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Categoría: Masturbación

Mis cinco pajas en un hotel de 4 estrellas

Por motivos de trabajo viaje a la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, una región que hace mucho calor, entre 25 a 30 grados. Estuve en un hotel de 4 estrellas.



La primer noche no hice nada porque antes de partir hice el amor con mi mujer.



La segunda noche, después de las reuniones de trabajo (soy ingeniero de sistemas, tengo 45 años, soy casado, una pareja como hijos, soy heterosexual, aunque me gustaría tener alguna experiencia bisexual), me fui al hotel, ingrese al baño y me metí a la tina con hidromasaje, eso ya me calentó mucho.



Así que salí desnudo y me vote a la cama, una cama de dos plazas, grande rodeada de espejos, se darán cuenta que estar desnudo, rodeado de espejos viéndote tu cuerpo y tu pene erecto es para ponerse a mil, así que no dude y empece a masturbarme como siempre lo hago, poniendo crema a mi miembro y mis manos, acariciando todo mi cuerpo, especialmente mis nalgas.



 



Era tan emocionante estar solo, sabiendo que nadie me interrumpiría, que tenía toda noche para mi, mis manos y mi pene erecto. Traté de tardar lo más que puede, me puse una almohada en la cintura de modo que parecía que iba a dar un volterete, llevando mis pies lo más atrás posible, de modo que mi pene se acercaba más a mi cara; además, los espejos reflejaban todo mi cuerpo, especialmente mis nalgas, desnudas, con mi culo bien abierto, era tanta la excitación que ya no pude más: terminé con cinco lechazos en mi cara, mi pecho y mi vientre, gemia de placer.



 



Como hace mucho calor me tape apenas con una sábana y no me limpie mi semen, dejé que se secara en mi cuerpo y así me dormí: Eso de las cuatro de la madrugada, desperté, sintiendo mi pecho con mi semen seco, eso me volvió a excitar, no dude nuevamente de masturbarme, cogí la crema y unté mis manos y mi pene, mi mano frotaba bajando y subiendo mi glande, a los pocos minutos tuvo un segundo orgasmo terrible, otra vez el semen salió con tres lechazos y un poco más. No me limpie, deje que se secara.



Al día siguiente desperté a las 7 ingresé al baño al ver mi semen seco en mi cuerpo me volví a excitar, mi pene se puso duro, quería nuevamente masturbarme pero, debía ir a continuar con el trabajo.



 



La tercera noche, al ir a cenar encontré una tienda de ropa para hombres, ingresé y ví la sección de calzoncillos, había una variedad, así que compre tres. (Les cuento que desde muy joven mi ropa interior me excitaba y aun me excita, hasta ahora cuando compro nueva ropa interior, si no hago el amor con mi mujer al momento de estrenar esa ropa, busco el momento preciso y me masturbo, bueno es una forma de fetichismo, eso creo).



 



Con esa idea en la cabeza me fui al hotel, como siempre me metí a la tina, para estar limpiecito y oloroso para masturbarme, en el momento preciso desnudo, me ponía y sacaba los calzoncillos, mirándome en los espejos, era un momento de mucha excitación, en cada sacada de calzoncillo, con el pene erecto (tengo uno de 18 cms y de circunferencia de 13 cms, es un tamaño común) éste se iba hacia atrás para dejarlo soltar al salir del calzoncillo y golpearse en mi vientre. Otra cosa que me gusta ver mucho es al sacarme el calzoncillo en los espejos y ver cómo mis nalgas aparecen desnudas, es una sensación muy excitante. (En otros relatos les contaré lo que hago con mi culo y mi ano, he hallado otra forma de masturbarme)



 



Estando tan caliente, me vote en la cama y, ya desnudo, utilice nuevamente la crema, como lubricante y frotar mi pene una y otra vez, el líquido preseminal era la antesala de otro orgasmo suculento, este líquido me lo metía a la boca saboreando lo que estaba pronto a venir.



 



Estuve un buen rato tomando diferentes posees masturbatorias, desde aquella tradicional echado en la cama, hasta las más imaginativas como esa de subir los pies lo más alto posible, de tal modo que tu pene apunta directo a tu rostro. Tienes el cuerpo erizado porque te estiras lo más que puedes (como ponerse manos, o aquella pose en que miras tus nalgas y las golpeas lo más fuerte que puedas, abres tu ano para ver tu orto, te acaricias tus tetillas, tu ano, te metes el dedo o los dedos y disfrutas de tu sexualidad, y de rato en rato tu mano baja y sube, frota tu pene hasta que llegó el momento más placentero, como la noche anterior terminé con mi semen en mi pecho, era tal mi excitación que no dude en meterme mi semen en mi boca y saborearlo.



 



Al día siguiente, no pensaba masturbarme, porque tenía una reunión toda la tarde y parte de la noche y, como era la última noche estaba previsto una despedida, lógicamente con bebidas; sin embargo, de último momento me informaron que la reunión se suspendía para el día siguiente; eso me dada la tarde libre.



 



Fuimos a almorzar y me despedí de los colegas con el pretexto de visitar un pariente, fui al hotel, me bañé y decidí ir a esa casas de citas (en esta ciudad y en la que vivo La Paz Bolivia, hay muchas casas y muchachas, salen en los periódicos que te dan tres orgasmos uno vaginal, uno oral y un tercero anal, eso varia según el costo; el más barato, un solo orgasmo te cuesta cerca de 8 dólares, obviamente hay muchos más caros). Con esa idea en la cabeza, me contacté con una muchacha fui a la casa de citas, eso de las seis de la tarde, pague por una hora (15 dólares), debería tener dos orgasmos uno vaginal y otro oral.



