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¿ No querías polla ?

Óscar bebía una copa tras otra como si no hubiera un mañana. Alejandro le aconsejó que se lo tomara con calma. Habían quedado los dos junto a la novia de Óscar, la Tere para tomar algo juntos. Los dos trabajaban en la misma empresa. Óscar de 23 años era mozo de reparto. Alejandro de 35 por su parte desempeñaba la labor de jefe de estadística. Óscar era delgado bajito y frágil; por su parte Alejandro tenía un porte elegante. La música disco era atronadora, casi se tenía que gritar para entenderse.

– No pensaba que vinieras tío, es que sabes tío, un tío como tú… ya sabes – dijo Óscar con la boca pastosa.

– Lo dices porque estoy en las oficinas, pues oye me gusta salir con los amigos, además todos los trabajos merecen un respeto, a ver si te sacas el carnet y quizá más adelante puedas hacer de chofer. Sabes, al menos he salido y me lo paso bien, la mujer ha sido comprensiva. Es difícil salir, el pequeño tiene dos meses y necesita cuidados. Tu novia es muy guapa, sabes… hacéis buena pareja. Pero no bebas tanto. Ve a bailar con tu novia -dijo Alejandro.

– No me gusta bailar, que se divierta ella -dijo Óscar después de dar otro trago-. La verdad es que llevamos dos años juntos, ella le va bien, hace un mes ha empezado en una peluquería, lava cabezas, barre y eso. Flipo con ella, ha empezado a tomar la píldora, los condones eran un jodido empreño -dijo orgulloso.

– ¡Cuídala mucho!

La Tere tenía 19 años, no sobrepasaba el 160, pero era corporea, con curvas, de grandes tetas, culo respingón subido. Cara de rasgos marcados y unos ojos azul metálico. Su vestimenta era peculiar, esa noche vestía falda vaquera corta y una camiseta con motivos fosforescentes. Pintada como un loro. Su pelo de media melena estaba teñido de rojo sangre.Bailaba alegre, cada giro del baile se levantaba algo su falda dejando ver un culo entangado rojo.

Desde la trasera Tere era observada por el cabezilla de los que eran llamados los serpientes (jóvenes de unos 23 años). El cual llevaba tatuado en su cuello una serpiente, rapado como los otros dos componentes. Su cuello era de toro, alto, fornido. No tardó en localizar el objetivo, bailó con la Tere casi toda el tiempo.

Ojo avizor Alberto avisaba a Óscar, el cual ya iba borracho perdido, de que llamará a su novia. En un momento dado Tere y el chico del tatuaje quedaron fuera del campo de visión de Alberto. Se levantó y la buscó un rato entre la gente.Solo pudo ver como dos individuos rapados de la misma semejanza que el que bailaba con Tere estaban apostados en la puerta de los baños, intimidando cuando alguien quería entrar. Confuso miró a un chico como pidiendo explicaciones, el cual con una fuerte carcajada le dijo:

– Están cubriendo a su compañero. Se nota que no está acostumbrado a venir por estos sitios.

– No entiendo por qué tienen.

– Pues entre y verá la mandanga – respondió con una estridente risotada.

Alejandro tras la mirada retadora de los dos cabezas rapadas entró. Había tres urinarios y tres habitáculos con wateres uno de los cuales tenía la puerta abierta. Vio como Tere era empotrada de cara a la pared, de pie con ambos brazos se apoyaba en la paredes. El chico la machacaba en cuatro. Ya estaba en los últimos estertores de la follada, cada mete saca sonaba como un latigazo. En una de sus manos el chico tenía un móvil, se estaba grabando, incluso arqueaba algo la cintura para tener un buen primer plano. Entonces uno de los que montaba guardia dijo:

– Dame el móvil, yo te grabo, así puedes terminarla a gusto.

El otro chico se colocó en el baño colindante subiéndose encima del retrete, le fue pasado el móvil y con el pulgar arriba en señal de tener un buen ángulo de visión. La Tere fue recolocado ya que su posición había bajado.

– Levanta el culo nena – dijo el chico mientras la ayudaba a coger otra vez la posición idónea-. Así, así ahora saca más el culete – dijo mientras alineaba su polla en la entrada del coño.

Una vez posicionada abrió las nalgas con los pulgares con energía. Miró arriba hacia su compañero para asegurarse de que era un buen primer plano de coño abierto. En esta posición la aguantó unos veinte segundos. Colocó su polla en la entrada y mirando a cámara hizo la señal de victoria. Embistió con rabia, no le costó mucho llegar al punto de éxtasis anterior a la maniobra de filmación.

– ¡ Decías que querías rabo ! – dijo el chico mientras la bombeaba- ¡ Pues toma! ¿ Te gusta ? ¿La quieres más adentro?

– ¡ Sí ! ¡ Sí ! Me gusta… ¡Ohhhhh! ¡ Dame, dame… no pares… sigue así…!

