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Noche loca (Parte 1): Adrián

Soy Monique Leticia López, tengo 34 años y soy casada desde los 24 años, siempre fui muy recatada aun teniendo un buen cuerpo, era muy tímida y me costaba trabajo salir con chicos, ¡me casé en 2009 con Luis y todo parecía color rosa hasta el día que llegué a mi casa y lo encontré dándole a su amiga por atrás! Fue muy doloroso, a partir de ahí cambié, le puse el cuerno con mi amigo y aunque lo disfruté aún estaba dudosa de lo que hacía y hoy les cuento una de las primeras veces que comencé a volverme una fácil, ¡una zorra, una puta!



Era el año 2013, tenía problemas con mi esposo, ya estaba harta y para no discutir más salí con mi amiga Paula a un bar, ese día me quise ver coqueta, unos leggings negros ajustadísimos mis zapatos abiertos una blusa escotadísima y chamarra de piel, ¡así salí de la casa!



Llegamos al bar y pedimos una cubeta, tomábamos platicábamos y bailábamos, yo estaba prendidísima, quería olvidar todo con una borrachera, quería olvidar sus infidelidades y las mías, así que decidí perderme en alcohol. No muy lejos, dos mesas adelante, estaban dos tipos que no dejaban de vernos, uno era alto y el otro gordito, yo bajita la mano los incitaba al bailar, moviendo mis caderas y jugando sensualmente con Paula, hasta que uno se acercó y nos preguntó…



D: Hola soy Diego, nos gustaría bailar con ustedes



P: Esta bien amigo, ¡pero somos dos eh!



D: No hay problema nosotros igual



Él se puso a bailar con mi amiga y yo con su amigo de nombre Adrián, era alto, tenía una cara de pervertido que no podía con ella, por su parte adrián era llenito canoso y muy aventado, después de unas cuantas bailadas se pasaron a nuestra mesa y pidieron más cervezas. Estábamos muy divertidos, nos reíamos de todo, ¡ellos comenzaron tener más confianza nos abrazaban y nos arrimaban sus armas! Yo trate de evadir eso haciéndole la plática a Adrián, pero Paula estaba ya en pleno faje con diego, Adrián comenzó a acariciarme la pierna...



A: Que hermosa eres, ¡que excelente cuerpo tienes preciosa!



Yo: ¡Gracias! ¡Pero soy casada!



A: ¿Y una chica casada que hace sola aquí embriagándose hasta mas no poder?



El me besaba los brazos y sus manos ya estaban en mi ingle de pronto quise cortar eso con un baile, pero para mí mala suerte tocó música de reggaetón, ¡si esa música donde se pone el trasero en el pene del hombre, esa misma!, Me dejé llevar bailaba sensualmente con él, sentía como su miembro se endurecía, eso me motivaba a bailarle más, mis nalgas masajeaban su pene y el me acariciaba suavemente, eso me calentó mucho, pero mi cabeza me decía que era casad y tenía que huir.



Entre al baño y me moje la cara, estaba respirando tratando de controlar mis sensaciones cuando mi amiga entro…



P: ¡Oye que nos invitan a su casa a tomarnos unas chelas!



Yo: ¡Pero tengo que llegar a casa!



P: Solo un par, ¡además me cayeron bien!



Yo: A mí también, ¡pero Luis me va a estar llamando! No quiero más broncas



P: ¿Apaga tu celular solo unas chelas y que nos lleven a la casa como ves?



Yo: ¡Hay amiga está bien!



Llegamos a la casa, yo tenía el presentimiento que algo más pasaría, su casa era la típica de hombres solos, ¡todo hecho un desastre y con olor a cigarro basura y putas! Pero bueno pusieron música de jazz y nos dieron una cerveza y charlamos un rato, pero Diego y Paula ya intercambiaban besos, ¡eso me puso muy nerviosa ya que Adrián me estaba queriendo besar! Yo firmemente lo rechacé y entre al baño.



Al salir ya no vi a Paula y Diego, pero inmediatamente escuché sonidos de cama, ¡puta! Me dije a mi misma, ¡esta ya está cogiendo con el!, sabía que él no descansaría hasta tenerme desnuda, cuál fue mi sorpresa, Adrián salió de la nada y me abrazo por atrás, esta vez no me pedía nada, solo me besaba el cuello y me acariciaba las piernas repagándome su pene en mis nalgas.



