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Categoría: Maduras

Mi vecinita

.... Eran vacaciones de semana santa. La primavera no tenia mucho de haber iniciado y tal parecía que eso comenzaba a tener efecto en ciertas personas...



 



Desde hacia ya un tiempo había notado que una de mis vecinas, quien me saludaba con cierta frecuencia. Me miraba y buscaba mi mirada de manera un tanto insistente. Y no solo era por un mero gesto de cortesía. En lo personal me era incomodo sentir la forma en la me observaba, debido a su edad notablemente mayor a la mía. Yo 21 años y ella unos 40 años. nunca me eh considerado alguien guapo, pero tal parecía que aquella señora, Magda, le "agradaba saludarme".



 



Pasado algunos meses, aquella mujer comenzada a inquietarme. Una mujer soltera que vivía con su hermana y sus sobrinos, soltera, con un cuerpo que a pesar de tener algunos kilitos de mas, tenia un figura contorneada, que en alguna ocasión realizaron ejercicio haciendo que sus partes permanecieran con cierta firmeza. Comenzaba por las noches a desear ese cuerpo a mi disposición, cosa que sabia podía conseguir, solo era cuestión de "buscarle" un poco, nada más. Ya era yo el que la buscaba para saludarle y mientras pasábamos caminando, posaba mi mirada sobre ella de manera retadora, ella hacia lo mismo hasta que pasábamos uno junto al otro y continuábamos nuestro camino.



 



Tuve una oportunidad clarísima que Magda huso y que yo por temor, evite. Un día por la tarde, mienta comenzaba a anochecer: llegaba yo a mi casa de no se donde, cuando observe que Magda hacia lo mismo y se disponía a estacionar su coche, en cuanto noto mi presencia, apago el coche, y pidiéndome ayuda, me pidió que yo estacionase el vehículo, con el pretexto de estar aprendiendo apenas a manejar. Por temor a lo que pudiera pasar, y a mi poca peripecia para conducir, quede sin saber que hacer y al final le dije que no sabia conducir. Notablemente se vio desilusionada, dándome las gracias volvió a su auto. Más tarde note que Magda se encontraba sola, y que quizás buscaba la manera de llevarme a esta, al menos una suposición que me formule al ir pasando el tiempo.



 



...Eran vacaciones, como al inicio lo dije, y me encontraba fuera de mi casa, viendo como pasaba la tarde. Y la verdad anda con una calentura bárbara, mientras veía las chavas que pasaban por ahí. Cuando en un de repente veo llegar ni mas ni menos que a Magda, quien cargaba cosas que acaba de comprar en el centro comercial. Cortésmente me ofrecí ayudarle, era mi oportunidad y no la desaprovecharía, ella con una sonrisa maliciosa en los labios acepto.



 



Ya en su casa comencé a sacar las cosas de las bolsas, la mujer sabia mis intenciones y solo se limitaba a sonreír como jovencita calenturienta. Todo eso y los roces que hacia intencionalmente su cuerpo con el mío comenzó a despertar el bulto que traia dentro del pantalón.



 



Magda noto eso, y se me acerco, susurrándome al oído:



-me excitas bastante y lo sabes. Verdad?-



No respondí a su cuestionamiento, pero volteé y la observe detenidamente. No desaprobeche el momento y sobe con mi mano su sexo que por lo visto estaba bastante humedo. Mientras ella hacia lo mismo con el mío, que exigía salir de su prisión. Me tomo de la mano desocupada y me llevo a una habitación. Ya en ese lugar la tumbe en la cama, le abrí las pierna y sobre el pantalón comencé a chupar su sexo. Por lo visto estaba extasiada por que me sujetaba la cabeza fuertemente. Me separe le baje el pantalón que tenia, le quite la pantaletas y ahora si comencé hacerle el sexo oral de verdad.



 



Observaba de reojo su expresión, y con una cara de lívido me suplicaba que continuar. Continué con mi trabajo, ya que lo pedía con tal cortesía, como poder negarme. Después de la probada de sus jugos que obtuve opte por detenerme. Ella extrañada se enderezo sin saber que hacer:



 



-¿Que paso?- Me dijo Magda. -Claro que sabia que te excito- Conteste, haciendo alusión a la pregunta que había hecho al principio de nuestra sesión.



 



Magda ya se había quitado la blusa y su sostén, dejaba mostrar, unos senos que además de enorme preciosos para su edad y condición. Me acerqué a ellos y los empecé a besar, mientras pasaba mis manos por su espalda, para desabrochar el sostén, Dejando sus "niñas" al aire. -Me encantan tus pechos. ¿Dejarías que los mamara como si fuera un niño?- Le dije, aun a sabiendas que no necesitaba preguntarlo. Magda asintió con la cabeza. Me acerqué, me hinqué frente a ella, estando Magda sentada, y comencé a mamar y mordisquear esos senos de campeonato. Estaba a mil. Notando mi tremenda excitación, mi pareja en turno, desabrocho mi pantalón saco mi pene y comenzó a jugar con el; liquido seminal salía de este y ella lo embarraba por todo el glande. Yo seguía dándome todo un manjar con su busto y ella comenzó a masturbarme de manera torpe. Sus manos tibias y su movimiento rítmicos, hicieron que me corriera en sus manos. Mientras salía semen de mis entrañas me enderecé, tome su mano y la lleve a su boca, con desconfianza se metió a la boca los dedos y la mano llenos de semen, y comenzó a lamerlos. En ese momento note como sus pezones reaccionaban ante la excitación, que lamer mi semen le provocaba. Limpiándose la boca por completo, la tome de la barbilla, la mire a los ojos, y haciéndole unas seña hacia bajo. Postro su cuerpo ante mí y comenzó a chupar mi sexo lleno de liquido blanco. Había entendido el mensaje.



