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Categoría: Confesiones

No es tiempo de ilusiones

Hola mis lectores. Despues de muchas lunas vuelvo a escribir, esta vez una situacion muy puntual y pasajera de como las ilusiones se esfuman. Como ya les habia contado anteriormente, me separe de mi esposo y vivo actualmente con mi hija. La vida despues de mi solteria no ha cambiado mucho. Sigo siendo la misma, entre una y otra relacion ocasional. Como todos los dias me dirigi a trabajar. Soy funcionaria estatal en una entidad importante y dentro de mis funciones es la de atender al publico. Resulta que un buen dia, llamo el ticket de atencion y se acerca un muchacho simpático, como de unos 24 a 26 años, alto, y empiezo la atencion con la consabida frase: buenos dias, tome asiento, en que le puedo ayudar; buenos dias señorita contesto. Señorita?  muchas gracias por eso, pense dentro de mi. - Mire, vengo por que me han enviado un mensaje sobre una declaracion que debo hacer y yo la verdad no se como es esto. Esta es la primera vez que tengo que hacerla, me puede ayudar. - Claro, me permite leer el mensaje. Me alcanzo su celular y era algo para mi sencillo, trate de explicarle como hacerla, pero para ese muchacho era como hablarle en chino. - Usted cree que me pueda ayudar?, por favor. Ese por favor, sono como a suplica y me salio el instinto de servidora. - No te preocupes. Salgo y te ayudo a hacerla desde tu celular. Me pare y acercandome a el, empece a ayudarlo. Para su mala suerte la conexion a internet estaba malisima y no se podia avanzar, y para variar se cayo el sistema del aplicativo. El sentadito mirandome y yo de pie ligeramente agachada para explicarle. Estaba poniendose incomoda la situacion. - Sera por que es la primera vez que lo hago, pregunto? - No, no es eso. Es que  mira, lo siento, se nos cayo el sistema. Que te parece si me dejas tu numero de telefono y cuando se haya restablecido el sistema te llamo y ya sin hacer cola vienes conmigo y lo hacemos. Le di un papelito en el que me anoto sus datos. Entonces te llamo Sergio, le dije despues de leer su nombre en el papel. Se puso en pie y si pues, mi vision no me habia fallado, era alto, facil me llevaba unos 15 centimetros y estaba bien puesto no mas. Lo vi alejarse. No pasaba ni diez minutos que intentaba e intentaba verificar si nuestro sistema ya estaba operativo para poder llamarlo. Segui con mis labores, pero con el pendiente de llamar a Sergio. Como a las dos horas nos avisaron que ya estaba solucionado el inconveniente, asi que tome mi celular y le marque. Alo Sergio?, te habla Carla, estuviste conmigo hace unos momentos, por tu declaracion, mira ya esta todo ok, puedes venir si deseas para ayudarte. - Mire, ahora estoy con un tema, pero tal vez mañana me apersone. Te busco siempre en esa ventanilla verdad. - Si, aqui me encuentras, te acercas y ya te reconozco y te ayudo. Disculpa mas bien por los inconvenientes. Me quede pensando a que hora del dia siguiente vendria para ayudarlo. Esa noche estuve dandole vueltas al asunto. Lo agregue a whatsapp para ver su perfil y tenia una foto en la playa. Me prendi un poco. A la mañana siguiente, despues de ducharme y vestirme, veo un mensaje de wsp. Era de el. Disculpe que la incomode, pero ayer en la tarde la mama de un primo me ayudo con la declaracion. Igual queria agradecerle por su amabilidad y avisarle que no ire por la oficina. Muchas gracias por su predisposicion a ayudarme.  A pesar de mi desanimo, producto del mensaje leido, atine a contestarle: no te preocupes, que bueno que ya la presentaste, aunque me hubiera gustado ayudarte. Que tengas un buen dia. Igual para ti, gracias,  y un pulgar arriba fue la respuesta. Termine de vestirme y sali para iniciar un nuevo dia de trabajo. La mañana transcurria como todos los dias dentro de la monotonia laboral propia de una oficina estatal. De pronto timbro mi celular. Era el. Me alegre. Le pedi permiso a la persona que estaba atendiendo para contestar. Hola, me preguntaba que estabas haciendo?. Trabajando Sergio, conteste. Bueno solo llamaba para saludarla, se me ocurrio y ya. Te parece si me llamas a las cinco que ya dejo de trabajar, es complicado hablar por telefono mientras atiendo al publico. Ok. Te llamo mas tarde. Para que me llamaria?. Me parecio extraño, pero igual me puso contenta. No llamo a la hora pactada, pero