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Noche de Orgasmos en un Taxi

Hola, mi nombre es Karin y vivo en Lima. Esto sucedió cuando tenia 16 años. A pesar de mi corta edad mi vida sexual siempre ha sido satisfactoria. Desde los 12 años he tenido aventuras con enamorados de mas o menos mi edad. Esto fue así hasta que me metí a estudiar ingles en un instituto y me relacione con un profesor de ahí bastante mayor que yo, y desde entonces siempre he preferido a los hombres mayores que yo, sobre todo por que son más atentos y más preocupados por mi persona.

Bueno, lo que sucedió es que, como estudiaba ingles de 7:30 a 9:30 de la noche y al final de clases me quedaba conversando con mis compañeros, algunas veces tenia que tomar Taxis para llegar a mi casa. Muchas veces me daba cuenta que los taxistas miraban mucho mis piernas fingiendo ver el espejo retrovisor lateral. En lo particular siempre he disfrutado de ser un poco coqueta con los hombres. Me gusta mucho sentirme deseada, por lo que siempre mi guardarropa incluye falditas regularmente cortas que es lo que yo casi siempre uso; así que disfrutaba enormemente de que me fueran viendo mis piernas y de la cara que ponían cuando yo, fingiendo descuido, cruzaba mis piernas para que se me suba la faldita y pudieran ver un poco más.

El asunto fue que un día me decidí a seducir a uno de ellos. Para esto me prepare muy bien. Prepare una ropa muy coqueta, me puse una falda muy corta sin medias de color azul cielo y una blusa pegada y escotada de color blanco de material elástico que permitía ver el inicio de mis senos y la forma de mi sostén que eran de esos que juntan y hacen resaltar los senos, zapatos altos y una chamarra azul cielo a la cintura y desabotonada del frente.

Ese día salí mas tarde de lo habitual del instituto. Salí a tomar mi taxi como a las 10:30 pm y fuera del local espere a que pasara uno que a mí me gustara, mientras cerraban las puertas del instituto ya que fui uno de los últimos alumnos en salir. Después de elegirlo lo aborde y le indique a donde tenia que llevarme. Él era moreno claro, y de aproximadamente 25 años de aspecto agradable sin llegar a ser muy guapo. Lo primero que hice después de indicarle mi destino fue sacarme la chamarra y ponerme crema humectante en brazos y piernas, el inmediatamente bajo su mirada a mis piernas y comenzó a verme. Yo fingí no darme cuenta. Después comencé a decirle que la noche era muy bonita y que era una lastima que para mi ya fuera a terminar puesto que me dirigía a mi casa. Él me comento que si yo no tenia ese día ninguna invitación a salir de parte de mis amistades y yo le dije que no. Después yo le comente que si no tenia inconveniente en pararse en una tienda por que tenia sed y quería comprar algo de tomar. Baje y compre un six pack de cervezas y después regrese y subí al coche dejando que mi falda se levantara al hacerlo. Destape una botella y le invite a que me acompañara. El acepto pero me sugirió que lo más conveniente era que fuéramos a tomárnoslas en otro lugar más tranquilo si es que yo no tenia prisa. Yo acepte y se desvió un poco entre las calles saliéndose un poco del camino a mi casa parando junto a un pequeño parque publico con muy poca luz y que por la hora era muy poco transitado. Se veía solo alguna que otra pareja caminando a lo lejos.