 



La primera media hora la pase muy bien hice el amor vaginalmente, lógicamente con preservativo, como estaba con ganas hicimos algunas poses y de tanto meter y sacar llegué a un estupendo orgasmo. Luego desnudos estuvimos un buen rato encima la cama, acariciándonos mutuamente, como era de suponer otra vez se me puso erecto, me puse el preservativo y la muchacha empezó a chuparmelo, pero, por algún motivo se me pasó los deseos así que me vestí y me fui al hotel.



 



Al llegar, grande fue mi sorpresa cuando me dí cuenta que el sauna estaba vacio, preguntando al botones me dijo que ya nadie ingresaría porque pensaban apagarlo, ante esta situación le pedí que lo mantengan prendido por lo menos una más, para que pueda saunarme, aceptó mi pedido, subí a mi pieza ya con la idea fija de masturbarme en el sauna, baje con la mínima ropa y con mi frasco de crema (lubricante para mi pene), el sólo pensar que estaría solo ya me puso a mil.



 



Otra de las cosas que les cuento es que también desde muy joven me gustaba ir al sauna, por lo general iba lo más tarde posible para que cerca de la hora de salida esté poca gente o lista para irse a su casa y de este modo el sauna esté libre, ese era el momento en que aprovechaba para masturbarme bajándome el short que usaba; pero se darán cuenta que era una tensión porque el rato menos pensado ingresaba alguien ya sea otro parroquiano tardón o que quizás tenía las mismas intenciones de masturbarse, o también ingresaban los jóvenes que hacían la limpieza, por lo general para satisfacer mi calentura me iba a una ducha y me masturbaba, alguna vez hasta dos veces.



 



Con todas estas cosas en la cabeza y los recuerdos, era las pocas veces que se presenta una oportunidad así, yo sólo en el sauna, desnudo con el pene erecto a mil. Cerré bien la puerta, pero además seguro de que nadie vendría, me voté en el suelo, empece a jugar con mi pene, acariciar mi cuerpo, ponerme crema en mi mano derecha y mi pene y subir y bajar, subir y bajar (ahora que esto y escribiendo esta mi historia, totalmente verídica, tengo el pene durísimo y me la estoy cascando poco a poco, cosa de todavía no terminar, porque quiero primero terminar de escribir este mi relato).



 



Estuvo un buen rato así, luego, al igual que la noche anterior coloqué mis pies en la pared de modo que parecia que iba a pararme de manos, de tal modo que coloqué mi culo, mi ano directo a una ventanilla de donde salía un chorro de aire caliente.



Se dan cuenta, tener el culo elevado, el ano abierto por la excitación, los pies arriba, el pene a mil y tu mano bajando y subiendo, bajando y subiendo, frotando tu pene con la cabeza roja, el cuerpo se eriza; no sólo sudaba por efectos del sauna, también por efectos de la masturbación y la tensión de retener lo más que pueda el orgasmo. De tanto bajar y subir la mano por mi pene, el airecito caliente apuntando a mi culo y mi ano, ya no pude más así que vote semen por mi pecho, aunque ya no con tanta fuerza como la primera noche, pero igual o más placentero, de años se me cumplió mi sueño de tener un orgasmo en un sauna (si pueden hacerlo les aconsejo es una sensación única, es otro gusto de masturbación).



 



Me bañe, vestí y me fui a cenar, regresé al hotel, me desnude nuevamente y me metí a la cama, estuve buen rato, viendo televisión, hasta que tanto recordar lo que me había pasado se me pusó erecto el pene. Como al día siguiente debería regresar y sabiendo que en casa ya no tendría la privacidad que estaba teniendo en le hotel decidí hacer la última pajita, así que me masturbe con tan tanta intensidad, que tarde un poco en llegar al orgasmo, esta vez me salió poco semen pero me gustó.



 



Claro que llegando a casa, de regresó tuve que disimular con mi mujer pues, no tenía muchas ganas de hacer el amor.



 



Ahora que he terminado de contarles lo que me sucedió en ese viaje (además vez que viajo solo siempre voy con la idea de masturbarme, es un gusto aparte, con mi mujer llevó una vida sexual normal y satisfactoria hacemos el amor por lo menos cuatro veces a la semana, que creo es lo normal en las parejas; pero, vez que tengo la oportunidad me masturbo porque me gusta y es una sensación deferente, no tengo el más mínimo remordimiento ni reparo, es una forma más de vivir mi sexualidad).



 



Como les decía, hoy estoy solo, en casa mi mujer está de viaje con mi hija e hijo, llegará recién para el 9, tengo dos días de estar sólo, este domingo que pasó me he masturbado dos veces, esta noche al terminar esta mi historia me ducharé y terminaré mi trabajo de masturbarme, ahora sólo estóy desnudo escribiendo con el pene durísimo, pero hago el sube baja poco a poco, para no tener un orgasmo en mi computadora, sino en mi cama.



Aunque varias veces me he masturbado frente a mi computadora viendo videos de jóvenes masturbándose, si les gusta, le envio algunos correos electrónicos para que visiten esos lugares.


Datos del Relato
  • Categoría: Masturbación
  • Media: 0
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  • Lecturas: 2007
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