Esa noche había invitado a Marcelita y Daniel mis compadres para una celebración pues Marce recibía otro título universitario y se supone que vendría una dis que una prima de ella a la celebración.
Ya habíamos dicho que nos tomaría todo el tequila y fumaríamos yerba para desconectarnos del estrés.
Daniel, Mario (Nuestro otro compadre) y yo teníamos años de conocernos y ya nos teníamos mucha confianza. Desde mi divorcio hacíamos reuniones en mi depa, y mi comadre Marcelita siempre trataba de empatarme con Anita su prima que esta tan buena como ella.
Marce es la segunda esposa de Daniel, una chica de 1.58 pelo largo negro y tez canela, muy alegre y jovial. Llegó con un vestido ceñido arriba y volado en la parte de abajo, que dejaba ver la mitad de sus muslos anchos y bronceados como el resto de su piel.
Con 35 años, muy buen culo y tetas pequeñas siempre se veía muy apetecible y la verdad me parece que en las fiestas siempre enseñaba más de lo normal porque le encantaba sentirse deseada.
Entraron al depa, Dani me dio un apretón de mano y Marce me abrazo dejando sentir su cuerpo bien pegado al mío y me dio un beso en la mejilla, yo la garre de la cintura y pude sentir su piel a través de la tela de su vestido que era extremadamente delgada.
Los invite a pasar, pero no deje de abrazar a Marce por la cintura dejándola un poco abajo para sentir el movimiento de sus nalgas al caminar. Después de acomodarnos pregunte donde estaban la prima? a lo que Marce me respondió que seguramente llegaría más tarde en taxi pues no había salido del trabajo.
No me extraño y empezamos a tomarnos unos tragos y pusimos música para ir calentando el ambiente.
No dejábamos de ver a Marce que bailaba y movía sus caderas dándole duro al tequila y cuando rotaba su falda se levantaba y un par de veces le vimos los calzones.
Daniel— Rica mi perra verdad?
Ella se le acercaba y lo besaba mientras Dani le agarraba las nalgas por encima del vestido, yo ya la tenía bien parada y se me marcaba el bulto, pues si bien la tengo normal 18 centímetros si la tengo gruesa, y el boxer flojo y el pantalón de tela suave deja marcar todo.
Un rato más y después de bailar con los tres ya estábamos bien prendidos entre licor, yerba y risas, yo seguía muy templado y me fui a la cocina a recargar los tragos, Marce me siguió con unas bandejas dis que para ayudarme a recoger. Se me acerco a la cocina que queda al lado, pero en un aposento aparte. Le digo que veo a Daniel está muy pasado de droga y guaro por lo que mejor se los hago mas suaves a lo que ella respondió.
Marce—Mas bien dale duro que así se pone cachondo para más tarde me coja, y me tomo de la mano para que inclinara más la botella de licor en su vaso, luego me agarro por las nalgas con una sonrisa picara mientras yo servía los demás.
—Así no se vale le dije, tu me puedes tocar a mí, pero yo a ti no…
Se volteo y levanto su vestido y me enseño esas hermosas nalgas mientras me decía, toca tú también si quieres.
Le pasé la mano y se las apreté un poco sintiendo lo firmes y carnosas que estaban mientras sentía como se me paraba la verga, se volteo, me agarro el paquete y sin soltármelo me dijo:
Marce—Ya mucho porque la tienes muy parada la verga y ya estoy antojada.
La agarré de la cintura y le propine un beso en la boca que le hacía llegar mi lengua hasta la garganta, ella me respondió igual y aproveche para agárrale las nalgas y rosarle su ano con mis dedos.
Estuvimos así unos momentos y ella se retorcía delicioso, me separe y le pregunte.
¿Nadie te ha culiado últimamente que no sea Daniel?
Marce—Solo he culiado con Anita mi prima, Daniel me deja hacerlo cuando ella llega a quedarse a casa y el nos mira, pero no participa. Pero yo quiero mamar otras vergas, aunque el no parece molestarle yo no estoy segura.
Me saqué la verga la tomé del pelo para que se la metiera en la boca y se la empuje hasta donde podía. Ella se la trago sin problemas unas cuantas veces.
Marce— Así quiero que me traten, como una puta.
