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Categoría: Maduras

Mi vecina

Hola de nuevo, en mi anterior relato La primera vez os conté como mi vecina me desvirgó, pues bien, después de aquella primera vez, hubo muchas otras.



Yo estaba al quite para observarla cuando salía al lavadero, ahora ya sin tener que ocultarme, ella tampoco se ocultaba y como sabía que yo la observaría, salía casi todas las veces sin bragas, así dejaría a la vista todos sus encantos, yo por mi parte también hacía lo mismo, y me mostraba también con mi polla al aire poniéndola también a ella muy caliente. Casi cada tarde al acabar las clases de repaso con su hijo, follábamos los dos como auténticos posesos. Nada más entraba en su casa, procuraba darme una pequeña muestra de lo que aquella tarde pasaría, besos, caricias, achuchones detrás de la puerta..........en fin ponerme cachando perdido.



Ella me contó que debido a que su marido pasaba, por su trabajo de camionero, mucho tiempo fuera, casi siempre estaba sola y cuando el llegaba, casi nunca tenía ganas de hacer el amor con ella, y que esa situación se había agravado durante el último año en que solo habían hecho el amor una vez, por lo que cuando vió la oportunidad de tener sexo y satisfacer sus necesidades no lo dudó ni un momento, y encima con un pimpollo, yo tenía por aquel entonces 14-15 años.



Fue un verano muy intenso, en cuanto a sexo se refiere, las clases pese a que solo tenían que ser de repaso estival, se prolongaron durante todo el curso siguiente. Ella no se cortaba, incluso delante de sus hijos se me insinuaba, se sentaba delante de mi y se arremangaba la falda dejándome ver su coño rosado y húmedo, se acercaba por detrás de mi inclinándose y haciendo ver que le interesaba lo que estaba explicando mientras frotaba sus pechos contra mi espalda, haciendo que sus pezones se pusieran duros y de vez en cuando tiraba algo al suelo para así de paso coger mi rabo y darle un pequeño masaje y alguna vez también metérselo en su boca haciendo que me subiera la calentura.



A principios de año llegaron unos nuevos vecinos a la escalera, matrimonio de unos 40 y pocos con una niña pequeña, yo prácticamente no me había fijado en ellos nada más que para devolverles el saludo si me los encontraba, hasta que un día estaba la mujer limpiando la escalera, estaba con un pantalón tejano bastante ceñidito, tenía buenas carnes, y una camiseta de manga corta también muy pegada que hacía destacar sus enormes pechos, yo calculo que debería gastar una 110-115, iba sin sujetador, y dado que había corriente de aire, tenía los pezones completamente tiesos lo cual me puso supercachondo. Nos íbamos encontrando de vez en cuando y también conocía marido, un tipo con una pinta de cabrón acojonante.



Mari, que así se llama la vecina que me desvirgó, me habló un día de ella, me comentó que había entablado una buena amistad con ella, los hijos eran de la misma edad e iban al mismo colegio, y un día le comentó la que si conocía a alguien que diese clases particulares de repaso o refuerzo y Mari le comentó a Katy que me conocía a mi, que le estaba dando clases a su hijo y que le iba muy bien, al que realmente le iban bien las clases era a mi................ Así que un día a finales de Junio, al subir a casa de Mari como cada tarde, me encontré con la sorpresa de que no estaba sola, yo que entraba dispuesto a follármela nada más llegar, me tuve que frenar en seco.



-Hola! dijo Mari, ella es Katy y quería hablar contigo para que le dieses clases de repaso a su hija y la he invitado a que vea como das las clases. Todas las "clases"? pensé yo.



Katy venía con una faldita a media pierna y una camiseta blanca, tenía unos pechos impresionantes, no llevaba sujetador lo cual los dejaba completamente sueltos y aunque grandes, eran muy firmes, y marcando sus pezones por completo, yo que me había aflojado al entrar y ver que Mari no estaba sola, ahora me estaba animando y bastante.



La clase transcurrió con total normalidad, aquella tarde no hubo roces ni provocaciones, y cuando acabé, Mari le dijo a sus hijos que se marcharan a jugar a la calle y que se llevaran también a la hija de Katy, de esa forma nos quedaríamos solos y podríamos hablar tranquilamente.



Fui al lavabo con la intención de refrescarme un poco la cara a ver si se ma bajaba la calentura, ver aquellos pitones delante de mí me había puesto a 1000, así que cuando acabé me fui para la salita y me senté para hablar con ellas del tema de las clases. Cual fue mi sorpresa cuando Mari sin mediar palabra, se puso a mis espaldas y empezó a recorrerme con sus brazos, acariciando mi pecho por debajo de la camiseta que llevaba, yo completamente anonadado me quedé mirando fijamente a Katy que no me quitaba ojo de encima sin mediar palabra, ella tenía su mirada fija en mi paquete, como llevaba un pantaloncito corto muy pequeño la punta de mi capullo asomaba por debajo, eso me puso más cachando aun y mi polla empezó a tomar cuerpo, Mari bajo su mano y metiéndola por dentro del pantalón masajeada mi polla que ya estaba completamente mojada, la sacó del pantalón y entonces le preguntó a Katy irónicamente:



-Te gusta el lápiz que tiene el profesor???



Katy, sin apartar la vista y viendo como poco a poco iba creciendo, contestó:



por supuesto que sí, claro que me gusta.



Quieres sacarle punta???



Ahora mismo....



y sin darme cuenta me encontraba sentado en una silla completamente desnudo, Mari acariciándome, besándome el cuello, metiendo su lengua húmeda en mi oreja, eso me excitaba muchísimo, y Katy agachada delante de mi, me bajó de un tirón los pantalones y cogió con su mano mi polla y me estaba haciendo una paja de campeonato, subiendo y bajando la mano suavemente, al estar yo mojado, el movimiento iba solo.



