Podría decirse que conozco a Lorena desde siempre, somos amigas de la misma edad, desde pequeñas, hemos ido al mismo colegio, hemos compartido multitud de momentos buenos y malos juntas, nos lo contábamos todo , o casi todo....hasta hace 1 año no descubrí que me gustaban las chicas tanto como los chicos. Al principio no sabía cómo decírselo, pero a los pocos meses de asimilarlo le hablé de mi bisexualidad y nada cambió entre nosotras hasta estas navidades. Decidimos irnos de viaje solas y una noche, salimos por discotecas y bebimos un poco más de la cuenta, pero éramos conscientes de nuestros actos, simplemente, el alcohol nos desinhibió. Habíamos estado bailando trance juntas, pegadas en la discoteca, con movimientos muy obscenos a los que no eran indiferentes nuestros observadores más cercanos. Hay que decir que ella nunca ha sentido algo muy especial por ningún chico, ni tampoco deseos sexuales con ninguno de ellos , aunque en ningún momento mencionó ser lesbiana, sin embargo yo lo intuía. Tras salir de aquella discoteca, fuimos directamente a la casa que nos prestó un amigo que conocimos en nuestro viaje, donde tuvimos que compartir habitación y una misma cama. Empezamos a tontear, ella se acostó abrazada a mí acariciándome las piernas entre risas. Ello me sorprendió, porque a mí ella me atraía pero Lorena nunca se había mostrado tan abierta a pesar de que yo intuyese desde tiempo atrás que también yo le podía gustar al menos algo por la forma en que me miraba y me sonreía y los roces que siempre teníamos.Por supuesto, aproveché la ocasión, y me dispuse a acariciarla a ella tambien, pero no me detuve solo en sus piernas, subí hasta su entrepierna pero ella se asustó ligeramente, necesitaba ir más despacio. No me dijo que no quisiese nada conmmigo, sino que le daba miedo que "despues de" se estropeara nuestar amistad. La calmé y sin pensarlo 2 veces la besé y sé que le gustó, no se atrevía a pedirme otro beso pero tampoco dejaba de abrazarme, así que repetí el beso, esta vez con lengua, y me excité muchísimo, no podía creerme lo que estaba pasando, siendo que ella siempre había sido tan reservada... entonces parece que se animó y comenzó a besarme ella a mí con iniciativa propia y me dijo que no entendía por qué pero que le estaba gustando todo...así que intenté de nuevo avanzar con mi mano aunque esta vez comencé por debajo de su camiseta para acariciar sus pechos, sentí cómo se estremecía, se dejó hacer, por lo que con mi otra mano avancé por su pierna hasta la entrepierna de nuevo, y como esta vez no opuso resistencia , acaricié su sexo por encima de su braguita , y cuando la sentí caliente y ella ya recorría también con sus manos todo mi cuerpo, introduje 2 de mis dedos bajo su ropa interior y comencé a acariciar su vulva notando su enorme humedad mientras seguíamos besándonos con frenesí. Había llegado el momento, tenía que empezar a acariciar su clítoris, ella jadeó y yo la acompañé, eso me puso muy cachonda, añadiendo el hecho de que podían escucharnos desde la habitación de al lado nuestros amigos o incluso entrar en nuestra habitación y pillarnos en plena faena. Todo ello aumentaba con creces mi morbo. Nos terminamos de desnudar la una a la otra y le dije que la iba a masturbar, pareció sentirse cohibida de nuevo, pero su estado de excitación era tan grande que pronto se dejó llevar y se dejó hacer sin prejuicios ni pudor. La masturbé con habilidad según me dijo, y a juzgar por su bestial orgasmo. Despues ella trató de masturbarme pero yo estaba demasiado caliente , me tocó unos segundos y me corrí, llevaba mojada demasiado tiempo para poder esperar más. Descansamos un rato, no pudimos dormir ( recordábamos lo que acabábamos de hacer) y al rato, nos entraron las ganas de repetir, y me bajé hasta la mitad de la cama, separé sus piernas y hundí mi cabeza en su sexo, se lo comí todo, cómo gritaba con mis lametones, mientras le agarraba las tetas ...al recordar todo esto me mojo, es inevitable, llamadme viciosa si quereis pero no lo puedo evitar, me encanta el sexo, lo reconozco. Por cierto, tras esa noche, hubo unos días en que la noté un tanto cohibida pero pronto se le pasó e incluso repetimos otras veces, y nuestra amistad no se ha deteriorado, de hecho, se ha hecho más fuerte, ahora no solo nos conocemos como personas sino tambien en la cama, en la intimidad, por lo que nuestra unión es más fuerte, y cuando me acuesto con un chico, se lo cuento las noches que dormimos juntas y eso la calienta tanto como a mí el contárselo...