 



Acabando de limpiar, lo que había provocado ella en mi, con cierta angustian en la cara me pregunto:



-¿eso es todo, chiquito?-



La tome de la cara y le dije - No ahí condones preciosos. en ese momento se estira y de una cajonera saca un par de condones, me da uno, y me dice - Aquí están, úsalos son para ti chiquito. Y medio un beso en la mejilla.



 



Sin perder tiempo lo coloque en mi falo, que nunca dejo de estar erecto, el condón. Le bese la vagina, y subiendo a su cuerpo lo besaba con ternura, le encantaba y lo mostraba en su gesto, le bese la boca, y me correspondió, doblo sus rodilla como para darme mas facilidad a mi penetración. yo jugaba con mi pene, rozando toda su pelvis, yo no soportaba mas, quería penetrarla rápida y desenfrenadamente, pero las cosas rápidas no suelen disfrutarse. Ella entendía mi mis jueguecillos, y hacia participe de ellos. Le mordisqueaba el oido y el cuello mientras musitaba en su oído lo mucho que me excitaba, la algaba, le repetia mucho que iba hacerla disfrutar. Estando así un rato mas le plante un beso y fue entonce que me deje de rodeos y fui penetrándola, ella me besaba locamente, claro en lugar de dejarla gemir. Ya dentro mi miembro, y besándole ahora cuello y senos, comencé a "bombear".



 



Ella gemía y yo también de placer, nos encontrábamos en el paraíso terrenal, era estupenda esa mujer, sus movimientos su apretada y cómoda vagina me hacían sentir en la gloria. Permanecimos así un rato, hasta que me hinqué, le tome las pierna me las puse en lo hombros y seguí con mi labor de caballero. No podía dejar de mamarle esos senos que me parecían todo un manjar suculento, me llamaban de manera espectacular. Me pedía no me separar de ella, yo le decía: -Claro que no mi reina, aquí estaré hasta saciarnos-



 



Pasó algún tiempo, y había colocado a Magda sobre de mi. Ahora yo estaba acostado boca arriba, y ella sentada sobre mi falo. se movía como "masturbándome con la vagina" era genial sentir su peso sobre mi, y al levantarse extraer hacia ella mi pene, parecía que se lo tragaría todo por su sexo. Me enderece y continué con la sesión de besos en cuello, boca y oídos, sin dejar de penetrarla, con las manos le acariciaba los glúteos con desesperación. Ella hacia lo mismo con los míos.



 



Unos instantes mas, empezó a decir con fuerza y una mezcla de alegría -¡¡¡AHÍ ME VENGO, AHÍ ME VENGO!!!- La baje de mi regazo la acosté sobre la cama y le dije -Te vienes, pero no nada mas así, va hacer por algo- diciendo lo anterior con ironía, le comencé a chupar la vagina, le morqudisqueba el clítoris, lo chupaba lo mas fuerte que podía, mientras gemía con mas fuerza y me acariciaba la cabeza... Hasta que por fin acabo. -¿Terminaste preciosa?, pero yo no- dije con un tono fingido de tristeza, ella puso una cara de no saber que hacer. Fue entonces que la puse a gatas, entendió inmediatamente puso toda su disposición, le tomo las piernas y pose mis ingles en su enorme trasero, encajando con suavidad mi pene, ya lubricado con sus jugos, le sobaba con desesperación todo su cuerpo. Hasta que mis manos tomaron sus senos, los agarre con fuerza y utilizándolos de apoyo la copulé con cierta fuerza, hasta que. EXPLOTE. Saque mi pene, lo descubrí del condón y tomándola de la cabeza, a Magda. La lleve hasta mi sexo, satisfecho de haber terminado, lo limpio por completo y le dio un ultimo beso.



 



Magda comenzó a ponerse su ropa, yo hice lo mismo, me despedí y cruzamos algunas palabras.



 



Estaba satisfecha, me lo agradeció. Dijo que saldría con su familia de vacaciones, pero que le gustaría repetir la experiencia, le dije que a mí también. Salí de aquella casa. Eran ya las 11 de la noche aproximadamente...



 



Ahora que escribo esto, vuelvo a excitarme. Espero Magda regrese pronto, que mi cuerpo pide una ronda de sexo y erotismo como la de aquel día....



 



Quejas, sugerencia, espero las hagan llegar.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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