Otra noche más en la morgue, pasillos sombríos y fríos, silenciosos y 
solitarios.
Emiliano está solo, su compañero, Bictor, no fue a trabajar, 
según él se le presento un problema familiar.
A Emiliano no le importa en lo mas mínimo estar toda la noche solo entre
cadáveres; su actitud y conceptos, que para mucho es motivo de miedo,
le genera un gusto mórbido por las artes mortuorias.
En su adolescencia perteneció a una secta llamada “Los disipulos de afrodita”,
como él les cataloga ahora, fue entonces donde descubrió su apasionamiento
por estos temas que fueron matizados por la música hevy metalo 
electro, lecturas de los relatos de necrofilia, zoodofilia y otras cosas más.
Es muy solitario, habla poco, es difícil intuir que esta pensando, solo 
conversa abiertamente con dos personas tan o más extrañas que él llamada 
Namiko y Miwa, sus mejores amigas.
No tiene novia y es huérfano de padre y madre, los cuales murieron cuando
el tenia algo mas de 7 años.
Ya pasan de las 3 de las madrugada del sábado, todo estaba muy callado,
Emiliano leía “cuentos de intriga y terror” era la 10cima vez que lo hacia
en menos de 5 meses, estaba el cuento llamado “entierro en vida” que trata,
como tantos otros escritos por el autor, de casos de catatonía y entierros
en vida, vaya.
En los pasillos comenzó a retumbar el gritar frenético de unas ambulancias,
varios camilleros, cuerpos quemados, desmembrados, el olor a carne quemada
dominó los corredores de inmediato, uno de los camilleros gritó: 
- ¡Oye! Emiliano, aquí te traemos un poco de chicharrón.
- ¿De donde traen tantos cuerpos quemados, un incendio? 
- En verdad son unos 150 cuerpos, los demás están en otra morgue,
pero ya no cabían allí y te trajimos unos cuantos. 
- ¿Donde fue el incendio? no me has dicho. 
- Fue una explosión de un camión gasolinero en la autopista, se dice que 
fue una balacera de dos vehículos la cual provocó la explosión.
Ya habían ingresado algo más de 15 cadáveres, cuando sacaron el cuerpo de
una jovencita que no estaba quemado. 
- ¡Hey!, Emiliano, ven a ver esto, no todo es chicharrón.
- Emiliano observó el cuerpo, no tenia quemaduras, ni golpes externos, 
la joven aparentaba tener unos 18 o 20 años, era de piel clara, cabello
rojizo, estaba vestida con ropa de piel, al parecer conducía una motocicleta,
ya que entre sus pertenencia relucía un casco, el cual tenia pintado un 
cráneo azul envuelto por una rosa negra, también se notaban dos abolladuras
producidas por balas, las cuales no traspasaron el casco, pero talvez 
produjeron un fuerte impacto en el la cabeza.
Ya todos los cuerpos estaban engavetados, y listos para ser examinados.
-Emiliano volvió a su habitual y placentera rutina.
-Muerte por quemaduras de tercer grado, politraumatismo craneal, asfixia,
 hasta que llegó ella, la desnudó, su cuerpo quedó al descubierto, solo 
tenia unos cuantos laceraciones.
-Era extraño, su cuerpo conservaba un leve tono rojizo en las mejillas y
los labios, lo cual no es habitual en un cadáver.
-Inclusive, su piel estaba fría pero no al grado común para su estado, 
la causa mas probable de muerte debe ser algún golpe interno producido en
el accidente, tal vez una caída o el impacto de las balas que aunque no 
traspasaron el casco pudieron causar un fuerte golpe.
-Emiliano la observó, vio sus partes intimas, sus senos, esos muslos, una 
piel suave, era una bella mujer, que a pesar de su estado se veía muy bien;
recordó el largo tiempo que había pasado desde que se acostó con una mujer 
o tuvo una eyaculación, cientos de pensamientos pasaron por la mente de 
Emiliano. 
- ¿Por qué no? Nadie se dára cuenta.
- Además está en muy buen estado, pero ¿qué coño estoy pensando?