Después de estacionarse el se giro en su mismo asiento y comenzamos a tomar nuestra cerveza y a conversar. Me pregunto mi nombre y yo le respondí que me llamaba Karin. Yo también le pregunte el suyo, su nombre de el era Antonio. Le conté que estaba en el ultimo año de la secundaria y que por las noches estudiaba ingles. Él me pregunto que si de verdad yo no tenia con quien salir ese día y yo le conteste que si, que me sentía un poco aburrida de tener que llegar a mi casa y dormirme, y que me había caído muy bien su compañía. Mientras tanto mi falda había subido un poco mas de lo normal y yo no hice nada por bajarla inclusive las mantenía muy cruzadas a pesar de que notaba que el no me quitaba la mirada de las piernas y trataba de ver sobre mi escote. Esto me tenia muy excitada ya que estaba disfrutando de su emoción. Podía ver como su bulto crecía bajo su pantalón mientras yo sentía como mi rajita se comenzaba a humedecer. El entonces ya había advertido cual era el juego, por lo que me pregunto si yo tenia novio y después de que le conteste que no y que de momento estaba sola (que era verdad en esos días), él me tomo de la mano y me dijo que no podía creer que una muchacha tan bonita estuviera sola y que no comprendía a los mas jóvenes de hoy que no sabían valorar la belleza de una mujercita; y después de mirarme a los ojos se fue acercando lentamente hasta darme un beso en los labios, primero muy tierno y después un poco mas fuerte y apasionado. Bajo su mano a mis piernas y comenzó a acariciármelas mientras me besaba. Comenzó a recorrer mi cuello después bajo un poco hasta el inicio de mis pechos. Después de besarme de nuevo en la boca me tomo de la mano y me la llevo a su pene que era de un muy buen tamaño, el cual podía sentir a través de su pantalón y yo con una mano lo libere y lo sentí hincharse en mi mano mientras yo le masajeaba de arriba hacia abajo. Después metí mi mano hasta sus testículos y les masajeaba suavemente. Él había subido su mano y haciendo a un lado mi ropa interior acariciaba mi clítoris y alternaba metiendome dos dedos que por la lubricación resbalaban fácilmente hasta el fondo. El me bajo por los hombros mi blusa y saco mis pechos los cuales comenzó a mordisquear suavemente y daba especial trato a mis pezones que para entonces ya estaban duros. Yo me sentía muy, pero muy excitada de estar con un desconocido en la calle y con la blusa y la falda enrolladas en la cintura. La situación de que pudiera pasar alguien y vernos me tenia doblemente excitada.

Después él me tomo de la nuca y bajo mi cabeza hasta que mis labios quedaron frente a su pene que para entonces se veía como una hermosa barra de chocolate que yo no tarde en meter en mi boca y disfrutar de su sabor y su textura. Antonio con sus manos me tomo de la cabeza y ayudaba a que subiera y bajara con su pene en mi boca. Después cuando él sintió que estaba por chorrear su néctar dentro de mi garganta me separo suavemente y de su guantera saco un preservativo y me pidió que se lo pusiera. Entonces me di cuenta que estas situaciones él las vivía continuamente, pero sin comentar nada se lo coloque. Él me recostó en el asiento y después de separarme un poco mi ropa interior se recostó sobre mí y pude sentir como toda su hombría entraba en mi de un solo impulso arrancándome un suspiro de dolor mezclado con placer al sentir todo su aparato abrirse camino entre mis entrañas. Entonces él me dijo "estas disfrutando putita" yo le conteste con voz entrecortada que si y después él empezó a entrara y salir moviendo su cadera en circulo mientras con la boca chupaba mis erectos pezones mientras yo le tenia sujetado de sus nalgas empujándole mas adentro de mí. Después me dijo " te gusta mi verga putita" y yo conteste que me encantaba, que tenia una hermosa pinga, baje una de mis manos por atrás de mi pierna y con mis dedos masajeaba sus testículos mientras él suspiraba de placer. Estaba la verdad que como loca, me sentía muy excitada y no pude resistir mas y tuve un orgasmo muy intenso que inclusive me hizo sentir mareada. Después de reponerme sentí que él me levantaba las piernas con sus brazos y metía más rápido su pene en mi vagina que estaba escurriendo jugos por todos lados. Esta situación hizo al poco tiempo que mis caderas de nuevo comenzaran a convulsionarse y le enterrara mis uñas en su espalda; él advirtió que me venia de nuevo otro orgasmo y terminamos juntos muy agitados abrazados y besándonos apasionadamente como no queriendo que se terminara el momento.

Después de incorporarnos y componer nuestras ropas platicamos mientras nos bebimos un par mas de cervezas. Yo le conté que quería estudiar medicina y que vivía con mis tíos. Él me dijo que tenia 27 años y estaba casado desde hace 8 años, que se caso muy joven y que tenia dos hijos y que esperaba que esto no me hiciera salir corriendo, a lo que yo le conteste que no veía por que y que no me interesaba, que de echo yo prefería a los hombres mayores que yo. De esta forma transcurrieron unos 20 minutos, tiempo en el que mientras conversábamos yo no había hecho otra cosa que masajear y acariciar su pene por encima de su ropa hasta que sentí que recuperaba su dureza y estaba listo de nuevo, por lo que tome la iniciativa y me hinqué frente a el y tras sacar su pene de su pantalón le empecé a chupar su hermoso trozo de carne morena y dura con muchísimo cuidado. Primero por la punta con mi lengua y después metiendolo y sacándolo por completo una y otra vez de mi boca. Mientras tanto él tenia metida su mano por arriba de mi escote y con sus dedos pellizcaba suavemente mis pezones los cuales mandaban pequeñas descargas de placer hasta mi cosita que estaba deseosa de sentirlo de nuevo. Él me bajo de nuevo la blusa y levantando mi falda me coloco en posición de perrito y con la cabeza fuera del taxi por la ventana. La sensacion de peligro de esatar con un desconocido y sobre todo en la calle producian un increible ambiente morboso y super excitante.

