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Categoría: Confesiones

MONICA UNA NIÑA TURBADA

EPISODIO I “CONOCIENDO A MÓNICA”


La historia que narrare a continuación, es la recopilación de la vida de una chica Colombiana llamada Mónica, quien durante 13 años ha sido victima de toda clase de vejaciones, aberraciones y excesos, lo cual hizo una mella psicológica en su mente, poco a poco la ha ido convirtiendo en lo que es actualmente.

Esta narración aunque tenga pasajes crudos y algo fuertes, garantiza que los hechos aquí relatados son cien por ciento reales, y que en mi trascripción no se manipulara la veracidad de los hechos, procurando ser lo más detallado y explicito posible, pero naturalmente obviando muchos pasajes que por cuestiones de extensión, son imposibles de plasmar en este escrito, espero que lo disfruten…

Aunque mi narración se remonta hasta hace 13 años atrás, tengo que confesar que la primera vez que vi a Mónica, fue hace ya 11 años. Me encontraba yo en un parque cercano a mi casa, con un grupo de amigos jugando un partido de football, y en un momento en que el balón salio del campo, yo corrí a traerlo, en aquel instante cuando me disponía a cobrar y lanzamiento de banda. Frente a mis ojos vi como esta dulce niña se paseaba contoneando su celebre cuerpo, ese momento tuvo un inexplicable efecto en la forma como yo concebía la belleza, por un momento su mirada y la mía se encontraron y yo descubri algo indescifrable en esos negros y tristes ojos, que no pude dilucidar hasta después de un tiempo.

Ya había pasado algún tiempo, y ya no recordaba aquel sublime momento, y por cosas de la vida, un día que me apresuraba a un ensayo con la banda de rock y blues en la que tocaba, la aparición de Mónica me detuvo en el acto, venia tomada de la mano de Harold, uno de mis amigos de barriada, el cual era conocido por su fanfarronería a la hora de hacer comentarios acerca de las experiencias sexuales vividas con las chicas; obviamente el 70 u 80 por ciento de sus aseveraciones eran producto de su reprimida experiencia sexual, lo cierto es que gracias a un talento peculiar que yo poseo, para ver en las personas cosas que otros no notan, pude advertir lo que acababa de ocurrir en casa de Harold, ella resplandecía como una pintura de Botichelli, yo quede maravillado ante la perfección esculpida en su turgente cuerpo; mis ojos no podían apartarse de aquellos inmarcesibles glúteos, que aun hoy son musa de mis mas viles pensamientos, lucia una blusa bastante ligera la cual dejaba ver a perfección el color negro de aquella prenda que aloja el manantial de donde emana el primer alimento de todo neonato; la blusa terminaba en un nudo poco mas arriba de su rasgado ombligo, el cual a su vez dejaba ver una senda de finísimos bellitos los cuales dividían en dos ese vientre tan plano, que solo Dios en su omnipotencia y fastuosidad habría podido concebir. Luego podía vislumbrar claramente la fisura de su vagina marcada por la costura interna de su ceñido Jean, la cual delataba la tremenda sesión de sexo a la que acababa de ser sometida, y que por mi perspicacia y el talento que ya mencione, yo pude advertir.

Ella tenia cabello negro muy lacio y bien cuidado, el cual descansaba sobre su espalda y terminaba en donde empezaba el objeto de mi perversión, y un poco mas arriba se marcaban esos delicados hoyitos en su espalda que eran mas profundos de lo normal; para hablarles un poco del blanco de todo mi sadismo y desafuero , empezare por contar que era una pieza de carne con una redondez matemáticamente perfecta, y que guardaba las proporciones mas deliciosas que cualquier sodomita pudiese haber anhelado, su tamaño guardaba todas las normas dictadas por la estética ya que se avistaban unas turgentes nalgas simétricamente ubicadas para contrastar en armonía perfecta, con esas caderas de mujer, que en realidad rayaban con su edad, ya que ella era una niña que estaba a un mes de cumplir los 15 años.

