Las nuevas amas dijeron a sus esclavas que desde ese momento estarían sujetas a un horario muy estricto para mantener como espejo las casas de sus dueñas y por obvias razones sus nuevos lugares de trabajo, y que si querían comer una vez al día debían cumplir con suma excelencia todas y cada una de sus obligaciones domésticas, las esclavas solo agacharon la cabeza en muestra de respeto y aceptación a su nueva manera de vivir.

A las nuevas esclavas les fue puesta una mordaza que en vez de usar una bola para evitar hablaran, este tenía adaptado un cepillo para que las perras debieran estar barriendo el suelo solo a cuatro patas, en otras ocasiones si usarían una mordaza de bola y debían estar trapeando a 4 patas con la mano. Las perras no emitían una sola palabra pero si se la pasaban pensando en cómo sus hijas fue que las convencieron para traiciónalas y usarlas como si fueran solo unas simples bestias de carga.

Mientras las perras aseaban el hogar de sus dueñas, ellas fueron a la calle para conseguir en una tienda BDSM los artículos necesarios para acondicionar a sus nuevas mascotas, compraron muñequeras, tobilleras y por si se necesitara usar también compraron un látigo, una vez comprada la mercancía se dirigieron a una veterinaria para comprar alimento y platos de perro para que sus nuevas mascotas comieran una vez cumplieran su jornada de trabajo diario.

Por fin regresaron a casa y las perras estaban a medio limpiar pero al escuchar que regresaba su dueña todas se apresuraron a ir hacia la puerta para recibirle besándole los pies, después de eso, las amas ordenaron a sus perras adoptaran postura en forma de X para así poder ponerles sus nuevos aditamentos que harían juego con los collares que ya portaban, una vez puestos los regalos de las perras, se les ordenó seguir con sus labores, las perras contentas por los regalos, movieron sus colas para mostrar alegría y después besaron los pies de su señora para agradecerles lo que desde ese día usarían con honor y respeto.

Las perras regresaron a sus labores y el Ama se dispuso a tomar un merecido descanso sobre un diván, ordeno a una de sus esclavas le trajera el teléfono inalámbrico, la esclava no tardó en cumplir la orden recibida y enseguida regresó a sus labores encomendadas. La dueña de las perras llamó al Ama que le había rentado a sus chicas y le dijo que no se había arrepentido de haberlas arrendado, ya que se estaban desempeñando al 100% tal y como se le había ofrecido que sería.

Su Majestad se sintió complacida al escuchar que las chicas que había dado a modo de renta doméstica se estaban desempeñando bien, ya que de esa manera su negocio empezaría a despegar y crecer. Su Majestad dijo a su clienta que ya que había verificado la calidad de servicio de las perras, ahora debía cumplir la cláusula de contrato que hablaba de que una vez comprobada la calidad de las perras en cuanto a servicio, la clienta debería recomendarla.

La clienta respondió que no se preocupara por eso, ya que después de ver la calidad en atención, no le costaría nada convencer a sus amigas en rentar y tener a sus propias esclavas domésticas, dicho esto la clienta terminó la llamada y enseguida se dio la tarea de llamar a sus amigas para recomendar tener perras.

Llamó a las amigas más cercanas y que ella sabía serían fáciles de convencer para tener sus propias perras domésticas, por lo que organizó una reunión en su casa poniendo como invitada de honor al Ama que le había rentado a esas perritas tan domesticadas, y así las que aceptaran tener sus perras, el Ama podría explicarles de manera directa el funcionamiento y los planes de renta.

Las amigas aceptaron la invitación para asistir a casa de amiga recién convertida en Ama. Se organizó la reunión para el fin de semana, así podría alargarse la reunió todo lo que ellas quisieran, afectando así solo el horario de las perras. La clienta de su arrendadora fue notificada, ella con gusto aceptó y confirmó la asistencia.

Su Alteza hizo llamar a sus perras tanto las hijas como las madres para comunicarles que tenían un evento el próximo viernes en una de las casas donde quedaron contratadas sus familias, las perras quedaron notificadas y prepararon un tipo de servicio el cual ayudaría a crecer el negocio en tal forma que no tardaría en tener alta reputación.

Se llegó el día de la reunión y el Ama se presentó con su sequito de perras, las cuales se dedicaron únicamente a servir en lo que se les fuera requiriendo. La dueña de la casa presentó con sus amigas a la dueña de sus nuevas perritas, les explico que las perritas que ella tenía en casa eran propiedad del Ama que les presentó minutos antes, que ella solo rentaba los servicios de las perras, pero que si valía mucho la pena. Las amigas intrigadas preguntaron qué ventajas tenía tener perras si ellas ya tenían criadas; el Ama les explicó que había muchas ventajas que al contario de tener solo una simple criada no tenían. Las futuras clientas preguntaron qué ventajas había.

