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Nacimiento del harem (Cap. 4)

Al día siguiente de que llegaron las 18 perras Al reino, el Ama las fue llamando una por una para asignar la función de cada una, además la dejó impresa en el collar para que todas supieran cuál era su obligación, por ejemplo la cocinera, tenía en su collar la palabra cocina, la chofer, su collar decía chofer, lustradora de calzado, etc., a cada una le dio un trabajo, otras barrerían, otras trapearían, otras cargarían bultos, en fin cada una tenía funciones específicas.



Los días transcurrían y ya el harem estaba acostumbrado a cumplir con sus funciones sin importar la hora en que fueran requeridos sus servicios, sobre todo en los días que su Ama hacía reuniones, cuando había eventos, el horario de las perras se extendía hasta que el último invitado se retirase y quedara todo recogido y guardado. Gracias a ese tipo de atenciones hacia los invitados del Ama, es que sus reuniones eran tan bien vistas y famosas.



Las perras aunque estaban muy sometidas, al ser sumisas se sentían agradecidas y muy útiles al ver que su dueña estaba siendo complacida con su desempeño servil, y para todas ellas eso era lo más importante, no importaban las horas que tuvieran que servir, y no les importaba cuanto tuvieran que trabajar ya que en la felicidad del esclavo está la calidad y bondad que les da el amo a los sumisos o esclavos, y la educación del esclavo refleja el empeño con el que el amo se preocupa por educar a las perras a sus pies.



Su Alteza presumía mucho de que su harem era un grupo de perritas de muy alta calidad dedicadas a vivir a sus pies, siempre al llegar ante su Majestad se inclinaban a besarle los pies y adorarle, en fin era un grupo de perras de muy alta calidad, la gente que no le conocía no le creían que tuviera tal poder y control sobre un simple grupo de chicas, sin embargo solo le bastaba hacer un chasquido para que las perras acataran todas y cada una de las órdenes recibidas.



Amigas de su Majestad empezaron a mostrar signos de envidia en como Su Majestad tenía tal control sobre el harem que ella tan hábilmente comanda, le preguntaron cómo logró tal control sobre esas chicas en tan poco tiempo, Su Majestad les respondió que todo depende de la calidad y seguridad que muestra el Ama sobre la perra, pero que lo principal es que el Ama debe entender cómo funciona la mente de una sumisa, y que mejor que siendo sumisa antes de ser Ama. Sus amigas le preguntaron si podría enseñarles como dominar a tal grado a sus propias perritas, ella contestó que sí pero que les iba a generar un costo el adiestramiento, sus amigas aceptaron.



Su Majestad les ordenó ponerse de rodillas, pero ellas no supieron porque se los ordenaba si ellas eran amigas, el Ama respondió “que no escucharon perras, pónganse de rodillas”, sus amigas se dieron cuenta que estaba hablando muy enserio y por la cara enérgica que mostró su amiga, decidieron obedecer sin reclamar, Su Alteza dijo “bien perras, ahora vengan hasta a mí y adoren mis pies”. Sus amigas y vecinas sintieron escalofrió por tener que acatar tan humillante orden, pero al verla tan enérgica, no se atrevieron a decir nada, solo obedecían.



Ahora su amiga empezaba a convertirse en su Ama y ellas creían que solo era una muestra de cómo entrenar a sus perras, sin saber que ellas en unos cuantos días iban a ser unas cuantas perras más del harem, además le iban a entregar a su nueva Ama, las perras que ellas tenían en esos momentos todavía de amistad con su vecina dominante. Después de haberlas hecho besarle los pies, les dijo “fuera ropa perras ahora”, increíblemente ellas empezaban a obedecer sin decir nada y de manera instantánea, tal parece que habían nacido para servir en vez de dar órdenes como ellas creyeron. Su Majestad pregunto ¿vamos perras, que están esperando, solo tienen 10 segundos no querrán que les propine un castigo ejemplar o sí?



Sus ya ex vecinas, ahora sus nuevas perritas respondieron “claro que no queremos eso” sin embargo el haber respondido las hizo acreedoras a una bofetada y les dijo ¿acaso les permití hablar?, las ahora nuevas perritas no supieron cómo responder, así que solo agacharon la cabeza en muestra de respeto, su ex amiga preguntó ¿están entendiendo como actúa una sumisa?, ellas con miedo de recibir otra bofetada solamente asintieron con la cabeza.



Su Majestad les indicó “a partir de hoy tienen estrictamente el tuteo” conmigo, solo podrán responder “si Ama, si señora, si Majestad o sí Alteza” ¿les queda claro mis perritas? Ellas respondieron al unísonamente “SI ALTEZA”, muy bien mis perritas, ahora vayan a sus casas, y me traen a sus criadas y a sus hijas para convertirlas también. ¿Les ha quedado clara su tarea?, las nuevas perras respondieron “SI MAJESTAD, ENSEGUIDA”, al escuchar eso su nueva ama les ordenó solo tener 10 min, dicho esto se encaminaron enseguida a sus antiguos hogares, ya que de no regresar pronto, lo más seguro es que fueran castigaran con su respectiva bofetada o tal vez algo peor; así que se apresuraron a cumplir la orden recibida.


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