Con las piernas dobladas como abiertas y puestas al borde del escritorio del counter, en la sala de profesores dándole muchos besos como lamidas hasta comiéndosela a plenitud con mucho frenesí en su clítoris y ano. Está soltando unos rítmicos como emocionantes gemidos de placer apasionado al ser el almuerzo de su amigo, quién labora para la oficina de registro, contestando llamadas en esa postura confirmando a los docentes sus aulas y sus horarios con la mano izquierda. Despeinándole al tenerlo metido en el medio de las piernas disfrutando del riquísimo manjar sensual que es víctima nada menos la queridísima como bellísima asistente administrativa de la sala de profesores. Esta le habla "me tienes a tu merced, te salvas que se disimular estos contactos que me das en mis partes intimas como nobles y prohibidas, también de disimular mis gemidos bajitos levemente escuchados por el auricular del teléfono"; volteando hacia atrás apoyando la cabeza en el respaldo de la silla con toda la boca abierta con los ojos perfilados y apuntando directamente hacia arriba del mismo cielo raso con una mano acariciándose una de las entrepiernas la ricura de la asistente administrativa de la sala de profesores y la otra chupándoselo como fuera un autentico y parecido a un caramelo. Cambiando de estrategia con toda la falda corrida a la mera cintura se deja llenar de lamidas y besos sobre sus muslos y entrepiernas al hurgarle con la dedo derecho y la misma mano su vagina y los labios vaginales en que con el clímax acaparado igualmente gozando por la diva de la guapa asistente administrativa de la sala de profesores en que está retorciéndose de puro placer y apasionada, en que la envuelve las pasiones de su amigo de registro en que se sujeta y aprieta con toda la premeditación del mundo una de las tetas de uno de sus senos con tal deleite y sumamente caída por lo que está pasando entre ellos, ligándosela a todo dar y a todo pudor como a toda merced en que se emociona la atracción verdadera que tienen ambos con tal naturalidad y sobriedad en que cuándo están solos no pueden resistirse ni controlarse ni aguantarse tampoco las ganas de hacer el sexo aunque sea en jornadas laborales pero saben cuándo es el tiempo y lo hacen versátilmente con tal maestría y habilidad igualmente agilidad al quedarse finalmente satisfecho por las urgencias y los arrechos como los erectos y calientes como fogosos uno por el otro justamente antes de que se le termine la media hora de almuerzo al estimadísimo como queridísimo y atractivo amigo de registro con la guapa asistente administrativa de la sala de profesores.