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Categoría: Incestos

Mi tio me dio bien rico por el culito

Hola a todos. Hoy quiero platicarles lo que me sucedió este sábado. Al ser un día de descanso o al menos para mi lo fue generalmente me toca hacer la limpieza de mi casa. Papá y mamá trabajan y mi hermano esta semana fue a dormir con unos amigos. Y bueno, la verdad puedo decir que fue un fin de semana me dejó muy sorprendida pero muy satisfecha. Todo comenzó cuando después de desayunar decidí lavar los trastes que habían quedado de la noche del viernes y los del sábado en la mañana. Miré al reloj y vi que eran las 11 am. Recogí la mesa y entré a la cocina para empezar a lavar. A unos 15 minutos tocaron la puerta. Me seque y fui a ver. Era mi tío francisco.

- hola tío, lo saludé al abrir

- hola, preciosa, ¿como están?

- bien, bien, ¿que te trae por acá?

- nada, nada, pasaba a saludarlos

Entró y caminé a la cocina.

- ¿y tu hermano?, digo...porque tus papás están en el trabajo

- se quedó a dormir con unos amigos.

- a mira...bueno..., ¿y tu que haces?

- ...pues lavo los trastes.

- ya te tocaba jaja

- si, ya ni modo.

Seguí lavando los platos. Entró a la cocina y se sirvió agua. Lo miré de reojo y vi que me miraba.

- ...¿y mi tía?

- ahí está en la casa, quería venir pero llegó una visita.

- salúdamela.

La verdad no fue mucho lo que le platiqué. Y eso no bastó para que dejara de verme. Quizás porque ya no tengo un cuerpo de niña. Tengo 20 años y pues de cuerpo considero que no estoy mal. Soy delgada, pechos medianos, trasero levantado y soy de piel blanca. Aparte aún seguía en pijama, y lo que tenía puesto era un short lycra color rojo y una blusa blanca muy pegada a mis pechos que casi de me veían. Por lo que también me sentía incómoda.

- ¿y que has hecho?...

- pues...nada, estudiar y de ves en cuando salgo.

- ¿haces ejercicio?

- ...pues, no mucho, la verdad jaja, ¿porque?

- porque se te nota. Bueno, eres delgada, supuse que hacías para mantenerte en forma. Además, ya no eres una niña.

- jaja...no, ya no.

- ¿y...tienes novio?

- aamm...nop.

- ¿y eso?

- pues...no hay nadie interesante.

- ya veo.

Hubo un momento de silencio y de sorpresa me susurró al oído parándose atrás de mi y apoyando sus manos sobre mi cintura.

- Caro, no se porqué no tienes, si estás preciosa.

Me puse nerviosa y un poco temerosa

- ...gracias, tío.

- no tienes porque agradecérmelo, si tu lo sabes, contestó pegando su pecho a mi espalda.

- ...tío

- dime

- ¿...que haces?, le pregunté soltando los platos.

- ¿estás nerviosa?

- ...pues...algo.

- no te voy a hacer nada malo.

- lo se...pero...

- ¿pero que?, preguntó pegando su entrepierna a mi trasero.

- tío, ¿que haces?

- ¿no te gusta?

Pegó su miembro a mi traserito. La tenía dura.

- ¿cómo dices?

- te gusta, no digas que no. ¿ya has cogido?

- ...ya.

- mmm que rico. ¿te gusta chupar la verga?

Dios, preguntarme eso lo fue irrespetuoso, pero me excitó.

- ...si.

Sus manos subieron a mis pechos y me los apretó.

- que ricas las tienes. Y tienes un culo hermoso.

- tío para, no sigas.

- ¿porque?, si te está gustando.

- si, pero...

- ¿pero que?

- vamos, déjame probarte. Verte así vestida hiciste que la verga se me parara

- cállate, no lo digas.

- ¿te excita?

- no

- claro que si.

Presionó su vergota a mi culo. Dios, la tenía paradota y dura y sobretodo larga.

- tío, enserio.

Sabía que estaba mal pero dejé que me tocara. Hace mucho que no lo hacía nadie y lo necesitaba. Besó mi cuello, la nuca. Olía mi cabello.

- tienes un traserito bien paradito, que rico.

- ...ajá

- quiero metértela bien rico. Meterte toda la verga. ¿quieres?

- no, tío. Eso está mal.

- no si a ti te gusta. Vamos. Te va a gustar. Deja que te lo meta en tu rico hoyo.