Yo: ¿Qué haces?



A: ¡Chiquita que buena estas! ¡Me enloqueces!



Yo: Pero soy casada, ¡esto no está bien!



A: Ya nena déjate llevar tranquila, ¡sé que lo quieres!



El me besaba la espalda y me acariciaba las tetas, yo no oponía resistencia alguna, el sentir como s endurecía me excitaba y la adrenalina me invadía totalmente, ¡sentí como se bajó los pantalones y como dejo su enorme verga suelta en mis nalgas repagándomela el muy puerco!



Yo: ¡No! ¡Soy casada esto no está bien!



A: Que sabrosa estas, ¡déjame metértela poquito por favor!



Yo: Soy casada esto no es correcto, dios mío que grande!



A: También lo deseas, déjame penetrarte amor, ¡déjame hacerte gozar!



¡Bajo mi licra junto con mi tanga, sus manos como pulpo apretaban mis muslos y mis nalgas, su lengua recorría mis piernas hasta perderse en medio de mi par de grandes nalgas, yo estaba excitadísima y solo podía gemir, sabía que en cualquier momento seria penetrada por su verga grande flaca y dura!



Me reclino sobre el brazo del sofá, ¡me abrió las piernas un poco y puso la cabecita en la punta de mi vagina!



A: ¿La quieres a dentro mami?



Yo: No… no lo sé! ¡Dios mío!



Empezó a empujármela suavemente, yo cerré mis ojos y sentó como el me penetraba, me apretaba mis nalgas y me mordía el cuello “que rica estas” me decía mientras comenzaba a moverse, sus movimientos me excitaban más, la tenía grande y dura no muy gruesa, pero si dura, ¡yo comencé a moverme también para hacer más rico el momento!



A: ¿Leticia que rica estas o como te digo Moni?



Yo: ¡Ah! ¡Dime como quieras!



El me penetraba fuerte, me besaba la espalda y sus manos apretaban mis nalgas, sin sacármela él se sentó en el sofá y me pidió que me dejara caer en sentones, yo obedecí y lo hice así, cabalgaba su verga apretando mis nalgas y al mismo tiempo moviéndolas, el gemía del placer, ¡eso me prendía más y seguía moviéndome como licuadora!



A: ¡Que rica mami, muévete rico, eres una diosa!



Yo: ¡así que dura la tienes me encanta!



A: ¡Cómetela perra cómetela!



Me puso en cuatro en el sofá y me penetro con violencia, el sonido de sus testículos chocando me prendía, ¡los gemidos de Paula se escuchaban y me excitaban más!, ¡qué noche dios y que rico, le estaba siendo infiel a Luis nuevamente y lo estaba disfrutando mucho, el me penetraba tan rico, yo estaba toda empinada recibiéndolo y gozando a ese desconocido!



A: ¡Eres una diosa, que culo!



Yo: ¡Así papacito dámela toda! Que rico lo haces.



A: ¡Me vas hacer venirme nena, que apretada estas, dios mío!



Yo: ¡Que pene más rico, cógeme amor cógeme!



¡El me monto bien rico unos minutos más de pronto sentí como se convulsionaba y me llenaba de leche, lo peor es que no traía condón!, pero yo me comencé a mover mis caderas para hacerlo gozar más!



Yo: ¡Que rica leche dámela, dámela papi!



A: ¡Dios que rico!



El quedo agotado, yo me desnude completamente, quería más mientras lo besaba, le acariciaba su pene, lo tire en la alfombra y comencé a basarlo pasionalmente, baje por su pecho y me fui directo a su pene, el cual comencé a chupar, ¡lo chupaba como paleta y me lo tragaba todo! Él se retorcía como lombriz y eso me excitaba más.



A: ¡Nena que chupadora eres, me matas!



Yo: Disfrútalo bebe, ¡me encanta tu palo!



A: Mámamela nena, que buena y puta eres, ¡la mejor sin duda!



Seguí mamando su verga y cuando estaba decidida montarlo, Diego me tomo del brazo, Paula comenzó a besar a Adrián, Diego me acaricio el trasero me tomo de la mano y me llevo a su cuarto, ¡solo veía como paula cabalgaba a Adrián y supe que la noche sería muy larga!



Su amiga "Lety".


Datos del Relato
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