Milie es una sobrina de mi mujer, era delgada pero de buena forma, caderas anchas, un culito paradito y bellas piernas.
Hace tres años se casó con un tipo flaco, incoloro y medio amanerado, nunca me gustó, sin embargo se mudaron a otra
ciudad y nos vemos muy poco. Recientemente otra sobrina se casó y sorpresa, asistimos a la boda y allí estaban, Milie
como siempre delgada, pero ahora el culo era precioso, grande, firme. Me impresionó, al verme se lanzó en mis brazos,
emocionada de verme , le sentí todo el cuerpo pegado al mío, la concha y los muslos, cargaba una pantaletica y un vestido
clarito que le caía sobre el cuerpo y que no dejaba nada a la imaginación. En la primera oportunidad la
invité a bailar, aprovechando la cantidad de gente que había, la llevé a un rincón y bailamos divino, lo hacía muy bien, la
apreté y comencé a sentir una fuerte erección, traté de disimularlo separándome un poco, pero ella no lo permitió, por
el contrario me apretaba más y me restrujaba su concha de mi palo.
De repente sentí que alguien nos miraba con insistencia , era su esposo, quien al vernos tan apretados sólo dijo:" bailan muy
bien, hacen una buena pareja, y tu tío disfrútala, por hoy es tuya, al fin y al cabo es tu sobrinita". Me convencí que era
maricón y que no le importaba si le cogían la mujer. la seguí gozando con cuidado dado que era una fiesta familiar y le
prometí una pronta visita.
El siguiente sábdo inventé un viaje de trabajo y me fui a visitarlos solo, sin mi mujer, llegué como a las tres de la tarde,
estaban solos viendo TV, ella tenía una faldita cortica que le destacaba sus piernotas y su buen culote. Inmediatamente
destapamos un botella de vino blanco y brindamos, estaba felices, pusieron música y charlamos. De repente Milie me invitó
a bailar, yo acepté y comenzamos a hacerlo muy suavemente, ella se apretó contra mi y lo hicimos por un rato, se me
empezó a parar la pinga y ella a pegarse más, mientras el nos observaba fascinado.
Viendo que a el le gustaba que le apretaran la mujer, yo comencé a hacerlo con descaro, la tomé por las nalgas, que duras!!
y tersas, le solté la falda que cayó al suelo y seguimos bailando, tenía una miníma pantealetica, con un hilito metido entre
las nalgas, apenas le cubria la concha, le besé el cuello y ella me soltó los pantalones, no aguantaba, la tranca ya estaba
a reventar, a todas estas, él sentado observándonos se quitó los pantalones y lucía también una pantaletica como la de Milie
con la diferencia que el bollo de Milie era más grande que el de él.
Llevé a Milie al sofá y sin protocolo le empujé todita la tranca, inmediatamrente acabó, el viéndonos trataba de masturbarse
pero no lograba ninguna erección en ese pipe que parecía muerto, continué bombéandola, le puse las piernas en mi pecho como
pollito en brazas y seguí dándole con todo hasta que acabó tres veces más, mientras, el veía con detalle, casi close-up, como yo
le machucaba esa concha a su mujer. No aguanté más, le llené ese coñote de leche y me tiré en el sofá a descansar, estaba
mamado. Milie se fue al baño y el sin pedir permiso, comenzó a lamerme esa pinga hasta que no le dejó una gota de leche.
Cuando Milie regresó yo tenía esa tija tiesa de nuevo y el maricón, por fin tenía una erección aunque no muy grande. Ella lo apartó
a el y se pegó a mamarme esa tranca como si era un helado, el se agachó detrás de ella y comenzó a mamarle esa vulva.
Yo no quería acabar en la boca de ella, yo estaba loco por meterle la tranca en ese culo, los separé, puse a Milie boca abajo en
el sofá, le levanté ese culo y se lo mamé, le metí la lengua todo lo que pude, luego dos dedos miemtras le mordia los labiesotes
de esa conchota, la puta acabó un par de veces y entonces mientras se extremecía, le metí la pinga completa sin compasión
y comencé a darle durísimo en ese culo, el con una buena ereccíon se masturbaba mientras veía(muerto de la envidia, probablemente)
como yo le sacaba y enterraba ese palo en el culo de su mujer, cuando sentí que ella se estaba acercando a un fuerte orgasmo ,
se lo metí con más fuerzas y acabamos juntos derrumbándonos sobre el sofá, mientras el sentado frente a nosotros, finalmente
lograba su primer orgasmo de la tarde.
Le saqué la pinga de ese culo que estaba rosadito, hirviendo y expeliendo el lechero que le había metido, se lo mamé y limpié
bien mientras el hacía nuevamente lo mismo con mi tranca, dejándola lista para otra sesión....