Decir eso me calentó mucho. Sus intenciones me excitaron.

Dejó de frotar mis pechos y agarró mis nalgas. Las apretó

- mira que rico.

- suéltame, tío.

Agarró el resorte del short y me lo bajó lentamente. Lo resbaló desnudando mi trasero y bajándolo por mis muslos y mis piernas.

- que hermosa estás.

No sabía que hacer. Estaba inmóvil.

Me dejó con el calzón. Me dio una suave nalgada. Agarró mis dos glúteos y me los frotó. Separaba y juntaba mis nalgas haciendo que el calzón se me metiera quedando como una tanga.

- que rico culote.

Me gustaba lo que me hacía y lo que me decía. Miré hacia mi trasero y vi que hacerlo su cara a mi trasero.

- mmm te huele bien rico.

- no sigas.

- claro que si.

Bajó mi calzón poco a poco hasta bajármelo todo.

- Dios, mira esto

Me moría de la pena.

Separó mis glúteos y me vio el ano.

- estás bien ricota.

Acercó su cara nuevamente y me lo olió.

- te huele bien.

Sin decirme resbaló su lengua sobre mi ano.

- tío, no, no hagas eso.

- dios, que rico. Te sabe bien rico. Dan ganas de meterte la lengua en tu rico hoyo.

Lengüeteó mi orificio anal. Lo lubricó con su saliva.

- dios, tío, no hagas eso. Ahí no.

Aunque le pedía que no siguiera preferiría lo contrario. Lo hacia rico. Me chupaba el ano muy rico.

Se apartó y me metió un dedo.

- Aaahhh, noo espera

- tranquila, no lo aprietes.

No quería que me lo metiera.

- Dios, no. Detente.

Su dedo largo penetraba mi colita. Me rascaba por dentro. Sentía raro pero rico.

Lo sacó lentamente. Se levantó y me puso el dedo sobre los labios.

- chúpalo.

- no, que asco, dije sacudiendo la cara.

Con su otra mano me agarró fuertemente la mandíbula.

- abre la puta boca

Lo hice a fuerzas. Me metió el dedo. Que asco fue eso. Probarlo. Mientras lo hacía, sabía ácido.

- eso, preciosa, chúpalo.

Sacó su dedo y bajó nuevamente a mi trasero y enterró su cara en él. La enterró tanto que me levantó.

Le gustaba olerme el culo y chupármelo.

- estás buen buenota.

Se levantó y se desabrochó el pantalón tan rápido como pudo. Se bajó el calzón y me untó su vergota

- mira, mi amor, ¿te gusta?

- está muy gruesa

- que rico que te entre todo esto

La tenía bien parada.

- van, agárrala, me ordenó tomando mi mano derecha y haciendo que me agarrara la vergota. Se la froté.

- eso, mi amor, jálamela. ¿te gusta?

- ...ajá.

Sonrió viendo como se la jalaba.

- ¿quieres que te la meta?

- ...ajá, si.

- ábrete el culo, me pidió.

Agarré mis nalgas y me las separé

- Dios!! Que rica te vez así!!

Se agachó y lengüeteó mi rabito nuevamente.

- mmmm tío, que rico.

- si, mi amor.

- si, que rico.

- ¿te gusta que te lo chupe?

- si, sigue, chúpame el culo,

- claro que si, hermosa

- si, que rico.

Apoyé mi mano derecha sobre su cabeza presionándola en mi trasero.

- mmm que rico, sigue, tío.

Me gustaba como me lamía el culo.

Se paró y recargó su verga sobre la línea que separa mis nalgas. Dios, estaba tan larga y dura.

- mira, la tengo bien paradota.

- ¿todo eso me meterás?, le pregunté excitada

- claro que si. Quiero cogerte bien rico por el hoyo.

Tragué saliva. Se apartó un poco y puso su verga en mi entrepierna. La tenía tan larga que le bailaba chocando con mis muslos.

- la tienes muy larga, tío

- ¿te gusta así?

- ...ajá

- levanta el culo, preciosa

Me agarré el trasero y me abrí.

- eso, así.

Acarició mi ano con su punta. Frotaba mi húmedo culo con su miembro.

- ¿lista ahora si?

-...si, contesté algo insegura.

Tragué saliva y mordí mis labios.

