No se traga para nada los cuentos chinos la bellisima como encantadisima chica que es asistente de la sala de profesores, cuando ve que la están rondando los compañeros de trabajo, especialmente el chico que trabaja en el departamento de registro que está muy caido pero perdida como locamente enamorado por ella. Un sábado por la tarde estan los dos solitos aprovechando que la universidad solamente se encuentran dando clases, no pierden para nada el ángulo ni las expectativas de hacer en un breve momento el amor, le ponen cerrojo a la puerta de la misma sala; la chica se desabrocha la blusa al quitarse solamente el brazier por igual se quita el pantalon y el panti para acostarse en el sillon, recibiendo de mil maravillas al chico que trabaja en registro que esta desnudo del estomago para abajo igualmente acostandose en el sillon para masturbarla y hacer un poco de sexo que no tienen oportunidad de compartir divinamente en la semana. Al besarla en su cuello y oídos hasta sus ricos y maravillosos senos originales como apetitosos que estan en su punto como muy condimentados por la esencia natural de la chica de la sala de profesores.

Se los besa, lame, chupa hasta se los mama sabrosamente al tenerla a la vez, masturbandosela por varios tiempos magistrales al sentirse como emocionarse colopsal, poderosa, voluptuosa, deleítada, apasionada, glorificante hasta extraordinariamente atraída igualmente apasionada por la entrega que le da su chico galante que conoce y es su mejor amigo como compañero de trabajo. Se viene tanto la chica de sala de profesores como su compañero de trabajo que quedan tendidos pero con la mano en el cabello del chico y el en sus senos al manocearselos y acariciandoselos gratificantemente. Hablandole coño no me vinistes con cuentos chinos contados sino que lo demostrastes con creses eso me gusta que los hombres compartan y me traten de esta manera.