Me guarde la verga, tomamos las bebidas y nos fuimos nuevamente a la sala donde Daniel y Mario.
Dani estaba como muerto recostado al sillón.
Marcelita se doblo mas de la cuenta para darle el trago a Daniel lo que dejo ver la punta de sus nalgas. Mario me miro después de semejante espectáculo con cara de cómplice y le di su trago.
Marce—Bailemos dijo y me pidió que subiera la música y empezó a perrear mientras trataba de levantar del sillón a Daniel.
Daniel—No habría los ojos y nos dijo: bailen ustedes con ella yo no soy bueno bailando dijo casi balbuceando.
Marcelita jalo a Mario y empezó a bailar con el contoneando las nalgas de manera muy sugestiva.
Marce trataba de reanimar a Daniel y no sé si por la borrachera o lo que fuera le tocaba las nalgas cuando ella se las ponía prácticamente en la cara como si nosotros no estuviéramos ahí. A ella eso mas bien la excitaba mientras que al agacharse le acercaba muy cerca del paquete de Mario que para ese momento ya era evidente que lo tenía bien parado.
Marce— Francco, venga, para que baile conmigo y me jalo y me puso las nalgas en el paquete mientras le daba un beso a su marido.
Ella se lo empezó a frotar, pero el ya no reaccionaba y solo permanecía recostado en el sillón mientras esa perra me seguía restregando sus nalgas y yo las tomaba fuerte de las caderas para que sintiera mi verga.
Le empecé a meter mano y le sentía la panocha caliente y húmeda sobre el hilo que llevaba puesto mientras Mario se frotaba la verga sobre él pantalón..
Ella se arrodillo y la saco la verga a Daniel y se la empezó a chupar para ver si se le paraba, pero él ya estaba desconectado.
Marce— Mi amor necesito verga despierta para que me culees y Daniel ni se movía, mientras ella metía su flácido y chico pene en la boca.
A ese momento ya Carlos le metía mano, le levanto el vestido y le amasaba las nalgas con una mano a lo que ella respondía haciendo movimientos circulares
Yo le corrí el hilo y metí un dedo en la vagina mientras trataba de sacarme la verga y ella respondió con un con un suspiro delicioso.
Mierda dije. Sonó el teléfono. Era Anita su prima.
Marcelita se levanto y contesto por el altavoz.
Marce—Donde estas? Yo acá con Francco y Carlos.
Anita—Aun en casa empezando a alistándome porque salí tarde llego como en una hora un poco más.
Marce— Pero ya casi son las once Daniel ya está borracho como muerto, no se le para y este par de maes están con la verga bien parada y quieren culear.
Anita— Pues culeselos a los dos y llego en la segunda ronda.
Marce— Bueno perra, soque acá la espero.
Marce—Ya oyeron voy a tener que atenderlos durante la próxima hora perros. Ayúdenme a llevar a Daniel al cuarto.
Lo levantamos entre los tres y lo dejamos en mi cama y de vuelta a la sala Marce me agarro y me empezó a besar como una puta mientras yo le agarraba las nalgas.
Marce—Yo se que te quieres culear Anita, pero primero yo te voy a sacar la leche.
Le quite el vestido por encima y Carlos no hacia mas que restregarle el gorro de su verga entre las nalgas, yo le agarraba las tetas y la seguía besando mientras ella habría mi pantalón para sacarme la verga.
Marce—Les voy a dar una mamada a los dos para sacarles la leche, pero nada más.
Se sentó en el sillón y empezó a mamar a Carlos, yo le tocaba las tetas y las piernas y la empecé a dedear y ella las habría mas para dejarme el camino libre a du vagina.
Ponte en cuatro le dije para verte bien ese culo.
Carlos a como pudo se quito el resto de la ropa y se sentó en el sillón mientras que ella de rodillas me ofrecía una vista panorámica de su vagina bien depilada y de su ano delicioso.
Empecé por clavarle mi lengua en su culo hasta donde podía llegar y ella se retorcía mientras yo me quitaba la ropa.
Marce— MMM que rico chúpame toda perro, chúpame como a una puta y volvía a meter la verga de Carlos en su boca.