Presionó con fuerza. Tenía el culo un poco apretado que no podía entrarme. Escupió su mano y lubricó su glande. Colocó su punta nuevamente y me la empujó lentamente pero con fuerza. Mi ano se abría lentamente conforme me la fue empujando. Dios, me generaba un poco de dolor.

- au, au, me quejé.

- shhh, tranquila.

Me dolía mucho. La tenía gruesa y dura. Su glande había entrado.

- tío, me duele, me duele.

- tranquila, preciosa.

Se detuvo dejando adentro lo que me había metido. Sus manos rodearon mi estomago. Me abrazó y recostó su mentón sobre mi cabeza.

- ¿aún te duele?, me preguntó.

- ya no tanto.

- ¿quieres que siga?

- ...si

- bien.

Puso sus manos sobre mi cintura y sin percatarme me la empujo fuertemente metiéndomela más de la mitad, y haciendo dar un desgarrador grito.

- aaaaaahhhh!!!!!

Apreté la orilla del lavabo y mis labios fuertemente. Cerré mis ojos sofocando el dolor. Sentía que me desgarraba por dentro.

- ssshh, ssshh, ssshhh, ya pasó, tranquila, me calmaba.

Quería llorar pero no quise hacerlo.

Perdí fuerzas.

- tío, sácala, me duele.

- tranquila, ahorita se te pasa el dolor.

Estuvimos así unos minutos. La empezó a retirar poco a poco y la metió.

- Aaahhh!!!, me quejé.

- que rico, te entra.

- tío, para

- déjame cogerte. Verás que ahorita se te quita.

- ...no lo sé.

La sacó nuevamente dejando su punta adentro y me la metió lentamente.

- Rayos!!!

- ¿que pasa?

- me la temes toda.

- ¿te gusta?

- un poco.

- ¿te sigue doliendo?

- no, ya casi no.

- que bien, porque ahorita te cogeré con más ganas.

- no, espera, dije justo cuando la sacó y me la metió con fuerza

- Aaahhh!! Puta madre!!!

- vamos!!! No lo aprietes!!!

Me la metió y me la sacó 3 veces seguidas. Sentía el ano muy estrecho y entumido. Lo tenía bien abierto. Su verga me salía y me entraba con más facilidad aunque aún me generaba un poco de dolor.

- saca el culo, recárgate en el fregadero y levanta el culo, me ordenó.

- ¿así?, pregunté levantando el traserito.

- ándale, así, te vez bien rica.

Me la sacó. Sentí un gran alivio.

- mira, lo tienes bien abierto, dijo metiéndome dos de sus dedos.

- no, tío, sácamelos,

- no digas nada, si bien que te gusta.

- no los metas tanto.

La verdad es que tenía razón. Aunque me incomodaba, me gustaba como me penetraba el culo con sus largo dedos.

- ojala mi lengua te pudiera entrar cono lo hacen mis dedos, hermosa.

- no, claro que no te dejaría.

- yo te obligaría. Me encantaría chupártelo bien. Escarbarte bien rico el hoyo.

- no, cállate, tío.

Sacó sus dedos y se jalo la verga. Colocó su punta en mi entrada y la metió. Me entraba con tanta facilidad. Me había dejado el ano muy estrecho. No sentía dolor. Al contrario me gustaba sentirla adentro.

- que rico te entra, mi amor.

- si, se siente rico mmmm!!!

- ¿te gusta como te lleno el culo?

- si, lo metes rico. Me gusta que este larga.

- si, mi amor. No me cansaría de metértela.

Abrazó mi estomago y la metió lo más que pudo. Dios, sentía sus testículos chocar con mis glúteos. Tenía bien metida su verga.

- Dios, tío!!!

Puse mis manos sobre sus brazos y los acaricié mientras me cogía bien rico.

- se siente tan bien, mi vida. Me gusta como te cojo.

- si, a mi también.

- quiero que me la mames, me dijo.

- si, yo también quiero.

Me la sacó lentamente. Al retirarla por completo, giré mi cuerpo mirándolo de frente y me agaché. Tomé su verga y la chupé. Succioné su punta y me la fui metiendo.

- Aaahhh!!! Eso!!! Métetela!!!, decía acariciándome el cabello.

La tenía bien dura y parada. Tan parada la tenía que se le doblaba hacia arriba como si fuera un plátano. Metí la mitad a mi boca y lengüeteé. Me llenaba la boquita.

- métetela más, preciosa. Quiero verte mamar bien rico.