Era dueña una boca pequeña y en aquella época tenia los dientes algo torcidos, su piel era tersa y libre de acne y se dibujaban sobre todo su rostro un sinfín de pequitas. Sus ojos eran negros y dormilones además era portadora de una mirada sumamente triste lo cual hacia que todo el conjunto de su rostro exteriorizara, un caudal de represiones y sentimientos encontrados que después de un tiempo yo llegaría a conocer.

Aquel día, Harlod haciendo gala de su fantochearía, vio la cara de desconcierto que yo expresaba, y sin perder tiempo se acerco a mi con Mónica, y me dijo “hola karloz, te presento a Mónica”, ella extendió su mano para saludarme pero solo me miro fugazmente y no pronuncio ni una palabra; después de esto se despidieron y se fueron.

Desde aquel día esta niña se convirtió en mi obsesión y lo único que quería en aquel instante, era palpar el imponente culo del cual era poseedora la grácil Mónica, esa noche elabore un plan maquiavélico, el cual me permitiera acercarme a mi anhelado sueño. Al día siguiente llame a Harold, y lo invite a tomarnos unas cervezas, usando como excusa un toque que tenia con mi banda en uno de los bares a las afueras de la ciudad, le pedí que fuera solo porque supuestamente yo iría con algunas chicas y le presentaría una a el.

El día del toque llego y pues como había acordado con el yo le lleve una amiga muy especial la cual yo conocí en un toque anterior y era muy resbalosa, deben saber que aunque no soy un tipo físicamente perfecto, he tenido una vida sexual muy basta y llena de excesos y sin restricciones, gracias a que como es bien sabido la música no abre muchas puertas pero si muchas piernas; bueno volviendo al tema, después de un rato le plantee mi idea a Harold, la cual consistía, en grabar a Mónica en video mientras fornicaba con Harold, a cuenta de que el pudiera exhibirlo ante sus amigos de colegio, el muy fanfarrón acepto en el acto.

Preparamos todo con el mas minucioso detalle, para que todo pudiera salir bien, habíamos acordado que yo me escabulliría dentro de un clóset en el cual el guardaba su ropa, y desde donde tenia una perfecta panorámica del lecho donde se llevaría a cabo el planeado apareamiento.

El llego a su habitación con Mónica, yo ya me había instalado dentro de aquel clóset armado con una cámara de video, ellos ya estaban bastantes bebidos, y la mirada de Mónica aparecía perdida, como si estuviese sedada, Harold saco de su morral una botella de ron la cual empezaron a beber al instante, ella lucia una faldita corta, pero sin llegar a ser vulgar y una camisilla ceñida que torneaba la curvatura endemoniada de su cintura, ella se sentó en la cama con mas ganas de dormir que de cualquier otra cosa, el inepto de Harold se había excedido en alcohol y la desdichada pecosa ya no podía ingerir mas licor.

El bribón, tomo a la muchacha por la cabellera llevando su rostro hasta la altura de su estomago, y con la otra mano y en una maniobra rápida, desabrocho su pantalón y libero su pálido he irrisorio miembro, el cual paseo por el somnoliento rostro de Mónica, hasta que con una voz enfermiza le dijo “chápamelo”, Mónica abrió su cavidad bucal sin el mas mínimo asco y empezó a propinar una tremenda mamada a Harold; yo ya había empezado a excitar, pero no por el hecho de ver el insignificante miembro de mi amigo explorando las profundidades bucales de Mónica, sino que acudiendo otra vez al talento del cual ya hice mención, pude advertir la forma hábil pero tan mecánica como Mónica manipulaba el príapo de mi amigo, era como un animalito entrenado por un adiestrador de circo para que cumpliese las ordenes ciegamente, sin ni siquiera entender lo que estaba haciendo, o como cuando se hacen los quehaceres de la casa como fregar los platos o lavar el baño, que son cosas que se tienen que hacer pero no se disfrutan.