Nunca había pensado que aquella tarde estaría con dos tías, así que reaccioné, levanté a Katy del suelo y agarrándola por el cuello, junté mis labios con los suyos de una forma casi salvaje, ella respondió al tremendo beso y nuestras lenguas iban y venían de una boca a la otra, le levanté la camiseta dejando completamente al descubierto aquellas inmensas tetas, y me puse rápidamente a chupar y mordisquear aquellos pezones y con mis manos intentaba abarcar aquellos inmensos pechos, lo cual me era imposible. Mari por su cuenta viendo que Katy había dejado libre mi polla, se puso de rodillas delante mio y empezó a chuparme los huevos y después se metió la polla hasta dentro, iba pasando su lengua por mi capullo, la sacaba y se la volvía a meter de nuevo, yo estaba casi a punto de irme con la excitación que me producía estar con dos mujeres. Le dije a Mari que me iba a correr y la puso frente a sus tetas y acabó de hacerme la paja, llenándola de semen calentito, ella disfrutaba, mientras recibía mis lechadas con sus dedos se acariciaba su coño caliente, volvió a meterse mi polla en su boca limpiándola y sorbiendo los últimos restos.



Kati no dejaba de acariciarme ni yo dejaba de masajear aquellos pechos, me separé un poco de ella y le dije que se sentara en el sofá y abriera las piernas, le dije que le iba a comer el coño como nadie se lo había hecho nunca, a lo que ella me dijo:



-Seguro que si cariño, tu vas a ser el primero............mi marido no sabe lo que es hacerme gozar desde hace mucho tiempo, y mucho menos hacerme otra cosa que no sea metérmela por el coño y correrse sin preocuparle si yo lo hago o no, así que comete este fruto, que está todo calentito para ti.........



Sus deseos se verían cumplidos, así que me arrodillé ante ella y empecé muy suavemente a subir con mi lengua por la cara interna de sus muslos, mientras con mis dedos le pellizcaba los pezones, ella se estremecía al sentir mi lengua húmeda recorriendo sus piernas, llegué a su entrepierna, estaba muy húmeda, tenía la braga completamente mojada, se la arranqué quedando ante mi un coño rosado y que emanaba líquidos a mansalva, fruto de la excitación que tenía. Pasé de sus labios mayores directamente a meterle mi polla en su vagina, por los espasmos, intuí que le había venido su primer orgasmo, después saqué la lengua y pasé a su clítoris grande y muy húmedo a la par que le introducía, primero uno, luego dos y hasta tres dedos en su caliente coño. Mari estaba sentada en el suelo contemplando el espectáculo y metiéndose también dos dedos en su coño, a la par que con la otra mano, seguía acariciando mi polla que de nuevo se estaba poniendo lista para la batalla.



Katy había tenido por lo menos dos orgasmos más mientras le mordisqueaba y le chupaba el clítoris, pero yo quería más así que me incorporé y le planté mi polla delante de su cara, ella sin mediar una palabra me la cogió con sus manos y la empezó a chupar suavemente, para luego metérsela de lleno en su boca, la iba mojando con su saliva para así poder metérsela mejor. Marí que estaba muy excitada, ya había tenido un orgasmo masturbándose y viendo como le comía el coño a Katy, pero también quería más, así que tuve que cambiar de posición, me tumbé en el suelo, Katy se arrodilló delante y seguía con su mamada y Mari se sentó encima de mi cara, haciéndole así también a ella una comida de coño, que tanto le gustaba. Mari de vez en cuando se inclinaba hacia delante y pedía a Katy que le dejara chupar.



Yo ya estaba bastante calentito, y quería follarme a Katy, así que las levanté a las dos y puse a Katy delante de mi a 4 patas, abriéndole bien las piernas para así poder metérsela hasta los huevos.



De la primera embestida se la metí entera, ella grito un poquito, ya que no se lo esperaba tan de golpe, pero al momento los gritos eran gemidos:



AHHHHHHHHHHH!! Así, así, follame toda entera, haz que me corra de nuevo, métemela y no pares, sigue, sigue!!!!.



A Mari la coloqué al lado de Katy en la misma posición, y mientras estaba con el mete-saca con Katy, le introducía dos dedos en el coño a Mari y le metí el pulgar en el culo, dio un respingo, ya que no se lo esperaba, pero también le gustaba así que decidí probar con Katy y de tan excitada que estaba creo que ni era consciente de lo que le estaba haciendo, yo estaba casi a punto de explotar, Katy había tenido otro par de orgasmos, Mari también se había corrido, y Katy me dijo:



-Quiero que te corras dentro de mi, quiero sentir tu leche caliente en mi interior, lléname de ti.



Aquellas palabras fueron la gota que colmó el vaso, así que exploté, un par de embestidas y me fui completamente, Katy se corrió al sentir como mi semen caliente llenaba su vagina, yo seguía escupiendo, era la corrida más fuerte que había tenido, finalmente se la saqué y su coño chorreaba esa mezcla del semen y sus fluidos vaginales, Katy se dio la vuelta y se quedó tumbada en el suelo completamente extasiada, a su lado Mari se había dado la vuelta y con sus labios acaba de limpiarme la polla.



Finalmente nos quedamos los tres tumbados en el suelo en silencio, cuando de pronto Katy se incorporó y dijo:



-Bueno profesor, mañana que lección toca.......................



Hubo muchas más lecciones, pero serán en otro momento.



Si les gustan mis relatos, espero sus comentarios.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 10
  • Votos: 1
  • Envios: 0
  • Lecturas: 2393
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