Me empujaba la verga de modo que me entraba. Me heché hacia atrás pero sus manos lo impidieron.

- vamos, trágatela, dijo.

No creí que lo haría pero me la metió mas de lo que pensaba. Dios, su punta había atravesado mi campana y estaba bajando por mi garganta. Abrí más la boca para tomar aire pero no pude. Justo al abrirla me penetró más la boca. Me agarraba con fuerza. Empecé a atragantarme. Quería toser, sacármela, me estaba quedando sin aire.

- contrólate, contrólate, me decía.

Respiraba agitada por la nariz. Mi saliva me escurría. Se me estaba saliendo. Me la sacó un poco y la volvió a meter de golpe. Dios no pensé que me cabría todo. Sus testículos chocaban con mis labios. No podía respirar. Empecé a llorar y sofocarme. Mi nariz se me había irritado. Parecía como si tuviera gripa. Me la sacó y di un gran respiro. Estaba agitada. Escupí como flemas. Su verga estaba cubierta de saliva y de mis flemas.

- ven, otra vez.

Me la metió toda y la sacó. Solté un eructo y casi sentí que me vomitaba en ese momento.

- que linda te vez.

Lo miré. Mis lagrimas escurrían por mis mejillas combinándose con mi saliva. Me limpió con el trapo de secar los platos y me agarró de los hombros levantándome. Me cargó y me sentó sobre la barra de la cocina. Me quitó el short que tenía sobre los tobillos así como el calzón. Los olió.

- que rico huele

Reí y mordí los labios de lo excitada que estaba.

Agarró mis piernas y las abrió. Besó mis pies, mis pantorrillas, mis muslos acercándose a mi entrepierna. Sólo esperaba a que llegara ahí. Quería sentir sus labios sobre mi vagina. Me dio un beso sobre mis pliegues.

- la tienes cerradita y sin vellos, que delicia.

- ¿te gusta?

- me encanta.

Sacó su lengua y la resbaló separando mis pliegues llegando hasta mi clítoris.

- Dios!!, dije apretando los dedos de los pies y retorciéndome un poco.

Me encantó que hiciera eso.

- que rica te sabe.

- ...ajá...

Me daba ligeras lamidas en mi clítoris. Lentas y rápidas. Combinaba los movimientos de su lengua.

- Aaaahhh!!!! Siiii!!! Que ricoo!!!

Quería cerrar mis piernas pero era imposible ante sus ricas lamidas.

- ¿te gusta como me como tu rica concha?

- ...si..me encanta!! Aaaahhhh!!!! Rayos!!!

Apoyé mi mano derecha sobre su cabeza. Lo hacía sensacional. No podía hacer que parara. Su lengua daba giros al rededor de mi clítoris. Jugaba con él.

- que rico!! Que rico!! Mierda!!!

- tranquila!!

- ...no puedo!!!

Levanté la pelvis de los incontrolable que estaba yo. Abrió su boca y tapó mi vagina con ella. Su saliva lubricaba mis pliegues. Se mezclaba con los fluidos de mi vagina. Empezó a lengüetearme con unas ganas que me mataban.

- Aaaahhh!!!! Dios!!!! Siiii!!! Espera!!! Me!! Me voy a venir!!! Dios!!! Para, para!!!

Se apartó. Se limpió la boca y me dio un beso. Abracé su cuello con mis brazos y le metí la lengua a la boca. La succionó. Chupaba mi lengua. Nuestra salivas se combinaban. Afortunadamente disfruté de ese rico beso ya que no es feo. No digo que es rubio de ojos azules. Es alto, delgado, piel blanca, guapo y tiene un porte que seduce como nunca.

- vamos a la sala, abrázame.

No lo dude ni un segundo.

Abracé su cintura con mis piernas y lo agarré bien del cuello.

Caminó cargándome directo a la sala. Al llegar se dejó caer sobre el sofá de tres asientos. Su verga rosaba mi trasero. Al estar bien montada sobre él aprovechó para manosear mi culo. Cubría mis nalgas con sus manos largas. Me masajeaba.

- que rica estás, me alagaba mientras besaba mi cuello y frotaba mi colita.

Sentía rico que no quería que parara. Abrió mis nalgas y resbalo su larga vergota sobre mis pliegues a mi ano.

- mmm...¿te gusta?

- ...aja.

Levanté y bajaba mi traserito frotándolo con su miembro. Metió sus dedos a mi trasero.

- está bien abiertote

- métela, le pedí excitada.