—unos minutos pasaron y su mente volvió a ser atacada por los pensamientos 
–Sí, lo haré, a qué le he de temer.
—Aunque ella estaba muerta, él comenzó a besarla lentamente (quizás eso le 
hacia sentir que estaba viva y le hacia menos pesada la acción) lamió sus 
senos, incluso, los mordió. 
Fue entones cuando sintió algo extraño, 
- ¿Se movió, respiró? No pensó que era efectos ilusorios inducidos por la 
situación.
-Continuó con sus caricias, abrió sus piernas y.
–¿Mmm? Esta húmeda.
—aunque los fluidos no eran abundantes, estaban presentes. 
-debe ser un reflejo corpóreo, así como los espasmos, bueno, eso le facilita
el trabajo.
—no disponía de preservativos así que tomo un guante elástico y lo humedeció
con un gel que utilizaba para… sabrá Dios qué, aunque un poco apretado el 
guante cumplía la función de condón.
-Su verga penetró con relativa facilidad en el coño de la occisa, estaba en
la posición del misionero, ya que resultaría muy difícil adoptar otra.
-Comenzó a embestirla con fuerza rápido, su cuerpo desnudo estaba en total
contacto con el de ella, calor, pero… ¿de quien era? No había momento para 
incógnitas, solo para buscar la codiciada eyaculación, pero, fue entonces 
cuando unos brazos rodearon su cuello, unas piernas que lo aprisionaron y 
una boca que comenzó a gemir de placer.
Emiliano intento soltarse, gritó preso del miedo y el desconcierto, pero 
ella lo apretó y movía su pelvi, al parecer en busca de un orgasmo.
-Emiliano logro librarse de ella, la observó aterrorizado, pero, se calmó 
rápidamente, el hombre intelectual superó al animal, pensamientos lógicos 
dedujeron que ella estaba en un estado catatónico. 
—¡Estas viva!
— ella suspiró, se incorporó, se sentó en la camilla, 
-Sí, estoy viva, gracias a ti, estaba conciente, o al menos sentía lo que 
ocurría a mi alrededor pero no podía moverme, ni actuar en lo mas mínimo, 
pero al sentir como me besabas, comencé a tomar mas conciencia de mi cuerpo,
hasta que logre salir de ese estado. 
—él la observó a los ojos, y le preguntó
– Y entonces ¿qué ocurrirá ahora? Ella le sonrió con picardia y respondió 
–Terminaremos en vida, lo que empezaste en muerte.
-El basilo, haciendose marcha tras y dando la buelta.
-Ella se acerco a el, encadenandolo con sus hermosos y delicados brasos.
-Susrrando en su oido.
-Que tienes mi cielo, no tengas miedo, nadie te jusgara por averme salbado.
-Por que sin ti yo hubiera quedado echa cenisas en una basija o en ataul.
-Emiliano acarisiando su braso, temo que los demas no lo vean de de la 
misma manera.
-A lo que ella respondio, tranquilo si eso te procupa omitiremos la
parte de sexo y diremos que me salvaste nada mas.
-ella lo boltio, acarisiandolo y de un beso lo doblego.
-el ya no podia mas, dejo de procuparle todo y solo se dejo llebar.
-El deceo lo dominaba y hacia que se afrerraba a ella, como si su
vida dependiera de ello.
-Se besaban y gemian, mientras se acarisiaban.
-Sometido por la luguria, calleron rendidos al piso frio y lugubre de la
morge.
-pero ni eso los detubo, la pasion hera tanta que nisiquiera le inportaba.
-Estarian unidos desde ese momento y nada los hiba a ceparar.
-El empeso a penetrarla con tan furgor, que hasta parecia una vestia en
celo y ella tambien.
-Ce aferraba con las uñas y cabalgaba frenetica.
-Sus jugos se entrelasaban y sus gemido acoplaban como una melodia.
-Despues de eso quedaror, profundamente dormidos en el
cuartito de la morge, los dos solitos.
-Luego de eso, ellos empesaron a salir, se casaron y tuvieron
una hija.
fin.
PD:gracias por leer, dejen su comentario y no se olbiden de
agregarme.