si lo hizo cerca de las 10 pm. Conversamos de todo un poco como si nos conocieramos de tiempo. Cerca de cuarenta minutos en el celular. Era raro. Su conversacion si bien era de un muchacho de su edad, tambien era centrada y coherente. Era agradable conversar con el. Y asi dia a dia fuimos conversando y conversando, me enviaba mensajes de buenos dias, de no trabajes tanto, de ojala te toquen solo mujeres o señores viejos y feos, de descansa, te lo mereces. Me gustaba y me ponia de buen animo leer sus mensajes. Hasta que llego el dia que imaginaba. El dia que me dijo para salir a dar una vuelta. Me puse nerviosa, y lo primero que hice fue decirle que no pasara por mi a la oficina sino que nos veamos en una cafeteria o algo asi. Fue una tarde/noche divertida, llena de sus ocurrencias sobretodo. Me llevo a casa, y al despedirse en la puerta, mientras el taxi estaba esperando, me robo un piquito. Ni me retire ni me hice la ofendida. Te llamo llegando, me dijo. Fue un dia maravilloso a tu lado. Cuidate Sergio, me gusto mucho pasar tiempo contigo. Sergio me estaba moviendo el piso como no lo hacia nadie hace ya bastante tiempo. Yo le doblaba la edad, pero no parecia importarle ni a mi tampoco, sin embargo, habia algo dentro de mi que me decia Carla no hagas mas locuras por favor. Seguimos así como tres semanas, entre que me llamaba y mensajeaba, cada vez, estos mensajes eran mas subidos de tono y mas explicitos. Era ese juego lindo de los enamorados que empiezan una relacion. Me sentia muy bien y alegre. Amor, ya me trataba asi, te parece si salimos a bailar?. Hacia miles de años que no iba a bailar. Acepte. Pero me quede pensando luego en el que diran de la gente al verme con un muchacho tan joven, y no es que se me vea vieja pero igual era notaria nuestra diferencia de edad. Me arriesgue. Paso por casa a recogerme, estaba con su jean y una polera negra, oliendo riquisimo. Me saludo con un beso en la mejilla, abrio la puerta del auto, subi. Me mato con ese detalle. Asi me gustan los chicos, que sean siempre atentos. Cerca de la 1 am de la madrugada, Sergio me tomo de la cintura y besandome apasionadamente me dice para ir a un lugar mas discreto. No conteste, solo segui besandolo. Pago la cuenta, y en su auto me llevo a un hotel con cochera. Entro al sanitario, segun el para miccionar. Cuando salio lo recibi de pie, nerviosa, ansiosa. Me miro fijamente a los ojos me tomo de la mejilla y me beso introduciendo su lengua en mi boca, mientras sus manos acariciaban mis nalgas. Me levanto suavemente de la cintura y me echo sobre la cama, desabotonando mi blusa y oprimiendo mis senos. Yo solo lo veia, No decia nada. Me saco la blusa y el brasier y se llevo uno de mis senos a la boca, jugueteando con mis pezones y succionandolos de rato en rato. Solo atinaba a mirar el techo, mientras el se habia dado maña para desabotonarme el jean y empezaba a bajarmelo. El bajaba lamiendome desde los senos hasta mi vientre y seguia llegando hasta mi vagina. Se sentia delicioso el aliento calientito en mi vagina humeda y deseosa. Lamia mi clítoris y metia su lengua dentro de mi vagina, mientras yo le acariciaba tiernamente el pelo. Termino de sacarme los pantalones, ayudandolo con los zapatos de tacon que llevaba puestos. Se incorporo y bajandose los pantalones dejo frente a mi a una verga maravillosa. Un ejemplar digno de admiracion y esto que yo ya habia visto decenas de ellos, asi que salivando como pude me lo empece a introducir metiendolo lo mas posible dentro de mi boca, y por los gemiditos que Sergio daba sabia que lo estaba disfrutando. - Carla, eres una experta bebe. Que rico que lo mamas. Con ese pedazo de carne en la boca, conteste apretando fuerte su pene como queriendo partirlo. Se hizo hacia atras, me hizo dar vuelta dejadome en cuatro sobre la cama, con afan abrio mis labios vaginales mientras acercaba su pene y sin más empezo a metermela. El mete saca me arrancaba chillidos de placer. Mas fuertes de lo que normalmente me sacaban. Mis pechos en sus manos apretandolos sin cesar y mis pezoncitos eran pellizcados y sus caderas golpeteando en mis nalgas haciendo que su verga se hundiera repetidamente en mi vagina. Me tomo de la cintura y como si fuese una caja me hizo avanzar un poco como para poder acomodarse de rodillas detras de mi sobre la cama. Abrio mis piernas, levanto un poco mi pelvis y