Sentado en una mesa del restaurante donde suelo llegar en la tarde para mi pequeña merienda adicionalmente estár comodo y agradable por el clima del aíre acondicionado; una mujer con falda tipo campana sentada en una mesa en que almorzando no se da cuenta en que estoy enfocandole con mis ojos de miron en sus rodillas y piernas al tenerlas levemente abiertas en que puedo ver la oscuridad dentro de la misma falda campana que por su figura se ve muy sexy, donde sin intuirlo estoy lamiendome mis labios resecos sobre todo sedientos hasta hambrientos inclusive deseados, deliciosos, deleitados, cautivados, calientes, provocados, seducidos, emocionados, atraidos, encantados, pervertidos, dominados, apasionados, enajenados, zaceados, asimismo indecentes, y por supuesto atrevidos, hasta traviesos, especialmente gozados a pedir de boca a más no poder en que es una belleza la juventud que se carga está mujer en que nunca se da de cuenta que estoy faltandole el respeto publicamente en el mismo restaurante donde nos encontramos en persona cómo en vivo y a todo color y mucho más yo y ella a distancia con nuestras propias cosas y pensamientos, etcétera.