No hallaba forma de accesar a Minnie, llamar a su casa podría ser peligroso, si ella no
contestaba el teléfono, tendría que inventar algo frente a su papá, su hermano y lo
más probable frente a Albita, a quien como Uds. sabe tengo en la mira.
Se me ocurrió pasar varias veces por su colegio hasta que la vi, haciéndome el
distraído la abordé, le dije que me alegraba de verla y le inventé una escusa
para pasar por allí. La invité a tomar algo en una alguna cafetería y aceptó, no
deseando perder la oportunidad, le recordé el viaje a la playa y le pregunté si
le gustaría pasar una tarde fuera de la ciudad, en algún hotel con piscina o en la
montaña. Acordamos que el lunes siguiente, sólo tenia clases por la mañana, la
pasaría recogiendo y así lo hice, conduje hacia las afueras de la ciudad donde
habiá un motel bien discreto, con jacuzy y servicio de bar en la habitación , bien
caro, pero creo que valía la pena el gasto.
Apenas llegamos pedí vino blanco frio y le pedí que se pusiera cómoda, le pregunté
si quería usar el jacuzy y me dijo que luego,yo no aguantaba, de solo mirarla y
pensar en ese coñito cerradito y esas nalgotas, la pinga se me estaba reventando.
Brindamos y me senté junto a ella, la abracé y se apretó fuertemente, me di cuenta
que estaba calientísima, comencé a besarla suavemente, acaricié su cuello, su espalda y
puse mis manos en su muslos y le abrí su camisita, sus pechitos aunque pequeños estaban
ya semiduros, se los chupé y seguí bajando hasta llegar a su hombligo, en este momento se
relajó, abrió las piernas, le toque el coñito y estaba empapado, le quité la faldita
y me arrodillé frente a ella, le lamí los muslos hasta que llegué a su cuquita y apartando
su pantaletica le metí la lengua por todos esos resquicios hasta que acabó extremeciéndose
de gozo y mojándome la cara con su fluido.
La pinga se me reventaba, parecía medir más de los veintitantos cms.que tenía, me
paré y se lo puse en la boca, ella poco a poco se lo fue tragandio, pero sólo le cabía
la mitad, me lamió la cabeza y lo recorrió a lo largo dos o tres veces porque no soporte y
acabé bañandole la boca la cara y los pechos.
Nos refrescamos , tomamos más vino y comencé la ardua labor de prepararla para
empalarla por ese precioso culo que tenía, yo no tenía intenciones de tocarle su
coñito, excepto con mi lengua, primero porque era muy niña y por temor a cometer un
error y ademas porque mi pija era muy grande y podría hacerle dañó.Así comencé a
besarla, bajé a su conchita y después de una larga mamada le dí la vuelta y le meti
la lengua en la rajita de ese culito precioso, comenzo a extremecerse, le metí un dedo
suavecito y sentía como se retorcía de gozo, volví a meterle la lengua con fuerza en
su hoyito hasta que se corrió jadeando y meneando ese culo en circulos; no había
terminado de acabar cuando la recosté del brazo del sofá, le abrí las nalgas y le
puse mi cabezón en la puertica, no necesitaba lubricante, se me salía la savia
a chorros, le recorrí toda esa rajita varias veces y se extremecía, le metí la cabeza y gimió,
me detuve le besé la espalda, acaricié sus nalgas y se lo fuí enterrando hasta la mitad,
me dijo que no le cabía más, entonces comence a sacarlo y meterlo suavemente, ella
empezó a culear divino y le seguí metiendo la pinga casi completa, de repente,
como picada por algo comenzó a menear ese culo hacia adelante y hacia atrás, en círculos
se abría las nalgas con ambas manos y yo la machucaba con fuerza hasta que sentí que
explotó, se relajó y entonces le martillé ese culo sin piedad sacando y metiendo esa verga
completamente y hundiéndoselo hasta las bolas un buen rato hasta que yo también exploté
llenándole ese culo con un chorro de leche increible.
Se lo saqué, todavía despues de haber acabado divinamente , esa barra parecia un bate,
me arrodillé detras de ella y comencé a lamerle y succionarle ese hoyito coloradito, hasta
que no quedó una huella de lecche en es tesorito...
Nos metimos al jacuzy, tomamos un vinito más, nos relajamos un buen rato y la
llevé a su casa, no sin antes prometernos nuevos paseos...