empezo a metermela otra vez. No termines por favor, implore. Me la saco. Lo bese mucho y me recoste de espaldas sobre la cama. Lo atraje hacia mi mientras levantaba y rodeaba su cintura con mis piernas. Me la encajo una vez más. Esperaba el momento en que me llenara de esa refrescante lechesita. Mientras miraba a aquel muchacho de 26 años que me estaba cachando maravillosamente. Ese impetu de los muchachos estaba siendo plasmado en el polvo que me estaba dando. Su rostro sudoroso, sus gestos amatorios y mi cara de placer eran testigos de la arrechura que me estaban quitando. Yo estaba a punto de soltar un nuevo orgasmo, asi que gimiendo fuertemente lo tome de sus muslos agarrandolos fuertemente y atrayendolos hacia mi, con tal fuerza que le clave las uñas, mientras Sergio derramaba el preciado liquido seminal dentro de una ya trajinada vagina, sin preocupacion de causar vida, pues ya la menopausia habia hecho su trabajo. A pesar de haber eyaculado a borbotones, no me la sacaba y seguia con el vaiven por inercia supongo, hasta que en una de esas la saco derramandose el semen en las sabanas. Estaba alli con mi cuerpo maduro desnudo, sudoroso, poseido como nunca por un joven muchacho tres años mayor que mi hija. Por un momento senti envidia de mi hija, pensando lo bien que la pasaria con su enamorado. Te gusto amor?. Demasiado, conteste. Estando de cucharita, intento dirigir su pene aun erecto hacia mi anito. Empujo pero no fue posible. No se si por lo grueso que era y yo ajustaba de nerviosa o por que ya la ereccion estaba bajando. Me nalgueaba suavemente. Sergio, te prometo que para la siguiente me lo haces por ahi y ya de paso me preparo un poquito, si?. Como tu digas Carlita. Eres maravillosa amor. Suspire complacida por el cumplido y por el polvo que me habian dado. - Llevame a casa por favor. Mi hija se va a preocupar, ya debe ser tarde. - Bebe, y vas a ir a la mañana deportiva de tu trabajo, esa que van a hacer en Chilina? - Como sabes tu de eso ahh?? - Es que tengo un primo que me ha dicho para ir a jugar futbol. Es el hijo de una tia lejana que trabaja ahi tambien, ella me ayudo con la declaracion. Si te comente bebe. - Si, pero no me dijiste que fue una colega pues. Entonces que te parece si voy, ya que no tenia pensado ir, y terminando la mañana deportiva nos vamos por  ahi. - Carla, no voy a poder, es que no voy a ir solo. Voy a llevar a mi enamorada. - Mi enamorada. La palabrita me retumbaba en la cabeza. Ahh ok. claro, vas a estar ocupado. Trate de no mostrarme confundida. Bueno igual ire, jugare voley, pero no creo que ganemos. - Es que tu sirves para jugar en otras canchas pues bebe. - Que estas insinuando Sergio. Mi tono de voz cambio a uno serio. - Nada amor, no te enojes. Es que te envie a un par de amigos para que los atiendas y nada. Uno incluso tuvo que hacer dos veces la cola para que le tocara en tu ventanilla, pero dicen que nada, que los atendiste normal no mas. Y conmigo no fue asi. Y probablemente otros seran igual de afortunados que yo. Y tan seriecita que te vez alli atendiendo. – Contigo, contigo, no se que paso, fue, bueno crei que fue algo especial. Ya veo que no. Te equivocas conmigo, pero no importa. Intento contestarme, pero una voz desde afuera y el golpeteo en una de las ventanas de madera de la habitacion indicaba que estaban pasando para cobrar el servicio de habitacion. Sergio, se paro, dejandome ver su verga colgando. Era muy buena, claro que si y me la habia comido buen rico. - Entre lo de la discoteca y el telo, ya se me fue el monto de la devolucion que me van a dar. Pero valio la pena hacer el tramite, dijo. Sabia que una vez mas me habia equivocado, que mis ilusiones se habian quebrado al escuchar que tenia enamorada, que una vez mas saldria de un cuarto de hotel satisfecha pero vacia, que tendria que inventar una excusa para darle a mi hija, agg un sinfin de cosas otra vez. Mientras acomodaba su billetera en el pantalon, mi instinto de mujer lupanaria salio a relucir. Total, si ya las cartas estaban echadas, si una vez mas ya me toco perder, al menos habria que disfrutar lo maximo posible de la derrota. - Oye amor, ya que no habra una siguiente, te parece si me dejas disfrutar de tu amiguito una vez mas. Me miro con cara de sorpresa, No se la imaginaba. Creo que todo lo que me dijo era para decirme chau, fue un gusto, adios. Y yo ahi, diciendole