Las tacadas se volvieron más y más contundentes, Alejandro ni se había dado cuenta que en el baño había otro señor de unos 45 años el cual también miraba. Era todo un espectáculo ver como se la tiraba, ella llevaba su tanga bajado hasta los tobillos al igual que los pantalones del chico. Los dos observaban como el chico sobreexcitado le propulsaba embates eléctricos. Así pues entró en la fase final asentando bien sus piernas, sus nalgas se contrajeron y vino la descarga, la cual para una mejor toma se corrió en retroceso, justo en la entrada del coño, lo cual hizo que la lechada fuera más impresionante de cara al vídeo. Los dos quedaron estáticos, él con la polla clavada. Miró arriba al cameraman y sacó lentamente su polla, le volvió a abrir las nalgas y su compañero tomo un primerísimo primer plano del coño goteando. Tras ese lapso de tiempo el otro chico hacía cola tras el que había follado, ya llevaba la polla erecta sacada, por lo que al retirarse el gallito de la pandilla dijo:

– Siguiente.

Sin dejar tiempo a reaccionar Tere ya tenía otra polla en su trasera, apenas se había incorporado y ya tuvo que volver a apoyarse en las paredes.

El desconocido maduro se acerco a Alejandro y dijo:

– Ni siquiera saben saborearla, mira se la tiran sin despelotarla, solo levantándole la falda.

Volvieron las embestidas, en cada mete saca había un chapoteo sonoro, debido al semen acumulado de su anterior amigo. También estaba excitado al limite. Arriba seguía filmando el otro; el que la había follado estaba echando una meada sonoro en el otro baño disponible. Entonces tocaron a la puerta del baño, se habían asegurado que nadie entrara incluso con Alejandro y el otro dentro. Entonces dijo el que filmaba:

-Machácala ya, tenemos visita.

Seis contundentes bombeos hicieron que el chico deslefara, también lo hizo dentro.

Se abrió la puerta, entonces el fornido portero de la discoteca dijo:

-¿Qué pasa aquí? Todos afuera. ¿ Quién es esta chica?

Tere se bajo la falda, por sus muslos corría un hilillo de semen.

Alejandro llego a la barra, donde Óscar estaba como una cuba. Entonces vio como el otro señor del baño hablaba con la Tere. Alejandro sobreprotector fue hacia ellos, entonces el señor le dijo.

-No tiene con qué irse, y yo no tengo coche.

-Yo la llevo -dijo Alejandro.

– Le acompaño si no le importa contesto el otro.

Cuando pasaron a recoger a Óscar este había desaparecido, entonces los dos se dispusieron a acompañar amablemente a la Tere.

Salieron a la calle y subieron a al 4×4 de Alejandro. Tere y el desconocido en el asiento trasero.

– Vaya alivio esa música estaba a todo trapo. Por cierto no me he presentado. Me llamo Carlos. Entonces conoce a esta pillina – dijo mirando a Tere, la cual estaba algo abotargada.

– Su novio, trabaja conmigo, pero se ha esfumado, yo tengo mi mujer sola con el niño, no puedo esperar más.

– Sé lo que es eso, los míos ya van a la universidad. Aquí donde me ves tengo 50 años, aunque dicen que no los aparento. También he salido porque estaba aburrido en casa, mi mujer ha tenido que salir de viaje. Hay que ver esta juventud – dijo mirando a Tere de forma paternal-. Te han dado bien, ¿ te has quedado a gusto?

– Si… Bueno, me he desmadrado algo mi novio no… no… – dijo Tere entre bostezos.

Carlos era entrecano con presencia física de ojos vivaces, gastaba perilla señorial lo que le daba un porte aristócrata.

– A que te dedicas – preguntó Carlos.

– Ingeniero de logística – dijo Alejandro con tono de satisfacción – ¿ Y tú ?

– Dirección de banca – respondió con voz engolada – La verdad es que está noche tenía pensado pagarme una puta, es lo más práctico. Pagas, follas y punto. Oye, esta chica se ha dormido.

– Ha tenido meneo, es normal…

Carlos le subió la falda a Tere y dijo alarmado:

– Esta chica te va poner pérdida la tapicería, la lefa le traspasa las bragas.

– No jodas… tendré que llevar a limpiarlo.

– Mejor vete al descampado de las afueras y…

– ¿ No pretenderás…? La verdad que es apetecible pero… -contestó desconcertado Alejandro.

– Su coño está lleno, pero le queda el conducto bucal y el anal – dijo Carlos a la vez que encendió la luz del techo y abrió su bragueta y se sacó una polla en erección.

Alejandro sobresaltado por la impresión de la luz miró por el retrovisor, impresionado dijo:

– ¡ Vaya pedazo tranca que manejas!

– 20 en enrabe 100% aunque lo que les impresiona es su grosor de 19,5 de diámetro. Y si te digo les «impresiona»es porque me he tirado a muchas hembras en mi vida – dijo Carlos con soberbia mientras daba pajotazos a su polla.