Me rascaba el ano con sus ricos dedos. Los sacó y colocó su punta en mi hoyo. Subí y bajé el culo insertando bien su verga.

- que rico!!, dije al bajar penetrándome el culo. Su verga resbalaba dentro de llenándome bien rico. Sentía tan rico que abrí más las piernas para que me entrara todo.

- eso, hermosa, ábrelas, siéntate bien.

- sii, se siente rico.

- Apriétamelo!!

Apreté el ano con su verga bien metidota.

- eso, no lo aflojes, dijo agarrándome de la cintura y subiéndome lentamente. Su verga salía de mí. Me bajó. La sensación de ser cogida por el culo era tan deliciosa. Me subía y me bajaba. La tenía bien dura. Conforme me la metía me abría más el ano.

- ¿te gusta mi verga?

- si, está muy larga y dura, tío

Me cogía tan rico que me quité la blusa mostrándole mis pechos.

- Dios, que ricos los tienes.

Aunque no las tengo grandes, se me forman dos montañitas que me hacen ver sexy con el cuerpo que tengo. Besó mi cuello bajando poco a poco hasta llegar a mis bubis. Agarró ambas y las apretó haciendo que mis puntas quedarán salidas. Acercó su boca y lengüeteó mi pezón derecho. Jugó con mis puntas. La chupó y la jaló como si quisiera arrancármela con sus lindos labios. Me excitaba tanto que hiciera eso. Levanté mi traserito sacándomela y me la unte sobre mis pliegues.

- métetela, ándale, me pidió

Sólo reí y lo complací.

Abrí mi vagina con su punta y me la empujé logrando que entrara poco a poco.

- eso, métetela toda, preciosa.

La saqué.

- ¿te gusta, tío?

- si, si, vamos, preciosa. Métetela, no seas así!!

Me reí. Volví a meter su punta separando mis pliegues. Yo también quería metérmela pero me gustaba desesperarlo.

- Aaaahhh!!! Eso!!!

Me había entrado su cabeza. Agarró mi culo y me lo bajó con fuerza penetrándome por completo.

- Aaaahhh!!!!, solté un fuerte gemido

- eso!!! Que rico!!!

- sii!!! Dios, está bien larga!!!dije con los ojos cerrados sintiendo su tremenda vergota dentro de mi.

- ¿te gusta?, ¿te gusta tener mi vergota en tu rica concha?

- sii, me gusta,

Díos, se sentía tan rico tenerla bien metida. Me llenaba bien rico. Recosté mis pechos sobre su pecho y abracé su cabeza apoyando mi mentón sobre su frente. Sus largas manos cubrieron mi culo. Subí y bajé mi trasero haciendo que su verga me entrara y me saliera.

- Aaaahhh!!!! Que rico!!! Sigue!!! Sigue moviéndote así!!!, me pedía excitadísimo manoseándome el culo. Me azotó el glúteo derecho que más que dolerme me encantó.

- que hermoso culo tienes

Lo agarró fuertemente y empezó a llevar el ritmo bajando y subiéndolo. Su verga resbalaba de mi vagina. Salía y entraba.

- que rico!!!, dije

- ¿si?

- ...si.

- levántate un poquito.

Lo hice. Me agarró de la cintura y comenzó a levantar y a bajar su cintura penetrándome con más facilidad. Sólo me quedé quieta sintiendo su verga entrando y saliendo de mí.

- Aaahhh!!! Que rico te cojo!!!

- ssiii

Puse mis manos sobre sus hombros para sostenerme.

Siguió penetrándome aumentando el ritmo que hizo enloquecerme más. Dios, no había sentido tan rico.

- rayos!!!! Siii!!! ...Dios!!!!

- ¿que mi amor?

- ...se siente rico!!!

- ¿te gusta así?, me preguntó con una voz ruda penetrándome con más ganas.

- ssii!!! Sssiii!!! Aaaahhh!!!! Que rico!!!!

Apreté sus hombros. No podía aguantar.

- para!!! Para!!, le exigía

- claro que no, mi amor, me gusta verte así.

Me penetraba con rapidez.

- Aaaahhh!!!! Noo!!! Noo!!! Dios!!! Me vendré!!!!

- sii!!! Eso quiero!!! Vamos, hermosa!!! Gime más rico!!!

Su verga llegaba ahí muy rico. Pegaba en mi pelvis.