El Ama dijo, miren a simple vista ustedes me dirían que es lo mismo, sin embargo hay muchas desventajas en tener una criada, por ejemplo a ella se les debe pagar un sueldo, ya sea por día, por semana o por mes pero con un horario únicamente de 8 horas ¿cierto chicas? Las clientas se dieron cuenta que lo que decía esa señora era muy cierto, por lo que respondieron “MUY CIERTO SEÑORA”.

El Ama retomó la palabra y dijo ahora comparemos la ventaja de tener una criada contra tener una perra doméstica, como dije a la criada debe pagársele y hasta darles un día libre, y como dije su horario es solo de 8 horas como máximo; en cambio a una perra no se le da un horario fijo, su horario es de acuerdo a como lo requiera la dueña, por ejemplo mis perras tienen un horario de 16 horas diarias y solo comen una vez al día, ellas trabajan el doble de tiempo que sus criadas, además su trabajo es sin costo para mí, y si necesito ampliar su horario en ciertos eventos, se deben quedar, ya después tendrán unas cuantas horas de reponer sueño, pero en el momento mi reunión no se ve afectada.

Las invitadas se dieron cuenta que todo lo que escuchaban era muy cierto y que estaban pagando por un trabajo del cual podrían ahorrarse ese dinero y tal vez invertirlo en otras cosas de mayor importancia. Las invitadas preguntaron cómo podían pasar del modo tener criada al modo perra doméstica. El Ama les dijo en mi negocio hay dos modalidades y tres planes de renta.

El primero es solo rentar la perra pero por día y dependiendo de cuantas horas la requieran sería el costo, por día se rentan en horarios de cuatro horas o de ocho horas nada más. Por semana es un pago a la entrega de las perras, pero a diferencia de solo tenerlas 8 horas, las tienen 24 horas por 7 días y el contrato se puede renovar cada semana si es requerida o no, y el plan de renta mensual ese se cubre un solo pago y se la quedan por todo un mes sin horario.

Las clientas preguntaron y como se paga cada plan de renta.

El plan de renta diaria ustedes deben pasar a recogerlas para pagarme y así poder llevárselas.

El plan de renta semanal se cubre viniendo por ellas, me cubren el importe de toda la semana y el domingo me la regresan, y si desean otra semana pues se renueva el trato pagando otra semana.

El plan de renta mensual ese me hacen un depósito bancario dentro de los cinco primeros días de cada mes, si en el sexto día no he recibido el importe, se les suspende el servicio doméstico recogiendo mi perra. Ahora les informo que mis perras son bastante caras, pero su servicio es de alta calidad o de cinco estrellas, todo depende de cómo quieran llamarlo ustedes. Por ejemplo estas perras que nos están sirviendo en este momento son las que su amiga me rentó por un mes, y esas que ven a lo lejos en cuatro patas en espera de ser llamadas son familiares de las rentadas y como verán no han emitido ni un suspiro. Les haré una prueba de calidad y ustedes calificarán.

El Ama dio dos palmadas y todas las perras absolutamente, las rentadas y las llevadas por el Ama, en cinco segundos se postraron a sus pies y le lamieron las botas. Las amigas dijeron “WOW” no tuvo que decir nada y ellas sabían exactamente qué hacer. Su Majestad dijo a su clienta que ya tenía hambre, ella dijo si señora enseguida las pasó al comedor. Su Majestad dio de nueva cuenta dos palmadas y las perras rentadas se fueron a la cocina y las perras de visita adoptaron el papel de meseras. Las horas pasaban y el ir y venir de las perras no tenía fin, al poco tiempo todas las amigas dijeron “yo quiero tener perra, es todo un deleite”

Su Majestad dijo que bien, ahora les diré como conseguirlas, las amigas dijeron “si señora díganos”

Yo puedo conseguir las chicas y educarlas o ustedes si por ejemplo tienen familia rebelde yo las amanso y ustedes me pagan la educación y la renta mensual, si no pagan me llevo a sus familias y las ofrezco en otras casas, las clientas aceptaron y firmaron los contratos que llevaba preparados su Majestad, las amigas le dijeron, mañana mismo les llevaremos a nuestras hijas para que no las eduque como perras.

Su Majestad les avisó, solo les advierto que sus privilegios de familia los perderán, ya que al firmar el contrato pasan a ser mías, las clientas dijeron “no importa con tal de que nos obedezcan en todo” dicho esto el contrato fue firmado. Y la reunión finalizo para que Su Majestad preparase en casa todo lo necesario. Las amigas se retiraron agradeciendo a su amiga la invitación tan provechosa.