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Categoría: Incestos

Mi tia Rosario

Hace ya algunos años, y como reprimenda mi mal comportamiento en la escuela, mis padres decidieron mandarme castigado a la granja de mis abuelos en un caluroso estado del pacifico, la idea era que sufriera durante todas mis vacaciones trabajando en la granja. En vista de tal panorama decidi avisarle a mi novia la cual por cierto hasta ese dia no habaimos pasado de un simple faje, evitando en lo posible las despedidas solo le informe el castigo que me habian impuesto, a lo que timidamante alcanzo a mencionar entre besos y beso que era una lastima ya que por fin se habia decidido a darme "eso" que yo tanto le pedia.

La verdad es que desde la entrada a la pubertad habia sido extremadamante caliente y una de mis trastadas(motivo de otro relato)ocasiono el castigo que ya les mencione. Asi pues maldiciendo mi suerte me apreste a cumplir con el castigo, el viaje hasta la granja no pudo ser peor ya que mis padres decidieron mandarme en un camion de segunda, despues de las 12 horas de camino llegue a una rancheria que poco tenia que ver con el inmeso pueblo que yo recordaba alla por mi tierna infancia, despues de respirar el polvo de la estacion decidi resignado en vista de que nadie habia ido a recibirme caminar los 5 kilometros que aun me separaban de la casa de mi tia, cuando por fin cansado y sudoroso me plante ante la desvencijada puerta de madera mi unico pensamiento era volver en cuanto pudiera a mi hogar. Mi tia rosario, a la que yo recordaba era una muchacha flaca desaliñada y con una voz de flauta que te hacia salir corriendo a los pocos minutos de hablar con ella, jamas se caso asi que lo que menos esperaba al abrirse la puerta era a aquella mujer frondosa, de pechos turgentes y caderas amplias que se afanaba por ocultar sus redondeces bajo un discreto vestido floreado.
...hola tia soy yo lalo
fue lo que primero que me salio
.- pasale te estaba esperando.
creo que fue la unica frase de empatia que recibi pues a partir de que entre en la casa todo se volvio oredenes y tareas por realizar, asi sin mas ni mas me volvi mozo, mayordomo, mandadero, plomero, albañil, y cualquier otra cosa que a mi tia se le ocurriera.

Con el paso de las semanas me fui acostumbrando al clima y al trabajo, el cual por cierto fue desarrollando mi juvenil musculatura, hasta el puento que empece a sentir que la mirada de mi tia clavada en mi espalda. Asi hubieran seguido las cosas de no ser por una calurosa tarde casi al final del verano, en que mi hermosa carcelera grito desaforadamente pidiendo auxilio desde el baño, el motivo una rata del tamaño de un conejo que se habia colado por la rejilla del drenaje.
¡matala¡ ¡matala¡ me gritaba mientras intentaba cubrir su desnudez con la pequeña toalla para manos, la impresión de ver a mi tiita desnuda fue sublime una piernas, largas, muslos torneados, cuyo inicio eran unos pies pequeños y delicados y su remate un hermoso triagulo de espeso y ensortijado vello, los pechos apenas cubiertos por la toalla queriendose escapar de su cobertura a cada salto que daba intentando escapar del desagradable bicho, me dejaron absorto el tiempo suficiente para que el roedor quizas mas asustado que la autora de los gritos volviera al lugar de donde habia salido "eres un tonto" me grito se te ha escapado "y deja de mirarme" me repetia.

Mientras yo admiraba una par de nalgas dignas de cualquier escultura griega "fuera, fuera" repetia y yo sin salir de mi asombro hasta que un sonoro portazo en plena cara me saco de mi transe.
desde entonces nada fue igual la imagen de mi tia desnuda me perseguia durante el dia y aumentaba la temperatura de mi cuerpo por las noches provocandome infinidad de sueños humedos, logicamente me masturbe no se cuantas veces con su imagen en mi mente, pensando mietras me venia que se sentiria estar entra esas dos nalgas tan blancas, meter mi verga en ese triagulo tan oscuro y sedoso,y morder ese par de pechos como cantaros que en mi afiebrada mente seguian bamboleandose

Asi pasaron los dias y mi fiebre aumentaba, probe con todo para calmar mis ansias busque desfogarme con las gallinas mas ponedoras, las cuales al sentir como mi miembro les partia el culo desfallecian y gitaban desaforadas, cuando sentian el chorro de semen rellenadolas por dentro logicamente era dificil que sobrevivieran, por lo que mi tia empezo a sospechar y me daba tremendas reprimiendas cada que una de su gallinas amanecia muerta, asi que a sabiendas de que no podia calmar mis ansias con la autora de mis ardores, me busque una nueva amante y la encontre en "blanquita" una chiva de grandes tetas y de puchita apretadita, la primera vez que me la coji, la engañe metiendola en el cobertizo que usabamos como pajar la amarre al poste mas firme que encontre y empeze a acariciarle las tetas, al pricipio el pobre animal se desconcerto pero luego le fue agarrando el gusto al masaje ya que mientras que con una mano le acariciaba las ubres con la otra le metia el dedo en su apretada y pequeña vagina cuando supuse que estaba lista me llene el pene de saliva y lo apuente a su estrecho hoyito la chiva pego un reparo al sentir con mi grueso pene iba abriendo los pliegues de su vagina intento zafarse sin embargo yo la tenia bien sujeta impidiendo cualquier movimiento. Cuando mi verga iba a la mitad, el animal empezo a tranquilizarse quizas suponiendo que era toda la logitud de mi miembro, mas cuando segui empujando empezo a dar de balidos, como pidiendo socorro, yo demasiado exitado por lo estrecho de la vagina hacia caso omiso a las maifestaciones de alarma de mi amante en turno y contrario a lo que mi compañera deseaba termine de meterle mi chorizo para luego empezar a bombearla, quiero suponer que el dolor le paso pronto puesto que despues de un rato de estar en el "mete y saca" la muy cabra empezo a tranquilizarse y sacar la lengua mientras yo proximo al climax estiraba sus ubres y aceleraba las metidas, cuando por fin me vine, el semen fue tanto que inmediatamente escurrio por la vagina del animal y cuando por fin saque mi pene me di cuanta que habia desflorado a una cabra señorita, ya prendido por el descubrimiento y todavia exitado me di a la tarea de lubricarle el culo, mas cuando me disponia a meterla, un ruido estruendoso como de algo que cayera me quito la concentracion, semidesnudo como me encontraba corri hacia el lugar de donde provino el ruido solo para encontrarme con mi suculenta tia tirada en el suelo con la toalla de baño a un lado, desnuda y demayada.......... quieres saber que paso proximamente
Datos del Relato
  • Autor: ANTARES
  • Código: 4755
  • Fecha: 11-10-2003
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.06
  • Votos: 68
  • Envios: 6
  • Lecturas: 11126
  • Valoración:
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