Un malnacido decidió reprogramar a mi futura esposa.

Faltaban unos meses para nuestra boda (el mes de abril para ser exactos), sería un enlace muy sencillo y con pocos invitados. Preparar una boda no era fácil y los dos estábamos bastante nerviosos. Yo hacía tiempo que intentaba ascender para conseguir un mejor puesto para poder ir más desahogados económicamente y sin tiempo para decidirlo mi empresa me dijo que si llevaba a cabo unos negocios en el extranjero, lograría el ascenso deseado. El mayor problema es que estaría fuera de casa varios meses. La oferta era irme al día siguiente y a lo máximo a finales de octubre estaría en casa. Cuando le comenté a mi novia que tenía la oportunidad de ascender en mi trabajo estuvo contenta, aunque no tanto por el tiempo que estaría fuera.

– Qué te has pensado tú Sergio, yo aquí cuidándome de todo y es ¿quién me va ayudar con todo lo de la boda?.

– Tus hermanas creo que te pueden dar una mano.

– Ellas están ocupadas -respiró profundamente- y de mis padres ni hablar ellos viven lejos y todo el año están viajando y sólo vendrán para la boda. Yo te amo y no quiero que te vayas, aunque pensándolo bien estar cierto tiempo separados no nos irá mal, ya que ayudará a fortalecer nuestra relación.

Me sorprendió su respuesta, ella trabajaba por las mañanas en una oficina y casi coincidían sus horarios con los míos esto en parte hacía que tantas horas juntas a veces acabáramos discutiendo por tonterías.

– Tú amor mío- refiriéndose a mi-, ve tranquilo y tómate el tiempo que creas necesario para cerrar estos negocios, ¿por que cuanto tiempo estarás fuera?

– Tres meses como mucho intentaré menos -le dije-.

– Te echaré mucho de menos.

– Piensa que después de este viaje todo irá a mejor. Mañana por la mañana tengo mi avión destino a Roma, todo ha sido muy precipitado pero si todo va bien, mi nómina mejorará de manera considerablemente y es que sé que te echaré mucho de menos.

– Yo también -mirándome con ojitos.-.

Esa noche y sabiendo que estaríamos unos meses sin vernos decidimos echar un polvo rapidito, yo era bastante más ardiente que ella (o eso pensaba yo) y es que en más de una ocasión pensé en eyacular en su cara o hacérselo por el culo. Ella venía de una familia muy religiosa y siempre me dijo que ya hacía mucho en chupármela y dejarme correrme dentro de ella. Allí bien abierta de piernas y totalmente desnuda empecé con un mete saca y a los cinco minutos me corrí dentro de ella.

A la mañana siguiente tuve que madrugar ya que mi vuelo salía a las ocho de la mañana y entre pitos y flautas tenía una hora de viaje hasta llegar al aeropuerto.

Durante el trayecto empecé a pensar que nunca habíamos estado tanto tiempo separados, llevábamos seis años juntos y tres de convivencia.

Teníamos edades similares yo 28 y ella 26. Yo me podría definir como un tipo normal y corriente: piel blanca, cabello corto, ojos azules y deberé rondar el 1.80 de alto y unos 75 kilos de peso.

Ella en cambió era un auténtico bellezón aunque lo negará: rubia natural con una melena bastante larga, unos ojos de color verde claro. Su altura debería rondar el 1.65 de alto y con un peso ajustado a su estatura, su pecho diría que correcto, eso si su culo para mi si no era perfecto poco le faltaba y sus esbeltas piernas la hacían perfecta a mis ojos, ella sabía el cuerpo que tenía pero nunca quiso alardear de él.

El encargo que me había hecho mi empresa me llevó más tiempo del que yo esperaba al principio. Estando en una ciudad como aquella aprovecharía para hacer turismo y muchos pensaréis que estando solo a lo mejor aprovecharía para estar con otra mujer. Mi novia para mi era única y en cuestión de meses estaríamos casados.

Durante mi ausencia empecé a darme cuenta de que algo estaba sucediendo. Pasamos de mantener largas conversaciones telefónicas en las que siempre me llamaba ella, a ir paulatinamente y sin comprenderlo a simples mensajes de voz de whatsapp, me decía que no tenía tiempo y que tenía mucho trabajo en la oficina.

Al final y gracias a que soy un currante nato mi estancia se redujo a solo dos meses.

La llamé para decirle que regresaría antes y no me contestó, a los pocos minutos me llamó ella.

– Hola amor como estás, ¿que necesitas?.

Amor ¿cómo estás?, ¿que necesitas? me sonaba muy rara la forma en la que me contestó pero no le di importancia en aquel momento.

– Regresaré mañana y es que tengo muchas ganas de verte ya.

– Yo también, guapo tengo ganas de verte…adiós.

– Marta me oyes….

Me colgó el teléfono y no tuve tiempo a decirle nada. Todo aquello era muy extraño y la paranoia empezaba a apoderarse de mí.

A las cuatro de la tarde llegué al aeropuerto y calculé que a las cinco ya estaría en casa. Le había traído varios recuerdos de mi estancia en la citta eterna.

