Una madrugada de semana desde bastante años qué han transcurrido.
Mí amigo de carrera igualmente personal y yo.
Nos acostamos en vivo y a todo color con toda una hermafrodita venezolana bien buenísima, riquisíma, sabrosisíma y seducidisíma en fin.
Mí amigo siendo la silla a la vez le mamá la pinga a está hermafrodita cargadisíma hasta entradisíma de ahí amorosisíma.
En cambio yo la cogo por detrás al mismo tiempo no ceso de zurrarme los huevos t algo él glande al tener justo ahí la cara de mí amigo.
Ahora yo le mamo la pinga a la hermafrodita venezolana entre ustedes y yo lo trae duro, erecto, firme, grande, jugoso, parado y asimismo tirado al no dejar de mamarselo para nada al ser un chicle.
Entre tanto mí amigo sé pasa con su cañón coguiéndola tremendo y torpedeándosela al máximo sé corre y venimos ambos al mismo tiempo los tres en la misma cama del pushbotown esa vez.