Hola a todos, les voy a contar mi historia pero antes les digo me llamo Mariela, tengo 19 años y soy una chica muy bien parecida, soy alta, delgada, mis medidas son 90-58-90 tengo unos preciosos ojos grises. Hace casi dos años, en la secundaria tuvimos que hacer un trabajo en parejas y me puse con mi novio Alejandro. A la tarde del día siguiente fuí a su casa a hacer el trabajo, entramos a su habitación, allí estaba la computadora y empezamos. Duramos 4 horas y media en terminarlo, eran a penas las 5:00 pm. Noté que el miraba mucho, me abrazaba y besaba mi cuello, estaba algo nervioso. En eso llamó mi madre a preguntarme a que hora me podía recoger, Alejandro le dijo que pasara a las nueve y luego me preguntó que si quería ver la tv en su habitación y le dije que si, fuímos y nos recostamos en la cama y nos tapamos con una manta.
Luego de media hora el comenzó a besarme y a acariciarme la espalda y la cintura, yo acariciaba su cabello y su pecho. Me dijo: Eres preciosa y seguía besandome, luego paró y se quitó la camisa. Le pregunté que que hacía y me dijo: ¿No quieres? no hay nadie en la casa pero podemos dejarlo así. En realidad yo estaba caliente y le dije que si, el siguió y me empezó a desnudar y me dijo una vez mas: eres hermosa y me besó los pechos, luego siguió bajando hasta llegar a mi conejito, que chupó hasta hacerme correr, sentí que me iba a desmayar, los dos estabamos temblando y su verga ya estaba creciendo bastante y le dije: ¿quieres que te la chupe? me dijo que si, en realidad no sabía como hacerlo pero me dejé llevar y a él le gustó mucho, luego me besó de nuevo, me acostó boca arriba con las piernas abiertas y se tumbó encima, penetrandome con cuidado, sentí un poco de dolor pero me encantaba y empecé a gemir y a decirle: mas duro bebé, mas rápido, así.
El me obedeció y fue algo maravilloso, ahi si que casi me desmayo, me dijo que rico coñito tienes y empezamos a decir frases obscenas que nos exitaban mas, muevete papi, mételo todo, mas rápido, no aguanto mas, así, parteme en dos, cójeme duro---si mi perrita, te voy a dar duro, te voy a llenar de leche zorrita, se que así te encanta. Y así, hasta que llegamos al orgasmo casi al mismo tiempo, fue un orgasmo descomunal que jamás voy a olvidar. Fue maravilloso. Luego nos quedamos profundamente dormidos, pues aun había tiempo. Luego de esa primera vez, sucedió muchas veces mas y sigue sucediendo, porque aun sigo con Alejando y lo amo y lo deseo mas cada día.