Llegué a mi casa y cuando abrí la puerta dije.

– Cariño ya estoy en casa.

– Ahora vengo.

Cuando apareció ante mi me quede en estado de shock. Estaba irreconocible y es que incluso no parecía ella, apareció con un top blanco cruzado muy cortito y que apenas tapaban sus tetas que ahora parecían melones (se había operado y no me había dicho nada). Vi un cuerpo casi perfecto sin una sola gota de grasa y su culo arropado por unos simples jeans que apenas la tapaban sus glúteos además de que ahora era rubia platino, no comprendía nada.

– Amor debes estar cansado

– Si -con cara de tonto absoluto-.

– Si te quieres darte una ducha.

– ¿Por cierto te has operado las tetas.?

No tuvo tiempo de contestarme cuando sonó el teléfono de ella y oyó una voz, su rostro se quedó inmóvil y sus ojos se quedaron en blanco. No comprendía lo que estaba sucediendo. Colgó el teléfono, se acercó al televisor e introdujo un pendrive y la encendió.

– Marta, ¿se puede saber que te pasa?

Pero ella no decía nada es como si se hubiera quedado muda, cuando se dirigió hacia mi con la mirada perdida.

– Sergio ahora tienes que ver lo que te voy a poner, ellos quieren que veas que soy una buena novia.

Al cabo de unos segundos apareció en la pantalla una sombra de un tipo y una voz distorsionada, con tan poca luz era imposible descubrir su identidad.

– ¿Que tal Sergio? veo que ya has llegado a casa

No sabía que decir era un video y no me contestaría, estaba expectante y asustado. Esperaba que todo aquello fuera una broma de mal gusto…pero no lo era.

– Veo que ves a tu mujercita algo cambiada…yo diría que a mejor y es que tu novia ha sido un gran descubrimiento que hemos hecho entre nuestro grupo de amigos.

No tenía ni idea de quien era ese tipo, el tío se estaba cachondeándome de mi.

– Tienes todo el tiempo del mundo para adivinar quién soy. Aunque te morirás y no me habrás descubierto. Tú ganaste la primera batalla pero has perdido la guerra.

– Marta escucha, despierta…-la estaba zarandeando y parecía estar abducida-.

– No te servirá de nada, ella solo me escucha a mi y sólo esta para darme placer a mi y a quién yo decida. Para ti siempre será tu novia dulce y cariñosa y que te quiere con delirio pero para mi será mi puta, la que nos follaremos tanto si tu quieres como si no.

Parecía que lo tenía todo controlado aquel maldito desaprensivo cuando sonó mi teléfono, era un número oculto y me imaginé que sería el tipo del video.

– ¿Que coño queréis de nosotros? dejadnos en paz.

– Sergio, tu no puedes hacer nada por Marta. Ella es mi juguetito.

Nos la vamos a follar siempre que queramos. El trance en el que está lo decido yo. Piensa que en todas partes tengo ojos que te vigilan. Si no la dejas salir de casa se quedará así toda la vida y si intentas hablar de este tema con alguien te mataremos y fin del problema…y seguiremos disfrutando de Martita.

Estaba a punto de llorar y de darme por vencido, pero pensé que todo era un farol.

– Mi novia es muy normal, por cierto ¿que le habéis hecho en las tetas?

– No te lo tomes a mal, para nuestro gusto aquello eran unas tetillas y ahora cuando nos la follamos tenemos de dónde agarrar.

Ahora noté como mis ojos empezaban a ponerse vidriosos, mientras Marta continuaba con su mirada totalmente perdida.

– Por cierto José la película empezará en breves momentos y yo no me la perdería, recuerda si intentas algo te mataremos.

Me colgó y es que notaba que aquel tipo tenía controlada la situación y que ejercía un gran poder sobre Marta. Ahora oí de nuevo la voz de Marta

– Sergio ven y mira la película que ya empieza.

Era una habitación con unas paredes de color blanco y con un par de focos enfocándola directamente. Estaba desnuda aunque muy maquillada: llevaba un pintalabios de color rojo pasión y una sombra de ojos negra. Allí estaba con sus antiguos pechos que tanto me gustaban. Estaba de rodillas y con su coño totalmente rasurado, cuando se oyó una voz en off.

– ¿Cómo te llamas?

– Marta.

– ¿Que te gusta?

– Follar.

– ¿Y que quieres ahora?

– Que me follen como la puta soy.

Aquellas palabras empezaron a retumbar dentro de mi mente. Tendría que hablar con sus hermanas sobre aquello, pero tenía miedo de que aquel individuo tomará represalias contra mi. Sabía que aquel video me destrozaría la vida y eso que aún no había empezado.

– ¿Cuantas pollas quieres follarte hoy?

– Todas las que me deis.

A los pocos segundos aparecieron allí dos tíos totalmente desnudos y que solo llevaban un pasamontañas que les cubría el rostro.

Los tíos llevaban sus pollas totalmente erectas y es que se veían enormes en cuanto a medida.