- Dios!!!! Siii!!! Siii!!!, le pegaba en los hombros. Lo pellizcaba. Tenía que sofocar ese rico placer con algo.

- aaaaaaahhhhh!!!!! Siiiii!!!!! Dios miooo!!!, grité un rico gemido levantándome al mismo tiempo y liberando de mi vagina un delicioso orgasmo. Mis ojos se entrecerraron inconcientemente y doblando la espalda al mismo tiempo. Me retorcía como si me estuviera convulsionando. Mis muslos temblaban. Mi culo subía y bajaba. Dios que rico fue eso. Abracé su cabeza fuertemente.

- eso chula!!! Que rico te mueves!!!, dijo rascándome la vagina. Metió sus dedos y me rascó con ganas. Expulsaba pequeños chorritos que sin duda me generaban un placer indescriptible. Me recosté sobre él para recuperar un poco las fuerzas.

- chorreas bien rico. Me mojaste la verga.

- ...estoy cansada, dije entrecortando la voz

- aún no terminamos, mi amor, dijo embarrándome su verga sobre mis mojados pliegues. Lubricó su verga y me la metió.

- mmmmaaaahhhh!!, me quejé

- ¿te gusta la verga, chula?

- ...si... La tienes muy parada

- que rico, ¿no?, me preguntó masajeándome el culo con sus grandes manos y acariciándome el ano con sus dedos. Me bajaba y me subía. Me dio una fuerte nalgada y me pellizcó al mismo tiempo ambos glúteos.

- estás bien ricota. Tienes un culo bien rico.

Me reí y lo abracé. Empecé a brincarle. Lo hacía lentamente. Su verga resbalaba deliciosamente. Entraba y salía de mi vagina.

- eso!!, bríncame más rápido, mamita!!

- ¿si?, pregunté excitada

- si!!

Aumenté el ritmo de mis saltos.

- ¿así?

- sii!!! Así!!! Que rico!!!

Subió sus manos a mi espalda, luego a mi cintura. Las resbaló por mis curvas. Luego siguió a mis pechos y me los apretó.

- mira que ricas

- ¿te gustan?

- si, hermosa. Te las mamaria todo el día. Lo mismo haría con tu rica concha y tu sucio culo.

- jaja no digas bobadas, dije tímidamente

Acercó su boca mis pechos y con sus labios agarró una de mis puntas y me la apretó.

- despacito.

Me la mordía suavemente. Giraba de izquierda a derecha sus labios y apretando mi pezón como si lo exprimiera.

- mmm que rico.

- ven mamita, déjame comerte ese culo, dijo parándose y cargándome. Me dejó caer sobre el sofá. Me volteó de modo que quedara arrodillada sobre el sofá.

- para el culo, me ordenó.

Lo hice. Me puse en posición de perrito levantando la colita. Me dio una fuerte nalgada. Dios, me ardió mucho pero la disfruté con ganas.

- mira que ricote culo.

Miré hacía atrás y vi como lamía al centro de mi entrepierna. Lamía suavemente mis pliegues, resbalando su lengua hasta mi ano.

- que rico

Separó mis nalgas y me lengüeteó ahí.

Sentía un cosquilleo muy rico. Humedecía mi ano con su saliva. Pasó sus dedos y me los metió.

- Aaahhh!!

Apreté el ano con sus dedos adentro. Los empujó hasta meterlos bien hasta el fondo y empezó a rascarme.

- ¿te gusta que te los meta?

- ...ajá, se siente rico.

Giraba sus dedos de izquierda a derecha. Separó sus dedos abriéndome el hoyo. Mis pliegues anales se estrechaban doliéndome al mismo tiempo.

Me los sacó y me jaló del cabello hacia atrás arqueando mi espalda. Me levantó de un jalón. Me dejé ir y caí sobre su pecho. Recargue la espalda sobre él.

- huélelos, me dijo acercándolos a mi nariz.

Hice gestos de desagrado. No olían mal.

- quítalos, no, que asco!!!

- huele puta mocosa. Huele tu rico culo. ¿no huelen a mierda?

- no, contesté sacudiendo la cabeza.

Me dio un fuerte jalón que me hizo gritar y me penetró la boca con sus dedos.

- prueba, mi amor.

No sabía que hacer. Ya me los había metido. Los embarraba en mi lengua, en mi paladar, en mis cachetes.

- que rico, ¿no?

El sabor era ácido y tenía un sabor como dulce pero raro.