para echarnos otro polvo. Lo recoste sobre la cama, empece a chuparsela, ese sabor saladito del semen me encendio nuevamente, se le puso tiesa y dura. Me puse como de cuclillas de espaldas a el, mientras con mi mano iba direccionando ese trozo palpitante hacia mi culito. Senti su glande en mi hoyito y segui bajando. Con la presion mi culito fue abriendose dando paso a la verga de Sergio. Gemi. Es que era imposible no hacerlo. Y con valor por mi orgullo lastimado, empece el vaiven de arriba abajo sintiendo como entraba y salia esa tranca de mi culito. Me dolia no lo negare, pero era tan rico sentirla y sobre todo teniendo yo el control del ritmo y la velocidad. Lo estaba disfrutando. El supongo que tambien. No me importaba. Estuve asi un rato y sentía que las pantorrillas me quemaban (ni en el gym hacia ese esfuerzo). Para mi suerte, Sergio se fue incorporando hasta ponerse detras mio y de perrito empezo ahora el a llevar el control del mete y saca. Gemia cada vez mas, esos ahhh interminables, ahogados con suspiros. Mi amor no pudo mas. Me empezo a estrellar literalmente su pelvis contra mis nalgas, tanto asi que ya estaba al borde de la cama. Me sujete como pude del borde. Era inevitable. Estaba a punto de terminar. Un ultimo empujon y ese chorrito caliente dentro de las entrañas, anunciando el final feliz. Que placer me habia procurado este aprovechado. Como pude me di vuelta. Lo bese. Me beso. Nos recostamos. - Imagino que ya no me llamaras verdad. Oye amor, fue muy bonito. Y no te preocupes que el gasto del hotel te va a servir para tu devolucion del proximo año. Rei burlandome. - Las cosas que dices. Es mejor que las cosas sean claras Carla. Yo tengo mi enamorada, y esa relacion tiene futuro, no puedo arriesgarme mucho. Me entiendes no? - Si, si. Lo se. De mi parte, no te preocupes. El sabado en la mañana deportiva si nos vemos ni nos conocemos ok. Por favor, se discreto. Deja de mandarme a tus amigotes con la posibilidad de que pase algo. Yo no soy asi. Esto fue una excepcion. Una agradable excepcion. No dijo nada, me acaricio la mejilla, me beso y se levanto de la cama rumbo al sanitario. Mire el celular. Las 4 de la mañana. Dos mensajes de mi princesa, preguntandome a que hora llegaria. Me levante tambien, buscando mi brasiere y mi calzon. Antes de ponermelos, me limpie los rastros de semen con las sabanas. Me vesti. Sergio salia del sanitario a medio vestirse. - Me llamas un taxi por favor. Yo lo pago, no te preocupes. Solo sacame hasta la puerta y de ahi me voy. No dijo nada. Ni por cortesia me dijo te llevo. Hablo por el telefono dandole mi direccion al taxista. En tres minutos esta llegando me dijo. Le ayude a acomodarse la camisa y la polera. Nos quedamos frente a frente. Me acerque mas. Le di un beso en los labios. Me gusto mucho conocerte Sergio. Ojala te vaya muy bien en tu relacion. Quiso decirme algo, pero le puse el dedo en sus labios impidiendole hablar. Le tome la mano. Vamos, ya debe estar por llegar mi taxi. Salimos en su auto, pasando la puerta del hotel, sobreparo. Mientras abria la puerta del copiloto, le palmee el muslo diciendole, si el proximo año necesitas ayuda con tu declaracion, ya sabes donde encontrarme. Cerre la puerta y empece a caminar hacia el taxi que ya estaba esperando. Senti el ruido del motor acelerando. No voltie. Salude al taxista con un buenos dias y me deje caer en el asiento posterior. El dolor de ese senton involuntario me hizo volver a la realidad. A lo adolorida que me dejo la ilusion de mis años. Camino a casa, pensaba como afrontaria verlo el proximo sabado con su enamorada en la mañana deportiva. Entre a la casa con sigilo para no despertar a mi princesa. En unas horas a bañarse y salir a hacer el mercado como toda ama de casa. Total era un nuevo dia.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 10
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Comentarios


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2 comentarios. Página 1 de 1
Rodrigo
invitado-Rodrigo 31-07-2024 20:03:51

Hay trabajadoras muy atentas. Pero la mayoría son muy creídas y soberbias

Martin
invitado-Martin 30-07-2024 16:12:44

Ojalá, algún día tenga la ducha de ser atendido por su persona. Suelo ir con frecuencia a sus oficinas. Tratare de adivinar cual es usted mientras espero mi turno.

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