Acostumbrado el mismo decano de ingeniería que cuando entra a su oficina la secretaría de derecho para entregarle o bien para saludarlo o despedirse lo encuentra sinverguenzamente con el zipper de su pantalon abierto y un poco pronunciado salido la punta de su pene que esta absolutamente enorme y paradito como un gran perro caliente que me hace avergonzarme pero me excita con mis pensamientos pecaminosos, lujuriosos, carnales, indecentes finalmente faltantes a la honra como respeto por la misma secretaría de derecho. Un buen día le pregunto por pura casualidad disculpe profesor digame y conteste con toda la sinceridad que usted me dispone cuando yo entro a entregarle sus llamadas recibidas o para darle los buenos días como al despedirme me falta completamente el respeto al tener el zipper abierto de su pantalón observandole algo descubierto la punta de su pene que me empieza a saborear como un grandioso perro caliente que quiero comermelo a punta de mamadas y chupadas simultaneamente por mi boca lo hace intencionalmente o a propósito para que caía en sus redes de levanton y conquistador empedernido de sus subordinadas que trabajan con usted o quiere cogerme para actos sucios sexuales y juegos de camas clandestinos como prohíbidos entre personas casadas.
Quedandose callado y pensativo con su mirada el decano sentado en su silla le responde sinceramente me he estado insinuandome porque quiero entablar una relación más que de trabajo y de amistad con usted esplendoroso en contornos anatomicos y poses reverensialmente enamoradisimo como alocadores que no puedo controlarme ni siquiera no puedo resistirme quiero confesarselo desde hace tiempo desde que comenzo a trabajar en el decanato de la escuela de derecho y ciencias políticas. Atonita la secretaría de derecho queda después de escuchar la confesión que le hizo el mismo decano de ingeniería frente a frente en la oficina del mismo, sin saber como actuar y reaccionar ante este acontecimiento sucitado de repente como sorpresivamente que la trastorno a tal nivel que quedo petrificada y paralizada de pies a cabeza, disculpandose que tengo que continuar con mi trabajo y saliendo de la oficina del decano de ingeniería para asimilar como se dirigira de hoy en adelante con el trato y la comunicación laboral como personal con el decano de ingeniería por parte de la dudosa y respetadísima secretaría de derecho al testificar propiamente las relevelaciones confesadas igualmente admitidas verbalmente por el propio decano de ingeniería con respeto a su sentimientos personalizados a parte de los profesionales....