– Espera a que lleguemos al descampado al menos, llamamos la atención.

Alejandro atravesó el polígono y aparcó en una parcela vacía. Carlos ya le había subido la camiseta y liberado el sostén a unas potentes tetas. Tere empezó a despertar.

– ¿ Qué… qué… pasa ?- preguntó Tere enfocando su mirada a la polla de Carlos -. Joder, vaya, no jodas… Hoy estoy…

– ¿ No querías polla ?

– Yo… yo… qui… – intentó contestar con voz pastosa, pero Carlos ya había atenazado su nuca y empotrado la polla en la boca.

Alejandro encendió un cigarrillo y observó como Tere intentaba abarcar la polla de Carlos. Apenas podía abarcarla con boca. Sus mejillas estaban al rojo vivo; sus ojos azules iban dilatándose; de sus fosas nasales salía mucosidad. La mano de Tere agarró los testículos de Carlos, el cual colaboró bajándoselos hasta los tobillos. Una vez liberados los huevos los masajeó. Carlos emitía sonidos roncos de placer.

– ¡ Cómo aguanta la jabata ! – dijo Alejandro notando ya su polla erecta y echando caladas largas al pitillo -. Esto lo quiero yo también para el recuerdo – y saco su móvil para enfocarla en un primer plano.

– ¡ Cómo gozo ! ¡ Ohh! ¡ Qué puta eres nena! – dijo Carlos liberando la nuca de ella.

En consecuencia Tere cogió aire, le costaba respirar, con la otra mano empezó un pajeo, no podía acapararla, tuvo que poner su otra mano y lo pajeo a dos manos. Carlos daba resoplidos y dijo:

– Voy a terminar, ¿tragas, nena?

Entonces Tere tras unas respiraciones largas cogió aire y se engulló el cipote hasta donde pudo. Carlos explotó en la boca de ella.

-¡ Dios ! ¡ Dios ! ¡ Dios ! qué buena- exclamo Alejandro sin dejar de grabar.

Incrustada la polla en la boca de Tere por sus comisuras salían hilillos de semen, su boca hacía dedicas glup, glup. Carlos berreó como un toro, e tragar hasta terminar en una respiración larga. Entonces Tere con los ojos llorosos salió afuera y con sonoridad, como si hiciera gárgaras sin ningún líquido intento expulsar los restos de su garganta.

– También te dedicas a hacer vídeos con los móviles por lo que veo – dijo Carlos con su polla medio erecta palpitante.

– Tranquilo solo era un plano corto, no sale tu cara- dijo Alejandro Enseñándole el vídeo.

– ¿ No la vas a terminar? – preguntó Carlos con el dio móvil en disposición de volver a filmar – te veo deseoso, ¿ o solo vas de voyeur ?

El ego de Alejandro se vio herido y con decisión salió. La Tere estaba agachada escupiendo. La abrazo de forma tierna y caminaron hacia el capó, entonces Carlos de repente encendió los faros, quedaron cegados. Ella se tapó los ojos deslumbrada. Carlos ansioso le dijo:

– Agárrate al parachoques

Ella como un autómata obedeció. Tuvo que cerrar otra vez los ojos al estar tan cerca de los faros. Carlos ya salió con el móvil de Alejandro en las manos. Agachada Alejandro le subió la manchada falda por su trasera. Ladeó el hilo del tanga y le abrió las nalgas. El coño aún le goteaba semen. Estiró más la zona anal.

– ¿ Haces el culo ?

– He empezado no hace mucho – dijo Tere.

– A por la trasera – dijo Carlos con el móvil a punto.

Alejandro se bajó los pantalones, abrió las nalgas de Tere y escupió sobre el ano. Ansioso atacó el ano. No consiguió mucha profundidad, rabioso y deseoso empezó a cachetear las nalgas. Ella emitió quejidos y suspiró entrecortada.

– ¿ No entra ? – preguntó Carlos.

– Está cerrada de cojones – dijo volviendo a escupir.

Volvió a insistir en un segundo ataque. Tras un aullido de Tere la polla quedó medio clavada.

– Me cago en la puta, no puedo hacer el mete-saca y estoy por correrme. En ese momento Tere cansada se dio la vuelta y quedose sentada sobre el parachoques. Fue cuando Alejandro apoyó su glande en el tabique nasal de Tere y deslefó como un poseso. Quedó embadurnada. Se levantó a tientas con los ojos cerrados los cuales estaban llenos de lefa pegajosa. Carlos y Alejandro mearon a la par antes de entrar en el 4×4. Ya de vuelta a casa Tere volvió a quedarse dormida. Carlos le devolvió el móvil. Y dijo mirando a la Tere:

– ¿ No querías polla ? LASTIMA DE JUVENTUD

FIN

Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 10
  • Votos: 2
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1892
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