Cuando la voz en off volvió a aparecer.

– Dile a tu novio que te gusta.

– Comerme todas las pollas que pueda y que me follen todos mis agujeros como la puta que soy.

Quería irme, ya que me sentía impotente de que no podía hacer nada. Estaba asustado y como un cobarde me quedé allí a sabiendas de lo que iba a pasar.

Los dos tíos se acercaron a Marta y le pusieron aquel par de mástiles a escasos centímetros de su rostro. Agarró una polla y empezó a lamerla lentamente mientras que con su otra mano estaba haciéndole una paja al otro tío, parecía estar poseída y es que aquella no era mi dulce novia. Parecía una actriz porno profesional. No podía dejar de mirar el video y es que pensaba que todo aquello era una pesadilla, pero era real. Estuvo un buen rato comiendo aquel nabo y ahora aleatoriamente empezó a comer la otra polla, mientras se la meneaba al otro tío. De la manera en que se metía en la boca aquellos mástiles pensaba que le darían arcadas y es que su cara evidenciaba un estado de excitación muy elevado. Eso si en el momento en que noté que la había perdido mi batalla contra aquel tipo fue cuando se metió las dos pollas en la boca a la vez mientras les agarraba los huevos. Estaba tan absorto viendo aquel video que no me fijé en lo que estaba haciendo ella.

Se había desabrochado sus shorts, y sin ningún tipo de pudor se metió su mano dentro de su entrepierna. La muy guarra se estaba masturbando mientras veía el video en la que ella era la protagonista absoluta, perdí la noción del tiempo en la que estuvo comiendo aquellos dos mástiles cuando la voz en off volvió a aparecer.

– ¿Quieres que se corran en tu boca?

– Si por favor, deseo sentir la leche calentita en mi boca…mmmm.

– ¿Que leche no quieres probar?

– La de mi novio no la quiero, quiero la de todos los tíos del mundo.

– ¿Quieres que tú novio te folle cuando esté contigo?

-No quiero que me follé, él no se merece disfrutar de mi cuerpo, yo soy vuestra puta.

A los pocos segundos vi como aquellos tíos empezaban a cascársela frenéticamente hasta que empezaron a salir una cantidad de semen inaudita. Le llenaron toda la cara de semen, cuando los tíos acabaron de soltar hasta la última gota ella continúo chupándolas intentando no desperdiciar lo que aquellos individuos le habían dado. Lo peor es que la cara de Marta lo decía todo, tenía una cara de auténtica viciosa aunque no era consciente de lo que hacía.

Aquel malnacido la había reprogramado para convertirla en objeto de sus perversiones: de mi querida novia y futura esposa no quedaba nada. Tenía el corazón roto en mil pedazos y es que yo la amaba y por desgracia allí a mi lado estaba una simple furcia. Él decidía cuando ser una buena novia o una puta. Mi novia continuaba con los ojos en blanco penetrándose hasta que noté como su cuerpo empezaba a estremecerse llegando a un orgasmo brutal.

A los pocos segundos el video se fundió a negro y mi móvil volvió a sonar.

– Sergio, esto solo es un aperitivo de las muchas cosas que tu novia sabe hacer y que tienes que saber que me costó muy poco manipular su mente y es que la muy tonta no se enteró de nada y es que lo único que tienes que hacer es aceptar tu derrota. Piensa que en el trabajo es la misma de siempre y con su familia también. Eso si, cuando está sola disfruta como una auténtica zorra de todas las pollas que se puede follar. Piensa que nunca la podrás volver a mirar a la cara de la misma manera. Búscate a otra y olvídala por qué ella es mía. Si decides quedarte a su lado tendrás que compartirla con nosotros -riéndose a carcajada limpia- y no creo que quieras estar al lado de una tía que necesita follar a todas horas. Has oído de sus labios que no te la vas a poder follar, piensa que como compensación te daremos unos videos para que te eches unas buenas pajas por qué es lo único que conseguirás de ella.

– Eres un sinvergüenza, te encontraré y ella será libre.

– Soy una persona muy poderosa actualmente y ella es mi puta preferida, piensa que si intentas hacer algo la mataré delante de tus ojos.

Me colgó el teléfono y a los pocos segundos empecé a pensar en que a partir de aquel momento mi vida sería un infierno. Ella estaba a mi lado en total silencio como si fuera un robot, intenté tocarla pero no hacía nada. Toda la rabia que sentía dentro de mi hizo que empezará a llorar. Lo único que deseaba era recuperar a mi dulce novia (aunque en ella parecía que ya no quedaba había ni un solo rastro de humanidad). Tenía que encontrar a ese malnacido que había arruinado mi vida. Lo que acaba de suceder me había destrozado por completo.

Por mi cabeza en aquellos instantes pasó ante mi la idea del suicidio. Necesitaba quitarme esos pensamientos de la cabeza y fue así que decidi salir a la calle para pensar. Ahora mi duda era quién me encontraría al llegar a casa: ¿si a mi dulce novia o a la puta en que se había convertido en mi ausencia?.