Mi nombre es Brenda, llevo casada poco más de diez años y el sexo me encanta; y aunque en mi matrimonio eso nunca ha faltado, había algo que no me dejaba en paz.

Hace tiempo que mi primo político me inquieta muchisimo. El es un hombre alto, labios delgados, lindos ojos (creo que podría perderme en ellos todo el día si pudiera), unas manos grandes y suaves, y un cuerpo bien trabajado. Es un hombre increible y muy atractivo. Debo aclarar que él tambiénnes casado.

Antes las reuniones familiares no me agradaban tanto, si no hasta que él comenzó a llamar mi atención, tanto que el solo hecho de tenerlo cerca me hacía mojar mi ropa interior.  A vecesa yo solo asistía por que sabía que él estasría ahí. Al principio con solo verlo yo me conformaba, pero después comencé a tener fantasías y me gustaba imaginar como sería tener sexo con él. Mientras los invitados reían y charlaban, yo no podía dejar de pensar en cualquier escena erotica donde los protagonistas eramos nosotros, mi primo y yo.

Al llegar a casa, fui directamente a mi habitación en busca de sexo, estaba tan excitada por las fantasias que mimente y su presencia habían provocado que yo necesitaba hacerlo. Entonces le pedí a mi esposo que hiciera cada cosa justo como yo lo había imaginado, mientras él me desnudaba y acariciaba  mi cuerpo yo cerrabalos ojos para seguir pensando en mi primo, esa noche el sexo me parecío fabuloso, fue mejor que nunca.