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Noche de alcohol y apuestas

Hola a todos, me presento, mi nombre es M soy de Guadalajara México, esta historia que les voy a contar sucedió cuando tenía 22 años, actualmente tengo 27, mido 1.70 metros, blanco, cabello negro, complexión robusta, un gran trasero y soy muy velludo, barba completamente cerrada y bigote. Todo un osito vaya.

Era un día tranquilo, en la universidad  estaba corriendo el semestre muy relajado, no era época de exámenes ni de entrega de trabajos así que tenía tiempo para masturbarme toda la tarde si así lo quería.

Se me ocurrió descargar una aplicación de citas gay para la comunidad amante de los osos, puse una foto de perfil "discreta" , ya que solo mostraba mi barba y mi pecho blanco peludo con uno de mis pezones rosadito completamente erecto.
En ese momento que descargue la app no esperaba salir como pizza y llegar en medía hora caliente y listo a la habitación de alguien. Si quería coger, obvio, pero ser un poquito más selectivo.
Comencé a platicar con algunos usuarios, y hubo uno en especifico con el que hice clic de inmediato, tiene una descripción física muy similar a la mía, blanco muy peludo, 1.72 de altura, robusto solo que los vellos de el son entre castaño-güero y de ojo verde, el ya es mayor que yo, creo 32 años según recuerdo, su nombre es R.
De inmediato intercambiamos números de WhatsApp y comenzamos a tener una platica muy agradable, alejada del ámbito sexual, con algunas insinuaciones leves para ir tanteando el terreno.

Pasaron algunos días y yo iba saliendo de la escuela como las 8 de la noche. En eso le mando un WhatsApp a Ricardo
M- hola peludo, ¿que haces?
R- estoy pensando en pedir una pizza y ver alguna película, aunque la pizza es mucho para mi, porque estoy solo.
M- mira, pues puedes compartirme de tu pizza, y yo llevo algunas cervezas. ¿Que te parece?
R- perfecto, aquí te esperó. Te mando ubicación.

Llegue corriendo a mi casa a darme una ducha, me puse un pantalón que marcaba perfectamente mi bulto y mi trasero, una camisa con escote pronunciado que mostraba mi pelo en pecho y salí corriendo. Pase por la tienda a comprar las cervezas y tome taxi para llegar al domicilio de Ricardo.

Cuando llame a su puerta aparece el envuelto en una toalla acababa de salir de tomar una ducha. Yo quedé con la boca abierta, el es un oso con toda la extensión de la palabra, su pecho y abdomen peludo, una gran barba y bigote, y esos ojos verdes preciosos. Quede en trance y el obviamente lo noto.

R- Hola, ¿cómo estas? Pensé que eras el repartidor de pizzas y ve las fachas que me encontraste.
Me da un abrazo efusivo y siento su bulto repegarse en mi. Me estremeció. En eso llega el repartidor, Ricardo paso a ponerse  ropa a su habitación.

La cena transcurrió tranquila, estuvimos platicando y nunca pusimos la película, la conversación y las cervezas nos fueron envolviendo hasta que se terminaron cuando ya era de madrugada, salimos a la tienda a comprar más.
En el trayecto a la licorería yo lo observaba detenidamente a traves del espejo, ya se le notaba un poco el alcohol que traía encima y se veía tan cachondo y varonil, enfocado en el camino que me exitaba solo de verlo.

Cuando llegamos a su casa yo estaba acomodando las cervezas que recién compramos y el se puso de pie detrás de mi para "ayudarme" con lo que estaba haciendo, pude sentir toda su masculinidad  repegada en mis nalgas que yo solo cerré los ojitos y levante el trasero para poder disfrutar, el solo sonrió y se fue a la cocina.
El muy canijo sabia como ponerme caliente.
Nos pusimos a la mesa a seguir tomando cerveza y platicar, entonces me dice, vamos a jugar "uno" que es un juego de cartas, y quien pierda se va a tener que quitar una prenda. Acepte inmediatamente, no podía perder la oportunidad de ver a tremendo macho pecho peludo desnudo nuevamente. Pero para mi desgracia quien perdió la mayor cantidad de partidas fui yo. El solo estaba sin camisa y yo ya estaba a un bóxer de estar completamente desnudo.

R- Parece que está será la última partida, ya no tienes nada más por apostar- Y soltó una risa burlona
M- ¿Qué te parece si en esta última ronda apuestas toda tu ropa?
R- No me conviene, yo estoy a un juego de ganar, ¿qué mas me ofreces a cambio?
M- un beso apasionado.
R- Ammm no, sigue sin convenirme, ese lo puedo obtener cuando yo quiera, justo ahora por ejemplo.

Se acerca a mi y me da un tremendo beso. Pude sentir como su lengua invadía cada centímetro de mi boca, y como chocaba contra mi lengua. Su barba y bigote me raspaban pero eso me prendía Inmediatamente tuve una erección, al fin un gran macho me hacía sentir que ya era suyo. Deja de besarme y me dice.

R- ves, eso fue muy caliente. ¿Qué más me puedes ofrecer, si me quieres ver desnudo?
M- te ofrezco un masaje.
R- ¿Con final feliz?
M- Solo el masaje.
(el noto que yo seguía algo cohibido así que tomo la iniciativa para cambiar eso)
R- vamos a apostar esto. Si yo gano, te vas a tomar un shot de tequila, y si tu ganas me sigo desnudando.
M- va, me parece muy bien.

Continuamos con nuestro juego, y todo el ambiente se sentía super cachondo. Yo seguía insistiendo en querer ver a ese macho completamente desnudo, y el me quería mas ebrio.
Las siguientes partidas fueron más equitativas, ganaba el, ganaba yo. No se si se dejaba perder a propósito pero ya solo quedaba mi hombre en bóxer y yo más ebrio y cachondo que nunca.