Decidí chuparlos. Succioné sus dedos.

- eso, límpiamelos.

Me miraba. Le excitaba lo que hacía. Y eso a la vez a mi también. Me los sacó.

- escúpelos, me ordenó.

Lo hice. Escupí sus dedos y la palma de su mano. Sosteniéndome del cabello bajó su mano a mi trasero y metió sus dedos.

- Aaaahhh!!! Nooo!! Me duele!!

Dios, me había metido tres en el trasero. Me ardía mucho. Los metió lentamente pero eso me hacía sufrir demasiado. Sentía que me desgarraba por dentro. Quería llorar. Me los sacó y me dio una nalgada en el glúteo derecho.

- quiero venirme en mi rico culo, dijo metiéndome su larga verga.

- Aaahhh!!!

- eso!!! Que rico te entra!!!

- sii!!! Métela!!!

Me gustaba que me penetrara con su verga que con sus dedos.

- Aaahhh!!! Sii!!! Que rico!!! Apriétame la verga!!! Aprieta el ano!! Aprieta tu rico hoyo!!!

Lo hice varias veces. Lo hacia rápido y lento.

- eso!!! Así!! Dio!!! Me vendré muy rico!!!

- sigue, tío!!! Sigue!! Cógeme!!!

Me jaló fuertemente del cabello y me la enterró tan rudamente que me levantó.

Me entraba tan rico.

- ¿te gusta mi pito?

- sii!!! Me gusta!!! La tienes bien rica, tío!!

- claro que si!!!

Me agarró de la cintura y aumentó su ritmo. Me cogió con más ganas. Con enojó y excitación.

- sii!!! Vamos!!! Cógeme!!! Métemela más!!

- ¿quieres que me venga?, ¿quieres que te llene de semen el culo?

- sii!!! Si quiero!!

Siguió así de rápido. Parecía desesperado, muy excitado.

- ya!!! Ya casi!!! Aaaahhh!!!

- sii!!! Vamos!!! Expúlsalo!!! Lléname!!!

- sssiii!!! Claro que si, mi amor!!! Aaaahhh!!!! Que ricoo!!! Sii!!!siii!!! Aaaaaaahhhhhh!!!!! Dioooossss!!!!!

Se estaba viniendo. Sentía como me expulsaba su semen dentro de mi trasero. Su verga pulsaba tan rápido.

- eso, tío!!! Que rico!!! Más!!!

- sii!!! Ya!! Ya no puedo!!!

Se escuchaba cansado.

Me abrazó fuertemente. Me besó el cuello.

- que rico lo haces.

- si!! ¿te gustó?

- si.

Se apartó de mí y me la sacó lentamente. Sentí rico como salía de mi trasero. Cuando la sacó toda no lo dude ni un segundo. Se le veía tan rica que fui muy decidida a chupársela. Me agaché y la tomé con ambas manos y me la metí a la boca. La succioné, lengüeteaba.

- Caro, dijo mi nombre acariciándome la cabeza. Su semen sabía salado y cremoso. Tenía un sabor raro pero rico. Formé un anillo con mi pulgar y mi índice y lo deslicé por su verga esperando a que le saliera semen. Y así fue. Resbalé mi lengua sobre su punta para recogerlo y tragármelo.

- que rico lo haces.

Miré hacia arriba a su cara y reí. Tenía la boca pegajosa. Lamí mis labios.

Me tomó de los brazos y me levantó.

- tengo que irme.

- ...si...está bien.

Se vistió. Tomé mis prendas y las heché al canasto de la ropa sucia y anduve toda encuerada dejando que me viera. Volví con él a la sala. Me miró toda. Se paró y se acercó a mí.

- espero que se repita esto.

- yo igual

Me beso la frente y salió.

Miré unos segundos la puerta y recapacite de todo lo que pasó. Di un suspiro inesperado y me metí bañar.

Datos del Relato
  • Autor: Caro
  • Código: 42742
  • Fecha: 01-03-2017
  • Categoría: Incestos
  • Media: 9.56
  • Votos: 9
  • Envios: 1
  • Lecturas: 18437
  • Valoración:
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2 comentarios. Página 1 de 1
invitado
invitado-invitado 29-05-2017 07:12:53

casi o mismo hice con mi sobrina de 16 y aun gozamos

LOBO
invitado-LOBO 01-03-2017 17:17:49

quisiera conocerte que rico relato qyuisiera haber sido tu tio y cogerte rico

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