El verano pasado me fui de vacaciones con una amiga a la Replública Dominicana. Me llamo nagore y tengo 19 años, mido 1,65 cm, delgada, 95 de pecho y soy rubia con media melenita. La primera noche nos preparamos y salimos para ver si ligábamos algo. Yo me puse un vestidito de tiras blanco, sin sujetador y un tanguita.
En un bar conocimos a 3 chicos de 35 años y estuvimos charlando y coqueteando con ellos, eran mayores que nosotras pero no puedo resistirme a cachas de mas de 1,80 de altura.
Mi amiga se enrollo con uno y desapareció y yo me quede charlando con Mario y jorge. Después de unas cuantas copitas les dije:
-¿Sabéis?, nunca me he acostado con un negro.
A lo que Mario me miro y me dijo:
-¿Y con dos?
No hizo falta mas, cogimos un taxi y nos fuimos a mi hotel. Se sentaron en la cama y yo me fui al baño. Me quite el vestidito y me quede en tanga, me hice dos coletas y salí del baño.
Allí me estaban esperando los dos desnudos, con unas pollas enormes y negras. Me acerque y rápidamente un fue a comerme las tetas mientras el otro me agarraba el culo y le daba palmadas. Mis grandes pezones estaban muy duros. Jorge me bajo el tanga y me metió un dedo en mi muy mojada vagina. Me tumbaron y me lamieron entera. Después se pusieron de pie y yo me senté al borde de la cama, agarre una polla con cada mano y las fui chupando. No me entraban ni en la boca.
Mario se tumbo y yo me senté encima de el. Era gigantesca. Nos empezamos a besar mientras me follaba y note que jorge se ponía detrás. Me abrió las nalgas y puso la punta de su pene en mi ano. gire la cabeza y le dije: no, por el culo.
Pero antes de acabar la frase ya me la había metido entera. Era un placer brutal, parecía que me iba a romper. Dos pollas enormes estaban dentro de mi follándome como salvajes. El que me estaba follando el culo me agarraba de las coletas y me la metía sin ninguna compasión y el otro me comía las tetas mientras me penetraba.
Entonces paro de follarme el culo y se corrió, toda su corrida fue bajando por mi culito. El se fue al baño y Mario me dio la vuelta, se puso sobre mi, coloco mis piernas bien abiertas y siguió follándome. Luego la saco y empezó a correrse. Varios chorros fueron directos a mis tetas y otros a mi cara. Saboree lo que había encestado en mi boca y con mis manos esparcí por mis tetas lo demás.
Luego dormí como un angelito durante horas. Cuando desperté estaba sola pero encima de la mesa había 50 dolares. No solo me habían follado, me había convertido en su putita.