Cuando esto ocurrió , yo tenía 15 años...
Un día sentada en la cama, cerca de la ventana, vestida con un pantalón corto negro y una camiseta negra (de lo más normal), miré en diagonal y vi la casa de mis vecinos, había un tío al que había visto como mil veces, él me miró, pero yo seguí a lo mío, y cuando me quise dar cuenta estaba medio denuda cambiándose de ropa, delante de un espejo o algo así...me quedé perpleja , pues había visto tíos desnudos , pero ninguno como aquel, y menos que fuera mi vecino, él se dio cuenta que le miraba , pero pareció no importarle.
Se desnudo completamente, tenía un cuerpo impresionante, que hasta a la tía más frígida hubiese excitado, era de origen cubano, piel color canela por todos lados, poco velludo, guapo, alto, musculoso,....y tremendamente bien dotado, ¡¡vamos!! el sueño de muchas mujeres.
Y ahí estaba yo con cara de tonta y totalmente húmeda por el morbo que me daba.
Se giró, me miró y comenzó a masturbarse, me quedé de piedra, no me moví y aunque no quise mirar ,no paraba de levantar los ojos de mi libro, cogió un papel, se corrió y me tiró un beso.
Esto se fue repitiendo todos los días, incluso algunos días dos veces, hasta un día que ya no pude más , esperé a que bajara y me hice la encontradiza con él:
-Hola, ¿qué tal?
-Bien , ¿ y tú?- su voz no era tan masculina como yo esperaba, pero bueno...
-Pues ya ves, como loca por follarte...- eso lo dije yo, me quedé helada, tierra trágame...El tío me miró, sonrió con su blanca y perfecta dentadura y por primera vez me fijé en sus labios, grandes, carnosos, como debía mamar aquel cabrón....pensé.
Él siguió su camino y allí me quedé parada en medio de la calle, hasta que minutos después reaccioné y subí a mi casa , esperando en la ventana para que cuando llegara mi vecino me viese bien dispuesta a todo.
Cuando llegó, me sorprendí, pues hoy traía a su novia, la había visto alguna que otra vez, bajita, morena , guapa,... ¡¡que envidia !!
Se sentaron en el sofá, yo les veía, se acercó a la ventana para cerrarla, creí yo , pero la abrió aún más, y se puso a besarla de un modo apasionado, que me puso a cien en el momento, se desnudaron, ella no está mal, pero él, para él no tengo palabras...
Se pusieron a follar allí en medio de la habitación de pie, tuve que irme de mi habitación , por que no aguantaba más, además se los oía gemir como animales y eso aún me excitaba más.
Me imaginaba como sería follar con él, por que tenía una polla enorme, grande, bien gordita, sin un solo pelo, soñaba con que me empalara en su polla, hasta hacerme venir de placer...
Por suerte para mí, ese fin de semana mis padres se iban a la playa, lo que significaba que tendría la casa para mi sola, en cuanto se fueron para la estación, me asomé a la ventana y por medio de una patéticas señas le hice saber que estaba sola....
Ese viernes noche, supuse que sería nuestra primera vez y me esmeré bastante para que todo estuviese bien, vestidito corto negro, sandalias en plan fetichista (aunque no lo soy me gusta mucho ponerme cosas de fetiche, como sandalias con tacones altísimos, látex, vinilo, cuero,...., pero mi perdición son los tíos con las piernas fuertes y musculosas, ese es mi fetiche).
Llamó al telefonillo, le abrí sin preguntar quien era, entró y me besó la mejilla:
-Hola Mario.
-Hola.
-¿Quieres tomar algo?
-No- estaba tan nervioso, que hasta parecía inexperto, era tímido y eso me gustaba aún más.
Nos miramos un rato sin pronunciar palabra alguna, con los ojos le decía todo, además se me iban de vez en cuando hacia su paquete , que por cierto, estaba enorme.
-¿Puedo besarte?- con eso lo dijo todo, ya sabía de que pie cojeaba , o al menos me lo imaginaba. –Sí – dije secamente, le tomé por la nuca y le pegué a mí todo lo que puse y más... ¡¡Dios era delicioso!! No se atrevió ni a tocarme eso me daba aún más morbo, le susurré al oído - ¡vas a ser mi puto perro y lo harás todo lo que yo te diga, ¿entendiste?- bajo la mirada, tal vez avergonzado por lo que le había dicho, ya era mío.
