Las amigas que fueron invitadas a la cena la noche anterior para la oferta de tener una perra doméstica se pusieron en contacto con el Ama, y acordaron hacer el trato y el cálculo de cuanto sería el monto a pagar cada mes. Cada clienta llevó a dos de sus familiares más rebeldes y que por lo mismo no les interesaban verlos como familia, sin embargo si los querían ver como esclavas a sus pies.

Las ahora clientas llevaron a sus familiares bajo el engaño de que habían sido seleccionados para vivir una semana completa como millonarias, lujos deseados, lujos que tendrían. Las familiares que les gustaba presumir con los demás y aparentar lo que no tenían, se tragaron la mentira por lo que no fue problema que asistieran a su prometedor futuro como esclavas sin ellas saberlo.

Faltando pocos minutos para las diez de la mañana el timbre del reino se hizo escuchar y el Ama de llaves atendió la puerta, la perra pregunto que deseaban, las clientas respondieron que deseaban ver al Ama para la renta de perras. El Ama de llaves las condujo al salón principal para que esperaran a Su Majestad.

Pasaron unos 10 minutos y se hizo presente el Ama, las clientas saludaron, el Ama de inmediato les dijo “al suelo ahora”, las clientas sorprendidas dijeron porque se debían arrodillar si ellas eran las clientas, el Ama les respondió “me importa un pepino quienes sean, aquí en mi reino todas son inferiores y deben arrodillarse ante mí”. El Ama exclamo ¡quieren o no tener a sus perras! Ellas dijeron que si, el Ama dijo “entonces arrodillense o lárguense”. Las clientas se arrodillaron.

Una vez que las clientas estaban postradas a los pies del Ama, dijeron con un tono humilde, “Majestad venimos para entregar a nuestra familia para que nos haga el favor de domesticarlas”, habiendo dicho eso bajaron la cabeza y esperaron respetuosamente a que su Majestad respondiera. El Ama dijo así que estas son las taradas para domesticar, las clientas mirando al piso respondieron con voz baja “así es su Majestad”. El Ama ordenó se acercaran las futuras perras, ellas sin saber que pasaba se acercaron estando de pie ante su Alteza.

El Ama extrañada pregunto ¿y ustedes que esperan para postrarse ante mí?, las ingenuas respondieron ¿Qué dijo?, las clientas dijeron a sus familiares que toda la gente ante esa señora debe inclinarse y mostrar respeto así como ellas en ese momento, como era de esperarse las rebeldes dijeron en un tono bastante altanero “está loca, ni crea que nos vamos a postrar y menos ante alguien que ni siquiera conocemos”, el Ama dijo tranquilamente “perras madre encárguense de estas insolentes”. Las perras madre respondieron a sus órdenes Majestad, y enseguida se encargaron de doblegar a esas majaderas.

Su Majestad retomó la palabra diciendo “ahora que están de rodillas les aviso que esa será una de las posturas que tendrán permitido adoptar para todo, las rebeldes contestaron usted está loca, apenas dijeron eso el Ama dijo a sus clientas que también estaban arrodilladas “encárguense de eso”, las clientas contestaron “si Majestad, como usted desee” y enseguida les plantaron semejante bofetada que hasta el equilibrio perdieron sus familiares rebeldes, enseguida las clientas aclararon “a su Majestad no se le responde así, y más les vale entenderlo o les propinamos otra igual. Las rebeldes sorprendidas de lo ocurrido decidieron obedecer al ver impreso el coraje en la cara de sus parientes y enseguida dijeron “perdone usted su Majestad, nos portamos como idiotas”.

El Ama ordenó a sus clientas les explicaran a que habían llevado a sus parientes, las clientas les dijeron a sus rebeldes familiares que habían sido llevadas ante su Majestad para quitarles esa rebeldía y bajarles esa actitud de insolencia, una vez más las insolentes contestaron ¿Qué estupidez es esa?. Sin decir nada las perras madre se acercaron, lo que a las insolentes les dio miedo y suplicaron perdón con tal de no recibir otro cachetadon. Su Majestad dijo con voz firme no me interesa lo que ustedes opinen o dejen de opinar, pero a partir de este momento ustedes me pertenecen durante dos semanas ¿les queda claro? Las rebeldes comprendieron que no tenían escapatoria y solo se les ocurrió bajar la cabeza.

El Ama hizo sonar dos palmadas y enseguida su sequito de esclavas se presentaron diciendo “a sus órdenes Majestad, que se le ofrece”, el Ama ordenó llevarse a las nuevas perras a sus jaulas para que así ella pudiera cerrar el negocio sin que esas mascotas supieran cual iba a ser el trato. Las perras acataron la orden llevándose enseguida a las estúpidas a enjaular.

Al llevarse a las estúpidas, su Majestad habló diciendo vamos a ver hablemos de números y negocios” y dirigiéndose a sus clientas les dijo:

Como ya saben sus parientes a partir de hoy sus parientes presentes pasan a ser de mi propiedad y solo permanecerán en sus casas en calidad de esclavas domesticas mientras ustedes cubran la cuota mensual, y como bien lo dice una de las cláusulas del contrato ya firmado deben buscarme más clientas que deseen tener una perra aunque no la necesiten, deben convencerlas y me las traen, ¿está claro?