Se coloco atrás de mí y comenzó a pasar su pene recorriéndome desde mi clítoris hasta mi culito, lo que me tenia muy caliente y yo pare un poco mas mi trasero para que pueda apreciar mis dos orificios. Le pedía que por favor ya me penetrara, él empujo poco a poco su pene dentro de mi rajita (esta vez sin condón) y pude sentir de nuevo su preciosa barra de carne entrar y desaparecer dentro de mí. Estaba excitadísima. Nunca imaginé tener una conducta tan liberal y fuera de prejuicios y temores y comportarme como una verdadera hembra sedienta de sexo. Saber que había sido yo quien tomara desde el principio la iniciativa de conquistarme a aquel hombre me tenia fuera de control. Temblaba constantemente sintiendo pequeños escalofríos en todo mi cuerpo cada vez que él empujaba. Sus manos recorrían mis senos o daban continuamente masaje a mi clítoris por lo que después de un rato sentí de nuevo como mi vagina se contraía de placer y tuve otro orgasmo mientras bajaba mi mano por entre mis piernas y le apretaba suavemente sus testículos que estaban hinchadísimos. Él me dijo entonces "puja mamacita que ahorita te voy a dar por el culo hasta que te lo deje escaldado". Yo me sentía muy lubricada entonces el tomo uno de sus dedos, lo coloco en mi ano y lo empezó a meter lentamente sin dejar de empujar su miembro dentro de mi vagina. Después el saco su pene y lo coloco en la entrada de mi ano. Suavemente comenzó a enterrarme su verga mientras yo le tenia tomada una de sus manos. Era muy excitante sentir todo aquel enorme pedazo de acero entrar forzadamente en mi ano. Después que estuvo hasta dentro se quedo quieto por unos instantes permitiendo con esto que me acostumbrara a su aparato. Después él comenzó a entrar y salir dentro de mí mientras yo sentía como la cabeza de su miembro me tocaba hasta los intestinos, él mientras me masajeaba el clítoris y yo le masajeaba por entre mis piernas sus testículos. Antonio aumento el ritmo de su ir y venir, y yo sentí que me venia otro orgasmo. Él al darse cuenta de esto me sujetó con mas fuerza y acelero sus movimientos hasta que sentí sus chorros de leche inundando mi culito y saliendo parte de ellos escurriéndose por mi rajita mientras yo caía después de este ultimo orgasmo rendida de placer y feliz por verme atrevido a disfrutar de una experiencia tan audaz y excitante como la que hasta entonces no había vivido.

Fue lo mejor que me pudo pasar, después de recuperarnos y vestirnos terminamos nuestras cervezas y nos fuimos camino a mi casa. Pero yo me sentía bastante inquieta por lo acontecido, me había gustado tanto la experiencia vivida que lo obligué a detenerse de nuevo en otro parque público para repetir la experiencia una vez mas. Cuando llegue a casa ya eran las 3 de la mañana y en casa de mis tíos nadie noto nada extraño. Algunas veces mas nos vimos Antonio y yo pero él insistió siempre en que lo mejor era que fuéramos a un Hotel por comodidad y seguridad. Pero la verdad es que cuando más disfrute fue cuando lo hicimos en su auto en la calle y con la presión de que pudiéramos ser descubiertos en cualquier momento por lo que después de un tiempo nos despedimos definitivamente y jamás supe nada mas de él.
Datos del Relato
  • Autor: Karin
  • Código: 11890
  • Fecha: 25-11-2004
  • Categoría: Hetero
  • Media: 5.7
  • Votos: 61
  • Envios: 17
  • Lecturas: 2041
  • Valoración:
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