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Categoría: Masturbación

Mis pajas en las duchas y sauna

Mis pajas en las duchas y en el sauna

Hace unos meses que no voy, pero iba tres veces por semana al gimnasio, dos horas de ejercicios cada vez que iba.
Luego de la jornada y de hacer mi rutina, me gusta ir a las duchas, trataba siempre de entrar cuando no había nadie, ya que las duchas están divididas por mamparas pero casi todas están rotas.
Me gusta ducharme solo, un buen rato debajo de agua caliente, relajarme y calentarme cunado pasó el jabón por la cabeza de mi verga y huevos. Siempre se me para la pija cuando estoy duchándome, y casi siempre, por no decir siempre, tengo una erección que dura hasta que de mis huevos salen chorros de leche blanca y caliente.
Si veo que en el sauna no hay nadie, no me masturbo en las duchas, espero entrar al sauna, recostarme en la tarima y ahí si, cuando entro en calor y estoy todo sudado, comienzo con mi paja. Muchas veces entre al vestuario y vi otros chicos empalmados, bien duros, y obviamente no lo disimulan, igual que yo, creo que todos los hombres tenemos eso de ser exhibicionistas.
No me preocupa que se me ponga dura la verga bajo la ducha y que me vean, pero eso si, espero a masturbarme cuando quedo solo, aunque infinidades de veces he visto chicos pajeandose bajo el agua.
Una de las ultimas veces que entre al sauna, en el vestuario estaba yo solo, me di una ducha bastante rápida y entre al sauna. Estaba solo, todo para mi y dispuesto a disfrutar de mi paja.
La puerta de madera del sauna tiene un vidrio polarizado, se vede adentro para afuera, estaba yo sentado frente a la puerta, con mi verga dura y tocándome los huevos, con la luz apagada, y cuando levanto la vista (ya que nunca dejo de mirar mi verga mientras me masturbo) veo un chico que entra a las duchas. Él desde afuera no podía ver que había gente dentro del sauna (yo). El flaco comenzó a enjabonarse y su verga casi llega a erectarse, cuando vi que después de enjuagarse se dirigía hacia el sauna, solté mi verga y me quede sentado con los brazos apoyados en mis rodillas. En chico entro, saludo y se sentó en diagonal a mi, los dos estábamos desnudos, mi verga empezaba a decaer, mi compañero de sauna estiro sus piernas acomodando sus brazos sobre la tarima de arriba. Su verga estaba flácida pero el la movía haciendo la fuerza que hacemos los hombres.
Charlando de las rutinas y de una que otra mujer del gimnasio, el vio que detrás mio sobre la pared de madera había un orificio. El sauna de mujeres esta separado por esa pared de madera. Algún otro pajero había hecho un agujero para espiar el sauna de las mujeres.
Fue así como el chico se levanto a mirar para ver si veía algo. Mientras espiaba se tocaba la verga. En un momento dice UH!, que le digo yo, hay una mujer totalmente desnuda. A ver, dije.
Me pare y mira por ese agujero, efectivamente, una chica de unos treinta años totalmente desnuda estaba ahí, sentada en una tarima jugando con sus pelos pubicos. Cuando me corro para que mi compañero mire un rato, el chaval ya estaba con la verga en la mano y bien dura.
El espiando, se pajeaba, me di vuelta para mirar a las duchas por si entraba alguien y nos veía espiando a aquella morocha. Un chico viene caminando hacia el sauna, le digo a mi compañero: ojo, viene alguien, el se sienta y el muchacho que entro era conocido de él. Dijo: no pasa nada, es amigo mio.
El otro entro, su amigo le cuenta que estábamos haciendo, además era imposible disimular nuestra erección. El muchacho se saca la toalla que tenia envuelta en la cintura y se dispone a mirar.
Aquella morocha se estaba masturbando a toda máquina. Nosotros tres también. Las pijas estaban por demás de duras, todos sudados, no aguantábamos el calor de la temperatura interior, sumado a la calentura que nos había causado la morocha. Ella continuaba metiéndose los dedos en su vagina, tocándose las tetas, gemía despacio. Salimos los tres a darnos una ducha de agua fría y regresar rápido a continuar con el show que nos ofrecía nuestra vecina.
El primero en acabar fue mi compañero, Juan, se tendió extenuado en una tarima con la verga en la mano y llena de leche. Luego acabe yo, estaba lleno de leche hirviendo que había salido de mis huevos. Luego acabo Matías, pero el en la ducha porque ya no soportaba el calor.
Los tres nos bañamos, cambiamos y nos fuimos a tomar una cerveza en el bar de la esquina.
En una próxima jornada esperábamos tener espectáculo otra vez.
Nos volvimos a encontrar en el sauna Matías y yo, pero en el sauna de mujeres no había nadie. Ya había confianza, así es que estábamos primero en las duchas charlando de aquella situación con las vergas duras, caminábamos por el vestuario tocándonos la verga sin vergüenza y con total normalidad, hasta que adentro del sauna nos pajeamos hablando de sexo, pajas y contándonos historias. Pero como aquella paja viendo esa morocha, jamás.
Datos del Relato
  • Categoría: Masturbación
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1 comentarios. Página 1 de 1
Fabian
invitado-Fabian 22-04-2014 02:16:24

Yo suelo ir al sauna y se me provoca lo mismo, siempre trato de que no este nadie adentro para poder tener buenas erecciones y proceder a darme placer yo solito, hasta que dejo que mi organismo expulse la leche que han producido mis testiculos; he visto como algunos visitantes se la acarician en las duchas y me imagino que al verse solos hacen lo mismo que yo; eso creo que lo hacemos la mayoria, lo que no he tenido oportunidad es ir a una sauna donde vayan mujeres y poder espiar e inspirarme, pero con lo que hago es suficiente.

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