adonde estaban Aura y Juan Carlos, vi como rapidamente se soltaron las manos y un poco de rubor lleno las mejillas de ella. Yo disimule y me sente con ellos y al momento llego Luis. Conversamos, oimos musica y bailamos. Hasta que sono el telefono. Era una llamada de la clinica requiriendo a Juan Carlos de emergencia. Aura se presto a acompañarlo para asistirlo en la operacion. Nos esperan, dijo Juan Carlos, que debemos tardar unas dos o tres horas a lo maximo. Con cierta picardia, Aura dijo: Portense bien. Lo cual de cierto modo me disgusto, como si fuera evidente lo que habia pasado unas horas antes. Medite rapidamente, si no fuese que se notaba nuestra atraccion o que ellos se tambien se atraian. Quede algo aturdida, sin embargo, respondi que siempre nos portamos bien.
 Quedamos los dos de nuevo. Solos y con un pasado muy reciente de sentirnos bien. El hecho de haber pillado a mi marido tomando de las manos de Aura, me habia desinhibido algo, al igual que las pocas copas que habia vivido y mi imaginacion volo, sintiendo que mi intimidad se humedecia. Nos quedamos como mudos, sin que nadie dijera algo hasta que Luis me dijo que bailaramos. Quise negarme, pero no pude decirlo y al tirar de mi mano quede muy cerca de el. Bailamos muy juntos, senti su excitacion en su respiracion, en su calor, en su olor de hombre y en la dureza de su entrepierna. Me beso con una delicadeza tan grande que al poco tiempo se transformo en pasion. Lo deseaba mucho. Mi excitacion iba en crecimiento y la de el tambien. Me tomo de la mano y lo segui hasta el sofa, donde me abrazo, me acaricio, subio mi falda y me acaricio las piernas, hasta llegar a mi vagina mojada de excitacion. Termino de quitar mi vestido y me acaricio los senos, los lamio, los beso, los mordio. Estaba al maximo del deseo de hembra. Lo desnude y tomando su pene, muy inmenso y duro, lo dirigi a mi vagina. Lo deseaba mucho. Solo al acariciar mis labios vaginales con su glande vino mi primer inmenso orgasmo que me hizo gemir. De inmediato me penetro, lo sentia inmenso, me sentia hembra en celo invadida en toda mi intimidad, llena de el, con el mayor deseo de pertenecerle, de sentirme dominada, amada, poseida y de poseerlo como hombre viril. No tarde en volverme a correr, en un orgasmo como nunca habia sentido. Inmenso, sostenido, sintiendo como mi vagina se contraia sobre su duro e inmenso pene que me hacia gozar al maximo.
 El no se detuvo, siguio moviendose sobre mi un rato mas, hasta que me dio vuelta y yo quede sobre el sin que su pene se saliera. Mi excitacion continuo al maximo y me movia como una loca, sintiendolo dentro de mi mas intensamente que antes, hasta que senti su corrida, su semen tibio invadiendo mis entrañas, lo que provoco un nuevo e inmenso orgasmo. Quede agotada, con la respiracion acelerada y el corazon latiendome fuertemente, me deje caer sobre el. El me acaricio suave y dulcemente el cabello, mi espalda, mis nalgas y me besaba suavemente mi frente, mis mejillas y mis ojos. Sentia una felicidad inmensa, que poco a poco se transformo en preocupacion. Por primera vez me senti infiel. Y eso comenzo a atormentarme. Fui al baño, me lave y me vesti deportivamente. Baje y el estaba muy feliz. Intento acariciarme y yo me negue. Habia decidido no hacerlo nunca mas. Era mi decision firme. Para pagar tanto gozo, debia detener esa relacion. Asi se lo dije, con tanto convencimiento que prometio ayudarme. Al rato llegaron los medicos, estabamos en el jardin oyendo musica, cada uno en una silla separada y continuamos nuestra reunion hasta casi amanecer. Al acostarme con Juan Carlos, hicimos el amor como nunca. Lo complaci en todo, tanto, que fue la primera vez que tuve relaciones anales.
 Pasado un año, seguimos iguales. Nunca mas le di entrada. Pero a veces, revolotea en mi mente, que quizas, alguna vez, podremos repetir la experiencia, sin dañarnos, ni dañar a los demas. Ese sera nuestro gran secreto.
 

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
  • Media: 10
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