-Si, mi ama- dijo muy bajito.
-¿Qué?- dije enfurecida- los perro no hablan- le di una hostia.
-Guauu- dijo, me reí con ganas, era tan ridículo verlo sometido a mi voluntad , un tío de 36 años y 2 metros como mínimo....
-Desnúdate- ordené, tenía un cuerpo perfecto y eso a mí me perdía, intenté que no se diera cuenta, pero se percató, y más tarde lo usó en su beneficio.
-A cuatro patas- no me miró, bajó la m¡ vista y se puso así subiendo bien el culito y moviéndolo en señal de que estaba contento, le puse su collar con una chapita y su nombre de perro, éste se unía a un cinturón que le ataba los huevos y la polla , en plan estrangulador, pero de cuero y con pinchos de metal, era muy excitante verlo así, tiré de su cuello y gimió supongo que de dolor, pues tenía la polla toda hinchada y roja, le coloqué en una postura muy incómoda y vi que la tenía bien parada, me hubiese gustado comérmela, pero en el rol que había adoptado no me estaba permitido, o sí, pero no quise.
-¿Te gusta esto, eh, perro?- decía mientras tiraba de su cuello y a la vez de su polla, él no contestaba sólo gemía, hasta que no pudo más y se corrió.
-Ahora si que la has jodido amigo- dije saliendo de la habitación y trayendo una fusta de 7 colas muy finas de cuero, él ya sabía lo que iba a pasar , pero no mostró resistencia y eso que de haber querido podría haberme matado de una bofetada.
Durante la azotaina no se quejó, pero noté como se le ponía dura de nuevo, tenía el culito rojo y lo besé para que se relajara y después morderlo con ganas hasta dejarle una señal, que se fue poniendo morada.
Le quité el collar y se abalanzó sobre mí, sujetando mis brazos a mi espalda, me cogió del pelo y me tiró en la cama.
-Eres una zorra- dijo y me sorprendí- ahora vas a pasarlo bien tú.
Pude haberme escapado, pero estaba tan excitada que decidí quedarme haber que se le ocurría, pensé que lo pasaría bien , pero sus castigos eran más duros que los míos.
Me tapó la boca con una mordaza de esas que llevan una pelotita de color rojo y una cinta de cuero atada a la cabeza, me quitó la ropa rasgándola, y noté como chorreaba algo entre mis muslos, me había corrido sin llegar a tocarme siquiera, me puso de cara a la pared, me hizo arquear la espalda, sacar el culito, me cogió de las caderas y rozando la punta de su polla con mi clítoris, la apuntó directamente hacia mi ano, sentí temor, pues lo tenía bastante pequeñito y aquella polla lo iba a reventar, aún así no abrí la boca ni para emitir un gemido.
Empezó a empujar lentamente, abriéndose paso su enorme polla, sentí que me desgarraba por dentro , perdí un poco la conciencia y me desplomé en el colchón , él aprovechó y la metió entera haciendo que el dolor me devolviese a la realidad , intenté zafarme moviendo las caderas, pero era inútil.
Espero un rato dentro de mí, sin moverse para ver si me tranquilizaba, y después comenzó a meterla y sacarla, sentí dolor al principio, pero poco a poco sólo quería que no parara y que durara más y más.
Comencé a mover mis caderas chocándolas con su abdomen y sentía sus huevos golpearme en el coño que estaba apunto de estallar, (pues que me den por el culo me pone el coño a mil).
Después de unos minutos sacó su enorme polla y se corrió en mis tetitas, golpeando y salpicando mi pecho, cuando hubo acabado me relamí como una gatita.
Acerco su polla a mi boca para que la limpiara y sin pensármelo dos veces comencé a limpiarla con mi lengua.
Durante el resto del fin de semana descubrí a la guarra que hay en mí... él se convirtió en mi amo y yo en su gatita.
Como cuento sobre dominacion esta bien solo que no pega la edad que le pusistes a tu protagonista pues la hace una tia muy precoz ademas de ser una niña,y puede ser muy mal interpretado por aquellos que abusan a menores no te parece?,y esto es un comentario como mujer.