Volviendo a retomar mis aventuras con Ángela, aquí les traigo un encuentro más con ella.

Estamos en la cama, desnudos, no sé cuántas veces habíamos follado ya, no sé cuántas veces me había corrido, pero todo apuntaba a que nos íbamos a pasar la noche haciéndolo.

Ángela no tiene límite, yo tampoco lo tengo cuando la veo desnuda por casa, se pega a mí y se frota, me mete mano, me chupa todo.

Estamos en la cama, abrazados, desnudos, yo detrás de ella, ambos mirando algún programa basura de estos que ponen a las tantas de la madrugada, noto que se revuelve, ya empieza.

Mueve ligeramente la cadera, echa su culo hacia atrás y lo pega a mi paquete, aún en reposo, empieza a balancearse, suavemente, un movimiento apenas perceptible pero que yo, con todos mis esfuerzos concentrados en el movimiento de su cuerpo contra el mío, puedo notar claramente.

T: ¿Quieres más?

A: ¿Que? ¿Ya no puedes?

T: ¡Jajá, que golosa!

Se ríe sonoramente y se hace la mustia, se estira, se despereza, echa una mano hacia atrás para coger mi cara y darme un beso sobre los labios.

Yo solo puedo pensar en que, con cada movimiento que hace, su culo roza mi polla y es que Ángela estaba súper caliente, ya tenía todo su cuerpo lleno de semen, todo excepto tu culo.

Empujo mi cuerpo hacia ella y me pego completamente, mi pecho contra su espalda, mis piernas contra las suyas, y mi verga bien pegada a su culo.

La abrazo para aprisionarla contra mí y le pongo mi verga que anda dura y ya lista para continuar gozando a esa veracruzana.

Ella empieza a mover su trasero, ya no son movimientos imperceptibles, sino que son bastante evidentes, sus nalgas duras cada vez más me dan la señal para penetrarla.

T: ¡Jajá, que rico!

A: ¡Uhm!! ¿Te gusta?

T: ¡Me encantas!

Se muerde los labios y mueve la cadera, la empuja hacia atrás, se frota arriba y abajo, empiezan a brotar desde su garganta sonidos de placer, gemidos ahogados que me ponían cachondisimo.

Doy golpes de cadera hacia delante, chocando con sus nalgas, mientras ella no para de restregarme su cuerpo desnudo como si fuese una gata, una gata en celo, concretamente.

Mis brazos ya no la rodean, mis manos se han ido a sus caderas y las agarran con fuerza, no quiero que separe ese culito ni un puto centímetro de mí.

Ella echa el torso hacia delante, quedando inclinada y con el culo subido, meto mi verga entre sus nalgas, sus enormes nalgas, haciéndola desaparecer, y comienzo a frotarme.

Mi verga apunta hacia el agujero de su ano y empujo suavemente.

No protesta, no lo rechaza, al contrario, parece que le excita y se restriega con mayor intensidad, también gime con mayor intensidad, es un manjar, un volcán de sensaciones.

T: ¡Uhm!! ¡Que caliente!

A: ¡Agh!!!

Empujo nuevamente, la punta de mi palo entra en su ano, voy dando suaves embestidas y, a cada golpe, mi polla entra más y más.

Tengo que hacer un esfuerzo enorme para no metérsela de una, quiero ir con cuidado para no hacerle daño, pero entra tan bien, ella suspira y comienza a mover su cuerpo.

Ella no para de gemir y ofrecerme su culo, se agarra la nalga con una mano y lo abre.

Gira la cabeza hacia mí, mira abajo, se muerde los labios, ya casi está entera, tiene el culo bien abierto y mi polla no deja de entrar y salir de él.

No era la primera vez que le daba por ahí, pero esa ocasión era diferente, su culo es fenomenal, es estrecho, me aprieta súper delicioso, le besaba su cuello, cada vez más me sentía dentro.

Cuando entra entera me relajo, me aferro a sus nalgas y empiezo a embestirla duramente, que placer, la cama rechinaba fuerte, sus gemidos me tenían loco.

A: ¡Ah!! ¡Dame, así que rico!!

T: ¡Uhm!!! Que rico, ¡andas ardiente!!

A: ¡Me encanta coger contigo, uhm!!!

T: ¡Eres un volcán!!!

Creo que nunca la había visto tan cachonda y entregada, me mira con ojos suplicantes, se mueve haciendo que el placer sea más, nos besamos, me lame los dedos simulando una verga en su boca, eso me pone más caliente y la embisto más y más fuerte.

A: Por favor, córrete dentro… por favor, ¡me gustaría tanto!!

T: ¡Nena!! ¡Que rico!!!

¡Solo la idea me pone la polla a reventar! Recojo su pelo con una de mis manos, lo sujeto y tiro de su cabeza hacia atrás, la otra está apoyada en su nalga y la separa bien, observo el espectáculo, mi verga entrando y saliendo de su ano con una facilidad impresionante.

Le doy un azote fuerte que la hace gritar de sorpresa y vuelvo a agarrarle culo.

T:  Sí, así cariño, así… ¿Te gusta? Eh, ¿te gusta?

A: ¡Sí, sí… por favor, no pares… por favor…!!!

La vuelvo a rodear con los brazos y me aferro a sus tetas, las manoseo mientras la embisto fuerte.

Mientras me follo ese culo que en la vida me había planteado que me iba a ofrecer así, de una forma tan fácil.

Jadeo en su oído, le muerdo la oreja y le lamo el cuello, me tiene cerdísimo, a punto de explotar.

T: Buff sí, no puedo más… no puedo más…

A: Córrete… Córrete dentro de mí por favor, ¡quiero sentir toda tu corrida en mi culo…!!

La embisto un par de veces más, hasta el fondo, y lo suelto: un buen chorro de leche caliente invadiendo las paredes de su ano, Dios… me ha dejado muerto.

La saco y me quedo tendido sobre la cama, boca arriba, exhausto, veamos cuánto tiempo me deja descansar esta pequeña viciosa antes de ponérmela dura de nuevo y así cogiendo hasta dejarme seco, fue nuestra ultima cogida.

Tyson.