Era un día sábado por la mañana, nuestros padres se habían ido a ver a mis abuelos y solo quedamos mi hermana menor y yo en casa, ella se llama Paola y tiene 17 como la mayoría de las niñas de esa edad le gusta usar pantalones ajustados que resalten sus ricas nalguitas que aunque ella es delgadita tiene el culito parado, sus caderas son normales y sus pechos pequeños, pero sus nalgas han sido motivo de mis pajeadas. Yo tengo 20 y soy normal de físico tengo buenos brazos por que iba al gym, pero deje de ir y mi abdomen ya no es el de antes.
Ese día yo me acababa de levantar y me dirigía al baño, para llegar a el tengo que pasar por la puerta del cuarto de Paola y como todo hombre al despertar tenia mi verga bien parada, pase por ahí y la vi acostadita boca abajo viendo TV con su pijama puesto, ella duerme con un calzoncito que aca en México llamamos cachetero pues deja ver parte de las nalgas, en la parte de arriba ella llevaba blusa de tirantes ambas prendas en color blanco. La vi y seguí mi camino con la imagen de esas nalguitas ahí e imaginando lo rico que se sentiría metérsela, llegue al baño, hice lo que tenia que hacer y me dirigí a la puerta del cuarto de mi hermana, yo duermo en bóxer y aun lo llevaba puesto, mi verga después de orinar se había puesto flácida pero al quedarme ahí viendo el culito delicioso de Paola se puso dura otra vez y se me notaba el bulto, me dirigí a la cama a ver TV con ella y todo pasaba normal, hasta que fingí estirarme y coloque mi pierna sobre ella, ella no le dio importancia y yo cada vez me calentaba mas, logre ver la forma de sus senos ahí redonditos y juntitos no se si por el bra que llevaba pero se veían deliciosos, me acerque mas a ella y mi pene rozaba su cadera y ella solo me volteo a ver y siguió viendo tele, yo queria cogérmela ahí mismo, mamarle sus pequeñas y redonditas tetas y mi verga estaba caliente ya.
Empece a moverme como bombeandola y ella me pregunto que si andaba caliente y le dije que un poco lo que le causo un ja. En eso le pegue mas mi verga a su cadera y ella se puso nerviosa pero no dijo nada, me le subí encima aun con su cachetero y mi bóxer puestos, acomode mi verga en medio de sus nalgas y empece a tallarcela con fuerza, ella solo respiraba agitada, metí la mano en su blusa y desabroche su brasier ya que era de los que se abrochan enfrente y le apretaba sus tetitas, a ella le encantaba sentirme porque al tiempo que yo me meneaba encima de ella, ella hacia lo mismo. Estábamos tan calientes que yo empece a jadear en su oído, era delicioso a sentir sus nalgas pegadas a mi aplastándose contra mi, le tallaba mi verga mientras ella gemía y yo jadeaba, le masajeaba las tetas y besaba su nuca, de pronto ella bajo su mano a su conchita y me imagino que se empezó a masturbar, la verdad no vi por que estaba encima de ella, pero el saber que tenia a mi hermana bien caliente y mi verga entre sus ricas nalgas paraditas me hizo pensar que se tallaba su panochita o que se metía los dedos, así estuvimos hasta que no pude mas y me chorrie, el semen quedo embarrado entre su espalda baja y mi ombligo, me levante un poco y limpie la cabeza de mi pene en su panochita aun con su cachetero puesto pero ahora mojado por lo caliente que estaba.

No se la metí, pero eso que hicimos fue delicioso y cada vez que ando caliente solo voy a la habitación de Paola y hacemos lo mismo, no quiero metérsela porque la fantasía es lo que hace interesante lo que hacemos.