R- en la siguiente ronda, ambos vamos a apostar un shot de tequila muy especial. Si gano, yo me tomaré el shot.
M- pero ese es castigo para ti y no para mi.
R- A espera un poco, lo que pasa es q el shot me lo tomere de tu espalda baja. Te vas a poner en posición de sentadilla con tus manos en las rodilla, y te vas a ir poniendo el tequila en la espalda, y yo lo voy a estar esperando abajo.
M- ¿y si yo gano?
R- tu te tomas el shot, como tu quieras.
M- te pones el tequila en tu pecho, y yo lo espero abajo.
R- me parece excelente.

A estas alturas del juego la baraja ya estaba super delgada, lo que queríamos era que terminarán las partidas super rápido y pasar a los "castigos"
En esta última ronda yo gané, y me tomé el Tequila directo de su pecho. Se alcanzó a escurrir algo hasta su bulto, baje hasta ahí, y solo pase mi lengua sobre su bóxer.
Su pene ya estaba más que erecto aparentaba tener muy buen tamaño, pero sobretodo, estar muy grueso.
Después decidimos que el tomaría su premio sin necesidad de jugar la siguiente ronda.
Me puse en cuclillas y me puse el tequila en la espalda, con el listo esperándolo abajo, en eso me baja el bóxer y pasa su lengua entre mis nalgas, recibiendo todo el tequila. Terminé yo de poner el tequila en mi espalda, pero el no se detuvo, continuó con su lengua pasándola por toda mi espalda y bajaba hasta mis nalgas hasta q siento q comienza a lengüetear mi culito. Yo solo solté un gran suspiro.

R- ¿Todo bien?
M- Más que bien. Haces magia con esa lengua.

Continuó con su labor, la forma en la que este hombre movía su lengua era celestial. Sin detenerse de hacer lo que hacía, me condujo hasta el sofá para estar más cómodo, ya que mis piernas temblaban de la posición y la sensación que me estremecía.
Comenzó a introducirme un dedo en el ano. Me dolió un poco y trate de sacarme.

R- no mames tienes el culito muy apretado, hasta parece que no has cogido en un rato.
M- justamente eso, tengo como 5 meses que no cojo.
R- pues que rico que estuvieras reservando este culito tan apretadito para mi.
M- todo tuyo mi rey. Cogeme como quieras.

Continuó con el beso negro que me estaba dando y me llevaba al cielo, alternando los dedos que me iba metiendo en el culo.

Después de un rato me pone de pie, besandome todo el cuerpo deteniéndose en mi oído, no hay algo que me caliente más, que tener a un macho caliente, peludo detrás de mi, y sentir su lengua y su respiración en mi oído, junto con esa barba que me raspaba todo.

Mi macho seguía en bóxer,  se lo quite y al fin pude ver esa verga que tanto quería saborear, efectivamente no era enorme

Pero si muy gruesa, estaba inclinada un poco hacia la izquierda y lucia brillosa por el líquido seminal que ya arrojaba a chorros.
Lo empuje levemente para que cayera sentado en el sofa, el puso sus brazos tras su cabeza, y una sonrisa de lo más cachonda y pícara que existe. Ahí lo tenía, sentado, desnudo, brazos gruesos tras su cabeza, sonrisa pícara, peludo, barbón, y la verga apuntando al cielo y lubricada, esperando por mi. Todo eso era mío y para mi disfrute. Me lanze sobre el a darle la mejor mamada que él haya recibido. Tenía un sabor neutro, olía un poco a sudor y jabón. La saborie de arriba a abajo, le hice garganta profunda y el solo resoplaba y gemia, estaba disfrutando tanto como yo.

Me detuvo y me dijo

R- Vente a mi habitación, que ya no aguanto las ganas por cogerme ese culito.

Me abrazo por la espalda y nos dirigimos a la habitación.
Me lanzó a la cama y caí boca abajo, se subio tras de mi y me lleno de saliva el culito, se puso en posición y se acostó sobre mi, movía levemente su cadera para que su pene fuera entrando suavemente. Mientras me seguía chupando el oído. Hasta que lo metió completamente, se quedó quieto por un momento y yo comencé a apretar el culito y las nalgas.

R-no mames, que rico se siente eso que estas haciendo. Ahhhhhh que ricooooo!!! Esperate poquito que así me vas a hacer terminar pronto.

Me detube y el comenzó con su movimiento de caderas, lento y sensual hasta que fue subiendo su intensidad, solo de recordar el sonido de sus huevos al chocar con mis nalgas me vengo en un órgasmo tremendo.

Cambiamos la posición un par de veces. Hasta que terminamos en el clásico perrito,  estaba dándome duro cuando me dice, ya mero termino, quiero que hagas eso que hacías y me aprietes tan rico para terminar. Y así lo hice, volví a apretar el culito y las nalgas pero le añadí un sensual movimiento de caderas, y a la vez el me masturbaba, no tardamos mucho con esos movimientos, cuando ambos explotamos en un gran órgasmo. El grito y me apretó las nalgas con sus manos mientras se venía, y yo solamente pude clavar mi cara en el colchón ahogando mis gemidos mientras también me corría a chorros y podía sentir su verga dentro de mi como se ponía más gruesa en cada chorro de semen que me arrojaba dentro de mi culito.

Se quedo acostado sobre mi hasta que su pene se fue poniendo flacido y salió.
Por el alcohol y el cansancio no nos movimos de ahí, y nos quedamos dormidos abrazados embarrados en nuestros jugos... Lo que pasó a la mañana siguiente es otra historia...

Datos del Relato
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