... me apoyé en la pared mientras él se ponía debajo de mí chupándome el coño, paró, me miró y dijo "lo tienes de color naranja" me había decolorado el poco pelo que tenía, siguió chupándomelo y que bien lo hacía, tenía una lengua criminal tanto que inevitablemente me corrí en su boca, se puso detrás de mi, me arqueó un poco la espalda y me la metió, estaba tan excitada que entró fácilmente mientras Sandra estaba agachada delante de mi comiéndome el coño.
Aquella sensación fue impresionante, sentir como él me follaba agarrándose a mis caderas, empujando más y más fuerte, cogiéndome los pechos de vez en cuando y apretándolos con fuerza y ver como ella entre mis piernas me comía el coño, le dije que subiera y Sandra se colocó de delante de mi, me agaché un poco más y me puse a comerle el coño, estaba también muy excitada ...
Él paró y me colocó de rodillas apoyada en el wc y a ella encima de mí, ahora nos tenía a las dos a su antojo, empezó con Sandra e iba cambiando, me la metía a mí y después a ella, menuda polla tenía estaba roja a punto de estallar, cada vez nos daba más fuerte, no paraba de follarnos como un loco a las dos y a nosotras nos gustaba mucho, los gemidos se podían oír en todo el pub, además era sospechoso tres personas gimiendo en un servicio durante un par de horas, oíamos que la gente tocaba la puerta, pero nos daba igual estábamos muy metidos en lo que hacíamos.
"Ponte a cuatro patas encima del wc" me dijo, me coloqué y él empezó a follarme, muy duro y muy fuerte, estaba a punto de correrse, Sandra se había colocado entre mis piernas, pero por detrás y ahora con lo que jugaba era con mi culo, me metió un dedo y lo iba moviendo al compás que marcaba el chico marcaba, entonces él empezó a hacerlo más rápido y antes de correrse, me sacó la polla la metió en mi culo, no me dolió y allí se corrió entre fuertes espasmos.
Nos miramos los tres y nos echamos reír, el servicio estaba lleno de vapor, los tres sudando a chorros y el era tardísimo, yo tenía que irme a trabajar, pues entraba las siete. Nos vestimos, nos besamos por última vez y cuando salimos en la puerta de los servicios había un montón de gente, que se echó a reír e icluso aplaudió.