Me incorporé y le empecé a frotar la verga entre los labios para humedecerla bien, se la empecé a meter despacio hasta que le llego hasta el fondo, no tiene la vagina muy profunda pues sentí donde le empujaba sus entrañas.
Marce— Pero no se supone que era solo una mamada? Lo dijo media seria pero no dejaba de jalársela a Mario.
Mario— Hoy te vamos a coger entre los dos y si no le contamos todo a Daniel.
Marce— Esta bien pero no le digan nada.
Le seguí dando por un buen rato mientras ella seguía tragándose la verga de Carlos, le solté un poco de saliva en su ano para meterle un dedo y Mario le presionaba la cabeza para que no la sacara de su boca.
Se empezó a retorcer riquísimo y sus piernas le empezaron a temblar mientras yo se la llegaba hasta el tope y le metía mi dedo grueso en su culo hasta la raíz.
Marce— MMM Tenía tiempo que no me venía tan rico.
Mario se tiró en la alfombra y la jalo hacia el para que lo cabalgara.
Mario— Ya sabes si nos lo haces bien no le contamos nada a Daniel.
Ella se monto sobre el y se trago la verga sin problemas y movía sus caderas de adelante hacia atrás dispuesta a sacarle hasta la ultima gota a esa verga mientras el le apretaba las tetas.
Yo me mojé los dedos con saliva y le metí uno en su culo y después de unos momentos le empuje el segundo por su culo.
Marce— Por ahí no lo he hecho nunca, ni a Daniel se lo presto.
Sin decir nada la empuje para que quedara pegada a Carlos y me puse detrás de ella para estrenarle su ano.
Marce— Que va hacer? Me va a doler.
Hoy serás nuestra puta le dije al oído y empujé mi verga adentro se su ano. Le metí solo la cabeza, pero empezó a ceder mientras Carlos la abrazaba fuerte para que no se incorporara.
Pasaron varias envestidas hasta que le entro toda una y otra vez y todo se dilataba rico.
Marce— No me la saquen, soy su puta no me la saquen que me vengo.
Empezó a convulsionar nuevamente mientras le dábamos y ella nos decía que éramos unos perros hijueputas. Le dimos un buen rato en esa doble penetración deliciosa y ella cooperaba en todo.
Carlos— Yo quiero probar ese culo dijo y nos dispusimos a cambiar de puesto.
Mientras Carlos le reventaba el culo yo la agarraba y le decía cosas sucias como si le gustaba ser nuestra puta y ella parecía volar en su excitación.
Marce— No te me riegues adentro que no quiero accidentes, pero en ese momento ya Carlos le bombeaba leche en lo mas profundo de su ya dilatado ano.
Yo— Ahora me la sacas con tu boca le dije, pero primero quiero hacerte algo más.
La levanté y la puse a la orilla del sillón y le llevé sus rodillas hasta los hombros.
Quiero que te toques mientras te reviento el culo he imaginas que es Anita la que te está mamando.
Se la empuje hasta el fondo de su ano desapareciendo hasta el ultimo centímetro de verga bien adentro, ella se tocaba el clítoris y se metía los dedos con desesperación mientras yo le veía su cara de perra excitada y me aguantaba para verla venirse una vez más.
Cuando sentí que había terminado su orgasmo la agarré del pelo se la metí en la boca y le disparé toda mi leche dentro de ella.
Ahora era yo quien convulsionaba y le metía toda la verga en la garganta dejándole toda mi leche bien adentro, ella me limpio completamente con la boca y caí tendido a su lado.
En ese momento me di cuenta que Mario nos tomaba fotos.
Tratamos de volver a la realidad, pero igual ambos le seguíamos pasando las manos por las tetas por las nalgas y por sus huecos que se veían deliciosamente dilatados después de semejante cogida, mientras ella no podía borra su cara de puta satisfecha.
Nos quedamos un rato tirados en el piso hasta que entro un mensaje de Anita diciendo que venía llegando.
Nos vestimos rápidamente, pero ella nos decía que le temblaban las piernas y tuvimos que ayudarle aponerse su hilo y su vestido.
Minutos después le abrí la puerta a Anita que lucia espectacular y nos sentamos a conversar como si nada hubiera pasado.
Luego empezaron una conversación entre ellas que les contare en la segunda parte del relato.