"Como descubrimos mi esposa y yo el placer del swinger."

Me llamo Luis y tengo 25 años de complexión robusta, 1.70 mts, cabello negro, ojos cafés, y con 16 cm de pene bastante gruesa, mi esposa igual complexión robusta, tetona 36d, 1.60 mts, ojos miel, poca nalga.

Era mi cumpleaños y me organizo una fiesta, así que entre algunos invitados vinieron mis vecinos de alado, ya cerca de media noche todos se habían retirado, solo quedaban mis vecinos puesto que viviendo tan cerca no llevaban prisa, mi vecino Benjamín de 1.72, delgado, con un pene de 18 cm pero delgado, y mi vecina Lorena 1.60, nalgona y tetona; siempre me ha gustado mi vecina pues es muy coqueta, y ese día todo cambio.

Al irse todos, mi esposa y mi vecina empezaron a recojer, a lo que Beny y yo salimos a fumar, después de unos minutos entramos y mi esposa había puesto una película, cada quien se sentó en un sillón y con su respectiva pareja. Beny fue al baño y yo no dejaba de mirarle las tetas a Lorena, a lo que ella según tenía calor y se soplaba con su blusa, descubriendo así su escote, mi esposa me beso muy rico y ella nos veía, Beny regreso y mi esposa fue al baño, Lorena beso a Beny y al mismo tiempo le apretó el pene, yo no dejaba de mirar y el se percato y me dijo -te gusta mirar? me sonroje y conteste que no que me disculparan, el dijo que no había problema que eran un poco exhibicionistas, a lo que siguieron besándose y tocándose, el a ella le sobaba las tetas, yo no perdía detalle, cuando bajo mi esposa yo tenía la verga dura, y ellos no se detuvieron, mi esposa les ofreció una habitación pero se negaron y continuaron. Poco tiempo después ella se quito la blusa y eso me puso muy cachondo, mi esposa me pidió que nos subiéramos pero yo solo pude besarla y poco a poco se calentó y comenzó a sobarme la verga y yo sus tetas, le quite su blusa y wow tenían casi la misma medida de busto, ya estábamos los cuatro muy calientes y el se saco la verga, a mi esposa solo le brillaron los ojitos, pues a pesar de que la tenía delgada, era más larga que la mía. Saco la mía y ambas comenzaron a chupar verga, Lorena miraba mi pene y mi esposa la de Beny, nos quitamos la ropa y ambas se hincaron a seguir chupando, unos minutos después sentía mucho calor y de pronto Lorena se acerco jalando a Beny de su verga y se la ofreció a mi esposa, eso me hizo sentir celos, pero al mirar que la comenzó a chupársela sentí como mi excitación aumento y Lorena se pego a mi verga y ambas chupaban vergas ajenas.

No podía más así que la puse en cuatro y la penetre muy fuerte, ella gemía y yo le daba nalgadas y apretaba sus tetas, mi esposa por su lado comenzó a cabalgar a Beny, y el le palmeaba la tetas era un concierto de gemidos.

Lorena-que rico, tu verga me abrio más y me encanta dame más duro.

Mi esposa me miro y me dijo: - Te amo pero que rico coge Benjamín y me excita mirarte con ella.

Le conteste - goza por que a mi me encanta esta mujer y Lorena me dijo - dime que soy tu puta; eso me excitó y le comenzó a decir: que puta eres y que rica estas, me encantas.

Beny le dijo a mi esposa: - tu no te quedas atrás putita que rico es follarte y que bien te mueves.

Sente a Lorena y metí me verga en sus tetas, era una sensación deliciosa,mi esposa se puso en cuatro y Beny la follaba tan duro que gemía sin parar;Lorena se puso de nuevo en cuatro y me dijo que le penetrara su culito, sin pensarlo la penetre y le daba muy duro, mi verga esta dura y por explotar, pasaron unos minutos y mi esposa vino a mi y me tumbo en el sillón y se monto de espaldas, Beny siguió follando a Lorena en cuatro y cuando estabamos por corrernos ambas se arrodillaron para recibir semen en la boca y tetas, pero Lorena pidio recibir el mío por lo que mi esposa recibiría el de Beny, me corrí como nunca y me excitaba ver a Lorena con mi semen y se lo trago, mi esposa jugaba con el semen de Beny y masajeaba su verga con sus tetas.

Terminamos y ellos nos confesaron que eran swingers, que desde hace tiempo querían una aventura con nosotros pero no sabían como abordarlo, desde entonces follamos los cuatro por lo menos una vez a la quincena, ahora pensamos intentarlo con su amiga de trabajo.