Me sorprendió la maestría con que esta núbil chiquilla, se ensañaba contra ese palo, y me desconcertó, por un momento cuando introdujo toda la carne erecta de mi amigo en su faringe hasta estrellar sus labios contra la pelvis de su victima, y al mismo tiempo al estar sus fauces repletas, saco su viciosa y larga lengua, para estimular los huevos de Harold a una velocidad que envidiaría cualquier experimentada ramera, lo cierto es que al ver a Mónica mover su viscoso tentáculo sobre las arrugadas gónadas, del pobre alcornoque, yo no pude evitar mandar mi mano a mi ya muy esponjado aparato; lo saque de su habitáculo, y alcance a dar dos o tres tirones, pero me era imposible mantener el enfoque de la cámara, así que desistí de mi intento, lo cierto era que la prioridad estaba en grabar a Mónica consumando su faena.

De improviso Harold aparto a Mónica, y con voz desesperada le dijo ¡ayúdame a terminar!, y Mónica dentro de su embriaguez, le dijo que no tenia ganas que lo único que quería era dormir, pero el maldito de Harold la presiono diciéndole que si no le ayudaba, el iba a contar las putadas que hacían y que además el era una eminencia en agrandar calumnias, así que la pecosa poniendo cara de fastidio accedió a sus propuestas.

Se paro de la cama y sin la mayor sensualidad sino mas como queriendo terminar la escena, levanto su falda hasta su cintura y corrió el borde de su tanga, diciéndole, “móntame rápido para poder ir a dormir, dicho esto se acostó mirando al techo, abriendo las piernas mas que las puertas del infierno y dándome la espalda; yo estaba aturdido ya que por un fugaz momento había podido contemplar la protuberante y reluciente redondez de ese trasero que nunca alcance a imaginar, ni siquiera en todo el tiempo que dure pensando en el, ya que era la imagen de mi idolatría; Harold se abalanzó sobre ella como un muerto de hambre a un plato de comida regalado y servido, y sin mas miramientos empalo la inmóvil criatura, hacia movimientos cóitales como los hacen los perros, yo pensaba que aunque su miembro no era un prodigio, la brutalidad con que embestía la vagina de Mónica, me hacia temer que pudiera llegar a lastimarla, hasta me preocupe porque pudiese desprender su útero, lo cierto es que no podía ver la cara de Mónica pues ella se había ubicado dándome la espalda, lo único que me hacia pensar que todo estaba bien era el sonido que provenía de su inundada cavidad, aquel peculiar sonido que se emite cuando una vagina esta habida de sexo. Ella no articulaba palabra
Solo se escuchaba la agitación de su respiración, parecida a la emitida por un caballo después de haber corrido hasta reventarse, lo curioso de todo es que ella no gemía ni apretaba a Harold, parecía como si no estuviera en ese momento en su cuerpo; De repente Harold dio un grito como una colegiala asustada, saco su viscosa verga y vació su ser sobre el cabello se Mónica, me extraño la cantidad de semen que expulso era abundante para un chico de 16 años, y bastante espesa. Después de esto vi como Mónica estiraba las manos bajo su falda para manipular su ruidosa vagina, y mientras lo hacia le reprochaba a Harold, “sabia que esto iba a pasar tu no me das la talla, ningún hombre me da la talla y siempre quedo iniciada”, vociferaba a la vez que maltrataba su vagina la cual era aun una extraña para mi ya que no había podido verla ni siquiera fugazmente. De un monto a otro se levanto de la cama donde yacía mientras seguía lanzando improperios contra la humanidad y tomando en sus manos la cubierta de una almohada para limpiar la abundante eyaculación que reposaba sobre su inmaculado cabello,
Harold trataba de justificar su incompetencia diciéndole a Mónica que tenia una vagina muy grande y que esa era la razón por la cual nunca la habían hecho llegar, la niña de mirada triste le increpo recriminándole, que tras de tener un mimbro pequeño sus sesiones de sexo no superaban los 4 o 5 minutos una vez la penetraba, y que eso no era suficiente para ninguna mujer, depuse hizo algo que me desequilibro por un momento, le dijo con frialdad, mientras levantaba su falda y exhibía su habida vagina, “piensas que esta pequeña cuca es grande te recuerdo que tan solo tiene 15 años y en comparación de una ya muy desarrollada como la de Sandra (era una compañera del colegio que ya tenia 19 años), no tiene como competir”, la verdad es que aquella hermosa visión, no era tan grande como Harold aseguraba, pues era un pequeño abultamiento de carne, poblado por una tupida escarcha de bellos que eran muy cortos, además, comparadas con las que yo conocía, no se salía de lo normal; pero lo que de verdad causo conmoción en mi, fue lo que ocurrió a continuación; ella indignada y separando aquellos carnosos labios vaginales con sus dedos, siguió exhortando a Harold diciendo, “además por este agujerito no han entrado sino dos penes (después me enteraría de la blasfemia que estaba profesando en este momento), con el tuyo y aun esta muy cerradito”, mi estupefacción fue absoluta, ya había dejado de grabar, pues por el visor de la cámara no podía contemplar al detalle lo que en aquellos momentos memorables estaba sucediendo ante mis ojos, esta alucinante niña hurgaba con delicadeza sus abultados pliegues, exponiendo ante mis turbados ojos toda la fisonomía de aquella senda por donde abriéndose paso la vida de la humanidad, ve la luz del mundo por primera vez , y mi sorpresa fue absorta ya que la tremenda dilatación a la que esa aun húmeda grieta alcanzaba, solo la había visto revistas y algunas películas, donde se mostraban mujeres que podían doblar la edad de nuestra pecosa protagonista; la ebria niña no terminaba de reprochar a mi casi dormido camarada, y acomodándose la falda, se dijo a si misma con una mirada de remembranza “el si me dejo muy en claro que yo jamás iba sentir con otro hombre” , dicho esto levanto la botella de ron donde aun reposaban vestigios de este néctar y dando un trago largo se termino su contenido, limpio sus labios y cayo en un profundo sueño.

