Uma serie de furtes palmadas que subitament cayeron sobre mi cola me etremecieron y abri los ojos, los grandes espejos adosados a las paredes y al techo de la habitacion del motel devolvian mi imagen desnuda en brazos de Luis que groseramente acariciaba mis zonas erogenas,a la vez que con la palma de su otra mano dscargaba una seguidilla de azotes en mis nalgas que pronto enrojecieron. Soprprendida +pues lejos de molestarme por la vulgaridad de sus manoseos u ofenderme por sus azotes-dscubri con agradable placer que el mal trao casi denigrante y perverso al que me sometia,no solo me gustaba sino que ademas acrecentaba un inusitado placer al que jamas habia llegado,
Por un instante no me conoci.el pelo enmarañado y revuelto cubria mi cara.la mirada extraviada de mis ojos revelaba la intensa lujuria que me dominaba por completo.La posicion de mi cuerpo "acaballada" sobre Luis que me penetraba vigorosamente mientras sus manos apretaban y sobaban mis pechs era una escena sumamente transgresora y cargada de irrefrenable lascivia.Nitidamete observaba en kos espejos cuando el poderoso musculo-humedo y brilloso por mis propios jugos-entraba y salia sin pausa de mi dolorida pero insaciable vagina-Separe aun mas las piernas para recibir en toda su dimension al enorme pene cuya palpitante y calida presencia se hacia sentir llenando y ocupando todo mivientre de una inigualable gozo que se extendia a todo mi cuerpo y a todo mi ser.Veia cuando "devoraba" mis pechos.sus dientes presionaban con fuerza los pezones -duros y erectos de tanta calenura-rrancandome gemidos que expresaban genuinamente el placer que me causaba.luego sulengua giraba alredor de las puntas enslivandolas y aliviando sus mordiscos para finalmente darme largos chupones cuyas marcas indelebles quedaban en la piel de ambas tetas. A tal punto de calentura habia alcanzado que con gusto separaba mis nalgas con mis manos para que libremente él introdujera sus manos en mi cola -que nunca permiti que mi marido me tocara- sodomizada anhelaba que me penetrara tambien por el conmducto anal a pesar del sufrimiento que tendria. Cuando su boca buscó la mía no tuve fuerzas ni reparos para negarle,separe mis labios y deje que su lengua entrara y se juntara con la mia en voluptuosos besos que aumentaban nuestra caldera sexual. A escasa distancia mi esposo nos obsrvaba en siencio,adverti en su mirada libinidosa que estaba tan calente como yo, al ver y comprobar que todas las cosas que su amigo me hacia en la cama me habian descontrolado.´Susana