Mientras tanto yo frotaba mi carne, y pensaba en quien habría sido aquel hombre que destruyo tan profundamente la plenitud sexual de mi querida Mónica.

A partir de ese día decidí que tenia que conocer el pasado de la dueña de mi perversión, y que tenia que calmar la obsesión que me carcomía por dentro, la de palpar la anatomía de su contundente trasero además de explorar aquella caverna tan prodigiosa. Pero eso será en la continuación de este relato.

Por favor opinen sobre este relato y escríbanme sus opinioneS
Datos del Relato
  • Autor: EXPLORADOR
  • Código: 16995
  • Fecha: 06-07-2006
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 4.89
  • Votos: 45
  • Envios: 1
  • Lecturas: 7017
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Comentarios


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4 comentarios. Página 1 de 1
judith
invitado-judith 12-07-2006 00:00:00

wooww tienes una manera fantastica de escribir, manipulas excelente la historia sin llegar a lo vulgar y obsceno y haces una maravillosa sintesis de tus deseos sin salirte del todo de la historia;tienes todos mis respeto es asombrosa tu manera de relatar y describir. Ojala pronto escribas la segunda parte de esta historia q esta muyy interesante.

Victor Hugo
invitado-Victor Hugo 08-07-2006 00:00:00

muy bueno tu relato, se ve eres un hombre de gran cultura y tu vocabulario es extenso, mucha felicitaciones pues no aburres y sabes darle erotismo a tu relato sin llegar a la pornografía

SERGIO
invitado-SERGIO 07-07-2006 00:00:00

Hola solo quería dar la felicitación al autor pues esta historia esta de pelos, logro ponerme a volar lastima que no halla publicado la segunda parte de esta tremenda narración… gracias.

Jeymmy
invitado-Jeymmy 07-07-2006 00:00:00

Pienso que tu historia es una bella obra de arte me deja muy asombrada, la facilidad de expresión que posee, utiliza un lenguaje muy erótico pero bien metafórico y hermoso, te confieso que hasta llegaste a excitarme bravo.Quedo a la espera del siguiente episodio. adios

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